Capítulo VI: ¿El comienzo?
Se incorporó lentamente en la cama, su mirada azul examinaba cada rincón de aquel lugar obscuro, las cortinas estaban cerradas, por ello el sol no se colaba por la ventana, miró asustado la ropa regada en el suelo ¿Acaso…? No otra vez, ya dos veces había pasado la noche con… Bueno, con él, no podía pasar una noche más o… Realmente revelaría lo que sentía y no podría… Renunciar al hijo mayor de los Uchiha.
***Flash back***
La primera lluvia había azotado la ciudad, Deidara había salido de la universidad, pero no contaba con que su paraguas volara y él se mojase. Suspiró hondo, caminó dignamente por las calles llenas de agua y lodo, ensuciando su pantalón blanco, mojando su rubio cabello. Sus lágrimas inundaban sus ojos azules, pero él se mentía diciendo que eran gotas cristalinas de la lluvia.
—Dei— Una voz masculina lo sacó de sus divagaciones y dirigió su mirada a quien le hablaba, su mejor amigo, su hermano su… Amor platónico le hablaba.
—Ita-chan— Itachi detestaba ese nombrecito, pero solo lo toleraba porque Deidara era un único que lo llamaba de esa forma.
—Vamos, es tarde y hace frio, te llevaré a mi casa y le avisas a Tsunade-obachan que te quedarás conmigo— Itachi lo miraba con una sonrisa que era imposible resistirse, cuando cayó en cuenta ambos estaban desnudos, explorando sus cuerpos, teniendo… Sexo. Sí, solo sexo, porque no había amor por parte de Itachi, y fue allí cuando Deidara perdió la virginidad, a manos de Itachi, claro, el moreno nunca lo supo.
*** End Flash Back***
—Y… Esta es la segunda vez que pierdo la virginidad con Itachi— Rió para sus adentros, el primer beso fue con Itachi, la primera vez fue con Itachi… Itachi debía estor loco al ponerle los cuernos a su futura esposa.
—Dei… Buenos días— Saludó el moreno ajustándose la corbata, recién terminaba de bañarse, suspiró hondo y miró a Deidara con una sonrisa. —Deidara… Te amo— Dijo sin más.
El chico rubio pensó que estaba soñando, se quedó con los ojos abiertos a más no poder, con la boca semi-abierta, cuando se dio cuenta Itachi lo besaba con toda la ternura que solo él tenía, ese cálido beso no era un sueño, las ilusiones no eran cálidas, los besos no eran tan adictivos. Deslizó sus manos hasta la espalda de Itachi y lo atrajo más a su cuerpo, debía estar seguro si era real.
—¿Y Konan?— Soltó cuando su respiración se regularizó.
—No, no puedo… Deidara te amo, mi compromiso con ella fue para… Para “olvidarte”— Hizo las comillas con sus manos —Pero… No, no puedo, mis padres lo saben, Dei-chan… Te amo— Escupió todo, Konan también lo sabía ¿Verdad?
—Ella… ¿Lo sabe?— Indagó Deidara mirando interrogante a Itachi.
—Sí…— Se sentó en el borde de la cama, acariciando los mechones rubios de Deidara.
Ambos se quedaron mirando, sin saber que decir, que hacer… Deidara tenía a Sasori, pero amaba a Itachi más que, incluso su propia vida, esto que harían sería malo, muy malo para ambos, pero no había marcha atrás, ellos se amaban ¿No? ¿Qué podría pasar si estaban juntos?
—Dobe… ¿Qué tienes?— El heredero menor de los Uchiha miraba con ¿Preocupación? A Naruto, quien solo temblaba mirando el caballo blanco de Sasuke.
—Yo… Yo… Aléjalo… H-Hinata… T-teme…— Naruto tenía lágrimas en los ojos y el rostro era el vivo reflejo del dolor, Sasuke sin dudar más lo alejó del rubio, ese día había decidido visitar a Sai y hablar con él seriamente, pero no contaba con que Sai saldría y le pediría que saliera con Naruto, así que aceptó y allí estaba, con Naruto temblando, llorando.
—Eh… Dobe… ¡Dobe!— Le llamó fuerte para que Naruto le prestara atención, pero no lo lograba, así que lo jaló fuerte hacía él, pero no contó con que aplicaría bastante fuerza y ambos cuerpos caerían al suelo, Naruto encima de su propio cuerpo, Naruto se sonrojo a más no poder y Sasuke abrió los ojos de golpe. —Eh… Yo— Él no era de los que pedían disculpas, de hecho nunca lo había realizado, pero siempre hay una primera vez ¿No? —Perdón Dobe…— Dijo levantándose y tomando a Naruto de la mano.
—Perdóname a mí Sasuke… Pero no creo que pueda montar un caballo después de…— No pudo terminar, sus labios se cerraron, quiso decir algo más pero no pudo.
—Ya, ¿Quieres helado?— Le miró Sasuke con una sonrisa sincera a lo cual el rubio asintió enérgicamente.
Ambos chicos fueron a comprar helados, dejando atrás los verdes pastos para dirigirse a la heladería más cercana, que de cerna no tenía nada. Sasuke hablaba de cosas comunes, como el clima, el sol, incluso hablaba de alguna tontería para animar al rubio, quien rió más de una vez con las ocurrencias del Uchiha.
—Oye, dobe ¿Eres hétero?— Preguntó sin tapujos el más grande de los dos.
—Sí, hasta donde yo sé, sí— Ambos rieron ante la respuesta del Uzumaki.
—Pues, yo soy gay Uzumaki— El Uchiha lo miró serio, si Naruto le seguía hablando después de eso significaba que ese chico valía la pena.
—Ya lo sé, esa noche del baile estuviste muy pegadito a un chico pelirrojo, pero que buena pareja hacen ustedes dos ¿He?— El rubio al mirar el rostro de Sasuke se dio cuenta que metió la pata hasta el fondo.
—Él no quiere nada conmigo…— Le regaló una sonrisa falsa.
— ¿Está enamorado de alguien más?— Indagó en algo que no debía.
—Sai…— Cortó todo, el helado se había derretido.
—Ya, que mal… Pero ánimo allá afuera hay tantos chicos que quisieran estar contigo, bueno, no sé—Rió nervioso. ¿Por qué nervioso? ¿Qué le pasaba? ¿Qué tenía esa sonrisa marca Uchiha que le gustaba tanto?
Ambos se miraron con el rostro lleno de confusión, al instante desviaron la mirada, mirando todo y a la vez nada, mirando nada… Jugando con sus manos nerviosamente, hablando sin mirarse, mirándose sin hacerlo, sin saberlo ellos caerían en la trampa barata que se llama amor, pero hasta entonces solo tendrían una bonita amistad… ¿Verdad? Porque… A decir verdad, Naruto no quería perder a nadie más, no quería interponerse entre nadie y no quería llorar por nadie, por nadie. Aunque bien dicen que… “Todo ocurre por una razón” ¿La muerte de Hinata fue para que Sasuke llegara? ¿Por qué fue? ¿Destino?