El café tardaría unos minutos...o eso es lo que le había dicho una de sus mejores amigas, Karin una pelirroja que de pequeño lo acosaba constantemente pero al conocer a Suigetsu pues... dejó de hacerlo.
¿Qué podría hacer de mientras?
La cafetería estaba vacía...
¡Ya sabía con que desatraerse! ¿Qué tal si empezaba dándole una patada a las partes bajas al imbécil que se estaba atreviendo a manosearlo en público?
_¿¡Se puede saber que haces dobe!?- le gritó mientras le daba la merecida patada mandándolo unos metros más allá.
_¡AUCH! ¿Por qué hiciste eso?- reclamó el chico desde el suelo.
Ese niño además de sinvergüenza e impertinente sufría alzheimer.
Vaya, si él fuera el padre... lo castigaría y... ¿Qué hacia pensando en eso? Él ni siquiera estaba casado.
_Je. ¿Me estás insinuando que no me tocaste el trasero?- preguntó el azabache con varios tics nerviosos en el ojo.
_¿Yo?- preguntó el rubio aun sin abrir los ojos. ¿Tan fuerte le había dado?
_¡No! ¡El vecina de al lado! ¿¡Estás ciego o qué!?
_Pues sí...- confesó el rubio como si fuese lo más normal del mundo.
Y ahora que lo miraba bien, a un costado suyo llevaba uno de esos bastones que ayudaban a guiar a las personas de carencia de vista...
¡Bien, un aplauso para Sasuke Uchiha, agresor de personas discapacitadas...!
Lo ayudó a levantarse.
¿Ahora cómo se disculpaba? Disculparse no era lo suyo...
_Yo... lo siento no sabía que...¿Me dejarías invitarte a tomar algo para que aceptes mis disculpas?- le preguntó el azabache dudoso.
_Claro-le respondió el rubio felizmente.
Sasuke se había vuelto a acomodar a la barra pero claro, como el rubio era ciego resbaló...
Sí, resbaló... y para no caerse se tuvo que apoyar en...
_Ahhhhhh
...¡la entrepierna de Sasuke!
Pero el rubio siguió con la mano en el mismo lugar, es que... era bastante grande, y blandito, era muy ¿cuky? Muy lindo de tocar, así que apretó sacándole otro gemidito al Uchiha, quien empezó a sonrojarse ¿Ese rubio era idiota o... se lo hacía?
Buff, sí que estaba bien dotado ese hombre además de tener semejante miembro tenía una voz más sexy y erótica...
_¡Dobe quieres para de tocarme ahí!- le gritó quitándose la acanelada mano de encima.
_Oups, lo siento- dijo inocentemente mientras se acomodaba en el taburete.
_Tienes suerte de ser ciego-le dijo Sasuke mirándolo por el rabillo del ojo.
_Jeje y mucha...-murmuró para sí.
_¿Decías algo?- le preguntó de nuevo el azabache.
_No, en absoluto.
Estuvieron hablando durante un rato conociéndose.
El chico ciego, se llamaba Naruto Namikaze Uzumaki, lo conocía no de vista sino de que era el hijo de los difuntos Minato Namikaze y Kushina Uzumaki quienes tuvieron una amistad con sus padres y aveces les hacían competencia con las empresas y tal.
Por ser ciego se manejaba bastante bien por la vida, jamás se imaginó que siendo tan joven hubiese ya viajado más países que él mismo. Le empezaba a caer bien.
Naruto no es que fuese enamoradizo ni nada de eso, pero simplemente en cuando se acercó a Sasuke y olió su fragancia perdió la cordura y sin poder evitarlo tuvo que poner una mano en ese trasero que ahora lo traía loco.
Y a medida que oía esas palabras salir de la boca del azabache, más tonto se volvía, por Dios con esa voz ¡Cualquiera se excitaba al instante! Tan varonil y tan dulce a la vez... ¿Vaya combinación , no?
Estaba claro, si Dios le daba una señal de que debía lanzarse a los brazos de ese hombre, sin dudarlo ni un segundo lo haría. Ahora... solo faltaba la señal...
Continuará....