Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lo que nunca creí hacer por Kaimi

[Reviews - 610]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Aqui el siguiente capítulo, que lo disfruten!

CAPITULO 4: ¿CONVIVENCIA? EL NUEVO HOGAR

En una sala al final del pasillo, una puerta de roble estaba entre abierta mostrando su interior. Era una sala muy grande. En medio, había una mesa llena de papeles y libros, y a cada lado de la mesa dos sillones de cuero rojo, uno delante del otro. Sentados en cada sillón, dos hombres de mediana edad hablaban pesarosos terminando de preparar los últimos detalles de la “idea” de L.

Watari estaba sentado de espaldas al gran ventanal, tapado un poco por unas largas cortinas rojas de terciopelo.

_Bien _dijo Watari_ pues tu, Roger, te quedarás a cargo del resto de los niños de Wammy’s House.

_De acuerdo _respondió el aludido. Un hombre de mediana edad, con el cabello de color blanco bien peinado, gafas redondas sin montura y vestido con ropas antiguas.

_Dentro de unas horas nos vamos _terminó de decir Watari levantase del sillón y ofreciéndole la mano al hombre que estaba delante de él.

Roger se lo quedó mirando durante unos segundos. Luego, también se levantó y le cogió la mano con una sonrisa.

_Déjalo todo en mis manos.

Mientras tanto, Matt estaba de pie delante de un montón de cajas con los brazos cruzados mientras iba repasando mentalmente si lo tenía todo preparado o se dejaba algo. En aquél momento, Mello entró en la habitación del muchacho pelirrojo.

_Matt, estaba pensan... ¿Qué son todas estas cajas?

_¿Como que qué son? Pues está claro: todo lo que necesito para ir a la universidad.

Mello miró a su alrededor y vio que no quedaba absolutamente nada en aquella sala, ni un papel en las paredes.

_Yo creía que lo que se necesitaba eran... libros.

_¿Libros? No, mira aquí lo tengo todo _dijo el pelirrojo mientras señalaba con una sonrisa todas las cajas que había por el suelo_ mi videoconsola, mi play, mi portátil con todos los juegos de....

_Vale, vale, vale. Ya me ha quedado claro _dijo Mello que no tenia ganas de escuchar todos los juegos que su compañero tenia allí_ es mejor que vayas bajando, todos estamos ya listos.

_Si _respondió Matt con una sonrisa_ enseguida voy.

Mello se giró para salir de la habitación, pero entonces, Matt volvió a hablar, un poco sorprendido por la reacción del chico de ojos azules delante de la cantidad de cajas que tenia.

_¿Es que no me vas a ayudar a bajarlas?

_¿Cómo? _preguntó Mello que se giró para mirar a su compañero_. Oye, ¿de quien son todas estas cajas? Porque mías no.

_Hombre, pero un poco de colaboración, ¿no? No todos tenemos la gran suerte de tener tan pocas pertenencias como otros, bueno, como tu.

_Maldito perro _replicó Mello mirándolo con cara de enfadado.

_Venga, no me dejes con todas estas cargas _volvió a decir Matt con cara de perrito degollado, aun arriesgándose a que su compañero le metiera un balazo entre ceja y ceja.

Un silencio tenso apareció en aquella pequeña habitación, pero de repente y por sorpresa del pelirrojo, Mello suspiró y empezó a reír.

_¿Qué tiene tanta gracia? _preguntó Matt curioso.

_Vamos, trae dos cajas que L se debe estar poniendo histérico.

_¿Pero me dices que tiene tanta gracia?

_¡No! _dijo otra vez con un grito de enfado el chico rubio.

Al final, los dos chicos terminaron de bajar todas las cajas de Matt a la entrada de la mansión. Tal como Mello había dicho antes, ya estaban todos esperando, preparados para marcharse con las maletas. L salió fuera de la mansión y fue a hablar con el camionero que estaba preparado para empezar a poner todos los bártulos que se tendrían que llevar a su nuevo hogar, aquel sitio que solo conocía L y que era un verdadero misterio para todos sus compañeros. Como había dicho el detective: Ya lo veréis, no quiero romper la magia de la sorpresa, je, je, je.

Al cabo de pocos minutos volvió a la mansión, se quedó mirando a sus compañeros con una sonrisa y dijo:

_¿Ya estáis preparados?

_Sí _respondió Matt.

_Que remedio _dijo Mello con un suspiro abatido.

_Id poniendo vuestras pertenencias al camión de mudanzas _les informó de nuevo L.

Todos cogieron las maletas y fueron hacia el camión para empezar a cargarlo. Mello levantó la mirada y se quedó mirando como todos iban hacia el transporte.

_Mello _dijo L acercándose a él_ venga anima la cara.

_Que fácil es decir eso, pero te recuerdo que yo no quería ir a esa maldita universidad.

_Pues si no quieres ir, yo no te pienso obligar, pero tu mismo, te quedarás sin los chocolates _siguió L con una media sonrisa. Mello se lo quedó mirando unos segundos, pero al momento se agachó y se cogió su maleta_ ¿a donde vas?

_A poner la maleta al maldito camión como todos hacen_ respondió Mello como si fuera lo más evidente del mundo.

Mientras iba hacia el camión, se encontró con Matt, que volvía para coger otra de la muchas cajas de videojuegos. Al ver a Mello, Matt se paro y dijo con una sonrisa al ver la cara de felicidad de su compañero:

_Mello, no sabia que te hacia tanta ilusión ir a la universidad.

_No sabes cuanta _dijo el chico soñando con una lluvia de chocolates.

Cuando por fin terminaron de poner todo lo que necesitaban en el camión de mudanzas, subieron al coche y esperaron a que llegara Matt, el cual terminaba de echar la bronca a los transportistas que le habían dado un golpe demasiado fuerte a la caja donde estaba su videoconsola de última generación.

_... pobres de vosotros si le hacéis un solo rasguño. ¿Entendido?

_Sí, señorito _dijo un transportista que se disculpaba desde hacía rato.

Cuando terminó se volvió hacia el coche, se subió sin apartar la mirada de los dos transportistas y se fueron al que seria su nuevo hogar, después de todo aquel tiempo en el orfanato Wammy’s House.

Todos estuvieron en silencio intentado imaginar su futuro hogar, pero conociendo como conocían a L lo mejor era no imaginar mucho, ya que sabían que no se parecería en absoluto a lo L había encontrado.

Ninguno de los otros cuatro chicos aparto en ningún momento la mirada del detective, como si de esta forma pudieran ver lo que recorría en aquel momento en la cabeza del muchacho. Watari, mientras, conducía con su flamante sonrisa, una sonrisa que no se había borrado des del momento en que empezaron a empaquetar sus pertenencias.

Al final, Watari estacionó el coche delante de la una gran explanada, se miraron entre ellos y L al final dijo:

_Ya hemos llegado.

Todos bajaron del coche y vieron delante de sus ojos una mansión más grande aún que Wammy’s House. Nadie dijo nada durante unos segundos, mientras intentaban digerir aquella gran “sorpresa”.

_¿Aquí viviremos? _preguntó Matt sorprendido.

_Sí, y esperad que esto no es una casa. El problema es que no he encontrado nada más grande y mejor _dijo L decepcionado de no presentares lo que él supuestamente se esperaba.

_Ya es bastante, creerme _dijo Matt aun con cara de estupefacción.

_¿No queréis ver el resto? _preguntó Watari mirando a los cinco chicos.

Nadie dijo nada, aún estaban todos con la mirada puesta en la mansión, pero empezaron a caminar mientras vieron que el camión iba estacionando al lado del coche. Los transportistas bajaron del camión con la boca abierta y unos de ellos dijo:

_¿Que es este palacio?

_El lugar donde vivirán, ¿no? _le respondió el otro transportista mientras bajaba también del camión.

_Pues yo también quiero vivir con ellos _volvió a repetir el primero aún sorprendido.

Después de que los transportistas dejaran todas las pertenencias del camión bajo la penetrante mirada de Matt, Watari les pagó y se marcharon.

_Mirad _volvió a decir L sacando unos papeles_ este será el recibidor de la casa_ todos escuchaban a L sin apartar la mirada de todo lo que les envolvía, sorprendiéndose aún más a cada paso que daban. Delante de ellos había tres puertas: una delante y dos más, una a cada lateral_ a la puerta de la derecha_ siguió diciendo L consiguiendo de nuevo la atención de los muchachos_ vivirán Matt y Mello. A la del otro lado será donde vivirán Watari y Near. A esta de aquí detrás, estaremos Beyond y yo. Bien, aquí tenéis las llaves_ dijo dando a cada uno la llave que abría la puerta correspondiente, mientras todos se lo seguían mirando con cara de incredulidad. Aunque ya se imaginaban que algo estrafalario envolvería la mente de L, y no era para sorprenderse tanto_. Las casas están insonorizadas, así que podéis gritar tanto como queráis. Ya podéis entrar a ver vuestros nuevos hogares.

Todos fueron al lugar donde les indicó el detective y abrieron la puerta. Se trataba de tres casas diferentes, pero todas eran iguales por dentro. Tenían todas tres baños, uno a cada planta, cinco dormitorios a la primera planta, una gran cocina y una gran salón con terraza al exterior a la planta baja. En la segunda planta había cuatro grandes habitaciones vacías para que se pusiera lo que ellos consideraran, y en la planta restante se encontraba la lavadora, la secadora y otras dos salas vacías con un gran balcón.

_L se ha pasado_ dijo Mello mirándolo todo con los ojos abiertos como platos_ como siempre.

_Tenemos más sitio que en Wammy’s House _dijo con un grito Matt.

Cuando terminaron de ver toda la casa bajaron a recoger las maletas que aun seguían en la calle.

_¿Que os parece? _preguntó L_. Aunque creo que es muy pequeña.

_Está bien _dijo Near con un tono de voz indiferente.

_Bueno, al menos espero que tengáis suficiente espacio para distribuiros _terminó diciendo de nuevo L.

Todos salieron en busca de sus maletas, cada uno cogió la suya y de una sola vez entraron dentro de la casa sus pertenencias. Todos menos uno, Matt, que se quedó mirando las cajas analizando cual era la más frágil e importante, y por lo tanto la primera en entrar en la casa. El chico se quedó solo delante de las 15 cajas de videojuegos.

_Mello _gritó_ ¿me ayudas?

_Cada uno que entre sus pertenencias _dijo el chico rubio entrando en la casa y cerrando la puerta detrás de él.

_¡Eh! _se quejó Matt_ si vamos a ser compañeros de piso me tendrías que ayudar, ¿no? Tenemos que colaborar.

Todo estuvo en silencio durante unos segundos y la puerta de su casa se abrió, Matt sonrió esperando la ayuda que pedía, pero Mello salió con una tableta de chocolate en las manos y dijo son una sonrisa de malévolo disfrutando de ver la escena:

_Tu lo has dicho, Matt. Si vamos a ser compañeros de piso, se tendrán que respetar unas normas. La primera de todas la formularemos ahora, ¿vale? “Cada uno se cuida de lo suyo”.

Luego volvió a entrar a la casa, cerrando de nuevo la puerta detrás de él y dejando de nuevo a Matt allí solo.

_Maldito seas, Mello. Tendrías que ayudar a los más débiles. Eres un maldito idiota impulsivo _al ver que no funcionaba para que Mello saliera a ayudarle, volvió a decir_ mira que eres tonto, te dejaste ganar por tabletas de chocolate, eso es de ser imbéciles. No tienes personalidad. ¿Te pido ayuda y no me la ofreces? Que yo sepa “nunca” te he pedido ayuda des de que te conozco.

En aquel momento, se volvió a abrir la puerta y en vez de salir la cabeza de Mello, salió la cabeza de la... ¡pistola! Matt se quedó paralizado y se llevó al instante las manos a la boca. Mello salió para verle y dijo:

_¿Cómo que no ayudo a los más débiles? ¿Te estás refiriendo a ti? ¿Y eso de que no tengo personalidad? ¡Oh! Pero lo mejor ha sido cuando has dicho que nunca me has pedido ayuda. ¿Entonces dime... que era cuando me dijiste hace... no sé... como dos horas que te ayudara a bajar tus báculos? _Matt seguía en silencio, blanco como el papel, mirando la pistola que aún le estaba apuntado.

_Eso no cuenta _dijo con un hilo de voz sin quitarse las manos de la boca.

_¿Y cuando me dijiste que te ayudara a llevar el televisor a otra sala?

_Tampoco cuenta.

_¿Y cuando me fui a la una de la madrugada a la tienda de videojuegos de 24 horas que hay a media hora de aquí?

_Tampoco... ¿cuenta? Técnicamente como nada de eso cuenta, pues... esta se puede considerar la primera vez que te pido algo, ¿no? _se intentó defender Matt.

Mello se lo quedó mirando en silencio, pero al final bajó la pistola y se la guardó. Matt bajó las manos lentamente y suspiró aliviado al ver que la más fiel amiga de su compañero estaba guardada.

_Espero que esto cuente _dijo con un grito Mello acercándose a Matt, que del susto que le dio levantó las manos como si la pistola volviera a estar presente.

_Ya veremos_ dijo Matt con una media sonrisa y con un sonido que estaba entre una risa y un carraspeo de garganta.

Mello se lo quedó mirando de reojo seriamente y sin decir nada se agachó y cogió dos cajas.

_Venga que quiero comer chocolate.

_Sí _respondió Matt_ y yo jugar a videojuegos.

Mientras, L y Beyond se iban distribuyendo por la casa. Beyond no apartaba la mirada de su hermano gemelo como si le quisiera decir: Es mejor para ti que no me dirijas la palabra en todo el tiempo que dure esta estupidez.

_Voy al piso de arriba. Ya nos veremos _dijo L inexpresivo mientras subía les escaleras.

_Espero que no bajes nunca, te puedes quedar allí encerrado con las maquinas esas _respondió con orna en la voz Beyond.

L subió a su habitación y empezó a recopilar información para el próximo caso a resolver. Mientras, Beyond se fue a la cocina, cogió un bote de mermelada y se la empezó a comer mientras volvía al salón. Encendió el televisor y empezó a mirar un programa sobre los asesinos en serie de las últimas décadas y sus formas de matar.

Por lo que hace a Near y Watari, la convivencia prometía que seria mucho más tranquila. Near se la pasaba encerrado en su habitación jugando con sus juguetes y haciendo torres de naipes, y solo se encontraba con Watari para comer. Mientras, el hombre iba haciendo las tareas de casa y cocinaba para tener a los chicos bien alimentados, porque conociéndolos a todos, antes preferirían quedarse en huelga de hambre que hacer un buen plato de comida.

Así, que dos veces a la semana tenia pensado hacer una gran olla de comida e ir a repartirla por las casas de los cuatro chicos restantes, y que el resto de días se espabilaran solos.

Bien, solo parecía que la convivencia que tendría más problemas era la de Matt y Mello, porque tendrían tantas discusiones como ocasiones para estar juntos.

 

Notas finales:

¿Les gustó?

¡Nuestros queridos protagonistas pronto se envarcaran en la univerisdad, ya queda poquito para la gran aventura!

¿Que sucederá a partir de ahora?

¿Sobrevivirá Matt al terrible carácter de Mello?

¿Dejará Beyond de llevarse tan mal con su hermano?

¿L le dará los chocolates que le prometió a Mello?

Todo esto y mucho más en el próximo capítulo de... ¡Lo que nunca creí hacer!

¡No se lo pierdan!

Agradecimientos:

FAN

SasuLOVE

Aria Kimiharu

Bbirthday


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).