Quiero ser tu Romeo
UchihaNaru
Mil veces recitare tu nombre, mil beses te besare los labios, hare todo lo necesario hasta que entiendas que Te amo.
Tú y yo –Capitulo20-
Sakí
Quisiera comprender como es que este sujeto y yo somos familia, se supone que somos primos hermanos y hasta ahora no he visto la prueba de ello ¡Le dije que se quedara quieto y no comenzara con sus cosas raras! Menos si yo estaba cerca… ¡Pero no! No lleva ni dos minutos dentro de esta escuela y ya está acosando a medio mundo ¡Y lo peor es que es a Naruto! Este chico no tiene remedio, no conoce lo que es la discreción ni lo que significa la primera impresión.
-¿Acaso tengo que ponerte una correa? – Llegue a su lado, tanto Sasuke como Naruto me miraban con cara de ¿Acaso conoces a este loco? Y por desgracia no solo lo conocía, era mi familia, pero en fin, al escuchar mi voz, mi querido primo me miro con burla, yo solo me quede con mi usual seriedad –Sabes que hablo en serio y lo hare –Solo eso basto para que se pusiera detrás de mí, yo solo suspire con cansancio, tenía que dejarle en claro algunas cosas a este chico si no quiero volverme loca ante sus ocurrencias –Naruto, Sasuke, el es Jost, mi primo… desgraciadamente –Lo ultimo lo dije en un susurro por obvias razones, Naruto suavizo sus facciones al saber que este chico era mi familia pero Sasuke no, era de imaginarse, a pesar de que los rumores sobre el rompimiento de estos dos ya era una verdad ante mis ojos era claro que Sasuke no estaba dispuesto a aceptar las cosas así porque si, así que era completamente normal que viera a Jost como una amenaza.
-Así que te llamas Naruto, bonito nombre, digno de una lindura como tu –Bufé con enojo, y mire a Naruto y sorprendentemente capte un sonrojo en sus mejillas ¿Acaso era solo mi imaginación? Esperaba que sí, jale del cabello a mi primo, era mejor irme antes de que este idiota empeore las cosas entre esos dos, además no quería que Sasuke me odiara a causa de este inepto -Me lastimas, me lastimas, me lastimas –Como si me importara, ahora lo único que me interesaba era llevarlo con el profesor e irme corriendo al salón, quería saborear algunos minutos sin su presencia revoloteando a mi alrededor.
Sasuke.
-Es un chico curioso -¿Qué? –Etto… Gracias por la flor Sasuke, nos vemos luego –Esto debe ser una broma de mal gusto, tendré que hablar con Sakí seriamente respecto a ese cretino, Naruto se había quedado embobado con él y eso no me gusto para nada, además ¿Qué quiso decir con que es un chico curioso? Me hierve la sangre… Y por andar con mis rabietas ya no pude despedirme de una manera decente de aquel rubio lindo, cuando me di cuenta ya estaba solo ¡Que idiota soy!
Bueno, dejando ya eso de lado (De todas formas no es como si pudiera regresar el tiempo para prever la llegada del chulo ese) camine hasta mi sección en donde al entrar ignore a toda persona conocida o desconocida, incluyendo a las locas de mi club de fans, camine con tranquilidad a mi lugar y una vez que me senté estrelle mi cabeza contra la tabla, en ese momento no me importaba si alguien me veía y me tachaba de loco, yo solo podía pensar en Naruto.
-Un café en Bijus’S $50 pesos, un pastel de moras $150 pesos, tu cara en este momento no tiene precio –Bonita broma se ha buscado.
-Calla, no pude dormir y no estoy de humor –Esa fue mi simple explicación mientras alzaba mi mirada para cruzarme con sus ojos, Sakí estaba parada a mi lado con los brazos cruzados mientras me sonreía con burla, yo solo suspire con cansancio.
-En realidad me refería a tu carita diaria, esa sí que no tiene compostura, tuviste la mala suerte de nacer con ella –Y yo que pensaba que venía a alegrarme el día.
-Oye, ya que estas aquí, podrías explicarme ¿Qué pretende tu primo? –Ese era un tema que me interesaba mucho, y al parecer Sakí ya se esperaba que le preguntara al respecto, se sentó en el asiento continuo, el cual por obvias razones era el suyo, y me miro con fastidio.
-¿Conoces las empresas GameShot? –Como no conocerla, los videojuegos que creaban eran asombrosos, recuerdo que desde que era un niño veía sus promociones y publicidades por todas partes –Pues, el padre de Jost es el gran dueño de esa cosa –Era una broma ¿no? – Como pudiste notar, mi primo es un idiota, se cree la gran cosa porque, bueno… lo es, es un pervertido, no conoce lo que es discreción ni la vergüenza, como es el heredero tiene que caer en cuenta que no es un chico normal y comenzar a tomar en serio sus responsabilidades y lo que consiste estar en su posición, así que la única solución de mis queridos tíos encontraron fue aventarme el costal a mí –En pocas palabras a la pobre de Sakí le toca sufrir las tonterías de su querido primito, la cosa es que a mí ni siquiera me importaría ¡Si no fuera por que anda detrás de Naruto!
-¿Tú crees que estará detrás de Naruto? – Ella solo se encogió de hombros, frustrado como estaba estampe de nuevo mi cabeza sobre mi lugar, pude escuchar claramente una pequeña risa y no fue necesario voltear para saber de quién era, después de todo ya sabía quién era la persona a mi lado.
-Uchiha, tengo curiosidad y ya que estamos en confianza… ¿En verdad tu y Naruto terminaron? –Ya se había tardado en preguntar, Sakí ciertamente no tenía mucha amistad con Naruto pero si la suficiente como para tener un tanto de confianza y cariño, el problema aquí era que ella al ser mayor que ese niño encantador el tiempo que pasaban juntos era escaso, tenía entendido que algunas veces se sentaban juntos y eso porque Ivette si era una amiga más intima de Naruto, además de que trabajaban juntos en la cafetería Bijus’S, sin embargo a pesar de ser amiga de Naruto en los últimas semanas ella y yo habíamos comenzando a conocernos más a fondo y podría decir que Sakí es una de las pocas chicas que considero mi amiga, una molesta y confianzuda pero linda amiga, así que no me incomodaba que me hiciera estas preguntas además de que ella sabía que yo con toda confianza le diría lo que pasaba, solo esperaba que no pasara lo mismo que con Shikamaru que casi nos matamos el día de ayer.
-¿Los chismes corren rápido, no? –Ella simplemente me dio la razón –Fui un idiota, un completo cretino y Naruto solo me lo hizo ver, ¡Ni siquiera sé que pretendía! Ahora que lo pienso no sé como rayos iba ayudar a mis padres con ese plan tan absurdo, pero en mi cabeza era un plan perfecto… -La historia ya contada se la resumí a la pelinegra que desde el principio me puso completa atención, como a la mitad Sakí claramente me miraba con reprobación, era obvio que quería volarme la cabeza de un tiro, incluso yo pretendía hacerlo si no arreglaba las cosas con Naruto lo más pronto posible, pero en ningún momento me interrumpió, supongo que con la esperanza de que en todo este relato hubiese algo positivo, al final no hizo más que suspirar y con esos ojos negros se me quedo mirando en silencio.
-Trato de encontrar las palabras correctas pero lo único que se me viene a la mente es… Que eres un idiota –Palabras comprobadas por las personas que me rodean, creo que debo de acostumbrarme a que comiencen a llamarme así, después de todo eso era lo que era –Y solo porque eres mi idiota amigo te ayudare -¿Ah? –Mira, no conozco mucho sobre los gustos de Naruto, pero tengo una personita que lo conoce de pies a cabeza, además de un experto en romanticismo como mejor amigo, bueno en realidad no sabe nada de eso pero su ayuda no nos vendría mal –En su mente podía imaginarme que había comenzado a unir líneas de una idea a otra para así formar un plan increíble, por lo menos a sus ojos, de todas formas, sea o no perfecto su ayuda me vendría bien.
-Pensé que tu filosofía de no hablar con idiotas era intachable – Shikamaru… ¿Por qué no me sorprende ese deje de molestia en su voz? Él se sentaba a mi lado derecho y cuando lo mire de reojo supe que se dirigía a Sakí, en pocas palabras el idiota era yo, y como había dicho antes, debo comenzar a acostumbrarme a ese sobrenombre.
-Querido, si esa filosofía la llevara a cabo al pie de la letra tampoco te hablaría a ti, idiotas hay muchas, pero pocos quienes lo reconocen –Shikamaru solo gruño, Sakí podía regresar cualquier comentario viniese de quien viniese, eso era lo que me gustaba de ella, para todo tenía un contra, era divertido, pero ese momento no era para estar analizando su personalidad, lo que me importaba era saber cómo rayos le iba a hacer para conquistar de nuevo a mi rubiecito de ojos encantadores.
-Buenos días jóvenes –El profesor Ibiki, uno de los mejores pero definitivamente no uno de los favoritos, su carácter estricto y su tediosa clase de informática eran una combinación que no solo te provocaba arrancar los cabellos si no también tirarte desde un tercer piso por la ventana –Tengo un anuncio, pero antes quisiera pedirles a los integrantes del club de teatro que se retiren, su profesor los espera en el aula de música para darles algunas indicaciones –Sakí, Shikamaru, Temari y Sakura se levantaron de sus asientos y salieron del salón –Los demás, saquen su libro y estudien la página 45, los profesores tenemos una junta y cuando regrese les hare un examen de 30 preguntas, a trabajar – Todos se quejaron al instante, claramente el sensei hizo oídos sordos y salió de ahí tan rápido como pudo, fue ahí donde caí en cuenta que si no había presentado al primo de Sakí significaba que no estaría en nuestro salón si no en el salón B, al parecer Kami-sama comienza a estar de mi lado –Por cierto, ¿El presidente de la clase? – Me pare al instante, Ibiki había regresado –Te encargo las preguntas y te pido que la carpeta que está en el escritorio la lleves al salón de música en cuanto tus compañeros regresen– Púdrase…
Naruto.
El equipo de teatro fue llamado, Sakí, Temari, Ino, Ivette, Sakura, Kiba, Deidara, Itachi y por supuesto, yo. Las preguntas sobre los papeles para la obra de teatro eran lanzadas a Deidara, pero este se rehusaba a decir hasta saber por qué rayos aun no habían publicado los resultados en la pizarra escolar como lo había solicitado, pronto el silencio se hizo presente cuando el profesor de artes, Ebisu-sensei, hizo acto de presencia.
-Bueno chicos, tengo malas noticias, en especial para ti Dei-kun – Todos lo miramos con algo de confusión –El director a suspendido todas las actividades recreativas hasta el regreso a clase, el salón de teatro será usado como bodega, la sala de música, informática y de arte, al igual que el de baile serán reconstruidos, el teatro será demolido y reconstruido para nuestra comodidad, les pido paciencia chicos, y Deidara, el director te manda una disculpa enorme –Genial, Romeo y Julieta es mi obra de teatro favorita, a estas alturas el que no lo sepa no es mi amigo… Deidara se tomo la molestia de redactarlo con leguaje actual y demás cosas, le había quedado estupendo y ahora ¡No la podremos hacer! Esto es injusto, verdaderamente injusto ¡Además iba a ser la primera obra en la que Shika y yo seriamos los papeles principales! Esto es todo un caos. Estaba enojado y claramente no era el único, ¡Sakí, Itachi, pero sobre todo Deidara estaban haciendo rabietas y dándole pleito al profesor!
-¡No nos pueden hacer esto! - - ¡Deidara se esforzó demasiado! - ¡Si no hace algo para que se haga esta obra juro que le hare la vida imposible! – Las intenciones de Sakí eran las más sinceras, pronto todos nos unimos a ellos peleando nuestro derecho a hacer la obra que a todos nos tenía emocionados, Ebisu se vio atrapado, sin escapatoria, lo estábamos atosigando.
-¡Basta, basta! ¡Lo siento chicos pero no puedo hacer nada! ¡Las cosas ya están hechas y tendrán que acoplarse a ello! –Ni una palabra más ni nada, el profesor salió y todos nos quedamos en el salón de música totalmente molestos y frustrados, todo era un caos y ahora ya no podíamos hacer nada.
Los chicos del club de teatro se miraron unos a otros sin saber qué hacer, solo podían regresar a clases, poco a poco los alumnos fueron desalojando el salón de música hasta que solo quedó Naruto, el no quería regresar al salón, más bien, quería saltarse las clases restantes a pesar de que ni siquiera había terminado la de la primera hora, pero bueno, tenía sus razones, quería despejar la mente.
Metió sus manos en los bolsillos delanteros de su pantalón, odiaba el uniforme de esa escuela, era tedioso tener que usarlo todos los días, el azul marino no era su color, por lo menos agradecía que la camisa fuera blanca, en fin, esas cosas eran detalles mínimos en ese momento, el solo quería ir a la azotea y perder el tiempo, estaba a punto de retirarse cuando sus ojos miraron el piano.
-Una tocada no me haría mal ¿O sí? – Naruto estaba consciente que ese día el salón de música sería cerrado hasta nuevo aviso, más sin embargo no sabía a qué hora, por lo mismo decidió que tocar una canción no estaría mal, así que con paso decidido se sentó frente al piano y deslizo sus dedos por las teclas, una sonrisa tierna se dibujo en sus facciones y sus ojos se cerraron automáticamente, (http://www.youtube.com/watch?v=0VKT2BlJbWk&feature=related) una melodía simple comenzó a escucharse a su alrededor, las notas de “La catorceava melodía”* le trajeron paz interna, y a pesar de que sus intenciones eran, más que nada, no pensar en Sasuke, la imagen de ese chico llego casi al instante a su cabeza, después de todo era inevitable, el Uchiha había sido el primero que le hizo sentir “cositas” y ahora que quería “reconquistarlo” esas sensaciones que se habían perdido ante sus confusiones sobre si aun podría sentir lo mismo por él estaban volviendo a renacer como si de nuevo estuviese enamorándose por primera vez, de solo pensar aquello le daba un poco de risa pero no era más que la verdad, aquella mañana cuando vio a Sasuke correr hacía él, mirar ese pequeño detalle cuando le tendió la rosa y poder captar claramente aquellas ganas de demostrar el amor que le tenía, hacía que mariposas revolotearan en su estomago y que sus mejillas dejaran ver un color carmesí que demostraba sus sentimientos, no quería admitirlo, por lo menos no aun, pero definitivamente el amor que sentía por Sasuke era tan grande que a pesar de lo que había pasado nunca había podido dejar de sentir esas cosas por él y ahora que ese pelinegro estaba reconquistándolo tenía unas ganas horribles de gritarle que no era necesario, porque más enamorado no podía estar, sin embargo quería saber hasta dónde, hasta que punto pelearía por él, pero si de algo estaba seguro es que definitivamente iba a regresar a su lado.
La música siguió, en ningún momento sus pensamientos fueron un obstáculo para seguir con aquella melodía que siempre le había encantado, una canción de cuna algo peculiar pero ciertamente hermosa, Naruto se imaginaba los momentos que más disfruto al lado de ese ojinegro que tanto le gustaba y estaba tan sumergido en su mundo que nunca capto una segunda presencia en aquella habitación, esa persona guardaba silencio, estaba recargado contra el marco de la puerta con sus brazos cruzados y sus ojos cerrados disfrutando aquellas notas que le invadían el interior y le sacaban una pequeña pero sincera sonrisa.
Todos conocíamos a ese chico que se había tomado el descaro de escuchar aquella melodía tocada por el propio Naruto, su cabello era negro con un deje de azul, sus ojos eran negros pero tenían una profundidad interminable, su piel era como la nieve y era todo un galán reconocido, todas y todos querían tener una posibilidad con él, pero él deseaba tener una posibilidad con una sola persona, y esa persona era Naruto, también todos conocemos aquella personalidad egocéntrica y egoísta, aquel carácter malhumorado y sin gracia, sin embargo ¿Cómo es que es que Naruto, con tan solo actos tan simples, era capaz de sacarle una sonrisa y patear aquella faceta fría de aquel sujeto que se destacaba por ello? Había una sola razón, y esa razón es que ese chico era su razón de vida, Naruto significaba su felicidad, su mundo, su todo y por esas cosas era que no estaba dispuesto a dejarlo ir.
Sabía que sus errores le habían costado caro y que faltaban cuentas por pagar, sabía que Naruto le había pedido razones por las cuales tenía que perdonarlo, pero él no le daría razones, le daría una simple y sencilla razón, y era el hecho de que lo amaba, lo amaba con todo lo que tenía y no solo eso, amaba sus ojos, su boca, su piel suave y su inocencia incomparable, amaba el hecho de que sus defectos lo hacían perfecto ante sus ojos y amaba el cómo podía hacerlo cambiar con solo estar a su lado, con solo respirar el mismo aire que él; cierto, había cometido una estupidez, pero estaba dispuesto a arreglar las cosas, porque él no quería estar sin Naruto, no quería tener que odiarse toda la vida por perder a la única persona que lo podía hacer sonreír, por esas cosas y más es que no estaba dispuesto a dejarse vencer, si era necesario se pondría a mitad de la calle y gritaría que lo amaba, decirle a todos que estaba locamente enamorado de él, Sasuke haría lo que fuera con tal de que Naruto entendiera que lo amaba y que estaba dispuesto a dar incluso su vida con tal de hacerlo feliz, porque si él no era feliz el no podía estar en paz, porque si Naruto no estaba bien, él no lo podría estar, como ya había dicho Naruto era su todo y definitivamente iba a regresar con él y así demostrarle que lo amaría para toda la eternidad.
Las últimas notas fueron tocadas y al finalizar la canción los dos pares de ojos se abrieron al mismo tiempo, unos mirando hacía la ventana que tenía en frente y los otros mirando al pianista que aun no se daba cuenta de que estaba ahí, Sasuke siguió sonriendo y con sumo silencio dejo una carpeta llena de documentos en el escritorio del maestro y salió de la misma manera que entro, quedando totalmente imperceptible por Naruto quien aún seguía pensando en él.
-Me volveré loco de amor – La risilla no se hizo esperar, Naruto no pudo evitar dejar salir esas palabras de sus labios, pero era cierto, Sasuke lo había enamorado hasta un punto en el que todo el día no podía evitar pensar en él, por las mañanas su mente estaba imaginándoselo a su lado, por las tardes no podía dejar de mirar la ventana implorando que apareciera por ahí, por las noches miraba la oscuridad de la noche que tanto le recordaban a esos ojos tan profundos y por último, hasta en sus sueños Sasuke se había conseguido boleto de entrada, era gracioso, pero era cierto, Naruto se paró de aquel lugar y aun con una sonrisa algo boba salió del salón de música, su idea de ir a perder el tiempo a la azotea seguía en pie, así que se dirigió a esta.
Quería dormir, para soñar con él.
Continuara…