Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lo que nunca creí hacer por Kaimi

[Reviews - 610]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola queridas lectoras, ¡¡aquí otro capítulo!!

Tengo que decir que este capi me encanta, ya que aquí parece que las cosas entre Matt y Mello van de mal en peor. Mello se dedica a meter la pata, y Matt es tan idiota que no sabe lo que le pasa xD

Nada más que decir, solo que disfruten del cap, ¡¡y muchas gracias a todas por leer!!

CAPÍTULO 17: ESPIANDO A MATT


El lunes era el momento de entregar los trabajos. Todos lo entregaron sin poner pegas, orgullosos de ellos. Matt miró a Kayla con una sonrisa, y después de clase se acercó a ella para preguntarle cuando volverían a ir a la sala de los videojuegos.


Por otra parte, Mello no se lo podía creer. Se suponía que su relación terminaría al entregar el trabajo, pero los dos seguían llevándose muy bien, y además seguían quedando y hiendo juntos a quién sabe dónde. Tenía que poner cartas sobre el asunto. Si se relajaba mucho terminaría perdiendo a Matt definitivamente.


La chica se despidió de Matt con la mano y entonces fue cuando Mello se acercó a su compañero para averiguar lo que tramaba.


_No sabía que eras inseparable de esa chica _le acusó el rubio.


Matt se giró para mirarlo con una sonrisa y dijo poniendo una mano en su hombro derecho:


_No somos inseparables. Es solo que no sabía que a una chica le podían gustar los videojuegos tanto como a mí.


Después, el pelirrojo empezó a andar hacia la salida del centro. Al escuchar aquello Mello se puso blanco como el papel, estaba claro que terminaría perdiendo a Matt. Ahora lo tenía más que claro. Ambos chicos fueron andando lentamente, sin dirigirse mucho la palabra, entonces fue cuando escucharon la voz de Kayla, que gritaba mientras se acercaba corriendo hacia ellos con una sonrisa:


_¡¡Matt, Matt!! ¡Espera, se me olvidó decirte una cosa!


Matt se detuvo para esperar a la chica, mientras que Mello se alejó un poco, aunque no apartaba en ningún momento la vista de la pareja. La chica llegó al lado Matt y dijo respirando trabajosamente, pero sin borrar su sonrisa:


_¡Tengo un regalo para ti!


_¿De verdad? ¿Qué es? _preguntó el chico ilusionado.


Kayla le dio un pequeño sobre. El pelirrojo se lo quedó mirando hasta que alargó la mano para cogerlo y miró a la chica, que todavía tenía una gran sonrisa en los labios.


_¡Ábrelo! ¿A que esperas?


Matt reaccionó y abrió el sobre. Dentro había su carnet de socio de la fabulosa sala de videojuegos que tanto le gustaba. El chico miró de nuevo a la chica y con los ojos brillándole de la emoción y con una gran sonrisa en la boca.


_¿Ya soy socio?


_Sí, puedes ir los sábados.


Matt al escuchar aquello, que le pareció poesía, abrazó a la chica por la cintura, la levantó del suelo y empezó a dar vueltas con ella en los brazos mientras reía. Mello los miró con cara asesina, cara que no pasó desapercibida por sus compañeros.


_Mello, ¿te pasa algo? _preguntó L con una sonrisa pícara, llegando justo en ese momento con Beyond y Miyuki.


_Nada _respondió serio sin apartar la mirada de Matt y la mocosa entrometida.


_Pues no lo parece _siguió Beyond con voz de indiferencia.


Matt bajó a Kayla al suelo y se la quedó mirando con una sonrisa.


_Mañana es sábado. ¿Qué tal si vamos juntos?


_De acuerdo, Matsuda ha quedado con un compañero para hacer un trabajo. Si quieres podemos ir.


Después de aquello la chica se despido de él y se marchó. Matt se acercó de nuevo a sus compañeros con una gran sonrisa en la cara y les dijo:


_¿Nos vamos?


_¿Que ha pasado? ¿Y esa sonrisa? _preguntó curiosa Miyuki.


_Nada, solo estoy contento. ¿Nos vamos? _respondió el chico empezando a andar, dejando atrás a sus compañeros.


Se miraron todos interrogativamente, sin saber que le pasaba a su compañero, pero sin preguntar nada más lo siguieron hacia el aparcamiento.


En casa Matt subió a su habitación casi corriendo. Mello se lo quedó mirando, sin saber muy bien que pasó. Primero llega Kayla y le dice algo al pelirrojo, luego él la abraza y parece el chico más feliz del mundo. Al rubio le empezó a hervir la sangre, y sin darse cuenta cerró las manos en puños. ¿Por qué esa chica siempre estaba interponiéndose entre él y su perro? ¿Su perro? ¿Porque había usado el posesivo su? Que él supiera, no era suyo ese maldito chucho. Pero eso sí, tenía que averiguar que le había dicho para hacerlo tan feliz.


Mello miró las escaleras y se dirijo casi corriendo hacia ellas. Llegó delante de la habitación del pelirrojo y se encontró con la puerta abierta, así que entró. Matt estaba revolviendo el armario, mientras iba lanzando ropa encima de la cama.


_¿Matt? _le llamó.


El pelirrojo se giró para mirarlo, y luego volvió a centrarse en la ropa.


_¡Ah, Mello! ¿Qué pasa?


_¿Por qué revuelves el armario?


_Estoy buscando la mejor ropa para mañana. Tengo que estar perfecto. Esa chica me ha llevado al paraíso _le explicó con los ojos brillantes de emoción.


Aquellas palabras atravesaron a Mello sin piedad, tenía ganas de sacarle la pistola, de gritarle, amenazarle, reprocharle, pero con eso no ganaría nada.


_¿Y con quién saldrás? _preguntó con la mirada baja, para no ver la silueta de su amigo, de su maldito perro, que lo sustituya por esa mocosa.


_Pues... con Kayla. Estoy muy ilusionado _le respondió sonriendo, aún sin girarse para mirarlo.


_Pero puede que ella salga con alguien, y no creo que a ese alguien le guste que salgas con ella a sus espaldas, y yo no pienso salir en tu ayuda si te persigue para estrangularte _continuó Mello forzando una sonrisa, pero un su lugar de eso, salió un especie de mueca.


_Sí, pero no pasa nada _continuó Matt como si fuera la cosa más normal del mundo. Mello se quedó en silencio, ya no sabía como reprocharle lo que iba ha hacer_. ¿Ocurre algo? _preguntó al ver que el rubio se había callado.


_No... nada... _susurró abatido.


Mello retrocedió sin decir nada más y se fue de la habitación mientras el pelirrojo iba mirando la ropa que tenía. El rubio llegó a la cocina, cogió un trozo de chocolate y se lo puso a la boca, pero automáticamente se lo quitó. Ni siquiera eso lo animaba en un momento como ese. Todas sus ilusiones, aunque no sabía muy bien cuales eran, estaban destrozadas. Se le llenaron los ojos de lágrimas, pero quiso ser fuerte y no derramarlas.


La mañana siguiente el pelirrojo se levantó temprano, cosa realmente extraña tratándose de él, y se puso la ropa que había preparado el día de antes. Se miró al espejo, pensó que estaba perfecto y bajó decidido a almorzar. Había quedado con Kayla delante de la biblioteca de la ciudad, que se encontraba en un sitio donde no podían pasar los coches, así que tenía que resignarse a andar, pero poco le importaba, porque merecía la pena la recompensa que obtendría.


_Buenos días _dijo casi cantando Matt al entrar en la cocina.


Mello que parecía una pésima imitación de L, se lo quedó mirando sin decir nada. Matt en verlo se puso a reír y dijo:


_¿Pero de que vas disfrazado? Mírate. Vas despeinado, llevas ojeras y pareces un desahuciado.


_No he dormido bien _respondió Mello mirándolo_. ¿Cuándo volverás?


_Tarde _dijo Matt mientras cogía unas tostadas y las untaba de mermelada_ me quedaré con Kayla hasta tarde. Cogeré el coche.


Después de comer, se marchó. Mello se quedó durante unos instantes sentado, sin saber que hacer. Se le haría un día muy largo, y además sin saber lo que podía haber sucedido entre esa maldita chica y su amigo. Durante unos instante, le asaltaron en la cabeza imágenes sin sentido. Su mente se iba inventando distintas situaciones, cada una peor que la anterior, que hacían que cada vez se desesperara más. Finalmente, abatido, se levantó, cogió su chaqueta negra de cuero y se dirijo al almacén. Encendió su preciada moto y fue siguiendo a distancia a su amigo, para saber por fin donde iba a encontrarse con ella, esa chica.


Al cabo de unos minutos pudo ver el coche rojo de Matt estacionado cerca de la calle principal, así que tenía que ir con cuidado, ya que el pelirrojo se encontraba cerca. Cuando lo localizó, estaba de pie delante de la biblioteca, fumando tranquilamente mientras esperaba a la chica que lo acompañaría.


_Fumando, menuda novedad _susurró Mello sarcástico. Aunque tenía que admitir que en ese momento se veía especialmente atractivo. Con sus preciadas googles naranjas tapándole sus hermosos ojos esmeralda, el cabello, rebelde, cayéndole graciosamente por la frente, escondiendo levemente las gafas. Ese chaleco peludo, que era sumamente horrendo según el rubio, pero que ahora le empezaba a gustar, ya que le permitía ver los fuertes brazos de su amigo. Esas botas militares que casi siempre llevaba, que él mismo le regaló el año pasado, el rubio sonrió al recordar la cara de idiota que puso Matt al regalárselas. Y además, llevaba puesto unos ajustados pantalones rojos que hacían un hermoso conjunto con su cabello. El rubio se quedó embobado, literalmente, observando los suaves labios del chico, y como, con lentos y exasperantes movimientos, se ponía una y otra vez el cigarrillo entre ellos, inhalando, degustando el sabor de esa droga mortal, para luego, expulsar lentamente el humo. Sin duda, para el rubio, era una de las imágenes más provocativas que había visto jamás_. Oh... mierda... que diablos pasa conmigo... _se maldijo, al ser consciente de su reciente dolor en la entrepierna.


En aquél momento, Kayla apareció de dentro de la biblioteca, y se acercó al pelirrojo. Por una vez desde que la conocía, Mello agradeció su intromisión, ya que si no se habría masturbado allí mismo, en medio de la calle, observando a su provocativo perro. Matt se quito el cigarro de la boca y le dio a la chica dos besos de bienvenida. Ella le dijo algo que hizo que el pelirrojo dibujara una sonrisa en la cara, parecía muy feliz al lado de ella. Tenía un brillo en sus ojos que hasta entonces no existía, y una sonrisa que llenaba de alegría a todos los que lo miraba. El rubio ahora bajó la mirada, estaba claro que Matt nunca estaría junto a él.


La pareja decidió marcharse, y Mello los siguió. Cuando llegaron a un cruce, el chico rubio no pudo aguantar más la presión y fue corriendo para mostrarse delante de ellos.


_¿Mello? ¿Qué haces aquí? _preguntó Matt mirando de arriba abajo a su compañero, como si en una parte de su cuerpo pudiera ver escrita una respuesta bastante coherente.


_Tenía que ver... a donde ibas tan feliz... con ella _respondió mirando a Kayla con ira contenida, haciendo que chica retrocediera un poco.


_A divertirnos _respondió Matt que miró como el chico rubio que se acercaba a ellos_. Kayla me enseñó un lugar donde te puedes pasar el día entero jugando con diferentes videojuegos, y hoy es solo para socios. Ella consiguió que me hicieran socio y vamos a jugar.


Cuando Mello llegó a pocos centímetros de ellos, Kayla retrocedió más y tropezó con una piedra que había detrás de ella, cayendo al suelo. Matt se arrodilló a su lado y dijo volviendo a dirigir la mirada a su amigo:


_¿Se puede saber que te pasa, Mello? ¿De que vas? No puedes atacar a la gente así como así. Me está hartando tu comportamiento, últimamente estás muy raro. No te entiendo.


Mello se quedó mirando a la chica, que aún lo miraba con el miedo reflejado en sus ojos verdes oscuro, mientras que se lo quedaba mirando seriamente. Aquellas palabras habían descolocado a Mello, nunca se habría imaginado que el chico que tanto apreciaba pensara aquello de él. El rubio bajó la mirada y dijo medio tartamudeando:


_Yo.... perdón.


Matt se sorprendió, nunca antes lo había visto de una manera tan vulnerable, pero ya era hora de que supiera lo que hacía sentir a los demás con esa forma de actuar, que a la gente no le gusta que la amenacen con una pistola a la mínima que abren la boca por decir algo que al Señor Cuidado que Muerdo no le gustara. La forma con la que había tratado a Kayla des de que habían llegado a esa universidad era ininteligible. No podía saber de donde sacaba ese odio por la chica.


Sin decir nada más, Mello se fue de allí corriendo. Kayla sintió pena por él, aunque no podía negar que aún le temblaban las piernas por ver esos ojos tan furiosos. Matt la ayudó a levantarse, y siguieron andando para ir al paraíso de los videojuegos. Estuvieron todo el día jugando y comiendo en el restaurante del local. Matt intentaba con todas sus fuerzas olvidar lo sucedido antes con Mello, y aunque estaba concentrado en los juegos, no podía sacarse al chico de la cabeza. Se sentía culpable, quizás se había sobrepasado con él, pero es que alguien se lo tenía que decir.


Finalmente, la noche fue cayendo sobre el cielo. Matt acompañó a Kayla de regreso a la biblioteca, donde se encontraba Matsuda trabajando. Luego, volvió solo a casa. Cuando llegó vio que todo estaba a oscuras y en silencio. Abrió la luz y se encontró con Mello, sentado cabeza baja en el sofá. Se acercó a él y dijo:


_Hola, ya he vuelto.


_Bien.


_Mello, no sé que te pasa últimamente, pero estás muy cambiado. En Wammy’s House ya eras así, pero es que ahora estás llegando a extremos. No sé porque has atacado a Kayla...


_No he atacado a Heisho _se defendió, no podía creer que Matt creyera eso de él_ se cayó sola, no la toqué.


_Me da igual, puede que hoy no, pero si alguien te llega a decir algo que no te guste, puedes hacerle mucho daño.


_No, sé controlarme, tienes que creerme _repuso convencido.


_Eso ya lo veremos, Mello _terminó Matt muy serio.


Luego se levantó y se fue a su habitación, dejando solo a Mello, para que pensara en lo que había hecho, pero conociéndolo sabía que no serviría de nada.


Cuando llegó la hora de comer, Matt bajó a la cocina y se encontró con el rubio, pero sin decirle nada se hizo una torta y se fue. Mello se lo quedó mirando, ahora sí que había sacado definitivamente a Matt de su vida.


 

Notas finales:

Miyuki: Bueee... ¿que les pareció? Ahora parece que es Matt es malo de la peli, ¿eh? xD

Matt: Eso no es verdad, es culpa de Mello, no quiere decirme que es lo que le pasa >_<

Miyuki: Oh Matty, y tu eres demasiado inocente, no te das cuenta de nada. Ni aunque lo tuvieras a 2 centímetros de la cara te darías cuenta ^^

Mello: Oye, ¿y esa parte de hacer "eso" en medio de la calle? ¿Como te atreves? Tampoco soy tan demente como para hacer eso <_<

Miyuki: Pues a mi me encanta esa parte *o* Mello, tranquilo, yo, y estoy segura que hasta las yaoistas te comprenden. Cualquiera lo haría si nos encontráramos a Matty en esa pose en la calle *O* A mi me daría una super hemorragia nasal, tendrían que hacerme muchas transfusiones de sangre, se agotarían las reservas del hospital xD

Mello: Bueno... si lo miras así, quizás tengas razon u.u

Miyuki: Venga, ahora un avance para el próximo capi. Y tengo que decir que muchas gracias a todas por comentar, hemos alcanzado los 100 reviews!!!! Vamos a hacer una gran fiesta esta noche!!!

Todos: FIESTAAAAAA!!! *W*

En el próximo capitulo...

_Que cara llevas Mello, ¿qué te ha pasado? _preguntó L.

_Tu fantástica idea L, tu fantástica idea _respondió enfadado el chico rubio.

_¿Funcionó? _preguntó ilusionado el detective_. ¡Es que soy el mejor!

_¿El mejor? _Mello se lo quedó mirando con mala cara_. Ahora Matt me odia...

_Que divertido. Ya tengo ganas de saber como continuará esta historia. ¿Te perdonará Matt? ¿Te odiará de por vida? ¿Podrán ser algo más que amigos?

_¿Qué estás insinuando? _le gritó.

_Nada, nada...

Próximamente...

Agradecimientos:

Keffy

FAN

matty96

mello-kunlove

kat neko uchiha

Karo Lawliet

Jackelín

Paloma

Msiaki Birthday


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).