Vacio
Han pasado un par de meses desde que todo sucedió y siento como si todo hubiera pasado ayer. Aún puedo sentir como las lágrimas recorren mis mejillas sin poder detenerse mientras el afligido rostro de mi mejor amigo se ve borroso ante mis ojos y el espejo me muestra el reflejo de alguien que no soy.
Flashback
Habíamos tenido un evento importante en la escuela aquel día, uno de los mayores proyectos que el instituto maneja y nos habíamos visto sometidos a mucha presión, pero al fin todo había terminado.
El cumpleaños de mi mejor amigo se estaba acercando y decidimos ir al cine para celebrarlo y para festejar que nuestro estrés había terminado ya.
Tal cual, con nuestra ropa formal, habíamos salido de la escuela subiendo a los lujosos automóviles de sus padres, y habíamos arribado a aquel lugar que tanto esperábamos. Aquella reunión había sido muy sonada en nuestro grupo y todos estábamos ansiosos porque el día llegase.
Pero para mi, las cosas no estaban bien.
Tenía un par de semanas sintiéndome muy mal anímicamente hablando. Minho, mi novio desde hacía varios meses, se había estado portando muy extraño las últimas semanas, ya no había más cariños, ya no había más besos, ya no había más ‘te quiero’, ya no había más nada entre nosotros.
Aquel día me tocó irme en una camioneta sólo con mi mejor amigo, Jinki, quien iba completamente feliz ya que había conocido a alguien maravilloso, Kim Jonghyun. En todo el camino hacia el centro comercial no dejó de hablarme de él y de cuanto le gustaba. Eso me distrajo un poco, sonreí sinceramente porque él era feliz, estaba ilusionado y eso me hizo olvidar por un momento que mi situación con Minho no era óptima.
Fuimos los últimos en arribar al lugar, perdiéndonos por un momento, pero llegamos justo a tiempo. Caminamos a paso rápido hacia el lugar donde estaba el resto y ahí estaba él, de pie junto a Taemin, demasiado cerca, así como lo venían haciendo las últimas semanas. Al verme, su sonrisa se desvaneció y comenzó a moverse un poco nervioso para terminar por cambiarse de lugar quedando junto a mí.
Los boletos fueron comprados por los padres de Onew mientras nosotros solo dábamos unas vueltas por el lugar, esperando por el comienzo de la película. Él y yo íbamos tomados de la mano, tal y como lo hacíamos siempre, el resto iban unos pocos pasos más adelante, intentando darnos un poco de privacidad, pero eso solo provocó más tensión. A pesar de que nuestras manos iban unidas, no había más contacto entre nosotros, nada de conversación, nada de susurros, nada de bromas, nada de besos, él solo se concentraba en las acciones de Taemin.
-Mira- Taemin entrelazó su brazo con el de Sulli y le comentó sobre los guapos chicos que se encontraban fuera del lugar mientras ambos soltaban unas risas cómplices. Solo sentí a Minho tensarse al instante, estaba celoso de que Taemin se fijara en alguien más y eso solo provocó que el ambiente entre nosotros se volviera más incómodo.
Duramos unos cuantos minutos más caminando por la plaza de la misma forma hasta que la hora de la película llegó. Subimos al último piso del recinto y arribamos a la sala indicada.
Al momento de repartir los lugares en los que nos sentaríamos, yo clamé por sentarme junto a Jinki, pero no me fue permitido aquello y terminé sentándome a la izquierda de Minho mientras él a su derecha tenía a Taemin. La peor distribución que pudieron hacer.
La película inició. Conforme pasaron los primeros minutos, mi mano intentó buscar la de Minho para que ambas quedaran entrelazadas, pero nunca la encontré. La película empezó a avanzar y él se mantenía pegado a Taemin, susurrando algunas cosas y soltando unas cuantas risas que no pasaron desapercibidas para mis oídos. Pero yo me quedé solo toda la película, el jamás habló conmigo.
Cuando ya pasaba de la mitad, mi corazón ya no lo resistía. Mi mente me ordenaba ponerme de pie y salir huyendo con rumbo al baño a soltar el dolor que mi alma ya no soportaba, pero mis piernas jamás respondieron al llamado y no pude moverme de ahí.
Al voltear a verlos, mi corazón se estrujó y las lágrimas se aglomeraron en mis ojos, abracé con fuerza las palomitas y traté de contener el llanto, no quería derrumbarme, no frente a él.
Casi al término de la película, los vi compartir palomitas y reír animadamente y no lo soporté, una lágrima traicionera se deslizó por mi mejilla mientras mi corazón se sentía apuñalado.
Poco después, las luces fueron encendidas y el dorso de mi mano se encargó de borrar con rapidez el rastro de agua salina que había quedado en mi rostro. Me levanté con rapidez del asiento y les insistí en que debía retirarme al sanitario, con lo que no contaba era que casi todos irían y no pude descargarme estando ahí.
Salimos del lugar ya todos listos y volvimos a dar algunas vueltas por el centro, al parecer mis ganas de llorar se habían esfumado, pero ese dolor seguía ahí, instalado dentro de mí. Por un momento llegué a pensar simplemente que las cosas mejorarían, eso no fue así.
Las cosas iban cada vez peor. Después de haber salido del cine, no se volvió a acercar a mí, solo caminaba junto a Taemin como si su vida dependiese de ello. En ese momento terminé de romperme.
Retrasé un poco el ritmo de mis pasos, tomé a Jinki de la muñeca y lo jalé de vuelta al baño sin importarme en lo más mínimo sus reclamos.
Al ingresar al baño, estando de espaldas a mi amigo, la primera lágrima recorrió mi mejilla de forma veloz, pero esa vez no se detuvo ahí, esa vez otra lágrima la siguió y después otra más y así varias lágrimas más siguieron recorriendo mis mejillas sin que yo pudiese detenerlas.
Cuando Onew logró que lo voltease a ver, su rostro se desfiguró y una mueca de angustia se instaló rápidamente en él. En todo el tiempo que tenía de conocerme, jamás me había visto llorar, no de esa forma. Jamás me había visto derrumbarme de esa forma. Y lo único que él pudo hacer fue abrazarme, lo único que pudo hacer fue intentar reconfortarme estrechándome entre sus cálidos brazos mientras yo gritaba y clamaba por la respuesta a mis preguntas, clamaba por un ‘por qué’ .
Los minutos pasaron y mis lágrimas comenzaron a detenerse. Me sentía mejor, más calmado pero no menos triste, el dolor seguía ahí, clamando por salir.
Mi amigo recibió una llamada, al parecer todos habían notado nuestra ausencia y se habían preocupado por ello, mojé mi rostro rápidamente para eliminar todo rastro y salimos a paso apresurado del baño mientras yo le susurraba un débil ‘gracias’ que él respondió asintiendo, le había dolido y se sentía mal, se sentía mal porque no había podido hacer nada por mí y el no soportaba que yo sufriera.
Pero aquel día simplemente se volvió un día interminable.
Fin del Flashback
Lloré como nunca aquel día, las cosas continuaron igual el resto de la tarde y parte de la noche y me decidí, me decidí a terminar nuestra relación ya que no era algo bueno, no era algo sano para mí, solo sufría al verlo con otro y estaba consciente de que él no me quería más.
Pero él se adelantó a mis planes y al día siguiente solo me envió un mensaje en el cual me decía que debíamos terminar y que él no había deseado que yo sufriera así.
‘Cobarde’ fue la primera palabra que susurré al leer el mensaje mientras las lágrimas volvían a recorrer mi rostro tal cual lo habían hecho el día anterior. Pero ese día el llanto no duró, a los pocos minutos se detuvo y nada más pudo salir, me había secado, mis lágrimas al igual que mi alma se habían secado.
Y aquí me encuentro hoy, después de que él me dejó, en este cuerpo que se encuentra vacío, en este cuerpo que solo da sonrisas falsas y miradas sin brillos. Cuando él se fué, perdí mi vitalidad, perdí las ganas de vivir, me perdí.
Lo amé y lo amo aún, como no creí hacerlo jamás. Ahora él está con otro y lo único que yo puedo hacer es estar aquí desde mi lugar observándolo, tratándolo como a un amigo aunque yo no lo sienta así. Porque él se llevó mi vida consigo y lo único que soy ahora es un cuerpo vacío.
Llevo dos meses siendo una simple persona sin sentimientos ni corazón, por más que los días pasan, mi vida no lo hace.
Ya nada es igual desde que el se fue, trato de seguir pero eso es algo que ya no logro, al verlo, un fuerte dolor se instala en mi pecho y al saber que simplemente gustó de alguien mas tan rápidamente me hace saber que nunca me quiso sinceramente. Y me siento estúpido. Me siento estúpido por haberlo amado. Por haber sufrido. Por haber llorado. Por haberme roto aquel día en el que se restregó frente a mi con él mientras le tomaba de la mano.
Hace un par de meses que yo soy alguien muerto. Te llevaste mi vida contigo y ahora yo ya no puedo vivir.
Pero hoy me he decidido, es el día de progresar y recuperarme a mí mismo, debo entender que ya no eres mío, que nunca lo fuiste y que jamás lo serás. Debo eliminar este sentimiento que tengo en mi, quiero dejar de sentirme vacio.
Hoy te digo adiós.
Adiós, Choi Minho, siempre serás mi primer amor.