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De tu mano por underline

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Capítulo 2- tu mano

“Si tan sólo pudiera tomar tu mano, y aunque sea un momento convertirme en esa persona que caminara a tu lado, entonces tal vez por un instante sería capaz de imaginar una vida junto a ti”

Pasados quince minutos desde que iniciara la clase la puerta del aula se volvió a abrir, para dejar pasar a un pelinegro, que se deshacía en inaudibles disculpas mientras sus ojos rodaban nerviosos por todo el salón. La verdad es que la mayoría del grupo lo ignoraba mientras trataban de resolver los problemas que había dejado la profesora, y siendo sinceros, él también lo hubiera hecho de no ser porque en ese preciso instante había volteado a copiar algo de la pizarra, ese chico podía ser catalogado como raro, si hubiera más personas que le prestaban atención, pero la verdad es que él chico en cuestión era una persona, como decirlo, “ignorable”, Silva  estaba consciente de que había notado su existencia hasta que se empezó a sentar en el banco detrás del suyo ese semestre. Ehmm… en fin, ¿cómo era que se llamaba?, para ser sinceros ni de eso se acordaba…Lile…Leslie…Leli…Lee….

-Leyle- (si eso Leyle)- Por favor deje  de interrumpir la clase y pase a tomar asiento, tiene  que resolver esas ecuaciones- continuó la  profesora mientras señalaba al pizarrón.

El pelinegro continuo su camino hacia su asiento, justo detrás del de Cris, mientras este volvía a concentrar su atención en los ejercicios  de matemáticas, claro, bastante aburrido buscando poner su atención en cualquier otra cosa.

-Eric….pssst…Eric- escuchó que hablaba el único chico rubio del salón, que se sentaba dos lugares delante en la fila de al lado- Psst…toma- dijo mientras extendía su cuaderno  en la dirección de Cris. ¿Y ahora que hacía?, se supone que debería tomar el cuaderno y pasarlo a Eric, pero…¿y quién demonios era Eric?, no recordaba a nadie con ese nombre en su clase, aunque claro, a pesar de llevar dos años con los mismos compañeros, no recordaba la mitad de los nombres de sus compañeros.

Justo cuando Cris iba a extender su mano para tomar el cuaderno de todas formas, una mano se le adelantó, para ser precisos, la mano de su compañero que se sentaba tras él. Ah… así que él era Eric, mmm, entonces Leyle debería ser su apellido. Bueno que más daba, de todas formas de nada le iba a servir saber el nombre de la persona más antisocial de la clase, ese chico al único que le hablaba era a ese rubio teñido que vestía de forma llamativa, y bueno y eso de hablaba lo dudaba, siempre había visto al rubio hablar  ahora que lo recordaba, mmm, tal vez su compañero era mudo o algo por el estilo y por eso no socializaba con los demás.

-Gracias, Mary- se escuchó una voz, en un volumen bajito, pero que no por eso dejaba de ser profunda, y la identificó como la voz de Leyle. Bueno al menos ahora sabía que no era mudo, es más se podía decir que tenía una voz atractiva , tal vez si hablara más hasta novia podría conseguir el pelinegro, ahora que lo recordaba, no es que fuera mal parecido, algo descuidado en su vestimenta tal vez, pero tenía una estatura  arriba de la promedio, y aunque no le había prestado mucha atención, se miraba que el chico tenía un cuerpo atlético, y  creía recordar que tenía los ojos azules; si, a las chicas les encantaban los ojos de color, hablando por experiencia propia ya que en el último mes él mismo había recibido unas ocho confesiones de amor, aunque claro, había terminado rechazando todas.

Cris hubiera continuado con sus “pensamientos aleatorios para desaburrise de clase” sino es porque en ese momento su celular empezó a sonar, haciendo tal escándalo que toda la clase le puso atención, vaya que vergüenza ahora la profesora lo miraba con una cara de enojo que casi podía descifrar como un “ ya sabes las reglas, ahora sal de mi clase y no vuelvas”, Cris acomodó sus cosas para irse, bueno ¿él cómo iba a saber que le iban a llamar?, nadie lo molestaba en la escuela; la llamada era de su casa, así que supuso que tal vez era algo importante, por eso se apresuró en guardar todas sus pertenencias para salir del salón.

***

Eric miró  a su compañero  en cuanto el celular empezó a sonar, hey! Esa canción le gustaba, hasta en eso le parecía perfecto el castaño. Sólo esperaba que su querido Cris no se metiera en problemas por ese incidente, seguro que no, el castaño era demasiado adorable para que alguien pudiera enojarse con él, y además siempre obtenía buenas calificaciones en la materia, seguro  y la profesora se lo perdonaba. Un momento, y ¿por qué estaba saliendo?, lo más probable es que si sólo se hubiera disculpado la profesora no le hubiera tomado importancia. Aaa …en fin ahora por culpa de ese incidente estaría unos 25 minutos sin ver a su amado.

***

Al final Cris no volvió a las clases en lo que restaba del día, esperaba que esa llamada no hubiera sido nada grave y su castaño estuviera bien, tal vez alguien había venido a recogerlo antes de la salida y Cris ya se hubiera ido, pero de todas formas se despidió de Mario  a la salida de la escuela y ahora esperaba a su amor cerca de la puerta, de todas formas, si no aparecía ya buscaría le forma de colarse en su casa más tarde para saber si estaba bien. Ya había pasado una medía hora desde que se habían terminado las clases, y estaba a punto de irse rumbo a la casa de Cris cuando vio al castaño saliendo del edificio rumbo a la salida de la escuela; cuando el castaño se había alejado de la puerta unos dos metros  empezó a seguirlo, ya tenía experiencia en eso, muy regularmente lo hacía (llámese cada vez que tenía libre después de clases), esa vez Cris iba mucho más despistado de lo común, que ya era bastante, así que Eric aprovechó y empezó a caminar más cerca de él sin temor a ser descubierto.

AAA! ¿Qué demonios le pasaba a su castaño  hoy?, sabía de sobra que Cris era excesivamente despistado, pero hoy estaba al máximo, incluso se veía preocupantemente taciturno, y es que en serio como unas cinco personas le habían sacado la vuelta para no chocar con él, había pisado una **** de perro y ni siquiera se había dado cuenta, inclusive una bicicleta estuvo a punto de arrollarlo, claro que afortunadamente ese desgraciado que atentó contra la vida de su castaño había terminado estrellándose contra unas botes de basura cuando intentó esquivarlo. Eric estaba pensando seriamente en mandar todo al carajo y tomar la mano de su amor para llevarlo a casa hasta  que estuviera seguro, sin importar  su maldita timidez, ni que el chico se extrañara por saber dónde vivía. Pero es que en serio eso ya era preocupante, y que ese chico ahora convertido en zombie a punto de cruzar la calle resultaba de lo más peligroso.

Justo cuando iba a hablarle aunque sea, para ofrecerse a acompañarlo, casi en cámara lenta  vio como  cómo Cris empezaba a dar pasos hacia la carretera, justo cuando un auto a alta velocidad pasaba peligrosamente cerca. Allí fue, justo en ese momento, en que se le congeló el cerebro, y casi se le detuvo el corazón, en serio, que si algo le pasaba a su querido Cris, el estaba seguro de que moriría sin él. Luchando en el limbo de su mente, entre abrir los ojos y ver que había pasado y morirse en ese preciso momento sin saber nada más.

Cuando su cerebro volvió a hacer conexión, antes de siquiera abrir los ojos sintió algo cálido en su mano. Al animarse a ver pudo descubrir que era la mano de otra persona, de esa persona para ser más precisos, así que en el último instante había tomado la mano del castaño para retenerlo, no sabía ni cuando tiempo había pasado, pero el auto que  había estado a punto de arrollar a Cris ya se había perdido de vista. Y así sujetando su mano, por primera vez, su mente se volvió a sumir en el limbo.

Estaba allí, lo más cerca que había estado nunca del amor de su vida, con sus dedos entrelazados entre los suyos, y ninguno de los dos se había movido en esos largos segundos, escuchaba su corazón palpitar, tal vez de emoción, tal vez aún sin recuperarse del susto de antes; simplemente apretó mas aquella mano entre las suya, disfrutando de su calor, tocándola, era tan suave como imaginaba que sería, incluso siendo un chico, y más pequeña que la suya; podría sonar estúpido y romántico, pero sintió una descarga eléctrica que lo recorría por completo empezando en la punta de sus dedos, y viajando por todo su cuerpo, paralizando su cerebro y acabando con su raciocinio. Y después, para cuando sus pensamientos volvieron a tener algo de coherencia, su otra mano se encontraba rozando los cabellos castaños de Cris, y muy apenas tocando su piel, su mano había empezado a bajar hasta su cuello, y de nuevo, subir a sus mejillas, en un ligero roce que transmitía todo el amor y adoración que sentía hacia esa persona. Podía sentir el calor de su piel, y un ligero estremecimiento del castaño ante su última caricia, y siendo un poco más aventurero, casi sin pensarlo, al mismo tiempo que apretaba más fuerte su mano, y con la otra le acariciaba los labios, terminó de cortar las distancias y agachando un poco la cabeza, depositó un suave beso en su nuca, mientras sus segundos se hacían eternos y deseando que pudiera detener el tiempo justo en ese momento.

-ummh!…-un pequeño y casi inaudible gemidito de parte del otro logró sacarlo de su ensoñación. Demonios! ¿Que había hecho? eso fue lo más raro del mundo. ¿Cómo había terminado en eso la situación? ¿Ahora qué le diría a Cris en cuanto volteara?, ni siquiera podía pedir disculpas o dar alguna excusa, seguro que ahora el otro lo trataba mínimo de raro y acosador. No podía dejar que eso pasara!, no soportaría que Cris lo odiara ahora, DEMONIOSDEMONIOSDEMONIOS obligando a su cerebro a reaccionar, lo único que atinó a hacer, fue soltar de una vez por todas su mano y alejarse, y después, salir corriendo lo más rápido que pudo para perderse entre la multitud, maldiciendo su propia estupidez, y lamentándose el dejar sólo al castaño el resto del camino hacia su casa.

***

Cris cruzó la puerta de su habitación todavía en modo automático, y apenas tuvo al alcance su cama y se dejó caer sobre ésta agradeciendo que el siguiente día fuera sábado, pues tal y como se sentía, no tenía ganas de levantarse en siglos. Se giró y abrazó una almohada, cerró sus ojos y encendió por fin su cerebro para intentar pensar en todo lo que había sucedido en las últimas horas. Recordaba, que aún cuando salió del colegio lo único que sentía eran unas inmensas ganas de llorar, pero ahora, ahora todo era más confuso, ahora tenía demasiados sentimientos encontrados, y esa sensación, esa sensación aún permanecía allí, en su cuerpo, y en su mente, bloqueando sus pensamientos e impidiendo romper en llanto para desahogarse.

~Flash back~

Casi a media clase de matemáticas había recibido una llamada que lo obligó a salirse de la clase, y aunque no pudo contestar, la devolvió en cuanto salió del aula:

-Bueno…Cris?- escucho la voz de su hermano atreves del auricular de su celular.

-Fer… ya les he dicho que no llamen en horas de escuela, sabes lo estrictos que son mis maestros respecto a eso…estuviste en la misma escuela deberías saberlo…

-sí… bueno Cris...escucha…es importante- interrumpió su hermano, antes de que pudiera seguir con el regaño.

-¿qué paso?- dijo ya más sereno y preocupado, si su hermano decía que era importante, entonces debía serlo.

-si bueno…mmm…escucha…cómo te digo…- eso era malo, su hermano  tenía la mala costumbre de empezar a evadir las conversaciones delicadas, algo malo debería haber pasado…- mira se que será difícil pero  tú eres una persona bastante madura…por favor Cris…no quiero que te lo tomes tan mal sii?...-aquello pintaba demasiado mal, ahora su hermano trataba de consolarlo por algo que no tenía ni idea.

-Fer…¿qué paso?- preguntó con miedo.

-sii… veras Cris…

-Fernando apúrate que tenemos prisa- escuchó la voz de su padre a través del teléfono.- ¿ya le hablaste a Cristofer?...¡vamos!

-Ehh?...si en eso estoy. Dame un momento más.

-Yaa… no tenemos tiempo- se acercó la voz de su padre- sii… Cristofer escucha- escuchó a su padre tomar el teléfono- mira tu abuela tuvo otra recaída, ya está en el hospital, los doctores dijeron que esta vez ya no había solución…¿sabes lo que significa verdad?... bueno sólo para avisarte, tu hermano y yo nos dirigimos hacia allá, lamentamos no poder llevarte.

-…- aquella noticia le había caído pésima, era su abuela!, y desde la muerte de su madre era ella la que había estado al pendiente de él y su hermano y ahora… y ahora…- yo… yo también quiero ir- acabó con la voz un poco cortada.

- No hijo… mira posiblemente no le quede mucho tiempo…no te podemos esperar- Soltó su padre sin dar lugar a ninguna queja- bueno eso es todo, no nos llames al celular que estaremos en el hospital… bueno eso es todo- y colgó.

Cris se quedó otros minutos más con el celular todavía descolgado, sólo reaccionando cuando sintió sus mejillas húmedas, no podía regresar así al aula y enfrentar las preguntas de todos, pero tampoco le dejarían salir de la escuela, así que sólo terminó corriendo a ocultarse hasta que pudiera dejar de llorar, aunque eso fue hasta mucho después de que las clases terminaran.

~Fin flash back~

Cris  volvió a rodar en su cama, sólo para seguir pensando, mientras intentaba forzar sus lágrimas para desahogarse de una vez por todas. También, también estaba eso otro…

 Después de ir caminando a su casa, el único momento que podía recordar claramente es cuando una mano  sujetó la suya fuertemente jalándolo hacia atrás, justamente antes de que un auto pasara a máxima velocidad  enfrente de él, aquello lo asustó demasiado, se quedó congelado unos segundos, poco más y no la cuenta. Cuando estaba a punto de girarse  para agradecer a esa persona su ayuda, sintió que su mano era apretada más fuertemente, no de una forma que hiciera daño, pero sí de una manera casi posesiva, mientras aquellos dedos empezaron a moverse entre los suyos, casi pareciendo que lo estaba acariciando, aquello lo descolocó un momento, no el hecho de que lo tocaran de esa forma, sino que al hacerlo había sentido como una corriente eléctrica viajar por su cuerpo, sabiendo que  en cualquier otra circunstancia, nunca había sentido algo igual.

Se puso un poco nervioso ante la situación, y cuando iba a hablar para romper esa tensión, sintió otros dedos sobre su cabeza, bajando por su nuca, y siguiendo por el cuello, logrando que se le erizaran los vellos de la piel, aquello ya no tenía confusión, alguien lo estaba acariciando, demonios, podía ser un pervertido o algo, y él ni siquiera podía moverse para encararlo. Se le cortó la respiración cuando sintió esos dedos subiendo lentamente por su cuello hasta llegar a su rostro, inconfundiblemente esa mano no era de una mujer, sus manos eran más grandes, más fuertes, pero lo hacían sentir extraño.

Abrió la boca para intentar respirar, y recuperar un poco de control de sí mismo. Mientras esos dedos traviesos ahora viajaban a sus labios, y sentía que quien fuera que estuviese haciendo todo eso ahora se acercaba a él. Podía sentir el aliento de esa persona en su nuca mientras sus labios seguían siendo acariciados. Eran caricias que podían ser bastante leves y normales, pero la realidad es que para él casi rozaban lo erótico, y lo peor es que estaban en plena callé, seguro su cara estaba totalmente sonrojada ahora, ¿podría verla esa persona?, ¿qué era lo que quería de él?, justo estaba recuperando el aliento, cuando lo volvió a perder al sentir unos labios sobre su nuca, en un contacto muy suave como para ser llamado beso, pero muy profundo como para ser tomado como un simple roce, ¿qué es lo que buscaba esa persona con todo eso?, ¿por qué él lo estaba permitiendo?...

-ummh!…- justo cuando estaba a punto de decir algo, fue traicionado por su cuerpo, con un ligero temblor y un gemido que había escapado de sus labios…demonios… ¿ese había sido él? ¿Desde cuándo le daba por gemir cuando otro hombre se le acercaba?, estaba consciente de que su rostro había aumentado unos cuantos tonos más de rojo si era posible. Ahora se moría de pena, pero aun así se convenció de voltear, pero la única persona que pudo distinguir ya corría demasiado lejos como para reconocerla…

Giró una vez más en su cama, mientras se llevaba sus propios dedos a sus labios, aún recordando esas sensaciones, y tratando de darle algún sentido a sus emociones. Pero…Maldición! El no debería de estar pensando en eso, y menos en esa situación. Recordando de nuevo el incidente de su abuela se quedó dormido, con lágrimas resbalando por sus ojos, y esa extraña sensación que aún permanecía en su nuca y en sus labios, y se extendía por todo su cuerpo.

Notas finales:

wii 2up...seran 12 capitulos más o menos....

nos vemos ^w^


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