Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Fairy tales. por Bubble x3

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Este es uno de mis Oneshots favoritos, por la pareja, la historia, todo, todo lo amé ;O; y eso, espero que a ustedes les guste como me quedó tanto como a mí. Es el primero de muchos...

-Capítulo único-

Perfection.

 

..

 

No existe la perfección más que en la mirada enamorada, en la persona anhelada.

 

Lentamente fue dándose cuenta de que dedicaba todo su tiempo a pensarlo, también notó que soñaba con ver su cuerpo enredado entre sus sábanas, y despertaba imaginándolo, dibujándolo en su mente para bajar aquel placer que se plasmaba en delirio.

 

-Hyung… -Su aroma inundaba todos sus sentidos, lo atontaba, su cercanía le provocaba unas enormes ganas de salir corriendo, de quedarse siempre a su lado, quería besarlo, quería olvidarlo, porque lo odiaba por amarlo tanto, porque su amor por él era tan grande que lo odiaba - ¡Hyung!

 

-¿Eh? –Se pasó la mano por la cara, aún con la desprolija cabellera rubia ordenada, sin maquillaje cubriendo sus mejillas ni coloreando sus pestañas y con la pesadez del rostro adormilado, era hermoso; tan perfecto que dolía.

 

-Te has quedado dormido, venga, que ya llegamos a la estación… -Con su mirada recorrió el andén que vagamente se podía apreciar desde la ventanilla. Reconoció los altos árboles a la entrada de la cuidad, los edificios que casi tocaban el cielo.

 

-Oh Tae, dormí poquísimo anoche y mira –Suspiró, señalando su propio rostro – ¡No he podido arreglarme! ¡La gente pensará que soy horrible!

 

Gritando en medio de la calle, eran el centro de atención, la mayoría de las miradas femeninas se dirigían al mayor, pícaras, tímidas, habían de todo tipo; pero este no se daba cuenta, y nunca lo haría.

 

-Hyung, te ves bien, vamos… -Y cometió el peor error de su vida; rozarlo. Porque sus manos se juntaron y corrieron por las transitadas calles de Seúl. Llegaban al instituto, cansados y con las respiraciones agitadas, pero no se soltaban, y al menor, parecía dolerle su tacto.

 

-Tae, ¿Estás bien?

 

Asintió lentamente, mientras los estudiantes pasaban a su lado, pero él no les veía, porque el hermoso rostro ajeno estaba demasiado cerca del suyo, podía sentir su delicioso aliento sobre los labios. Y quiso besarlos, pero no podía, no debía…

 

Y gracias a la suerte, sonó la campanilla, sobresaltándose ambos. Debían separarse, pero ninguno quería.

 

Estaban sonrojados. Y mirándose como enamorados.

 

Vio el menor sus manos entrelazadas, y sonrió con levedad. Aquel agarre le quemaba por dentro, porque no era de verdad, ese cariño que se demostraban, tan de amigos, de casi hermanos. Era irónico.

 

Sorprendido, su rostro se iluminó cuando la calidez de los labios suaves se posó breve muy cerca de su boca. Era dulce, era amargo, como el amor. Sabía a despedida.

 

-Hasta luego, bebé –Pronunció el otro, aquel apodo que de más niños se decían. Y con las yemas de sus dedos rozó la mejilla, acalorada, roja.

 

Aun sentía ese roce, que fue tan leve, y ahora el momento le parecía tan efímero.

 

-Adiós, hyung… -Pero no quiso responderle si no cuando ya se había ido, rápidamente después de besarle, corriendo. Se rascó la nuca, pensativo.

 

Olvidaba algo, algo importante.

 

-¡Lee Taemin! ¿Qué hace fuera del aula a esta hora? –El profesor de historia se le acercaba, regañándole con el ceño bastante fruncido. Y eso era lo que debía recordar.

 

~

 

La clase se le antojaba molesta, eterna. Bufó, y su compañero de puesto levantó la cabeza, el rostro soñoliento que segundos antes estaba sobre la mesa se deformaba confuso, había dormido toda la clase, hasta una hoja traía colgada en la mejilla.

 

Le parecía gracioso, hasta podría haber reído si de otra ocasión tratase. Pero no hallaba belleza en sus facciones calmadas. No como esa perfección que veía en el rostro de KiBum.

 

-Taemin, ¿el viejo no ha dejado tarea? –Su compañero preguntaba, entre susurros y disimuladas risas, contestó.

 

-No –Alzando su mano, quitó el folio que aún traía de máscara.

 

-Okay.

 

Hundió el otro nuevamente la cabeza entre las tapas de los libros, y a los pocos segundos escuchó su respiración más pausada y leves ronquidos.

 

~

 

En medio de la ruidosa cuidad de Seúl estaban dos jóvenes como cualquiera, sentados en el patio de una no muy particular institución.

 

Y tal vez su historia no fuese ni especial ni única. Pero de su amor tan grande y tan puro, viene esa antigua leyenda…

 

 

 ~

 

El aire, que contaminado se le hacía tan fresco.

 

Al fin libre, pensó, extendiendo los brazos para recibir más de la exquisita brisa otoñal. Las hojas giraban bailando a su alrededor, y el susurro del viento chocaba contra sus párpados cerrados.

 

-Key hyung, ven –El menor le llamaba, y no sentía las fuerzas como para ir. Pero siempre que lo necesitase, él estaría ahí.

 

-Ven tú… -Casi inmediato, aparecieron retazos del sol hechos hebras sobre su pecho. El suave peso de una cabeza apoyada en él.

 

-¿Sabes?

 

El silencio le contestó, y parecían dos personas desconocidas, sin hablarse, sin mirarse siquiera. Pero se conocían demasiado; era eso, y sabían la respuesta del otro en cada una de sus preguntas.

 

-Te amo…

 

El viento se llevó sus palabras. Su alma quedaría marcada ese día.

 

Y en un simple parpadeo, sus labios estaban unidos. Los corazones latiendo con fuerza, rápido. Y las hojas seguían danzando. Y el viento seguía soplando. Pero para ellos, el tiempo se había detenido.

 

Fundieron sus cuerpos en un abrazo, sutil, suave, como una nube.

 

~

 

-Para que seguir ocultando algo que era tan evidente… -se escapó de su boca una risa seca, desgastada – Ambos nos amábamos.

 

Por un momento en sus ojos vi recuerdos, una película olvidada en su mente.

 

Como esa lágrima que surcaba su rostro, única y dolorosa.

 

- …Y hasta ahora, el amor que le tengo solo ha aumentado.

 

Tomó su mano, entrelazando sus dedos. Era un agarre cariñoso, casi como sus ojos cuando le miraba.

 

-Pero el paso del tiempo es muy triste.

 

~

 

-¡Feliz primer aniversario, Tae! –Se abrazaron, como miles de veces habían hecho. Y aún podían sentir esas mariposas desgastadas, revoloteando confundidas en sus estómagos.

 

-Feliz aniversario, Key –Ya había pasado un año, trecientos sesenta y cinco hermosos días juntos. Cada uno era especial, lleno de dulzura en sus ojos, y amor marcado en sus besos. Unieron sus labios, rescribiendo aquella vieja promesa, de estar siempre juntos, de amarse cada nuevo día.

 

Esa noche, por primera vez tocaron sus cuerpos, más allá de lo inocente. Esa noche, fue lo más perfecto en sus vidas.

 

~

 

-Y lamento, tanto, en lo más profundo de mi alma, no haber pasado más tiempo con él…

 

Le sonrió al otro. Al de rostro pálido y joven, tan tranquilo; solo parecía dormido…

 

-Yo aún mantengo la esperanza, siempre lo haré… Algún día, tal vez no me dé cuenta, pero lo hará…

 

Me dolió.

 

-Despertará.

 

~

 

Aquel cuerpo desconocido atrapó el suyo. Y estaban tan cerca el uno del otro, que era pecado.

 

-MinHo hyung… -Quería escapar, quería correr lejos de esos brazos que le rodeaban, de ese aire pesado que respiraba.

 

-Taeminnie… ¿Sabes que siempre me gustaste, verdad? –Su voz doliente le dañaba los oídos, su boca triste casi rozaba su mejilla.

 

-Yo… Hyung… -Tenía tanto que decir, pero los nervios le fallaban. Sus manos se aferraban con fuerza a la camisa azulina del otro, tratando inútilmente de alejarlo, de quitárselo de encima y huir.

 

-Taemin… Por favor, solo… -La boca caída le besó, y sintió un sabor amargo, un viento frío le caló hasta los huesos.

 

Negaba, y las manos de MinHo le sostenían el rostro que aun besaba.

 

Oía sollozos. Alzó la mirada llorosa y pareció morir.

 

-¡No! ¡Key!

 

Vio como se iba, lento, para luego correr rápido y sin rumbo aparente.

 

-¡Vuelve, no es lo que parece! ¡Por favor! –Empujó el cuerpo del que antes le robaba caricias.

 

Y lloró corriendo, buscando con la mirada a aquel de ojos tristes.

 

No tenía muchas fuerzas, se sentía desfallecer. Pero lo que más quería era encontrarlo.

 

Y en la desesperación, no podía ver nada, no oía, solo percibía aquella silueta conocida perdiéndose entre la gente.

 

Ni siquiera alcanzó a darse cuenta cuando ya no estaba en este mundo.

 

~

 

-Los testigos me dijeron que con su último aliento… -Un sollozo dejó su boca, una lágrima cayó amarga por su mejilla.

 

Y yo miraba al niño pálido, sus manos entrelazadas con fuerza.

 

-Gritaba mi nombre… -Le miró, y por unos segundos, vi un remordimiento cruel brillar en sus ojos.

 

-Pero yo no quise mirar atrás.

 

~

 

El menor le llamaba, y no sentía las fuerzas para mirarle a los ojos.  

 

Pero siempre que lo necesitase, él estaría ahí.

 

~

 

Sus ojos se nublaron. Y me sentí triste.

 

-¿Sabes?

 

Las lágrimas ya escurrían de sus ojos.

 

-Maldigo las últimas palabras que él me oyó decir…

 

~

 

-¡Te odio, Taemin! ¡Ojalá nunca te hubiese conocido! –Gritaba fuera de sí. Mientras, el corazón del más chico se rompía.

 

Era su culpa. Siempre era su culpa

 

-Hyung… -Trató de alcanzarlo. Pero el mayor era más rápido. Lo último que vio fueron luces, cegándole. Y no sintió luego nada.

 

Solo vacío.

 

~

 

-Desde ese día, todas las noches, lo recuerdo; su mirada quebrada me atormenta.

 

Cada cosa que decía me desgarraba el alma, y su voz sonaba quebrada, pero firme. Aún estaba pintado en su rostro ese gesto tan seco.

 

-Hecho tanto de menos su sonrisa…

 

~

 

-¡Hyung! –El menor reía, y había vergüenza en su rostro joven.

 

-¿Si? –Estaba casado, y los ojos casi se le cerraban solos.

 

-Te amo…

 

Él solo quería asegurarse de que le quería, antes de irse a dormir.

 

-Yo también te amo, Taemin. Por siempre.

 

~

 

Terminó su relato triste. Veía la pena en su rostro, y agarraba con fuerza la mano muerta.

 

Lloré. Al salir de esa habitación llena agonía, recordé sus palabras.

 

Cuando se hubo publicado mi reportaje, ya habían pasado meses; demasiados.

 

Y fui a verle, solo una vez. Y estaban juntos. Él le decía mil veces que lo amaba.

 

-Despierta, por favor…

 

Pero los días pasan lentos, y ese niño de mirada brillante aún no abre los ojos.

 

Fin.

 

Notas finales:

Espero que les halla gustado, i love you all so much ;O;~ denme reviews! El próximo OneShot lo subiré si este les gustó xD adioshu~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).