Durante 16 años había vivido de la manera correcta que me habían enseñado mis padres. Comer a horas, salir hasta las 10, llegar a estudiar, y actuar cortés y alegre con mi familia.
Si, la vida es bella cuando tus padres son de la alta sociedad.
Hace cuatro años o más mis padres me comprometieron con la hija de una familia amiga. Kagura había sido mi amiga desde que tengo memoria, y entre todo es linda; tiene los ojos café claro, un cabello muy muy largo y rojizo, es delgada, pero bajita. Aunque nunca me he opuesto a mi matrimonio arreglado, la idea no es lo más facinante, sin embargo seguir las ordenes de Kagura hace más sencilla mi vida y menos problematica.
-¡Souta-Kuuun! -El llamado de Kagura (igual que siempre) penetró en mi concentración, la vi llegar a mi lado y sujetarse de mi brazo. Me tomó 5 segundos apreciarla. Un pantalon corto, una camisa de cuadros, su cabello amarrado en una coleta larga y alta. Alargo su brazo libre y una lucecita llamo mi atención -¡Sonríe amor! -A duras penas... No me gustaban para nada las fotografías.
Kagura parecía feliz y entusiasmada (como cada día de su vida a mi lado), sonreí mientras ella saltaba de emoción, me agradaba el movimiento de su coleta, lo aceptaba.
-¡¡Kyaaaa~~!! Mi Souta-kun se ve muy lindo -Me mostró la fotografía y el chico de ojos celestes y cabello rubio me sonrió, aunque tontamente. -Souta-kun es muy lindo... Claro, Kagura-chan también luce muy bien.
-Si, así es... Nee...Kagura-san, supongo que mis padres ya te lo habrán contado, ¿no? Mañana comenzaré en un nuevo instituto.
-Sip, estaba enterada. Le dije a Kimiko-sama -mamá- que mientras sigas siendo MI lindo Souta-kun, no había problema alguna. -Kagura sonrió y beso mi mejilla, intentabamos evitar los besos en los labios, aunque ni yo sabía porque los evitaba. -Bueno, último día del verano, debo llegar a hacer mi bolso para mañana. ¡Adiós Souta-kun! -Se fue brincando, tan cordialmente como llego. La verdad es una monada de chica...
En el tiempo en que Kagura y yo habíamos estado juntos me había resignado a su caótico amor inmaduro. Y aunque muchas veces quise responderle a su "Souta-kun, Kagura-chan esta enamorada de ti" nunca fuí capaz, algo me retenía y mantenía frío y distante. Aunque solo ocurría cuando ella me decía esas cosas.
Como cada noche, luego de leer un poco, me fuí a la cama, me hacía falta dormir bien, en especial si iba a empezar en el insituto Kimura para chicos al día siguiente.
Por la mañana el uniforme casi pareció divertido, así que ponerselo hacía que todo pareciera nuevo realmente. Hasta mi personalidad.
El teléfono sonó a mis espaldas, y la voz de la peliroja de mi novia me sorprendió, tal vez demasiado temprano...
-¡¡Bueeeeeeeenos días, Souta-kun!
-¿Kagura-san? ¿No es muy temprano?...
-¡¡¡Nunca es demasiado temprano para hablar con mi Souta-kun!!!
Además...Tengo que ver que tal es el instituto Kimura...No quiero que mi novio este rodeado de personas extrañas y que le hagan desentonar...
-Kagura-san...Es un instituto de hombres, no deberías preocuparte. De verdad estaré bi...
-¡¡Nada de eso!!- me interrumpió gritando - Iré con Souta-kun, quiero que esté seguro, no que algo malo le ocurra.
Y es así como luego del desayuno una cabecilla pelirroja me esperaba a la salida de mi casa.
Realmente decía que no importaba... El problema es que era una mentira... Comencé a pensar, ya en el auto de Kagura, ¿qué pensarían de mi si me ven entrando con mi prometida?
-Nee...Souta-kun...
-¿Mm?
-Bueno...Emmm...-Kagura se ruborizo un segundo, pero cuando me miro, lo hizo con cierto enfado- ¡¡No quiero que ningún "hombreriego" se acerqué a ti!! Souta-kun puede ser solo de Kagura-chan ¡¿Vale?!
-¡¡Vale!!- La verdad...Me apresuré a responder, conociendo a Kagura, el que saldría más lastimado iba a ser yo...
Llegando al instituto Kagura decidió simplemente mirarlo de reojo. No pude evitar darme cuenta que cuando la vieron muchas mirados se quedaron pegadas en el pliegue de su faldita tableada. Sin embargo, no dije nada.
-¡Hey chica! ¡¿Qué tal?!- A pesar de que varios chicos se detuvieron, la saludaron e incluso la miraron directamente, ella no se inmuto, ni siquiera se volteo, seguía con su vista pegada en mi, y sus mejillas un poco sonrosadas.
-Ya debo irme Souta-kun... Por favor, llamame cuando llegues a tu casa, ¡para que podamos salir a divertirnos!
-Esta bien, no te preocupes.- Brincó, beso mi mejilla y corrió de vuelta al automovil. La vi alejarse y luego me voltee... Fue ahí cuando el miedo brtó saludando a mi yo interno
<<Hola Souta...Dime ¿Qué te parece? ¡Hey! el chico de allá parece mirarte de una manera extraña ¿Querra pelear? ¿Tal vez el dinero que llevas encima? Hey...¿No haz pensado en la cantidad de chicos homosexuales que están en este instituto? Peor aún...¿Nunca haz pensado lo doloroso que debe ser por detr...?>>
Ok, hasta yo sabía que conversar conmigo era una pesima idea. ¡Mierda! ¿Y si tenía razón? ¿Y si realmente la mayoria de estos chicos eran...Bueno...No exactamente, "correctos"?
¡Ah, mierda! Ya estaba en el lugar, así que solo quedaba seguir con lo acordado...
<<¡¡Paso firme!! Saca pecho, camino recto, con la vista en alto ¡No mires a ese chico a los ojos! Solo sigue caminando guapote...Sigue caminando...>>
Dicho, hecho, llegué intacto al salón de clases, me senté en un lugar hasta el fondo del salón, y pude ver por las ventanas la entrada del insituto, chicos entraban y sus novias se iban brincando.
Una chica en particular llamo mi atención. Alta, de tes blanca, su cabello era rubio, uno más pálido que el de mi cabello, sus ojos de un verde claro que acentuaba su cara, y claro, bastante delgada. Tuve una extraña sensación, de haberla visto antes en algún lugar, pero no estaba para nada seguro.
Me sobresalte cuando una mano un tanto...Emmm...¿Grande? Golpeo mi mesa... O me había metido en un lío sin darme cuenta... O algún chico quizás estaba comenzando a fastidiarse de mi... Presencia...
-Hola chico...-Levanté la vista, era de tez blanca, alto, de cabello castaño, los ojos café. Lo flaqueaban otros dos chicos, uno era moreno y bastante alto, el otro más bajo y con rubio, como yo.- Me llamo Kaname... Itsuki Kaname. Mucho gusto en conocerte.
-Ho...Hola... Kaname-senpai... S-Soy...Emmm... Kouta... Kouta Adachi. - ¿Eh?...
-Kouta-kun...Bueno... Mucho gusto, espero pueda tenerte... Ummm... Un poco más "cerca".
-Itsuki-chan... Deberías dejarle en paz. -Miré hacía el costado y me di cuenta de que otro chico había hecho aparición ¿O acaso llevaba toda la mañana sentado a mi lado?- Nee...Kouta-kun, deberías alejarte un poco de Itsuki, creéme que te convendra bastante.
El chico era delgado, de espalda ancha, los ojos verdes como un bosque en verano, el cabello oscuro como la noche en invierno, la tes blanquesina, y debo aceptarlo... Era el chico más guapo que había visto en mi vida, junto a él, me sentí como una... Chica...
Oh Mierda...
-Yuuki- kun... No seas descortes...- Dijo Itsuki.
-No es descortes, creo que no a todos los chicos del insti les guste ser acosados por un chico debora hombres... Si entiendes a lo que me refiero...
-Hum... Bueno... Kouta-kun... Si necesitas de mi ayuda... Puedes buscarme, aunque tenemos solo esta clase juntos.
Y así sin más se fue...
<<¡¡¿Pero que mierdas fue eso?!!>>
-Tranquilo... Itsuki tiene fama de ser...Emmm... "Hombreriego"... -¿Acaso era el único que no había escuchado esa palabra en su vida?
-Jeje...Claro...
-Me llamo Yuuki Chikanatsu... Dime Yuuki.
-Yuuki-kun... ¿Esta bien?
-Claro... ¿Tu eres Kouta?
-¡¡No!! Lo siento...ME equivoque...Supongo que como es el primer díaejeje...- Le miré, pero no parecía sonreír.- Me llamo Souta Adachi. Llamame Souta.
-Claro...Souta-kun...
Bueno... No sabía si era que estaba un poco afiebrado o no, pero sentía la piel hervir al lado de ese chico... Yuuki-kun...
Me puse a suponer durante el resto del día que tal vez podría aprender más de una cosa en el insti Kimura, pero me asustaba aceptar cuantas cosas despertarían...
Ok, tal vez estaba permitiendome jugar con mi imaginación, y Yuuki-kun era el personaje principal en mi condenada historia...