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Amanecía un bello día en Tokio; un hermoso día a decir verdad…
Él sol brillaba radiante debido al lindo cielo despejado, toda esta hermosura acompañada del singular cantar de los pájaros.
Cerca del mar se podía encontrar una casa de dos pisos de color blanca y azulejos negros. Esta casa poseía un jardín amplio con flores de diferentes tipos. Dentro de este lugar se podía apreciar a una pareja de recién casados descansando de su noche de bodas.
Está pareja era conformada por dos lindos chicos.
Uno de cabello azabaches, y ojos negros como una noche oscura y sin estrellas, de piel de suave y nívea. El nombre de ese chico: Sasuke Uchiha
El otro era un chico de cabellera rubia como el sol. Mirada de un azul intenso y brillante que le hacía competencia al mismísimo cielo, y con una linda piel morena con unas marquitas en cada lado de sus mejillas que le hacían parecerse a un kitsune a los ojos de su ahora esposo. Su nombre: Naruto… Uzumaki Naruto.
La joven pareja se encontraba durmiendo abrazada, sintiendo el calor que se proporcionaban al estar muy cerca.Los rayos del sol se comenzaron a colar por la ventana, provocando así que el azabache comenzara a despertar.
Cuando hubo ubicado bien su mirada, pudo ver a su lindo esposo durmiendo en sus brazos con el pelo revuelto, la respiración apacible y con su carita tranquila. El mejor despertar que él Uchiha podría desear.Sonrió para sí mismo, pues ahora ese lindo rubio le pertenecía a él y solo a él.
Se levantó y se dirigió al baño para poder darse una relajante ducha. Se quitó el bóxer, que era lo único que tenía, y se metió a la ducha. Abrió la llave de agua caliente y suspiro relajado al sentir el agua caerle en el cuerpo. Cogió una esponja y le untó jabón líquido, comenzando a enjabonarse, recordando lo sucedido la noche pasada.
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•••Flash Back•••
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Él joven y recién matrimonio se encontraba en la cama, devorándose la boca como si no hubiera un mañana. El azabache se despegó de esos labios que tanto le gustaban y se dispuso a quitarle el kimono blanco que hasta ahora tenía su querido rubio. Cuando lo hubo echo se paró a observar el cuerpo de su esposo, pensando en una única cosa: “Hermoso. Simplemente hermoso” Él cuerpo de su querido kitsune no era muy musculoso pero aun así le gustaba.
Alzó la vista y pudo ver que Naruto estaba sonrojado, y como no si es era la primera vez que estaba viendo su desnudez.Sasuke se inclinó de nuevo y beso al rubio, para luego volver a alejarse y ahora ser él, el que se despojara de su ropa quedando en iguales condiciones que su lindo ojiazul. El lindo rubio se quedó atónito por lo que tenía al frente de él: Él cuerpo de su esposo estaba muy bien formado, sin duda alguna estaba sorprendido de que su querido azabache pudiera tener un cuerpo tan hermoso.
El azabache sonrió por el rostro que tenía su esposo mientras se agachaba y comenzaba a lamerle el pezón derecho al Uzumaki, mientras que con una de sus manos se dedicaba a pellizcar y retorcer el otro. El rubio respiraba agitado por el placer que comenzaba a recorrer su cuerpo.
Sasuke al ver que ambos pezones ya estaban completamente erectos, siguió su descenso por el pecho del rubio, deteniéndose en su ombligo para lamerlo y simular pequeñas penetraciones, provocándole temblores a Naruto, quien solo se dedicaba a suspirar mientras soltaba uno que otro gemidito.
—Mmm…Sasuke…aah…— gimió bajo y sonrojado el rubio, viendo con los ojos entrecerrados al Uchiha, quien sonrió de medio lado, llevando una de sus manos al miembro ya erecto de su kitsune y comenzando a masajearlo.
—Aah…ahhg...mm…aah— gimió más sonoro Naruto, arqueando ligeramente su espalda por la acción de su esposo.
Sasuke decidió torturar un poco al rubio, así que acercó su boca al pene de Naruto y comenzó a respirar encima de él, para luego besar la punta y lamer la base. Todas las acciones del azabache estaban matando al Uzumaki de excitación y necesidad.
—Aaahh…Sa…Sasu… hazlo— pidió con necesidad el ojiazul, moviendo un poco sus caderas.
—¿Qué cosa?— cuestionó el Uchiha, porque… Oh sí: Sasuke quería ver a su rubio amor rogar.
—Tú sabes…ah a que…mm… me refiero...ahh— respondió entre gemidos Naruto.
—No te entiendo amor ¿qué quieres que haga?— dijo esto el ojinegro mientras besaba la punta del pene del rubio.
—aahh...¡¡maldita sea… Sasuke!! ¡¡Quiero que me lo mames!!!!...ahh— gimió el rubio, moviendo más sus caderas y mirando con pena mezclada con molestia al Uchiha.
Sasuke complacido por lograr su cometido, engulló todo el miembro de su novio de una sola bocanada.
—Aaahh…mmg…aaahh…sasuke…— Naruto arqueó su espalda al sentir la calidez de la boca de su azabache envolver su muy necesitada erección.
Sasuke comenzó a chupar y lamer toda la dura extensión, mientras masajeaba los testículos con sus manos, haciendo gemir más fuerte a su rubio esposo, y es que tener la cabeza de tu amor entre tus piernas haciéndote un oral, era algo exquisito. Por otro lado, el Uchiha se deleitaba con los gemidos sensuales que soltaba su kitsune.
—aaahh...mmg…aaah...sas…sasuke…ya voy a… ve-venirme…eh...ahhh— logró avisar el rubio, para luego de esto, el ojiazul termino por derramarse en la boca de su esposo.
Él ojinegro se tragó todo, mientras que Naruto solo pudo mirarlo apenado.
—Lo siento...— susurró jadeante y sonrojado el ojiazul, pues hubiese querido aguantar un poco más.
—No importa, estaba delicioso— respondió Sasuke, dedicándole una sonrisa a su esposo, mientras le ponía tres de sus dedos a Naruto para que este los lubricara.
El rubio se dedicó a chuparlos lento para ensalivarlos bien. Sasuke por poco y se viene en ese instante de solo ver como su querido esposo chupaba, lamia y degustaba sus dedos —con esa inocencia típica de él— y con las mejillas sonrojadas; sin duda alguna… una imagen que nunca olvidaría.
Luego de observar que ya estaban bien ensalivados, el Uchiha llevó el primer dedo a la entrada de su rubio kitsune, adentrándolo en su cuerpo, sintiendo cómo su querido se tensaba y mostraba una mueca de dolor.
—Solo relájate— le susurró el ojinegro al ojiazul para que se tranquilizara.
Naruto hizo caso a su esposo, relajándose poco a poco, y después del dolor, siguió un extraño placer que lo hacía jadear y soltar gemidos que provocaban que el miembro del azabache se pusiera más duro de lo que ya estaba, y palpitara con más necesidad.
Sasuke al ver que ya su dedo se movía con facilidad en el cuerpo de su koi, metió el segundo dedo el cual el rubio ni siquiera notó debido al placer que sentía. El Uchiha abría sus dedos en forma de tijera y los cerraba haciendo que los nudillos tocaran las paredes internas del ojiazul, brindándole un placer exquisito.
Después de un rato, el azabache metió el tercer dedo en el cuerpo de su amado rubio, lo que causo un quejido leve en el ojiazul, pero luego de unos instantes, volvió a gemir de forma sonora y placentera.
—Aahh...ya...Sasu...ya q-quiero...sentirt-te…ahh…mmg...ahh— dijo el Uzumaki entre gemidos, viendo con los ojos entrecerrados de placer a su esposo.
El azabache ya no pudo aguantar más y sacó los dedos de su kitsune, posicionando su duro pene en la ya dilatada entrada de su rubio amor.
—Voy a entrar, solo relájate— avisó Sasuke, mirando a Naruto.
—De acuerdo— respondió un poco jadeante el Uzumaki, cerrando sus ojos, esperando lo que venía.
Una vez dicho esto, Sasuke comenzó a entrar despacio, hundiendo un poco su erección en el cuerpo del rubio, pero al ver que su kitsune comenzaba a derramar lágrimas lo metió de una sola estocada.
—AAaaah… — gimió el ojinegro al sentir la estreches de su esposo.
—Aah...d…duele…Sasuke…— dijo Naruto, soltando más lágrimas.
—Lo siento...— se disculpó el azabache, sabiendo que había sido un poco brusco.
—S…solo no te muevas por favor— respondió el Uzumaki, cerrando más fuerte sus ojos.
—No lo haré —aceptó Sasuke, aunque era más fácil decirlo que hacerlo, ya que la estreches de su amor lo estaba matando de excitación y deseo por moverse, pero por su amado, esperaría lo que fuera necesario.
Pasado el tiempo, Naruto le indicó a su azabache que podía moverse y él… ni tardo ni perezoso comenzó dando estocadas lentas pero profundas.
—Mmmg...N-Naru-to...ahh… — gimió roncamente Sasuke.
—Mmás...aahh...más…rápido— dijo deseoso el ojiazul, moviendo un poco sus caderas contra las del azabache.
Él de pie nívea hizo caso a su esposo, comenzando a moverse más rápido y más profundo, tan profundo que llegó a tocar el punto donde su rubio perdió la razón y gritó sonoramente por más.
—Aaaahhh...Aaaahh...dale…allí Sasuke…ahí...Sasu…aaahh— gritó Naruto, perdido en el gran placer que su esposo le daba al golpear ese punto exacto en su cuerpo.
—Aagh...aaah...aaah...mmg…Naruuu…estás tan…caliente y…estrecho…mmg...ahh— gimió ronca y placenteramente el Uchiha, moviéndose más rápido y sintiendo las muy calientes paredes de su rubio apresarle su dura erección.
—Mmg…aah…ahh…Sasu...ya me voy a...aaahh…— trataba de avisar el ojiazul, pero tanto placer solo le hacía gemir.
—Yo…también...mmg…aaah…— dijo el azabache, tomando con un poco más de fuerza las caderas de su esposo.
—Juntos— logró decir roncamente el Uzumaki.
Sasuke agarro el miembro olvidado del rubio y lo empezó a masturbar al compás de las estocadas.
—Ya...ya…AAahhh…¡Sasuke!...— terminó Naruto, derramándose sobre el pecho de su esposo, al mismo tiempo que este también se venía.
—AAahhg…¡Naruto!— gimió sonoramente Sasuke, veniéndose dentro de su kitsune.
Sasuke se tumbó en el pecho de su esposo, escuchando los acelerados latidos del rubio, para luego sentir al ojiazul abrazarle.
Ambos chicos que trataban de normalizar sus respiraciones, se dedicaron una sonrisa. Y luego de unos minutos cuando ambos ya estuvieron tranquilos, él Uchiha salió del interior de su kitsune, para después acostarse a su lado y abrazarlo.
—Te amo— dijo Naruto con una sonrisa, abrazando a su esposo.
—Yo también mi amor— respondió el azabache, devolviéndole la sonrisa a su rubio.
Después de la consumación de su matrimonio, ambos chicos se dedicaron a dormir abrazados y felices.
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•••Fin Del Flash Back•••
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Esa sí que fue una noche que Sasuke nunca olvidaría.
Tan sumergido estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta en que momento alguien entro al baño, solo notó la presencia de esa persona cuando unos brazos apresaron su cintura, dándole un abrazo.
—Pensé que te había dejado dormido— dijo el azabache volteándose a ver a su esposo.
—Te extrañe— fue la excusa del Uzumaki.
—Jeje dobe— comento con cierta diversión el Uchiha.
—No me digas así… teme— respondió Naruto, haciendo un tierno puchero.
—Ven aquí—Sasuke atrajo a Naruto a un abrazo y le beso los labios. Dándole un beso tierno, lleno de amor. Al separarse, ambos jóvenes se dedicaron una sonrisa, y mirándose a los ojos dijeron esas dos palabras que los llenaba de alegría.
—Te amo—
Sí, sin duda alguna… estos dos se amaban de verdad y nada ni nadie podría hacerlos cambiar de opinión, ya que esto era sin duda: UN AMOR DE DOS.
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