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Lo que nunca creí hacer por Kaimi

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Notas del capitulo:

Bueno, aquí un nuevo capi, espero que lo disfruten ^^

CAPÍTULO 38: PROBLEMAS

Los dos gemelos empezaron a andar por las calles de la ciudad, dirigiéndose al hotel, ya era de noche y por las calles casi no había gente.

_Estaba pensando... que esas tres chicas tienen muchas características en común _el detective decidió romper el tenso silencio que se respiraba en el ambiente, pensando que ya iba siendo hora de contrastar ideas con su hermano.
 
_Sí, yo también me he dado cuenta. Las tres son extremadamente inteligentes, introvertidas, un poco antisociales... y al menos dos de ellas buscaban vivir por su cuenta _reafirmó Beyond.

_Exactamente. También se parecen a Miyuki, ¿no?
 
_Puede, pero cada una es de una región distinta, y de diferentes edades.

_¿Estás seguro de eso, hermanito? _lo miró con una sonrisa de orgullo, por lo visto su hermano aún no se había dado cuenta de esa sagaz cadena de mentiras.
 
_¿En que estás pensando, L? _le devolvió la sonrisa, seguida de una penetrante mirada. Ahora resultaba que el gran detective ya lo había descubierto todo y todavía no se lo había dicho.

_Esas chicas, en realidad...

_¡Una tienda de armas! _le cortó, eufórico, olvidándose por completo del tema del que trataban segundos antes.

L se quedó estático en su sitio, ¿con que diantres le salía su hermano ahora? Miró confuso a su alrededor, viendo justo enfrente una tienda donde vendían todo tipo de armas de caza. Beyond se acercó a ella, con los ojos casi brillándole de la emoción, observando con curiosidad todo lo que tenían expuesto en el gran escaparate. Había una gran variedad de armas de fuego, como pistolas y escopetas, de distintos calibres, eléctricas e incluso de dardos tranquilizantes; también todo tipo de armas blancas, que iban desde las más inusuales como las ballestas, hasta las más comunes como los cuchillos y navajas.

El detective suspiró, estaba claro que eso iba para largo. Se acercó a su gemelo, el cuál estaba tan concentrado que no se dio cuenta ni de su presencia. L miró todo aquello sin mucho interés, y finalmente le dijo:

_¿Sabes como llegar al hotel, verdad? Pues ya vendrás.

A pesar de escuchar la voz de su hermano, Beyond no le prestó ninguna clase de atención. En ese momento, solo tenía ojos para las armas, y oídos para imaginarse el filo de esos fabulosos cuchillos atravesando la piel de sus objetivos, los cuáles, precisamente, no eran una serie de bestias peludas. En definitiva, no entendía a los cazadores, para él, eran una panda de estúpidos ignorantes. Que clase de diversión provoca matar a un estúpido animal indefenso cuando a tu alrededor no hay más que individuos, capaces de sentir el dolor intensificado por mil con cada roce de tu cuchillo, capaces de gemir, suplicar e implorar por un minuto más de vida... Sin duda, eran unos aburridos que no entendían bien el significado de matar.

L suspiró de nuevo, con cansancio, estaba claro que le ignoraba totalmente, así que decidió marcharse, su hermano ya regresaría cuando terminara de alucinar con sangre. El camino para llegar al hotel era largo, y el detective decidió tomar un pequeño atajo. Se adentró en una serie de callejones donde no había nada más que casas viejas, abandonadas o ocupadas ilegalmente. De vez en cuando, la gente de la calle se lo quedaban mirando como si él fuera un delincuente. Estuvo deambulando durante unos diez minutos, sumergido en sus pensamientos, hasta que finalmente llegó a una pequeña plaza, iluminada por la tenue luz que ofrecía una vieja farola. El chico siguió su camino, empezaba a estar cansado de ir andando y andando sin llegar al bendito hotel, claro, jamás admitiría que se había perdido.

En ese momento, escuchó unas risas burlonas. Sin dejar de andar, el detective miró a su alrededor, buscando el origen de esas fastidiosas risas que lo habían alejado de sus cavilaciones. A los pocos segundos, visualizó tres motos estacionadas al lado de una pared, junto con tres chicos de alrededor de unos treinta años que bebían de sus latas de cerveza mientras se chuleaban de sus motos nuevas. Uno de esos chicos levantó la cabeza, poniendo cara de fastidio al ver a L, y le gritó de forma arrogante:

_¡Eh, tú imbécil!

L se detuvo y los miró con cara de indiferencia, sin mostrar ningún tipo de interés en ellos, pero con unas terribles ansias asesinas recorriéndole la mente, nadie le decía imbécil, y menos unos desgraciados como esos. Los tres chicos se acercaron a él con una sonrisita hipócrita dibujada en la cara, y le dijeron, más bien le ordenaron, parándose a cierta distancia suya:

_¡Danos tu dinero!

El azabache se los quedó mirando sin decir nada, estaba claro que esos chicos no sabían con quien estaban tratando, y menos aún lo que le estaban diciendo. ¿Así que le querían atracar, eh? Muy bien, pues se divertiría un rato con ellos.

_¿Sabéis que robar no está bien? Y menos a la gente que se dirige a casa a una hora tan tardía como esta porque ha terminado ahora el trabajo. Ya tiene bastante con el cansancio, ¿no creéis? _argumentó el detective, mordiéndose el pulgar de forma ausente e inocente, mientras sonreía interiormente.

Los tres chicos se miraron sorprendidos y se empezaron a reír de él. ¿Cómo era posible que un tipo tan extraño como ese les fuera a dar lecciones de moral? El más alto de los tres, sacó un navaja y apuntó al detective.

_Tampoco tenéis que ir amenazando a la gente con esas cosas _continuó L sin inmutarse_ puede que se asusten.

_¡Basta ya de estupideces y danos la puta pasta! _le gritó cabreado.

_A ver, ¿para que la queréis? ¿Tan pobres sois que necesitáis el dinero de los demás? Puede que a quien robéis sea más pobre que vosotros. ¿No os da pena? _siguió el detective con total tranquilidad, si esos idiotas querían pelea, les daría la mejor pelea de su patética vida.

Los chicos se cansaron de las palabras del detective, y lo acorralaron rápidamente. El azabache al ver que iban a atacarle se preparó, sonriendo, recordando que la última pelea que tuvo fue con Light. Sin duda, eran mucho más divertidas cuando la gente le subestimaba.

El chico del cuchillo se acercó al detective, y empezó a mover la navaja rápidamente a su alrededor, con la intención de atacarle por sorpresa, pero L consiguió esquivarlo fácilmente, y aprovechó la sorpresa del otro para pegarle una potente patada en la muñeca, haciendo que el cuchillo saliera volando y cayera lejos de allí.

_¡Ah! Pero que cojones... ¡Me la has roto, hijo de puta! _le gritó, haciendo una mueca de dolor, sosteniéndose la muñeca derecha con la otra mano.

L se lo quedó mirado indiferente, echándose para atrás con la pierna levantada, haciendo como si cayera, y le dio otra patada en la mandíbula, provocando que el tipo se tambaleara y cayera al suelo desmayado. Los otros dos lo miraron furiosos, y uno de ellos fue directo hacía él, lanzándole golpes sin ningún tipo de control, solo quería ganarle por haberle hecho eso a su amigo. L fue esquivando los puñetazos que le lanzaba, hasta que tubo la oportunidad y le dio una fuerte patada en el estómago, haciendo que el chico se detuviera para sostenerse la barriga, retorciéndose de dolor. El detective aprovechó la situación para darle otra patada, esta vez en la barbilla, provocando que cayera al lado de su compañero, respirando trabajosamente para poder recuperarse, cosa que le costaba demasiado.

El detective observó por unos segundos a los dos tipos que yacían en el suelo, orgulloso de su trabajo, y rápidamente buscó al tercero, sabiendo que pronto iría a atacarle. Pero justo en ese momento, escuchó el sonido de una arma cargándose detrás de él. Se giró rápidamente para ver que estaba sucediendo, encontrándose con el chico que faltaba para completar el trío apuntándole con un revólver mientras le temblaba el pulso, aunque no sabría decir si era por el miedo o por la impotencia de ver que un chico más débil de apariencia que ellos les había ganado. 

_¿De donde has salido con tanta fuerza? _rompió el silencio el joven, mirándolo con ira, sin dejarle de apuntar en ningún momento.

El detective se quedó en silencio, estudiando el comportamiento del joven, se veía asustado, se notaba que quería huir, pero en ese momento estaba descontrolado, parecía que tenía que empezar a llorar de un momento a otro.

_Deja el arma y tranquilízate _le dijo L, sin moverse, si le disparaba, estaba perdido.

_¿De donde has salido? _repitió el muchacho, agitando el revólver, nervioso.

Mientra tanto, Beyond seguía en la tienda, mirando las diferentes navajas que le mostraba el dependiente. Había de todo tipo, con distintos filos y hojas, con decoraciones, de colores... El hombre le iba explicando los usos adecuados para cada una, aunque al ojirojo en seguida se le ocurría usarlas en otras ocasiones mientras imágenes perversas le aparecían en la mente. Al cabo de poco, el chico cogió una que tenía el mango de madera con decoraciones muy finas en oro, la hoja era muy delgada, al mínimo roce podía cortar, y terminaba en una afilada punta, doblada débilmente hacia arriba.

_Ha hecho una buena compra, señor _le dijo el dependiente mientras le cobraba.

_Lo sé _contestó sin inmutarse.

Luego, se marchó sin despedirse. Miró a su alrededor y se dio cuenta de que su hermano no estaba, así que empezó a andar en dirección al hotel.

_Maldito L, no me ha dicho ni que se iba, me ha dejado solo, será imbécil _refunfuñaba por el camino.

Fue andando mientras se puso la navaja nueva en el bolsillo del pantalón, quería notar el peso del arma, le hacía sentir más protegido que nunca. Y se sentía muy orgullosa de ella, aunque aún no había podido demostrar de lo que era capaz. Por las calles no había ni un alma, cosa que agradeció mucho, no le apetecía para nada notar la presencia de la gente que iba siempre a su mundo.

_¿Por qué no me respondes? _escuchó desde la lejanía.

Se detuvo, mirando la dirección por donde había salido la voz de ese chico, el cuál parecía que tuviera pánico de algo. Puso mala cara, ¿es que no podía estar solo por las calles ni a esas horas? Ese tipo, fuera quien fuera, tendría que estar durmiendo y no dando gritos. La curiosidad de saber que pasaba, lo movió, y decidió ir al lugar, y de paso, alargar más su llegada al hotel para no encontrarse con su hermano. Al cabo de pocos minutos, llegó a la plaza y se dio cuenta que era a L a quien estaban gritando, apuntándole con una pistola, y al lado del detective había dos tipos tirados al suelo.

Beyond contempló la escena estupefacto, y empezó a correr al ver que su hermano estaba en peligro. Apoyó la mano en un pequeño muro que había en el medio y lo saltó sin dificultad. Siguió corriendo hacía él, y girtó preocupado:

_¡Ryuzaki!

El joven que sostenía la pistola, se asustó al escuchar la voz, y sin darse cuenta, presionó el gatillo del arma, justo en el momento en que Beyond se lanzaba sobre su hermano empujándolo violentamente contra el suelo. L se quedó en el suelo, sin moverse, y Beyond se lo quedo mirando asustado, al igual que el muchacho que había disparado, el cuál empezó a temblar por el hecho de ver a ese chico muerto en el suelo y a otro igual que él a su lado.

El ojirojo levantó la mirada hacía el joven con verdadero odio y enojo, y dirijo su mano donde tenía guardada la nueva navaja, sacándola del bolsillo de su pantalón con un rápido movimiento. El joven se aterrorizó en ver aquellos ojos rojos como el fuego, creyendo que era el alma del chico que había matado o el propio demonio que había ido a buscar venganza. Se giró y empezó a correr desesperado, escapando de esa horrible escena e intentado huir de las imágenes y la cruel culpabilidad que le recorrían la mente. Beyond se levantó y empezó a correr detrás de él. Al momento lo alcanzó, y lo lanzó contra el suelo con mucha fuerza, provocando que se diera un fuerte golpe en la cabeza, pero el joven no le hizo caso al dolor, tenía un problema mucho más grave en ese preciso momento, y es que ese demonio de ojos rojos se veía fuera de si.

Beyond subió encima de él, impidiéndole escapar, y le mostró el cuchillo para que fuera consciente de su situación. El chico empezó a temblar, se veía reflejado en esos terroríficos ojos rojos, como si viera su mismo futuro en el infierno.

_No, no... Oh, Dios mío... por favor... _imploró el chico con voz débil, por su cien caían gotas de sudor frío, provocadas por el miedo, el cuál iba en aumento por momentos.

_Dios no puede ayudarte... _le respondió Beyond con una voz que al joven le pareció de ultratumba, y una sonrisa que hacía competencia con la del mismísimo portavoz de la muerte.

En ese momento, Beyond le clavó la navaja en el brazo izquierdo, bajo los gritos de dolor del joven, que no pudo evitarlos al notar como el acero le atravesaba la carne. Beyond lo contempló, ampliando su sonrisa, satisfecho por el sufrimiento y la imploración del muchacho. Pero no eran suficientes, así que empezó a retorcer lentamente el cuchillo, todavía hundido en el brazo del joven, haciendo que los gritos de dolor fueran en aumento e incluso que empezaran a salir grandes lágrimas de sus ojos.

_Sangre por sangre _dijo el ojirojo con un susurro lo suficientemente audible para que el pobre desgraciado lo escuchara.
 
_¡No! Por favor, que alguien me ayude... _rogó, mientras más lágrimas salían de sus ojos, algo en la mirada de ese ser demoníaco le decía que eso era solo el comienzo de algo todavía peor.

En ese momento, L se incorporó, y se los quedó mirando des del suelo. Era increíble que Beyond se preocupara tanto por él. ¡Si la bala solo le había rozado el brazo y estaba perfectamente! Solo tenía un pequeño corte por el que salía sangre, pero no le prestó mucha atención. Al final, decidió ir a parar a su gemelo antes de que hiciera más daño a ese pobre chico. Se dirijo tranquilamente hasta donde estaban los dos, y dijo mientras cogía a su hermano de la oreja y le tiraba un poco para que se levantara:

_Vamos, que no es para tanto.

_¡Aaahhh, me haces daño Ryuzaki! _protestó Beyond, haciendo un pequeño berrinche, como un niño que nunca ha hecho nada malo, aquel que nunca ha matado una mosca y es el más inofensivo de todos.

Beyond quitó bruscamente el cuchillo del brazo del muchacho, y se arrodilló a su lado para limpiar la sangre de la navaja con la camiseta del chico, que seguía llorando en el suelo desesperado.

_Hoy es tu día de suerte _le sonrió el ojirojo mientras le daba unas palmaditas mal intencionadas en su brazo herido.

_Toma, para que pagues al médico _le dijo L, lanzándole un gran fajo de billetes, mientras su hermano aprovechaba para coger el otro cuchillo tirado en el suelo y la pistola, guardando ambos en el pantalón_. Y no está bien atacar a la gente para conseguir dinero, y menos si usas armas de fuego o blancas, ¿entendido?

El muchacho asintió des del suelo, aún con el miedo dibujado en la cara, pensando que L era un fantasma y Beyond su secuaz. Ambos hermanos se despidieron del tipo alzando la mano, mientras este seguía en el suelo asustado, viendo como se alejaban del lugar lo máximo posible. Cuando estuvieron bastante lejos, Beyond se quedó mirando fijamente el brazo de L, y le dijo, poniéndole una mano en el hombro para que se detuviera:

_Espera un momento.

L se paró, y se lo quedó mirando sin entender. Beyond sacó el cuchillo que había recogido antes y se cortó la manga izquierda de su camiseta. Se acercó a L y ató el trozo de ropa a su brazo para detener la hemorragia.

_Graci... as _le agradeció el detective, aguantando un grito de dolor cuando su hermano le apretó el torniquete más de la cuenta, intencionadamente, por supuesto.

_De nada _le sonrió con cierta malicia.

Durante el camino ninguno de los dijo nada más, y sin apenas darse cuenta llegaron al hotel y se dirigieron a la habitación.

_Siéntate, te curaré la herida _le ordenó Beyond, señalándole la cama, mientras sacaba unas gasas, vendas y alcohol de una de las maletas.

L se sentó y se quitó la camiseta. El corte no era muy profundo, pero seguía derramando sangre. Beyond se sentó a su lado y le curó la herida en silencio.

_¿B... por qué atacaste a ese hombre de una forma tan violenta? _le preguntó el detective, mientras su hermano terminaba de vendarle el brazo.

_Porqué... te hizo daño. Tú siempre me has ayudado, por eso yo... tenía que defenderte.

_Beyond eres el pequeño, tenía la obligación de protegerte. Así que... ¿por qué no olvidamos lo sucedido? Quiero recuperar a mi hermano, y esta noche lo he visto, sé que aún puedo _le dijo, levantándose para encararlo, seguro de si mismo.

_No puedo L _bajó la mirada durante un pequeño instante para volver a levantarla hacia su hermano_ pasaron demasiadas cosas... en poco tiempo.

_Pero fue hace mucho tiempo, ya no somos pequeños, quiero que vuelvas a confiar en mi. Decidí ayudarte con lo de Miyuki porque quiero recuperarte, quiero que me lo cuentes todo, tus problemas, tus ideas... todo.

Beyond se lo quedó mirando, una parte de él quería volver a confiar en su hermano, querelo, como cuando eran pequeños, antes de que sucediera todo eso, pero otra parte le decía que no, L le falló, y no podía volver a permitirlo. Solo contaba con si mismo para afrontar sus propios problemas.

_¡No seas idiota! Te estoy ofreciendo mi cariño de hermano. ¿Crees que tú podrás seguir adelante sin mí? _le gritó finalmente L.

_No te necesito, sabes perfectamente a quien quería mamá _lo miro con puro desprecio.

En ese momento, el detective le dio un fuerte puñetazo en la cara, haciendo que Beyond retrocediera unos pasos. El chico de ojos rojos se dirijo la mano a los labios, comprobando que por estos salía sangre.

_Si tienes que empezar así mejor que regreses a casa, Watari estará contento de tenerte de regreso _le dijo mientras le devolvía el golpe.

_¿Crees que no se preocupa por ti? ¡Todos los del orfanato nos ayudaron, Beyond! No es como antes, ¿es que no lo ves? _le gritó L, el cuál logró esquivar el golpe que su hermano le dirijo a la nariz. Si no lo hubiera esquivado, estaba convencido que con ese golpe se la hubiera roto.
 
_Perdona que no me de cuenta, pero yo observo otra cosa _empujó a L contra la pared de forma violenta.

_¿Y se puede saber que demonios observan tus malditos ojos? _le dio una patada en el estómago.

_¡Que el gran detective L es el único que importa! Yo, Beyond Birthday, solo soy... el gemelo de L Lawliet. ¿Crees que estoy orgulloso de ser solo tu maldita copia? _le gritó con furia, cogiendo al detective de la camiseta, y golpeándolo contra la pared repetidas veces.
 
_No te das cuenta de lo que tienes porque estas cegado con esa idea _no se movió, dejanda que su hermano le golpeara, no se podía creer que realmente pensara eso.

_¿Idea? ¿Crees que es solamente una idea? Ya me gustaría saber si Watari me hubiese acogido en el orfanato si no fuera tu gemelo.

_Claro que lo hubiera hecho, ¿acaso no están Mail, Mihael y Nate? Que yo sepa, ellos no son mis gemelos.

_Es diferente. Ni siquiera sé porque me llevaste contigo, podías haberme dejado con él _continuó el ojirojo, alzando al voz de nuevo.

_Después de saber lo que te hacía nunca te hubiera dejado con él _aseguró, se empezaba a cansar de todo aquello_. Aquel hombre tenía un problema.

_No tenía ningún problema, yo le daba miedo, decía que era el demonio. Estuvo a punto de matarme cuando tuvo vía libre, además creía que yo el culpable de lo sucedido.

_¿Pues sabes qué? _se soltó del agarre de Beyond, y lo miró con desprecio_. Yo también, yo también te culpe durante dos largos años. Y te lo digo Beyond, tú mataste a nuestra madre.

El ojirojo se lo quedó mirando en silencio, es cierto que él mismo muchas veces se culpaba por lo sucedido, pero jamás se imaginó que su propio hermano también lo culpara de la muerte de su madre. Se giró con lentitud, se dirijo a la terraza y se apoyó en la barandilla. L se lo quedó mirando en silencio, lamentando lo que había dicho, la había cagado, y muchísimo, ahora sí que seria imposible recuperar a su hermano. Suspiró, recuperando la compostura, y se acercó al balcón.

_Beyond, lo siento. Perdóname _le dijo, con voz baja.

_No, no te atrevas a hablarme.

_B... no quería decir eso, la situación se fue de nuestras manos y...

_No digas nada más, estoy seguro de que es lo que sientes _le dijo, mientras salía de la terraza, sin dirigirle la mirada.

_Beyond, espera.

El ojirojo cogió la chaqueta que tenía encima de la cama y se marchó de la habitación dando un portazo. El detective se quedó allí, en la terraza, reflexionando, y al cabo de poco vio a su hermano alejándose del hotel. Suspiró, y entró en la habitación, ahora no serviría de nada salir a buscarlo.

Beyond fue andando por las oscuras calles, hasta que cayó por delante de él una pequeña bola de nieve, tenía buscar algún lugar donde resguardarse. Siguió andando, y llegó a un viejo puente. Se acercó y se sentó en el suelo debajo de él. Se giró hacía la pared y empezó a dar puñetazos en ella, mientras unas lagrimas de rabia, indignación y frustración le recorrían el rostro.

_Maldito seas, Lawliet. ¿Cómo quieres ser mi hermano? _dijo con un grito cortado por las lágrimas_. ¿Cómo?

Lentamente fue acostándose en el suelo, mientras apretaba fuertemente entre sus manos las hierbas que rodeaban la zona.

 

Notas finales:

Miyuki: Y bien, les gustó?? Espero que si, ya que me he esforzado mucho en este capítulo, y creo que el resultado es bastante bueno ^^

L: Nadie adivinó lo que pasaría en el cap, aunque ante nuestra sorpresa, todas las lectoras querían un beso de mi hermano o_O

Beyond: Muajajaja, si es que soy el mejor *¬*

Miyuki: Ummm... eso no es verdad L-chan, hay un lectora que si lo adivinó xP Y sabes lo que pidió?? Un beso tuyo L-chan!!! *o*

L: Wooo... en serio?? o.o

Beyond: En serio?? O_O

Miyuki: En serio!!! *w*

Beyond: Como puede querer un beso de este idiota antes que uno mio?? >_<

Miyuki: Vamos L-chan, no seas malo y dale un beso a Karo-san, que ha sido la única que ha acertado. Además, de que hoy es su cumpleaños, se lo merece =D

L: Umm... de acuerdo ^^

Miyuki: Kawai!!! *o* Karo-san, ven, ha aceptado!!!

Karo: Hola ^^

L: *Coje a Karo de la nuca y la acerca a él, mientras todo observan con la boca abierta*

Beyond: Eso no seria ponerle los cuernos a Yagami??

Miyuki: Callate!!! ò_ó

L: *Acerca sus labios lentamente a los de la chica, mientras ella abre la boca esperando recibirlo. Sus alientos chocan, y de repente, el chico sube más la cabeza y le da un beso en la frente*  Ya está ^^

Miyuki: Ya está??? o_O

Karo: Yo igual me conformo ^////^

Miyuki: Pues menudo chasco... <_< Bueno, espero que dejen reviews, oh, y por cierto, tengo que preguntar algo, hay alguien que no quiera lemon entre Miyuki y Beyond?? Lo digo porque en el próximo capitulo... bueno... ya lo verán xP

Agradecimientos:

  KiraKuran (x11)

BloodyRomance

Nei Yagami

  aikoyukizero (x2)

kariko

Hanako (x2)

FAN

kat neko uchiha

Karo Lawliet (x2)

mimori

Circe Kurosaki


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