Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lo que nunca creí hacer por Kaimi

[Reviews - 610]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Death Note y sus personajes no me pertenecen, este fic no está hecho con fines de lucro, si no solamente con tal de pasar un buen rato y reírnos con nuestros personajes favoritos.

Notas del capitulo:

Somos dos autoras, y además novatas xD. Yo soy Miyuki y mi amiga Kayla (la que en realidad escribe, yo solo le doy las ideas, lo corrijo y lo publico). ¡Encantada de conoceros a todos!

Prometo solemnemente que se lo van a pasar genial leyendo este fic, y si no es así, pueden mandarme tantas amenazas como quieran. xD

Todos los personajes están hechos de forma que se intenta mantener al máximo su personalidad original, aunque siempre con un toque de humor. Aún así, si encuentran algo de OOC por algún lado, avisen, y se intentara arreglar.

Las parejas principales son:

L x Light

Mello x Matt

Beyond x ?¿

Lean y descubran quien es el seme y el uke de cada pareja, si desean, pueden intentar adivinar.

Más adelante también saldrán personajes originales nuestros, que se entrometerán en la vida de nuestros amados protagonistas, pero no se preocupen por estos personajes, que también son muy peculiares a su manera.

Sin más que añadir, ¡espero que lo disfruten!

CAPITULO 1: WAMMY’S HOUSE

 

Todo estaba muy silencioso en el Orfanato Wammy’s House, un orfanato donde los niños que viven allí son todos superdotados y con facultades innatas, pero donde cada uno tiene unas manías y comportamientos bien diferenciados. Un hombre de mediana edad paseaba por los pasillos sin prestar mucha atención a los sonidos que salía de la sala del fondo. Sonidos de música y disparos. Cuando llegó delante de la sala abrió la puerta y dijo:

_¿Es que nunca te cansas de esos juegos, Matt?

Delante de la pantalla, a unos tres centímetros de distancia, había un chico de cabellos castaños tirando a pelirrojos. Vestía con una camisa de manga larga con rallas rojas, unes googles en la cabeza, y no apartaba la mirada de la gran pantalla donde iban cayendo derrotados todos los contrincantes que tenia en el videojuego.

_Ni hablar, esto solo acaba de empezar _cada vez apretaba con más velocidad los diferentes botones del mando del juego_. Toma, toma y toma. ¡Muy bien! Watari, ¿sabes donde está Mello? Hace ya unas diez horas que no sé nada de él.

_Está en la cocina comiéndose un chocolate.

_¡Aaahhh! _respondió sin prestar mucha atención y siguiendo con los golpes del videojuego.

_¿Piensas ir a buscarlo?

_No, ni hablar. A ese no le quiero ver ni en pintura. Siempre con esa actitud tan grosera.

Watari se quedó mirando al chico y se fue del salón. Siguió andando por el pasillo hasta llegar a otra habitación que estaba cerca de las escaleras que conducían a la cocina y al salón. Se paró delante de ella, llamó a la puerta con los nudillos de la mano y esperó que la persona que estaba dentro lo invitara a pasar. Al cabo de pocos segundos, oyó la voz del chico y abrió la puerta. Dentro apareció un montón de ordenadores, cables, mesas llenas de montañas de papeles, libros... y un montón de pasteles y platos vacíos por todas partes.

_¿Cómo va con el caso, señorito L?

_Bien _respondió el chico que estaba sentado delante de unos tres ordenadores y escribía con el teclado a una velocidad increíblemente rápida. Llevaba los cabellos desordenados de color azabache, y unas orejeras enormes y negras igual que sus ojos. Vestía con una camisa de color blanco y un pantalón tejano de color azul que le iba ligeramente grande. Estaba sentado de cuclillas sobre un gran sillón de color negro. Por un momento, el chico dejo de escribir en el teclado y presiono Enter. Luego, mientras esperaba unos segundos, se giró para mirar a Watari_ aunque eso se está volviendo más difícil de lo que esperaba. Solo tengo por seguro en un 87% de posibilidades, de que sea un chico, y en un 98% de que viva en esta ciudad.

El chico levantó el dedo y señaló el mapa que tenia delante de él, Watari levantó la mirada y vio una lucecita de color rojo que brillaba, mientras que todas las otras estaban apagadas. Encima de la lucecita había escrito Sakashi.

_¿Entonces se puede decir que ya sabes quien es ese individuo?

_Sí, pronto lo atraparemos, pero de momento quiero ver que de verdad se cumplen unas suposiciones que tengo.

_¿Se puede saber en que estás pensando?

_Estaba pensando que si el chico que buscamos es un asesino que busca a chicas jóvenes de una cierta edad, concretamente a chicas de entre 30 y 35 años, que les gustan los pasteles tanto como a mi _dijo ampliando una gran sonrisa al decir la palabra pasteles_ que les gusta hacer deporte y, concretamente, ir a este gimnasio_ el chico introdujo unas coordenadas en el ordenador y apareció la fotografía de un gimnasio enorme de color azul turquesa_ estoy seguro en un 99% de los casos que la próxima victima será esta mujer.

En la pantalla apareció la cara de una chica obesa que tenia la nariz redonda y el cabello de un color marrón caramelizado.

_Se llama Hasomy _siguió diciendo L_ es profesora de instituto en la región de Tohoku, está casada y su marido trabaja en el banco. Tienen un hijo que se llama Torou.

_¿Y tienes idea de cual será el día que intentará matarla? _preguntó Watari mirando la foto de la joven.

_Estoy seguro que en un 99,99% de los casos que ese día será... mañana. Así que tendremos que darnos prisa _respondió el chico con total tranquilidad.

Los dos estuvieron hablando un poco más y Watari decidió traerle a L otro trozo de tarta, cosa que le gustó mucho al chico. Al cabo de un rato, a L ya le dolía la cabeza. Se había quedado parado en ver una cosa que le fallaba dentro del plan que había descifrado. ¿Cómo lo haría para matarla? Porque cada una de sus victimas había muerto de una forma distinta.

_¿Nunca te cansas de salvar la vida a la gente? Lo único que hacen los asesinos es acelerar lo evidente, lo que tiene que pasar.

L se giró y vio a un chico igual que él de pie delante de la puerta de la sala. Vestía con la misma ropa, tenia el mismo pelo desordenado de color azabache y las mismas ojeras debajo de los ojos, aunque estos eran de color rojizo. Estaba apoyado en el marco de la puerta con una sonrisa burlona.

_Beyond _dijo L_ que bien que estás aquí. Pasa, pasa.

Beyond se lo quedó mirando por unos segundos desconfiado. Finalmente, accedió al ofrecimiento de L, entrando en la sala y cerrando la puerta detrás de él.

_Escucha _continuó L mirándolo con una sonrisa. Sabía que su hermano gemelo no cedería a ayudarle a resolver los casos de una forma sencilla, principalmente porque él estaba a favor de los asesinos. Su hermano pensaba que aquello era lo correcto y que alguien lo tenia que hacer_ ¿tu, si tuvieras que matar a esta chica como lo harías?

L señaló la fotografía que aun tenia en la pantalla general de la sala. Beyond levantó la mirada y se la quedó mirando como si en realidad la tuviera delante. Se notaba que por sus venas también corrían esas ganas de matar, al igual que lo hacían los asesinos. Ese chico odiaba a todo el mundo, hasta su sombra, que si pudiera se habría desprendido de ella más de una vez. Pero por el contrario a los asesinos, él se aguantaba todo lo que podía.

Pasaron unos minutos y ninguno de los dos había dicho nada más. Finalmente, Beyond volvió a mirar fijamente a su hermano y dijo con frialdad y articulando bien cara palabra:

_No lo sé.

_Bien _dijo L también mirándolo como si estuvieran a punto de empezar una lucha.

Pero L, se sentó en la silla y se levantó lentamente. Fue andando hasta un armario, se arrodilló y abrió la puertecita. Beyond se lo quedó mirando sin decir nada y L volvió a decir:

_¿Te acuerdas que el otro día dijeron por la tele que sacarían una mermelada con un nuevo sabor? Creo que era fresas y frambuesas, ¿no?

_Sí _respondió Beyond, la voz le tembló, quería mantener su compostura, pero era difícil contenerse al escuchar la palabra mermelada.

L lo miró de reojo con un bote en la mano, lo giró lentamente y Beyond vio que era la nueva mermelada que habían anunciado. El chico se levantó de un salto y fue corriendo hacia L, como un gatito que ve la bola de lana y se pone a jugar con ella. L en verlo levantó una mano y la puso a la cabeza de su hermano, aunque este seguía corriendo sin avanzar en absoluto.

_No, primero me tienes que decir como matarías a la chica y luego el bote será para ti, no tengas duda.

_Sí _respondió Beyond con una sonrisa de niño de no haber roto nunca ningún plato. Se paró y se quedó mirando la mano de L, donde estaba el bote en aquel momento_. Yo la tiraría por un puente, el de Sheby. ¿Ahora me la das?

_Toma.

Beyond la cogió y se marchó de la habitación dando saltitos de alegría mientras abría el bote y empezaba a comer con los dedos la mermelada.

Near, que era el más pequeño que tenia a Watari como tutor, iba a dirigirse a la cocina. Tenia el cabello banco, tez albina y siempre iba con la ropa de color blanco. Cuando llego delante de las escaleras vio a Beyond bajándolas mientras iba comiendo su mermelada de fresas, así que se alejó todo lo que pudo de él.

Aún se acordaba de aquél día...

(Flash back)

Estaban todos en la cocina comiendo cuando Near se levantó y se dirigió al armario para coger una botella de agua, estaban en el estate de arriba.

_¿Llegarás? _le preguntó Watari.

_Sí, tranquilo _respondió Near cogiendo una silla y subiendose encima de ella para poder alcanzar su objetivo.

_¿Seguro que llegarás?_ volvió a preguntar Watari con un poco de desconfianza.

_Te he dicho que sí, no te preocupes que no romperé nada.

El chico abrió la puertecita del estante de arriba y vio la botella de agua y a su lado un bote de mermelada.

_Yo no me fiaría mucho de ese crío, es capaz de caerse al suelo _se burlo Beyond, y todos los demás niños empezaron a reír menos Near y Watari.

_Callaos, no es riáis de mi _gritó el chico_ ¿creéis que porque seáis mayores que yo sabéis hacer las cosas mejor? Pues estáis muy equivocados.

Near volvió a mirar la botella de agua. Seguidamente, levantó la mano, pero al ver que no llegaba se puso de puntillas y consiguió cogerla con dificultad, con tan mala suerte que rozó el bote de mermelada. Este, cayó al suelo rompiéndose en mil trozos y dejando toda la cocina esparcida de la dulce mermelada.

_¡Noooo! _gritó Beyond levantándose de golpe y hiendo a por Near_. ¡Te mato! Mermelada, mermelada, mermelada, mermelada...

Así, lo persiguió por toda la casa intentando matarlo porque había roto un bote de mermelada, el último bote que quedaba en toda la mansión.

(Fin del flash back)

Sin embargo, Beyond pasó por su lado sin ni siquiera mirarlo. Near se acercó a la cocina y se encontró a Mello sentado comiendo chocolate. Mello, un chico de cabellos rubios y ojos azules, que iba vestido de cuero, levantó la mirada hacia la puerta para ver quien le había roto la ceremonia de comer su sagrado chocolate. Near lo miró con miedo, sabia que a la mínima le podría disparar, ese chico era demasiado impulsivo, pero Mello, volvió a bajar la cabeza como si no lo hubiera visto y siguió concentrado en su chocolate.

_¿No... no te hará daño?

_¿Alguien de aquí ha pedido tu opinión, pelusa? Porque que yo sepa aquí solo estoy yo y no te he dicho nada. ¿No, imbécil?

Near bajó la cabeza y dijo con un susurro.

_Lo siento, solo quería decirte algo.

En aquel momento, escuchó un sonido como el de una silla que se arrastra por el suelo y luego, el de arma cargándose. Near levantó la mirada y se encontró a Mello con un trozo de chocolate en la boca, de pie entre la mesa y la silla donde segundos antes estaba sentado y que ahora le apuntaba con una pistola.

_Te ha dicho que no quiero saber tu opinión, capullo.

Near se lo quedó mirando, pero en ver la situación empezó a retroceder para marcharse de allí. Desgraciadamente, no pudo salir porque le barro el paso Matt.

_¡Cuidado que estoy yo! ¿Por qué corres? _preguntó el pelirrojo.

Pero no hizo falta que Near respondiera, porque una bala pasó por delante de ellos y se clavó en la pared. Matt miró el sitió por donde había salido la bala y dijo:

_Mello, ¿pero que haces?

_Maldito perro, ¿ahora te quieres poner tu por el medio? A que te meto una bala a ti también entre ceja y ceja.

_No hace falta. Me voy _respondió tranquilamente Matt, que pensó que en aquel momento la mejor opción que le quedaba era huir antes de que el señor Cuidado que Muerdo, le disparara.

Matt se fue de allí y Near decidió hacer lo mismo, ya volvería cuanto el ambiente estuviera mucho, mucho, pero mucho más calmado.

 

Notas finales:

Bien, ¿que les pareció?

Espero que les haya gustado, cada semana publicaremos un capítulo, ¡lo prometo! Pero si dejan muchos reviews, quizás mañana ya haya un de nuevo ^^

Se aceptan comentarios, sugerencias, halagos y amenazas.

Muchas gracias a todos por leer, ¡hasta el próximo capítulo!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).