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Who'll Stop the Rain? por Naruu Uzumakii

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Notas del capitulo:

¡Alohaaaaaa~!

He tardado demasiado, lo sé y pido disculpas

Pero no he tenido los mejores días y mis "vagaciones" Se acabarón u.Ú

Así que... ¡Ya volví!

Hahahaha no prometo subir muy seguido, pero trataré~

Sin más, disfruten el capítulo~

 

 

 

Capítulo XIX: Tú y Yo…

Las enfermeras entraban y salían de la habitación blanca en donde estaba el hijo menor de los Uchiha, la escena que presenciaba el rubio era destrozadora, la madre de ambos chicos obstinados estaba con el rostro cargado de dolor, con los músculos tensos y los ojos llenos de lágrimas retenidas, el padre, estaba abrazándola, dándose ánimos él mismo y repitiéndose que todo estaría bien, Itachi estaba recargado a la pared, con el rosto inmutable, los ojos estaban cerrados, ocultando sus emociones.

— ¿Cómo está Sasuke?— Un chico de cabellos rojos acababa de llegar, Itachi le había llamado hace media hora-

—Mal… Inconsciente— La señora Uchiha no podía articular palabras, el nudo en la garganta era muy evidente.

—Ah…— Gaara no supo el porqué sentía tanta angustia.

— ¡Itachi!— Un rubio llegaba corriendo al lado del Uchiha, quien solo abrió los ojos, el rostro mostraba calma, sus ojos, sus ojos mostraba otra cosa, imperceptible para muchos, menos para Deidara.

—Dei-chan…— Itachi solo lo abrazó lo más fuerte que pudo, Deidara siempre había sido su soporte, su pilar más fuerte.

El rubio que estaba desde mucho antes con ellos solo observaba en silencio todo, no le importaba mucho lo que los demás platicasen, lo único que quería saber era que Sasuke estuviese bien, que saliera de peligro y con ello él se conformaba.

Los médicos seguían pasando, entrando y saliendo a la habitación del Uchiha, es cierto que ya había salido de terapia intensiva, pero eso no significaba que no pudiese recaer.

Un suspiró hondo inundo los pasillos, todos miraron al rubio menor, quien solo se sonrojó caminando hasta la oficina de su abuela, sí, Tsunade debía llevar el cuidado de su adorado yerno, el rubio caminó por los largos pasillos, evadiendo a los enfermeros, suspiró al pasar por el antiguo consultorio de su tío, Orochimaru, no se sabía nada de él desde que Hinata había… Muerto ¿Qué hubiese pasado si ella estuviese viva y… Sasuke estuviese? ¿Seguiría amándola igual?  No era bueno pensar en eso, lo más importante para él era que su… Prometido estuviese bien.

Mientras caminaba para poder hablar con su abuela, su primo, Sai, salía del consultorio de esta.

— ¡No renunciaré a él, Tsunade-sama!— Azotó la puerta, con rabia, sus ojos no mostraban nada más que rabia, deseaba no haberle contado nada a su abuela, pensaba que ella le entendería, pero se equivocó.

La rubia suspiró pesadamente, dejándose caer en su silla, recargando las manos en el escritorio y apoyando su cabeza entre ellas, de reojo miró la fotografía que tenía de su hijo, Minato… Una sonrisa dulce se escapó de sus labios al recordar el cómo su nieto se había hecho adicto  al ramen.

***Flash Back***

La lluvia estaba arrasando todo a su paso, ambos rubios estaban descansando en la mansión, sentados en la sala, mirando la televisión.

—Voy a comer ramen ¿Gustas?— Minato se levantó con pesadez, sonriéndole a su madre.

—No, gracias— Le devolvió la sonrisa, mirando el cómo su hijo desaparecía, ya había anochecido, debían estar dormidos, pero no, estaban viendo televisión, Minato estaba sentado en uno de los bancos de la cocina, comiendo un ramen instantáneo, dio un salto cuando alguien le tocó el hombro.

—Papá… Tengo hambre— El más pequeño de sus dos hijos estaba mirándolo con insistencia, el hombre suspiró hondo y lo subió a sus piernas, dándole algunos bocados de ramen.

—Eso no es sano para el niño, Minato— La mujer rubia entraba mirándolo con molestia, se dirigió a la nevera y sacó un bote de leche, encendió la estufa y allí la calentó.

—No lo haré adicto, mamá— El rubio miraba orgulloso a su hijo, quien con sus pequeños dientes masticaba cuidadosamente cada fideo.

La mujer le entregó un vaso entrenador al pequeño, con leche tibia, le dejó algunas galletas y subió a dormir a la habitación que su hijo le asignó para esa noche, ya mañana se iría a su mansión.

*** End Flash Back***

— ¡Oba-chan!— Naruto entraba con su acostumbrado escándalo, sonriéndole, esas sonrisas eran las que le devolvían la alegría a sus días vacios.

— ¡Tienes que tocar antes de entrar!— Le divertía pelear con su nieto.

—Ah…— El rubio salió de la estancia y tocó la puerta.

—Entra— Se resignó, ese chico era tan raro.

— ¿Qué tenía Sai?— Recordó el cómo vio a su primo, no le gustaba verlo molesto.

—Irá a las empresas del remolino, no quiere it— Eso era en parte mentira y en parte verdad.

—Vaya… No esperaba eso— Un silencio incomodo invadió la estancia.

— ¿A qué venias?— La rubia soltó de golpe esa pregunta.

—Sasuke…— Murmuró mirando por la ventana.

—Naruto… No está bien que te enamores— La rubia quería prevenir a su nieto, pero quizá era tarde.

—Eso no importa… ¿Estará bien?— Estaba asustado a las posibles respuestas.

—Lo estará, Naruto… Solo piensa que puedes salir lastimado él ama a…—

—Gaara, yo lo sé… No te preocupes por mi— Sin más la dejó ¿Tan obvio era? Por su parte la rubia no quería que su nieto fuera infeliz, puesto que las lágrimas siempre habían inundado su pasado, quería que fuese feliz con Sasuke, pero no quería que Sasuke lo lastimase más.

—Quiero que me acompañes— Gaara le cortó el paso a Naruto, antes de que pudiese llegar hasta donde los demás estaban con las buenas noticias que Naruto ya sabía.

— ¿A dónde?— Dudó y dudó mucho

—Solo acompáñame…

Naruto asintió, debió avisarle a los demás, pero solo envió un mensaje a su hermano, diciéndole que regresaría más tarde.

Gaara lo esperaba en su automóvil rojo, le llamó con la mano y lo obligó prácticamente a subir.

—No hagas preguntas hasta que lleguemos— Suspiró mirando al rubio, quien asintió desconfiado aún. —No te haré daño… No soy tan desgraciado— Le regaló una sonrisa

Iban por las calles llenas de gente, Naruto mirando los lugares, se le hacían tan familiares ¿Acaso iban  al departamento de…? Imposible.

Dio en el blanco, llegaron al departamento que Gaara compartía con el menor de los Uchiha, en silencio subieron por el elevador hasta el sexto piso, sin hablar, Gaara ya sabría como comenzar a hablar.

—Es muy lindo nuestro departamento ¿Verdad?— Gaara hizo énfasis en “Nuestro” Naruto asintió sin entender nada todavía.

— ¿Qué es lo que realmente quieres, Gaara?

—Te dejo a Sasuke…— Naruto sonrió internamente, sintió una calma inexplicable. —Estoy seguro que lo mío es obsesión por él… Sin embargo, quiero que lo cuides más que a tu inútil existencia, Naruto— Gaara estaba haciendo todo lo que su orgullo le permitía, lo había encerrado, se lo había tragado.

—Yo…

—No tienes que decir nada… Sasuke es una de las personas más importantes para mí, pero… Solo le hago daño, siempre he sabido de su amor por mí y me he aprovechado de ello, pero ya no más, es mi mejor amigo… Me interesa… Sai— Confesó ¿Por qué sentía que con Naruto podría hablar abiertamente de muchas cosas?

— ¿Por qué no le dices?— Naruto murmuró imitando al chico de cabellos rojos, quien lo invito a sentarse.

—Le he dicho tantas veces… Pero me manda por un tubo y eso de rogarle… Ya no es para mí— Sonrió falsamente, aguantando las lágrimas. —Vete, déjame solo ¿Sí? Después iré a ver a Sasuke… Y, no me veas como un enemigo, porque… No lo soy, Kitsune— Le dijo levantándose y abriendo la puerta, Naruto asintió por milésima vez, sin entender ahora nada. Salió del departamento, caminando mecánicamente por los pasillos hasta llegar al elevador ¿Todo había sido real? ¿Todo había pasado? ¡Que feliz se sentía! Pero no todo es color de rosa ¿Verdad?

 

Notas finales:

¿Qué tal?

Planeaba poner una pelea campal entre Naru y Gaa pero... No, no quiero tantas peleas de niñas (?)

xDDD

HAHAHAHA

Ya... Es todo, linda noches.

xNaruu


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