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De tu mano por underline

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Notas del fanfic:

mi primer fanfic aqui...deseenme suerte xDDD

se incluyeron  muchas series...veré si puedo quitarlas ¬¬

Capitulo 1. Detrás de ti

“Soy una sombra, que te ve desde la oscuridad, que te ama en silencio, siempre detrás de ti, aun sin guardar esperanzas de algún día llegar a alcanzarte”

La hora del almuerzo había empezado hace aproximadamente cinco minutos, y allí estaba el de nuevo, ese hermoso ser llamado Cristofer Silva, sentado a dos mesas de la suya, con sus despeinados mechones de un castaño casi rubio cubriendo su hermoso rostro, muy apenas dejando entrever las hermosas esmeraldas que tenía por pupilas, y mostrando esa hermosa sonrisa que lograba encantar a cualquier persona que tuviera el privilegio de verla; si, el mismo había caído incontables veces tras ese encanto, aunque jamás el castaño le hubiera dedicado una de esas casi angelicales sonrisas, siempre había sido suficientes con admirarlas a lo lejos, que para ser sinceros seguían siendo igual de hermosas y radiantes a pesar de verlas a distancia. Ya había aprendido a desarrollar un sexto sentido para encontrarlo, no importa lo lejos que se encontrara; al principio sus ojos se lo topaban de manera inconsciente, pero había caído por él de forma que ahora terminaba buscándolo también conscientemente en cada lugar donde se encontrara, es más había modificado sus hábitos de manera en que coincidieran con los del castaño para poder verlo el mayor tiempo posible. A veces hasta el mismo pensaba que eso llegaba a rozar lo extraño, casi se sentía un acosador, por seguirlo secretamente a todos lados, por tomar clases extracurriculares sólo para verlo, por amenazar al compañero que se sentaba tras Silva para que le “cediera” su lugar, por ver sus cuadernos a la hora del almuerzo de forma desesperada sólo para asegurarse de que no hubiera ninguna nota romántica que sugiriera que el castaño tuviera una relación amorosa, había llegado al extremo de espiar a sus amigos cada vez que  notaba que hablaban del ojiverde, se sabía de memoria la dirección de su casa, claro, a fuerza de haberlo seguido incontables veces a su vivienda, sabía sus comidas favoritas, sus colores favoritos, sus antiguas relaciones, casi la historia de su familia, sus notas escolares de los últimos dos años, y otras incontables cosas, que siendo sincero, y pesimista, sabía que jamás le serían de utilidad.

A sus diecisiete años se sentía como una colegiala enamorada que no puede vivir sin el amor de su vida , claro que eso o podía estar más alejado de la realidad por varias razones, entre las que destacaban: que el amor de su vida posiblemente ni siquiera sabía que existía, y que probablemente nunca se fijara en su existencia, y es que entre sus defectos se podían destacar lo tímido y antisocial, y el castaño, con tantos amigos que tenía no iba  a prestar su atención en una persona que muy apenas se veía, y eso porque era imposible que fuera totalmente invisible, y, siguiendo con la racha de pesimismo aunque por azar del destino, como que algún día al ir caminando por el pasillo chocaran accidentalmente, dudaba que fuera pasar de un encuentro casual; es más, aunque se encontraran en más ocasiones, cómo que a un maestro  se le ocurriera ponerlo en  un equipo con él, dudaba poder hablar lo suficiente siquiera para poder ser considerado un compañero, porque he allí otro de sus defectos, se le dificultaba hablar con extraños, y ahora mucho más con aquel del que estaba enamorado; incluso si gracias a la amabilidad  que caracterizaba a Silva algún día lo tratase como un camarada normalmente, el castaño  jamás, jamás!, se fijaría en el, por que justamente allí estaba el error más grande de la ecuación de su amor,  su amado era un hombre, y uno muy hermoso cabe destacar, y el… bueno, pues el también, uno que desde hace dos años había cometido el peor y más hermoso error de su vida: haber puesto sus ojos en otro hombre, y en el preciso momento en que sus ojos se encontraron con los verde esmeralda de su compañero una milésima de segundo, haber descubierto que era gay. Y, un gay que aun situando a él y su amor en algún futuro extraño como una invasión zombie, donde ellos dos fueran los únicos sobrevivientes, y tuvieran que vivir juntos y apoyarse mutuamente para seguir vivos, de todas formas jamás tendía una oportunidad de tener una historia romántica con el amor de su vida. Ah! En serio que era malo, un gay tímido y antisocial, un acosador, y un pesimista que jamás se atrevería acercarse al amor de su vida, pero que tampoco podía olvidarlo, y en serio que ya lo había intentado innumerables veces, antes de caer de nuevo en esos ojos verdes y esa sonrisa de ángel, aa! Ojalá que en verdad un zombie viniera y le comiera el cerebro y de paso convertirse el también el uno a ver si así era capaz de dejar de dejar de  pensar en el castaño.

-Tu pareces un zombie- escuchó entre una risita la voz cerca de su oído, que logró sacarlo de sus pensamientos dramático-romántico-pesimistas que estaba teniendo en ese momento.

-Eh?...¿Mary?

-jajaja- rió un rubio teñido antes de mover la silla y sentarse a su lado y dejar su comida en la mesa- en serio amigo, confías demasiado en ese talento tuyo para ser casi invisible entre la gente…pero sabes… una vez que te ponen atención eres bastante gracioso- continuo el rubio mientras empezaba a desenvolver su emparedado pare empezar a comer.

- ¿y eso a que viene?

-jajaja es que justamente ahora…estabas murmurando algo acerca de zombies y gays…jajjaa en serio ¿de qué iban tus pensamientos? Eso es nuevo-dijo el rubio antes de darle una mordida a su almuerzo- mmmh..y…oye ¿me estabas esperando para comer?…mira ni siquiera has empezado tu almuerzo...jajaja, te estás volviendo más considerado últimamente, eh?…

- Ah! Si es cierto-murmuró sin mucha emoción antes de empezar a comer, claro sin despegar los ojos aún de ese hermoso ser, que ahora era parcialmente bloqueado por su “oportuno” amigo.

-mmmh…paro emgserio…mmm… eso de los zombies gays de que va, ¿es una nueva idea?-continuo parloteando el rubio sin percatarse de que estaba siendo completamente ignorado por su amigo- mira que sería divertido, me imagino que no andarían tras los cerebros precisamente, mmm…creo que andarían tras otra parte del cuerpo no? Hahahaha…

-aja…- fue su única contestación  mientras veía como su ojiverde acababa de comer y se retiraba, seguramente al patio, y él , claro, tenía ganas de seguirlo, pero eso sería evidenciarse mucho con su amigo, que milagrosamente nunca había descubierto su inmenso amor hacía el castaño.

-Sabes…-empezó el rubio después de darle un trago a su bebida- me pregunto si alguna vez me dirás quien es esa persona…

-¿Qué persona?- preguntó a su amigo, ahora concentrando casi toda su atención en él, ya que Silva había salido del comedor.

-Me refiero a la persona-  dijo Mary antes de pasarse el bocado- que logró que tú te convirtieras en zombie…

-Ehh? Eso es mentira-contestó demasiado rápido poniéndose en evidencia, mientras agradecía su imposibilidad para sonrojarse- no hay nadie- dijo ya más tranquilo, pues aunque su amigo no supiera que estaba colado por Cristofer Silva, ya hacía tiempo que sospechaba que había alguien haciendo latir su corazón y entorpeciendo su cerebro.

-jajaja…si claro…cómo digas- dijo el rubio- pero sabes… ahora quiero saber, y cuando Mario Raymond quiere algo, lo consigue. Así que muy pronto tú cenicienta saldrá del anonimato.-terminó a manera de amenaza.

- siii …anda…busca todo lo que quieras- retó para esconder su nerviosismo, y es que esperaba que nunca pero nunca su mejor amigo se enterara de que él era gay, y que para rematar estaba rendido por un chico popular, catalogado como inalcanzable aún para la mayoría de las chicas de la escuela.

- y hablando de anonimato-continuo el rubio, que ya había terminado de comer- ¿ es que algún día piensas salir de él?... me refiero a confesarte… o al menos, ¿esa personita sabe que existes?...

- ehh no lo creo- dijo más que nada para sí mismo, mientras meditaba las palabras de su amigo, que habían calado más de lo que debían- probablemente…ni siquiera sabe de mí-siguió murmurando, mientras apartaba la mirada con tristeza.

-ehh?..así que en realidad si hay alguien- continuó Mario, seleccionando ahora sus palabras tras haber notado el gesto de su amigo- miraaa… te daré un buen consejo…acércate a ella aunque sea un poco para ver como se dan las cosas. ¿o es que quieres permaneces invisible toda tu vida también para ella?

-mmm pues ser invisible era mi plan, pero con cierta cabecita rubia teñida rondándome es fácil destacar- dijo fingiendo un sonrisa para desviar el tema.

- Pues no te aproveches de mi hermosa cabecita rubia- dijo Mario aceptando el cambio de tema- es más!...deberías de seguir mi ejemplo…ooo si ya te imagino…digo el negro es aburrido…necesitas un color con más actitud, ¡la actitud es todo amigo!.

- si claro- contestó pensando en que a Mario le encantaba llamar la atención no importa si de mala o buena manera con su estilo que rozaba lo extravagante. Y a la vez tan diferente a Cristofer…ahhh!! Cris, él sin quererlo robaba la atención de las personas, pero como no hacerlo si él era encantador, era perfecto y…y …y allí iba de nuevo con sus pensamientos de colegiala enamorada…

- ¡bueno!- se levantó el rubio para llamar la atención de su amigo, que ya había entrado en modo zombie de nuevo- las clases están por continuar, deberíamos irnos ya al salón.

-ah …sí, claro- respondió saliendo de sus pensamientos- bueno yo iré al baño primero- dijo mientras terminaba de recoger sus cosas  para dirigirse a la salida.

-bueno …nos vemos- dijo su amigo, mientras se alejaba cantando una canción a todo pulmón por los pasillos.

Mientras , después de lavarse las manos, se topó con su reflejo en el espejo, y recordó las palabras de Mario “ la actitud lo es todo”. Pensando, si bien , sin ser ególatra, tampoco era mal parecido, bueno sus cabellos eran negros, un color bastante común y en palabras de su amigo “aburrido” le iban bastante bien a su color de piel y le agradaba como enmarcaban su cara, y sus ojos eran azules, aunque casi siempre miraran al suelo. Y su  cuerpo, pues normal, suponía, salía a correr todas las mañanas antes de la escuela. Y la ropa, pues normal, nada exagerado como su amigo, eso sí siempre de negro, tal vez era por eso que parecía una sombra más. Claro debía ser su actitud, esa personalidad tímida que parecía implorar que no le prestaran atención era su mayor problema. Aunque claro aún si se libraba milagrosamente de su mayor defecto, no era suficiente para hacer caer a Cristofer Silva, él era de una belleza casi divina, y por lo tanto, llovían personas mucho más atractivas que andaban tras él. Y pensando en eso se dirigió al aula de clases, para sentarse justo detrás de esa maravillosa persona, agradeciendo claro, que su amigo se sentara hasta el frente y no tuviera que ver la cara de idiota que ponía todo el tiempo con sólo mirar la espalda y la nuca de Cris. Y así empezaba de nuevo a perderse en sus pensamientos sólo saliendo cuando en el mundo exterior algo tenía que ver con Cristofer Silva.

Notas finales:

no me gusta pedir reviews...pero por favor solo uno para saber que alguien lee esto siii???


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