Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Who'll Stop the Rain? por Naruu Uzumakii

[Reviews - 94]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Alohaaaaa~

Sé que no tengo perdón, pero cuando iba a subir amor yaoi estaba en sus días, me enojé y ya no subí nada, después iba a subir y no encontraba mi capítulo! Casi lloro, enserio! Pero aquí está, lamento la tardanza, sé que no debería hacerlos esperar, pero ps, me enojé y el capítulo se perdió después y apareció liego de buscar en toooodos lados, una disculpa!

Capítulo XXI: Lágrimas

El hospital estaba atareado, esa noche había dos partos importantes, dos miembros de esa honorable familia estaban por dar a luz, las enfermeras corrían de un lado a otro, trayendo todo lo que los médicos necesitaban, Tsunade atendía a su nuera, Kushina, pero también a su primo, Orochimaru… Un doncel en la familia, el único.

—N-no…— Estaba con dolor en todos lados, el parto había sido difícil y complicado. —Dame a mi bebé…— El bebé rubio estaba en manos de Tsunade, quien negó con toda la frialdad aglomerada en el rostro.

—Tsunade-sama…— Shizune le tocó el hombro, el hombre de ojos dorados había caído en la inconsciencia. 

—“Está muerto…”— Miraba a la pequeña criatura de cabellos dorados sin vida, al final, no había sobrevivido… Que duro sería para esa persona, pero… Aún quedaba el otro bebé, el bebé de Minato y Orochimaru, Kushina lo cuidaría muy bien, Orochimaru aún tenía 17 años, era muy joven para cuidar a un bebé, por ello haría eso, mentiría a Kushina, pero no a Minato.

—Mientes… Tsunade… Mientes— Sus ojos estaban cargados de lágrimas, dolor, era la primera vez que se le veía tan mal, nunca antes al hombre amante de las serpientes se le había visto en ese estado tan… Lamentable.

—Recuerda que el embazo era de alto riesgo— Sentenció.

—Uh…— Estaba destrozado, ese bebé era lo único que había quedado de su relación con Minato, y se había ido… Tsunade lo miraba con culpa, pero ella era experta escondiendo sus sentimientos.

—Minato… Sabes que es lo mejor para todos, Orochimaru no puede quedarse con el pequeño, además aún es joven…— Tsunade miró el rostro de su hijo, era la viva imagen del dolor, sabía que le dolía dejar a Orochimaru, pero él se lo había pedido, le amenazó incluso con llevarse al pequeño lejos si se le acercaba, le amenazó con decirle a Kushina que ese bebé era de Minato.

Minato contaba con 20 años, era mayor que Orochimaru, sí… Eso era de lo peor que pudo haber hecho, enredarse con el primo de su madre, pero… ¿Cómo no hacerlo? Si desde el primer momento supo que le amaba con toda su alma,  y que no podría sacarlo de su mente fácilmente, sin embargo todo terminó cuando una noche se pelearon y Minato buscó consuelo en Kushina, grave error, Kushina quedó embarazada, así que Orochimaru terminó enterándose y dejando a Minato, pero para esto, Orochimaru estaba embarazado también.

Tsunade le obligó a hacerse responsable del bebé de Kushina, sin embargo cuando se enteró de que su primo tendría un bebé de Minato, el mundo se le cayó abruptamente, no sabía qué hacer, ni siquiera que decir, pero le dio preferencia a Kushina, no por el hecho de ser mujer, si no porque ella era su protegida desde niña.

—Ah, Tsunade-sama— Abrazó fuertemente al pequeño de cabellos rubios, era el bebé más lindo que sus ojos había visto.

—Es la segunda cosita más linda que he visto— Murmuró Tsunade, con una pequeña sonrisa posándose en sus labios.

—¿Cuál fue la primera?— Preguntó curioso su hijo, Minato.

—Es un secreto— Dicho esto abandonó la habitación.

La habitación en donde se encontraba Kushina tenía un ventanal por la parte del pasillo, el cual estaba cubierto por una suave cortina que transparentaba todo hacia dentro, Orochimaru miraba consternado esa escena, Minato y Kushina, abrazando al pequeño bebé rubio,  Tsunade le palmeó la espalda.

—Yo pude tener así a…— Sus fuerzas le fallaron y su prima tuvo que sostenerlo, ayudándolo a ir hasta su habitación.

Y fue allí cuando Orochimaru odió a Kushina, donde buscó a Madara… Ex-amante de Kushina… Sabía que él podría hacer muchas cosas, pero él no se atrevía puesto que la amaba con todo lo que era.

***End Flash Back ***

Un amargo sabor de boca le quedó después de que recordó esos acontecimientos de hace 21 años, la edad de Deidara… La edad del hijo de Minato y Orochimaru, solo ella lo sabía, por ahora.

—No todo puede salir mal, Orochimaru no sabrá que…

—¿Deidara es mi hijo?— siseó una voz con notable molestia.

—¿C-cómo entraste aquí?— Tsunade se levantó de golpe de su escritorio, mirando a su primo con preocupación en los ojos.

—Eso no importa, Tsunade… ¡Lo quiero, ahora! No importa como… Lo quiero…— Ordenó conteniendo la rabia, mirándola con sus penetrantes ojos dorados, haciéndola temblar.

—Estás equivocado, Deidara no es…

— Deidara es mi hijo, no quieres saber el cómo me enteré… Solo dámelo y todo estará bien— Orochimaru estaba decidido a llevárselo con él, a fin de cuentas era su hijo. Ambos estaban más tranquilos, sentados frente a frente, el consultorio era grande, Shizune era la asistente y por ende ella podía entrar y salir cuando Tsunade dijera.

—Así que tiene la cara de Minato… Por eso nunca le encontré parecido con Kushina, nunca…— murmuró con un deje de tristeza, que era muy difícil notar, pero Tsunade era hábil para adivinar expresiones diminutas.

—Tiene el rostro de Minato, pero tiene tu carácter, aunque más tierno…

—¿Qué quieres decir vieja?— Orochimaru tenía una venita palpitando en la frente

—¡No me digas vieja, mocoso!— Y las peleas entre Orochimaru y la rubia matriarca de los Uzumaki regresaban.

—Quiero de regreso a Deidara…— Siseó Orochimaru, mirando hacia la ventana, el cielo amenazaba con soltar el agua de las nubes en cualquier momento y Tsunade no sabía que decir ante eso.

Mientras tanto Sasuke estaba mirando por la ventana de esa habitación blanca, observaba a cierto chico de cabellos rojos que llegaba en su automóvil, se veía realmente increíble, sus cabellos rebeldes y su porte, él era todo lo que quería… Todo.

—Sasuke… ¿Realmente tienes que casarte con Naruto?— El chico de cabellos rojos le miraba con el rostro lleno de desconcierto, estaba al borde de la histeria y eso no era lo mejor para los dos.

—¿Acaso hay algo lo impedirá?— Sabía que Gaara detestaba que le respondiera con una pregunta.

—No te cases con él… Sasuke— Se escuchaba como una súplica, pero Sasuke sabía que Gaara no suplicaba. Solo hubo un sepulcral silencio en la habitación, el azabache no quería caer nuevamente en los encantos de Gaara y eso era porque realmente su familia necesitaba a Naruto, sí, solo negocios.

—Lo haré, está decidido— Murmuró con un dejo de molestia en la voz.

—¿Cuándo? No tienes que hacerlo… Sasuke— Se escuchó la puerta abrirse, Naruto los miró con desconfianza.

—Eh… La puerta estaba abierta… Pensé que… Yo— Balbuceó todo ¿Qué hacía allí Gaara?

—Yo ya me iba, buenas tardes— Sin más salió de la habitación, pasando al lado del rubio, a quien no se atrevió a mirar, quien solo se hizo a un lado y sonrió fugazmente.

—G-Gaara ¡Espera! ¡Gaara!— Sasuke intentó levantarse de la cama, pero el rubio lo detuvo, aún estaban las heridas frescas, y un esfuerzo innecesario no era de lo mejor ahora.

—Él es muy raro-ttebayo— Comentó el rubio, abriendo un poco las cortinas, mirando hacia afuera, el cielo comenzaba a tener tintes naranja y rojizos.

—Tú no lo conoces— Defendió Sasuke.

—Que pesado eres, teme.

—El pesado eres tú, Naruto.

Naruto quien estaba dándole la espalda se giró para mirarlo momentáneamente ¿Dónde había quedado el dobe? ¿Qué le pasaba a Sasuke?

—¿Qué?— Sasuke le miró con molestia.

—Nada…— Fue lo último que dijo antes de colocar en un pequeño jarrón las flores que traía en las manos.

La chica de cabellos rosas estaba hecha un mar de llanto, escondía su rostro tras sus manos blancas, sollozaba lo más bajo que podía, pero él la conocía a la perfección y sabía que tras esa puerta que los separaba ella no estaba vistiéndose, estaba llorando amargamente.

—Sakura-san, Sakura-san— Le llamó repetidas veces, pero ella no contestó. —Sakura-san, Sakura-san…

—¿Qué quieres? ¡Déjame en paz! ¡Vete de aquí Lee!— Sollozó abriendo la puerta de madera de golpe, mirándolo con los ojos rojos e hinchados.

El mencionado dio medio vuelta y agacho la cabeza. —Yo siempre estaré allí… Para ti— Murmuró, ella solo sollozó más fuerte y azotó la puerta.

—En dos días serás dado de alta, Uchiha— La rubia entraba a la habitación en donde ese mocoso se quedaba, mirando a su nieto que solo miraba al suelo y a Sasuke quien miraba hacia la ventana.

—Sí— Fue la seca respuesta del Uchiha.

—¿Ocurrió algo?— La mujer preguntó, mirándolos, Naruto solo negó con la cabeza fingiendo una sonrisa, Sasuke no dijo nada, solo ignoró, el rubio se despidió, diciendo que se iría a descansar, sin embargo al salir sus ojos se llenaron de agua salada y corrió, tratando de cansar a su cuerpo, para no pensar en lo que había hablado con ese Uchiha orgulloso.

 

Notas finales:

Las cosas no van bien, y se pondrán peor... ¿Qué hizo Sasuke? ¿Gaara es un maldito? Pues... No lo sé, solo sé que si no fuese porque mi fic ha recibido buenas criticas quizá ya lo hubiese dejado, muchas gracias a todos, se les agradece, linda tarde.

xNaruu


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).