Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lo que nunca creí hacer por Kaimi

[Reviews - 610]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡¡Buenas gente, aquí tienen el nuevo capi!!

Esta vez les he hecho esperar, ¿verdad? Jejeje, les deje con la intriga xD

Espero que les guste el capítulo ^^

CAPÍTULO 22: ERRORES


Matt cerró los ojos dejándose llevar e invadir completamente por el sabor de ese beso, lo deleitaba, deseando, por su parte más vulnerable, que Mello no dejara de besarlo y que no se alejara nunca de él, pero por otra lado sentía que no era lo correcto. Entonces, ¿a quien hacer caso?


El pelirrojo decidió separarse lentamente de él, haciendo que Mello se diera cuenta de la situación en la que se encontraba, se había concentrado tanto en ese beso, se había embriagado tanto de ese muchacho, que perdió su cordura. O la poca cordura que esperaba tener cerca del pelirrojo.


Los dos chicos se quedaron en silencio, mirándose con la respiración debido a ese furtivo beso. Matt retrocedió unos pasos para crear distancia entre los dos, y sin más, se giró, huyendo, dejando a Mello solo de nuevo. El pelirrojo se acercó a la puerta de Near y Watari, pero antes de llegar a ella, se detuvo, y puso suavemente dos dedos de su mano derecha sobre sus labios, acariciándolos levemente, hipnotizado, recordado aquel fugaz y espontaneo beso. Luego, llamó a la puerta, de forma mecánica, inmerso todavía en sus pensamientos. Watari le abrió con una sonrisa y le preguntó dándose cuenta del comportamiento ausente del chico:


_¿Sucede algo, señorito Mail? ¿Se encuentra bien?


_Sí _respondió con voz apagada el pelirrojo mientras entraba en casa sin dirigirle una sola mirada al hombre que lo miraba preocupado.


_Near está comiendo en el salón si quiere unirse a él _agregó el mayor mientras cerraba la puerta de entrada y se quedaba mirando al chico que se dirigía a las escaleras a paso lento.


_No tengo hambre, Watari. Voy a dormir directamente _le informó mientras empezaba a subirlas lentamente, como si todo el cuerpo le pasara mucho más de lo habitual, como si le hubieran puesto una mochila de mil quilos en la espalda.


Watari decidió marcharse sin decirle ya nada más, su pequeño no tenía muy buena cara, y por lo visto, o le apetecía hablar de ello. El hombre regresó a la cocina donde Near ya estaba terminando de cenar.


_¿Qué le pasa? _preguntó el pequeño albino, sin mucho interés realmente.


_No lo sé _respondió el mayor mientras cogía un plato de porcelana del armario que había encima de los fogones_. A no ser que...


_¿A no ser que...? _repitió Near, incitándole a continuar.


_Nada importante _desvió el tema, con su amable sonrisa apareciendo nuevamente en el rostro mientras miraba a Near_ come, que se enfriará.


Near se lo quedó mirando y decidió dejar el tema en paz, que tenía claro que no podría sacadle ninguna información a Watari, ese hombre siempre hablaba sabiendo en todo momento lo que decía, no se le escaparía nunca.


Matt entró en su habitación y se tumbó en la cama sin encender la luz, solo estaba iluminado débilmente por la luz de la luna. El pelirrojo suspiró abatido, se puso las manos detrás de la cabeza y dobló una pierna para acomodarse mejor, mientras por su cabeza transcurrían diferentes escenas, opuestas entre ellas. Recordando cuando Mello salió de casa con la moto, cuando se lo encontró apuntando a Yagami con la pistola, la cara de terror de Kayla, la pequeña charla con él al regresar de la universidad y, finalmente, el beso, ese beso que lo había cambiado todo.


_Mello... _suspiro mientras se giraba para acostarse sobre un lado del cuerpo_. ¿Qué es todo esto? ¿Por qué ese beso me hace sentir esto?


Era un sentimiento tan fuerte, tan distinto... Quería que Mello estuviera a su lado, que nunca se alejara de él, que gritara y que le sacara aquella pistola y, sobretodo, que lo besara todos los días. Quería sentir siempre los dulces labios del rubio junto a los suyos, pero a la vez, quería tenerlo lejos, temeroso de la fuerza de esos sentimientos. Puede que fuera un poco más sensato preparar la maleta y marcharse a un hotel o alquilar otro piso lejos de allí, y si pudiera seria capaz hasta de cambiarse de universidad con tal de no cruzarse con Mello.


El chico desvió la mirada a la mesilla de noche que tenía al lado de la cama. Contempló lo que había encima de ella: un despertador que marcaba las once y media de la noche, un cepillo de dientes, una caja de cigarrillos todavía tabaco por abrir y un encendedor dorado. Alargó la mano hacia ella, la cogió y luego hizo lo mismo con el encendedor. Se quedó mirando ese encendedor, se lo había regalado Mello unos meses atrás y siempre lo usaba, le daba la sensación de que el sabor del tabaco cambiaba, era mucho más dulce, aunque claro, solo era una sensación. Abrió la caja de lentamente y sacó un cigarro, se lo puso en la boca y luego lo encendió. Sí, verdaderamente ese cigarro tenía un sabor más dulce. Pensando en aquello el chico se durmió.


Mello se sentó en su sillón negro abatido, no se había podido controlar y podía ser que ahora su relación con el pelirrojo hubiera empeorado considerablemente. Al menos le quedaría el recuerdo de aquel beso, un beso tan esperado y tan... No podía encontrar ninguna palabra que pudiera describir la fuerza de ese beso. Por un momento creyó que Matt sentía algo por él, ¿pero y si no era así? ¿Y si no quisiera saber más de él? Sin su pelirrojo cerca, nada tenia sentido.


La mañana siguiente... el sol ya brillaba en lo alto del cielo indicando que tenían que ir a clase, indicando que Matt y Mello tendrían que encontrarse nuevamente para asistir a esas clases. Ninguno de los dos sabía cual seria su reacción delante del otro, se la podían imaginar, ¿pero seria realmente como ellos creían? Probablemente no.


Matt se colgó la mochila en la espalda y se despidió de Watari con un Ya volveré. En el recibidor, L y Beyond ya lo estaban esperando impacientándose, ya que el rubio también se tardaba mucho en salir. Cuando salió de rubio, se quedó mirando fijamente a Matt, pero este rápidamente dibujó una sonrisa y se dirijo a L antes de que se aventurara a hacer deducciones sobre lo que podía haber pasado entre ellos.


_Por fin. Venga que al final llegaremos tarde _dijo el detective.


_Lo sentimos _dijo Matt con una sonrisa.


Los cuatro se dirigieron al almacén para subir al flamante coche negro de L, y así llegar antes a la universidad. Por el camino ninguno de los cuatro dijo nada, parecía que cada uno estaba inmerso en sus propios pensamientos. En los asientos de atrás Matt y Mello estaban sentados cada uno al lado de una ventana, dejando distancia entre ellos. El pelirrojo se quedó mirando al frente, obligándose con todas sus fuerzas a no desviar la mirada hacia su compañero, tanto era la fuerza que tenía que hacer que hasta le dolía todo el cuerpo. Mello, por su parte, se pasó todo el viaje mirando por la ventanilla mientras veía pasar rostros y más rostros, reconociendo algunos como sus compañeros de clase, que también se dirigían al centro entre risas y caras se sueño. Entre ellos pudo distinguir a una chica, Kayla, que llegaba acompañada de Matsuda. El rubio intentó imaginar cual seria la reacción de la chica cuando se cruzara con él. Ahora que sabía la verdad, tenía la intención de ser su amigo, ya que seguramente el pelirrojo pasaría más tiempo con ella solo para no estar cerca de él. Tendría que hacerse amigo de Kayla para poder acercase a Matt, y ya que estaba, a ver si podía conseguir que la chica le dijera cuales eran los sentimientos del pelirrojo hacia él. Ella seria la solución para solucionar todos sus conflictos. Y pensar que en un primer momento la veía como un estrobo. ¡Que equivocado estaba!


El coche estaciono cuidadosamente en el parcking de la universidad y los cuatro chicos bajaron. Miraron a su alrededor y vieron a Light de pie al lado de la verja del centro. Se lo quedaron mirando mientras Kayla y Matsuda se acercaban a él, intentando averiguar que se dirían, pero des de su posición no había forma de escuchar nada, así que decidieron entrar en el centro a ver si encontraban a Miyuki.


_Buenos días _saludó Light con una sonrisa a la pareja.


_Hola Light. Te quería a agradecer lo de ayer, fuiste valiente al ponerte delante del arma para protegerme _le dijo la chica sin saber muy bien como agradecérselo.


_Sí... _soltó una risita sarcástica_ suerte que no estaba cagada _borró su sonrisa y tragó fuerte, ese era el momento de pedirle perdón a la chica, pensando rápidamente las palabras exactas_ Kayla, yo... quería pedirte.... per... perdo... per... _parecía mentira lo larga que hacía una simple palabra, el chico paró un momento para concentrarse y poder decirla del tirón_ perd...


_De acuerdo, acepto tus disculpas _le cortó ella con una sonrisa.


Light se sonrojó, ¿como podía ser que no le saliera esa palabra? Suerte que la chica lo comprendía. Él siempre quería que la gente le pidiera perdón, que se humillase delante de él, pero él no podía hacerlo, su orgullo le superaba. El siguiente paso era agradecérselo, pero esa palabra también era tabú para él, agradecer es de mendigos, de pobres. Uno da las gracias porque le han dado algo que no tenía y que deseaba tener, pero él, lo tenía todo, como y cunado quería. Así que no valía la pena intentarlo, ya que tampoco le saldría, con un movimiento de cabeza sería suficiente para que la chica viese que se lo agradecía.


Matsuda se los quedó mirando con una sonrisa, por fin Light había recapacitado, aunque no entendía esa falta de respeto por parte del chico. Aunque tampoco quería entenderlo, demasiado complicado para él, lo único que quería era ver feliz a su novia.


Todos los alumnos entraron en clase para dar comienzo a la primera asignatura del día, deducciones criminales. Light tenía claro que tenía que mostrarse firme, fuerte, orgulloso... Nunca más se dejaría manipular por los deseos de Ryuuga.


El profesor se los quedó mirando y pidió a sus alumnos. Cuando lo consiguió, dijo finalmente dirigiéndose a Light:


_Yagami, recuérdeme, por favor, que al final de la clase os anuncie algo.


_¿Por qué no nos lo dice ahora? _intervino un chico de cabellos rubios.


_Porqué... _buscando una respuesta adecuada, cuando la obtuvo dibujó una sonrisa_ quiero haceros sufrir un poco. Empecemos.


El profesor fue explicando mientras que a los alumnos les costaba cada vez más seguir con las explicaciones. Por dos cosas. Por una parte la asignatura era tan difícil que les costaba entender lo que les explicaba el profesor, era como si fuera marciano y les explicara como era su planeta en su idioma, uno completamente ininteligible. Y por otra parte, todos tenían curiosidad por saber que les quería anunciar. Puede que les quisiera decir que no harían examen de ese tema, que les aprobaría a todos, cosa muy improbable, o que faltaría durante una semana y no tendrían clase, que alegría, pero también con muy pocas posibilidades de que sea verdad... ¿Qué podría ser?


Matt se acercó a Kayla cuando la vio por el pasillo. Ella lo recibió con una sonrisa y se dio cuenta de que Mello estaba de pie, con los brazos cruzados, delante de la puerta de clase que aún estaba abierta.


_¿Cómo estás? _preguntó Matt, dudoso por la respuesta de la chica_. Siento mucho lo de ayer, de verdad.


_No te preocupes, ya está olvidado _mirando todavía a Mello con miedo.


_Buenos días, Heisho _saludó Mello acercándose.


_Buenos días... Takashi _respondió la chica aún con algo de miedo.


Matt se quedó mirando fijamente a Mello sin decir nada, y sin más, se alejó de ellos. Kayla se sorprendió, una vez que Mello se dignaba a dirigirle la palabra sin amenazarla con la mirada, se largaba. Pensó que se habían peleado por lo de ayer.


_Takashi _Mello estaba mirando fijamente a Matt, pero volvió su mirada a la chica al escucharla_ no quiero que os peleéis por lo de ayer.


_Tranquila, no es por tu culpa. Es que... la convivencia en casa, no es muy... satisfactoria.


En ese momento llegó el profesor y pidió a los alumnos que pasaran dentro de la clase. Matt se concertó en la clase todo lo que pudo, con tal de no pensar en ese beso que no se podía quitar de la cabeza, se le repetía la imagen en cada momento. Por su parte, Mello no apartaba la vista del pelirrojo. Cuando terminaron las clases Matt recogió sus libros rápidamente, yendo a buscar a Kayla.


_¿Quieres ir a jugar? Necesito relajarme _le preguntó el pelirrojo, necesitaba despejar su mente, alejar a cierto rubio rebelde y grosero de esta, ¿y que mejor forma que ir a jugar a con sus preciados videojuegos?


_¡Vale! _aceptó la chica alegre.


_Pues quedamos a los cuatro en la entrada de la universidad.


_¿Qué haréis? _les preguntó Mello acercándose a ellos.


_Pues... _empezó a decir Kayla.


_Nada _la interrumpió rápidamente Matt, poniéndose la mochila en el hombro y marchándose sin dirigirle una sola mirada a su compañero.


Mello lo miró, suspirando con pesar. ¿Cuanto tiempo más pensaba seguir así su amigo pelirrojo? ¿Es que tan mal lo había hecho?


_¿Vas a la cafetería? _le preguntó el rubio a la chica, obligándose a alejar pensamientos negativos de su ya desanimada consciencia.


_Sí.


_Pues vamos, te acompaño.


Kayla se lo quedó mirando, sorprendiéndose por el repentino cambio del chico. Primero la miraba como si no la soportara y ahora como si fueran amigos de toda la vida. Bueno, al menos ahora estaba de su parte.


En clase de deducciones criminales Light de recordó al profesor que tenía algo que decirles.


_Bien, quería daros unos papeles. Son para avisaros que el próximos lunes iremos de excursión a Okisho. Nos quedaremos tres días, así que tenéis que llevar una maleta _les anunció el profesor.


_¿Excursión? _preguntó una chica con la ilusión dibujada en la cara.


_Dormiremos en un hotel y las habitaciones son para dos personas. Podéis elegir a vuestro compañero, aunque preferiría que fuera el mismo del trabajo que me tendréis que entregar en tres semanas. Así que os aconsejo que quien no lo haya empezado, lo vaya haciendo. En la excursión podéis obtener información valiosa para completarlo _finalizó el profesor.


Light se quedó con la boca abierta y los ojos como platos. El profesor había dicho que tenían que dormir dos en una habitación. Y también que el compañero lo podían elegir ellos. Nadie de la clase estaría dispuesto a pasar las noches durmiendo con él, nadie lo querría como compañero de cuarto, así que la única persona que le quedaba era Ryuuga. Y por el otro lado... si tuviera que elegir el compañero del trabajo, también era Ryuuga. El castaño dirijo su mirada hacia el detective, viendo como este le estaba observando con una sonrisa burlona desde su sitio, sentado de cuclillas como hacía siempre. Se incorporó de nuevo, ignorando la penetrante mirada del azabache, mientras sus compañeros ya hacían planes, imaginado lo que podían encontrar en el viaje.


Finalmente el profesor dio por terminada la clase y se marchó. L recogió los libros, con parsimonia, con su típica extravagancia de cogerlos solo con los dedos índice y pulgar, como si les tuviera verdadera aversión. Luego, se acercó a Light, que tenía la cara escondida entre sus manos mientras los demás alumnos salían de clase riendo y hablando.


_¿Crees que esta puede ser una gran posición para el gran Yagami? _le preguntó el detective con una sonrisa burlona estampada en la cara_. Tendremos tres días para... hacer la que quieras. Un cuarto, tres noches, solos...


_¿Por qué no me dejas en paz de una maldita vez? _le gruñó Light levantándose repentinamente para encarar al detective.


_Digamos _siguió hablando el azabache con un tono que Light interpretó que se refería a él como su juguete, riéndose, humillándolo. Nunca antes nadie le había tratado de una forma tan pésima_ que me divierte ver tu cara cada vez que te digo algo. Como siempre te dejas llevar por tu mente... Estoy seguro en un 97% de los casos que tu superioridad y tu desesperación al verte dominado por mi hacen que no pienses en claridad, y no me sirven los compañeros que no tienen la mente despierta. Yagami, confiaba en ti como alumno dotado, que nadie era superior a ti, como demuestran tus estadísticas de mejor alumno del país, pero te estas quedando atrás.


_Eres un maldito imbécil _le dijo entre dientes.


_Di lo que quieras, pero los imbéciles son los que se ganan el cariño y el amor de la gente, ¿no crees? Nos veremos en la biblioteca después de comer. Tenemos... muchas cosas que hacer hoy.


El azabache se marchó, dejando a Light, que le ardía la sangre, no soportaba la forma como se reía de él aquel creído. Estaba preparado para demostrarle que él era el mejor, y lo haría resolviendo el trabajo y sacando la mejor nota de toda la clase, como siempre. Sin más, se puso la mochila en la espalda y se marchó para ir a buscar a Kayla. La chica estaba llegando junto con Mello. Cuando entraron en la cafetería el rubio vio que Matt ya estaba sentado junto con Beyond y Miyuki.


_Ya nos veremos, Heisho _se despidió Mello de ella con una sonrisa.


_Vale _respondió mientras se acercaba a una mesa para dejar la mochila.


En ese momento, entraba en la sala Ryuuga, que la miró de reojo con una sonrisa fugaz al imaginar lo que sería capaz de decirle Light a esa chica. Kayla se acercó a la barra y pidió un refresco, luego volvió a la mesa que había escogido, cuando de repente entró Light casi corriendo, se acercó a ella y se sentó a la silla que había delante.


_¿Qué te sucede? _le preguntó sorprendida por la aparición repentina del chico, observando su expresión de furia.


_Ese maldito Ryuuga _respondió el castaño, girándose levemente para mirar al detective que estaba al lado de su hermano gemelo.


_¿Otra vez con él? Parece que sea el tema del que te examinarás _dijo con voz divertida.


_Muy graciosa, Kay. No digas tonterías, si él fuera tema de examen, sería capaz de suspender _le dijo seriamente Light volviendo a mirar a la chica_. Después de lo que me hizo en el baño, yo no...


_¿Qué te hizo en el baño?


_¿Qué?


El castaño se la quedó mirando, había estado a punto de decirle que el creído y él había estado juntos, y eso no se lo tenía que decir ni en broma. Él era como una figura... representativa, un símbolo de lo correcto, el chico que nunca hacía locuras... Si la chica se enteraba de aquello podía ser que bajara definitivamente de su estatus. Tenía que vigilar más con lo que decía, no cometer ningún error.


 

Notas finales:

Miyuki: No me maten, lo sé, no hay lemon, pero no me maten, prometo que llegará... algún día de estos (?) xD

L: Pues a mi me gustó el capítulo, dejo otra vez a Light por los suelos ^w^

Miyuki: ¡¡¡Wii, gracias L-chan!!! ¿Te divierte verle sufrir verdad?

L: Sip, es mi nuevo hobbie =3

Miyuki: Wi, que lindo eres L-chan *w* Oh, por cierto, tengo una noticia que darles mis queridas lectoras y lectores (creo que por ahí hay alguno). Hemos decidido dar algunos capis de protagonismo para Near, para contentar las decenas de peticiones de algunas xD Pero esto va a ser mucho más adelante, así que por favor, les pido paciencia ^^

Near: Al fin... *con voz de indiferenica*

Miyuki: ¿Dejaras algún día de odiarme, nata montada? Deberías agradecerme, ya que a mi me sigues cayendo mal, y por complacer a nuestras lectoras (en realidad para que no me maten xD) te pondré más protagonismo <_<

Near: Ya...

Miyuki: Grr... Bueno, dejen muchos reviews porfiiiiii *w* Y cualquier sugerencia, diganlo, me agradaría poder mejorar los capítulos ^^

Agradecimientos:

TOP

petussa

Hola-chan

FAN

Jaswhit

LawlietB

matty96

Johana Lugo (x21)

kat neko uchiha

kariko

Msiaki Birthday

MakaWasausky

grellisutcliff

itachi_niisan

Karo Lawliet

Keffy

Antoníto


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).