Quiero ser tu Romeo
UchihaNaru
Mil veces recitare tu nombre, mil beses te besare los labios, hare todo lo necesario hasta que entiendas que Te amo.
¿Odio o amor?–Capitulo17-
Deidara
Después de haber escuchado a Naruto mi rabia crecía a cada minuto, no podía creer que después de todas las cosas que Sasuke tuvo que enfrentar en el poco tiempo que mantuvo a Naruto como su pareja, haya echado todo a perder solo para ir como lame botas detrás de su padre. Fugaku era un buen hombre y no quiero pensar en el hecho de que él tenga algo que ver, pero dado el caso de que en realidad fuese así ¿Tanto poder tiene ese sujeto como para llegar a someter a alguien como Sasuke, quien cree que la vida gira a su alrededor y juega con las personas a su antojo? ¿Ese niño mimado que cree tenerlo todo y que piensa que la vida está hecha según sus reglas? Todo eso es un asco, Naruto no se merecía nada de esto y espero que ese bastardo le tenga una buena explicación referente a sus acciones, por ahora lo único que me queda es esperar y guardarme el secreto hasta que no sepa que le dijo ese Uchiha a Naruto, pero mis nervios me traicionan, estoy muy enojado y sé que no podre evitar gritarle a la cara a Sasuke lo poco hombre que es ¡Ah, quiero tener a ese animal enfrente de mí para estrangularlo con mis propias manos!
-Deidara, deja de caminar como león enjaulado, me mareas –Kyuubi me miraba desde la puerta que daba para la cocina, estaba recargado en el borde y tenía una sonrisa divertida en el rostro, yo solo bufe, no podía creer lo tranquilo que estaba tomando en cuenta lo fácil que se enoja con el mundo este sujeto –Si estas tan enojado ¿Por qué no simplemente vas a la escuela y te encargas de él? –Pregunta razonable. Claramente yo debía de estar en la escuela hace ya unas dos horas, pero le dije a Itachi que no iría hoy, ¿El por qué? Por qué sabía que estando en la escuela lo primero que haría sería ir a la sección donde estaría Sasuke y molerlo a golpes, pero algo me lo impedía, y eso era la promesa que le hice a mi Narucito de no hacer nada a menos que él me lo pidiera, algo que claramente no haría.
-¿Y qué hay de ti? Me sorprende que estés aquí y no al asecho de tu presa – Kyuubi se masajeo las sienes, estaba claro que él también estaba en su límite y lo compadezco, el pobre es de carácter rudo y no defender a su hermanito de un patán como Sasuke lo estaba matando por dentro, pero al igual que yo, estaba atado por la misma promesa.
-Ninguno de los dos podemos hacer nada a menos que Naruto no los pida, y aunque en verdad quiero matar a ese sujeto espero que nuestro Ototo nunca nos pida ayuda –Lo mire confundido ¿Acaso que no sería mejor ese resultado a que Naruto no nos pida ayuda porque no quiere que le hagamos daño a Sasuke o porque lo perdono? - Quiero que demuestre que a pesar de todo el puede sobrellevar las cosas y que ya no nos necesita para defenderse –Kyuubi me miro con una sonrisa, lo que había dicho era no más que la verdad, yo igual quería ver a Naruto madurar y ver esa fortaleza que nosotros siempre evitamos que saliera por estarlo protegiendo, después de todo el tenía 16 años y ya era tiempo de dejarlo crecer.
Shikamaru.
Mi mano experimentaba una sensación acalorada, mi cuerpo se mantenía lleno de adrenalina resultado de la pelea y mi cara dejaba ver el enojo justificado ante su insultante presencia frente a mí, mi respiración aun estaba descontrolada y ver a mi alrededor me hizo ver que posiblemente me había pasado de la raya, el salón se encontraba en un estado deplorable, contando el escritorio del profesor hasta los estantes traseros, todo era un desorden gracias a que mi furia pateo a mi lado razonable y como resultado dio una pequeña pelea contra Uchiha Sasuke.
-A la enfermería, ahora -El director entro al salón, miro el desastre y las palabras antes dichas las dijo una vez que estuvo al lado mío, al principio no comprendí el porqué tendríamos que ir a la enfermería pero luego mire al idiota ese, su nariz sangraba, su labio igual, creo que le rompí la muñeca cuando lo tire contra el escritorio y tenía el ojo morado, mirarlo me hizo sonreír, pero al curvar mis labios una sensación de pequeño dolor me invadió y me di cuenta que yo no estaba mejor que él, mi ceja sangraba, mi labio también estaba roto y me mejilla ardía, el muy maldito posiblemente me lastimo parte de la pierna izquierda cuando me aventó contra los asientos pues sentí que al pasar mi peso a esta no podía mantenerme en pie, tal vez si, tal vez teníamos que ir a la enfermería después de todo.
Con ayuda de algunos de nuestros compañeros, los dos fuimos llevados a la enfermería, Tsunade al reconocerme se espanto al ver nuestro estado, yo solo le pedí que si querían ponerme en la camilla lateral de donde podrían a Sasuke pusieran las cortinas para no tener que mirarle su horrible cara, así lo hicieron, por lo menos podía imaginarme que él no estaba del otro lado y así calmar mis instintos asesinos.
-Tienes suerte Shikamaru, sin contar las heridas en la cara no sufriste daños graves en la pierna, solo son golpes artificiales, estarás mejor si descansas, regreso en unos minutos –Tsunade me miro con una sonrisa una vez que termino de examinarme, hizo que tomara un algodón con alcohol para limpiarme la sangre ya seca, yo solo resople cuando la mire salir y cuando me di cuenta que estaba solo, bueno, casi solo, me vi en la tarea de recostarme y descansar, claro, así hubiera sido si no fuera por el estrepitoso sonido que provoco la puerta al ser abierta repentinamente.
-¡Shikamaru! ¿¡Estas bien?! ¡¿No te lastimaste gravemente-ttebayo?! – Era Naruto, su preocupación era descomunal y sus ojos lo demostraban con claridad, esa expresión de miedo provocado por mi estado me hizo sonreír, acaricie su mejilla y dije en un susurro que sí, que estaba perfectamente bien, Naruto suspiro lleno de alivio.
-¡Ah! ¡Joder! ¿¡Y eso por qué fue?! – Naruto aun mantenía el puño alzado, me había pegado de lleno en el hombro y ahora yo me lo sostenía mientras me sobaba delicadamente, Naruto tenía una expresión muy diferente a la anterior, estaba furioso, odio su bipolaridad.
-¡¿Acaso estas mal de la cabeza?! ¡¿Cómo se te ocurre pelear de esa manera?! ¡Pudiste haberte roto algo! –Yo solo vire los ojos –No me ignores y ponme atención, dame una buena razón por la cual no deba ser yo el que te golpee ahora-ttebayo – Yo solo mire para otro lado, rehusándome a contestar eso, el rubio frente a mi suspiro con desgano y repentinamente me abrazo con fuerza, yo me sorprendí ante esa acción pero no pude evitar sonreír y corresponder con fuerza ese lindo gesto –Los chicos de tu salón me dijeron que discutiste con él, se gritaron y de un momento a otro se agarraron a golpes, ¿Qué fue lo que te dijo? –Acaricie su cabello como una costumbre, como una acción para calmarlo y para calmar mi creciente enojo ante el recuerdo de la pelea contra el azabache.
-Al principio quiso explicarme, le dije que yo no era la persona que necesitaba una explicación, trate de ignorarlo y al final me lo dijo todo y… el idiota me pidió ayuda para convencerte – Podía sentir una mirada en mi espalda, Sasuke nos estaba espiando, en mi interior realmente deseaba que se estuviera muriendo de celos, por otro lado Naruto se separo de mi y busco entre las cosas de Tsunade desinfectante y algunos parches y de más, se acerco a mí y comenzó a curarme las heridas del rostro.
-Como se lo dije a mis hermanos, prométeme que no volverás a pegarle -¿Está hablando en serio? ¿Después de todo lo que él le ha hecho aun me pide esto? El tipo es un patán, lo menos que se merece es que lo golpeen –Las cosas entre él y yo podrán empeorar o mejorar según sus acciones de ahora en adelante, no lo odio pero tampoco sé si aun lo amo, es un cobarde y pone su propia felicidad por debajo de su padre, le tiene miedo y eso es tan… estúpido, a puesto que ni siquiera ha intentado decirle lo que realmente quiere, y por lo que me contaba Itachi, dudo que Fugaku-san sea de esos padres que le hacen la vida imposible a sus hijos sin pensar en las consecuencias - Ahora que lo recuerdo, Itachi nos contaba todo el tiempo sobre la buena relación que comenzó a tener con su padre una vez que le confesó que andaba con Deidara, Fugaku lo tomo para bien y eso no los presumía Itachi, él nos contaba sobre lo bien que era tratado Deidara por Fugaku y que él quería conocer al pequeño hermano que tanto le restregaba Dei, incluso recuerdo que Itachi nos confesó que su padre no sabía que Sasuke gustaba de los chicos tanto como de chicas y que una vez dijo que si no fuera porque a Sasuke le gustaban las chicas, según los pocos conocimientos que tenía sobre su hijo, estaría encantado de que Naruto fuera su segundo yerno, a estas alturas apuesto que aun estaría encantado, pero el muy idiota de Sasuke no se atrevía a hablar –Como sea, de eso que se preocupe el Uchiha, por ahora me gustaría saber si tu pierna aun te duele -Naruto me había recostado en la camilla y masajeaba mi pierna lesionada, a pesar de mis leves quejidos no podía dejar de admitir que se sentía realmente bien, ya no me dolía tanto como en el principio y agradecí a este niño por eso -Supongo que necesitas descansar, te veo después de clases – Naruto estaba a punto de irse, mire de reojo y me di cuenta que Sasuke observaba entre las cortinas, con una sonrisa me incorpore y jale del brazo al rubio que se hacía llamar mi amigo y lo acerque a mí, el movimiento repentino hizo que él se sonrojara y no lo dude, le di un beso duradero y tierno cerca de los labios, justo como los que le daba antes de que estuviera con Sasuke y lo deje ir.
-Iré a tu casa esta tarde, espero que prepares algo rico de comer – Naruto salió de su ensoñación, al parecer se quedo embobado una vez que lo bese y eso me dio risa, el chico me miro con una sonrisa y un lindo sonrojo para después asentirme con la cabeza y salir de la enfermería totalmente alegre, con satisfacción en mi rostro me deje caer de lleno otra vez en la camilla para cerrar los ojos y descansar, por otro lado, me preguntaba cómo se sentiría Uchiha después de todo lo que había pasado.
Sasuke.
Lo había echado a perder, estaba consciente de eso. Estaba mandado todo por la borda solo para conseguir un poco de atención por parte de mi padre, estaba renegando al amor de mi vida solo para que mi jefe se sintiera orgulloso, estaba condenándome a una vida llena de porquería solo por querer tener unos minutos de cariño familiar.
Yo no tenía la intención de mantener a Naruto como mi amante, por supuesto que no, pero mientras mi padre estuviera aquí tenía que fingir que algo pasaba entre la chica peli rosa y yo, pero no quería que eso fuera un obstáculo para estar con mi rubio, gran error.
Naruto no es un objeto, no es una pieza más, fui un estúpido al no comprender que mi niño era especial y que nunca podría manipularlo, porque a pesar de que me ama no era tonto, y con todo lo que estaba pasando, me lo estaba demostrando. Hace unos momentos vi escenas que en mi maldita vida hubiese deseado experimentar, Shikamaru no me tenía compasión, todo ese teatro, esos toques, maldición, los celos me mataban, pero ¿Qué iba hacer? Todo lo había provocado yo. Era normal que Naruto sintiera esa enorme preocupación por su amigo, pero escuchar esa voz preguntando por el bienestar de Shikamaru y no por la mía, era doloroso. Verlos abrazarse, sabiendo que si no fuera por mi estupidez, yo podría ser el que abrazaba a aquel ser angelical, era terrible. Verlos besarse inocentemente, sabiendo que yo en ese momento pude ser el que lo besara de esa manera, era el fin de mi mundo. Todo, todo estaba mal, definitivamente todo… estaba mal.
Suspire, y lleve mis manos a mi cara, cerré con fuerza mis parpados y me hundí en mi mundo, tratando de esa manera poder retener unas cuantas lagrimas. Sentía que iba a morir en cualquier momento, necesitaba a Naruto, necesitaba a MI Naruto.
Naruto.
No creí que Sasuke llegara tan lejos como para pedirle ayuda a Shikamaru, es un maldito cínico. Me pregunto si realmente tendrá miedo o si será por orgullo o por otras razones, pues si una cosa sé de Sasuke es que nunca se dejaría manipular por alguien a menos que con ello estuviese beneficiado, además si fuera por miedo ¿Por qué me buscaría? Se está arriesgando a que su padre se entere y a que a Sakura le de un infarto, aunque eso sería muy bueno.
-Todo esto es tan confuso –Camine sin grandes ánimos hasta mi casillero, lo abrí y me quede mirando la puertecilla, prometí deshacerme de todo lo que me recordara a Sasuke, pero no pude, ahí, pegado a mi casillero, la foto de Sasuke se dejaba ver al lado de la de mi familia y otra más en donde estaba con Shikamaru, no pude evitar quedarme embobado con aquella imagen -¿Por qué no puedo odiarte? –Mi voz se quebró y con enojo azote la puertecilla para después pegar mi espalda con rudeza al conjunto de casilleros para así deslizarme hasta quedar sentado en el suelo, mi cabeza se escondía entre mis piernas, las cuales eran abrazadas por mis brazos, y para mi buena suerte, nadie transitaba a esas horas los pasillos escolares, todos estaban en clases, al estar consciente de que estaba solo, me permití llorar en silencio, aunque yo ya me había prometido no hacerlo más, por lo menos por él, sin embargo, ya no pude evitarlo.
¿Qué puedo hacer? Una parte de mi me dice que le pague a Sasuke con la misma moneda, que juegue con él y lo deseche sin compasión, pero entonces ¿No estaré jugando con mis sentimientos también? ¡Claro que sí! Aunque no lo quiera admitir, Sasuke fue el primer chico que me hizo sentir en las nubes. El día en que me enamore de él aun lo alberga mi corazón y se rehúsa a tirarlo, de solo pensar en el maldito mi palpitar se aceleraba y eso aumento mi llanto, era débil.
-Aun lo recuerdo con claridad, fue amor a primera vista- Pronuncie mientras dejaba que mis ojos miraran al frente, en donde no había nada, pero aun así no importo, dentro de mi cabeza el recuerdo de ese día no se hizo esperar, recuerdo con claridad esa voz gruesa que me hizo estremecer, mis mejillas se sonrojaron de solo escucharlo y como curioso que era asome mis ojos para observar al tipo a quien le pertenecía tan hermosa voz, y lo vi. -Que el sueño descanse en tus dulces ojos y la paz en tu alma. Ojalá fuera yo el sueño, ojalá fuera yo la paz en que se duerme tu belleza. De aquí voy a la celda donde mora mi piadoso confesor, para pedirle ayuda y consejo en este trance.- Esas mismas palabras fueron las que él pronuncio, aun no puedo creer que ese cobarde mal nacido sea capaz de recitar a Shakespeare de una manera que mis sentidos no pueden asimilar, escucharlo pero sobre todo observarlo, hacían que mi cordura se fuera al carajo, Sasuke era… -Era… el hombre de mi vida-Una sonrisa nostálgica se dibujo en mi rostro, tal vez seguía amándolo, pero perdonarlo solo por mi interno pero soportable dolor no era la mejor obsesión, si quería algo conmigo, que lo demostrara, si me amaba, que lo gritara, si no me daba a conocer como lo que era, como su novio, que se fuera al diablo, pero eso sí, yo no me iba a quedar con los brazos cruzados, tal vez no jugaría con él, pero sí que me iba a divertir…
Continuara…