Quiero ser tu Romeo
UchihaNaru
Mil veces recitare tu nombre, mil beses te besare los labios, hare todo lo necesario hasta que entiendas que Te amo.
¡Yo quiero ese papel! –Capitulo22-
Sakí.
Como habíamos quedado, al finalizar la escuela nos dirigimos directo a la cafetería Bijus’S, Sasuke andaba distraído, típico de un chico enamorado, pero en fin, ahora lo importante es buscar la manera de juntarlo con su amorcito, Bryan estaba ocupado en este momento así que solo nos sentamos en la mesa más cercana a la caja registradora, Shikamaru seguía hablándome de algo pero no le ponía atención, me concentraba más en ver como Ivette se le quedaba viendo a Sasuke con cara rara, medio asustada por la expresión de bobo enamorado que tenía.
-Listo, es el turno de mi hermano así que ya podemos irnos- Bryan se había puesto a mi lado de un momento a otro, él como siempre me revolvió los cabellos y yo me reí, en ese momento pude sentir la mirada de sorpresa de Sasuke y de Shikamaru sobre mí, mirándome como una cosa rara, son unos tontos. Ya sé que casi no me rió con ellos pero, ¡pero no es para tanto!
-Que no les sorprenda, Bryan es su mejor amigo, casi su hermano perdido, es el único ser humano existente que puede hacerla reír más de dos veces en el día –Ivette me miro con una sonrisa burlo, yo solo voltee mi cara a otro lado chasqueando los dientes y Bryan se rió, Sasuke y Shikamaru no iban a creerlo hasta mirarlo con sus propios ojos, pero en fin, ahora lo importante, hablar sobre Naruto.
-Ne, ustedes dos, les presento a Bryan formalmente y, nichan, estos dos son Shikamaru, y Sasuke, el tipo a quien ayudaremos con Naru-chan- Bryan analizo al azabache, se sentó en la silla sobrante, a mi lado izquierdo, a juzgar por los mensajes que estuvimos enviándonos cuando yo estaba en la escuela él quería darle unos consejos a Sasuke, pero como siempre, mi querido amigo no sabía ni cómo empezar –Sasuke, se supone que esto lo hacemos para darte una idea de cómo puedes conquistar de nuevo a Naruto, pero al final todo estará en tus manos así que no metas la pata y presta atención –El Uchiha se puso serio, claramente estaba dispuesto a hacer lo que fuera para re conquistar al rubio de ojos azules, mire a Bryan con decisión y él solo asintió, la mirada negra paso de mi a mi amigo aun con toda la seriedad.
-Naruto es una persona sencilla, de buenos sentimientos, pero sobre todo ¡Es-un-chico! No puedes tratar a Naruto de la misma manera con la que tratas a una mujer, claro, no te digo que no debes de ser detallista, las flores, peluches y chocolates ciertamente no están de más, pero no por eso esa es la manera correcta de reconquistarlo, hasta uno llega a fastidiarse de esas cosas- Shikamaru se apresuro a decir que estaba totalmente de acuerdo, y claramente yo igual apoyaba a Bryan, y ya para que mencionar a Ivette, ella igual estaba más que de acuerdo con eso –No debería ser difícil de comprender, eres un hombre, él también lo es, tampoco te digo que le regales una motocicleta o algo carísimo como normalmente desean los chicos, tampoco hay que exagerar, pero podrías llevarlo a comer, y no, no aun restaurant carísimo en donde sirven comida con nombres raros, yo me refiero a que lo lleves a comer hamburguesa, pizza, tacos, yo que sé, mi última cita con Oscar fue en una pizzería y fue para mí totalmente romántica, claro que salí de ese lugar lleno de salsa de tomate pero al final fue romántico –En ese momento yo sonreí, cómo no recordar esa cita, la vez que me lo conto me morí de risa al enterarme de aquella pequeña pelea que tuvieron con la salsa de tomate y como el gerente los corrió, Oscar era un peligro para la sociedad (Hechos no reales, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia) –Sasuke, puedes invitar a Naruto al parque, a montar en bici, puedes llevarlo a escalar, todo lo que te gustaría hacer pero que quisieras compartir con esa persona especial, no estaría mal que llevaras a Naruto a hacer algo extremo o compartir algo que les guste a los dos –Más claro ya no podía ser, Sasuke tenía todas las armas, solo tenía que utilizarlas.
El resto del día, seguimos hablando con el Uchiha, pronto no solo Bryan, sino también Ivette, Shikamaru y yo comenzamos a decirle cosas que debería tomar en cuenta, cosas como: Su comida favorita, su deporte favorito, lo que más le gustaba hacer, su cita ideal, sus sueños, sus metas y ese tipo de cosas que podía usar a su favor. Después de haber informado a Sasuke con todo lo que nosotros sabíamos, ahora solo podía desearle suerte a Uchiha Sasuke para conseguir de nuevo a Uzumaki Naruto.
Naruto.
Hoy es… ¿Un bonito día? Bueno, tal vez al principio sí que era un bonito día ¿Ahora? Ya no lo era tanto, Deidara e Itachi habían decidido pasar un día conmigo, lo cual me pareció lindo, pero… ¡Nunca creímos que al ir al parque de diversiones sería el peor error de nuestra vida! ¡¿Por qué justo el día en que compartiré un genialoso momento con mi hermano y mi cuñado tiene que haber una promoción en la cual los niños menores de 10 años entraran gratis?!
Amo a los niños, realmente me parecer adorables, ¡PERO ESTOS NO SON ANGELITOS! ¡Son solo mocosos hiperactivos con una sobre dosis de azuzar en su pequeño cuerpecito! Y claro, tal vez eso no era lo que más me molestaba, lo que realmente me incomodaba de toda esta situación era que… ¡No podías caminar por tener miedo de caer sobre uno de estos mocosos y matarlos de asfixia! Y no, no he terminado, para colmo de todo esto ¡ME PERDI!
Si, Uzumaki Naruto, un niño de 16 años próximo a cumplir los 17 se perdió en un parque de diversiones ¡Pero no fue mi culpa ni un descuido mío! Deidara e Itachi caminaban enfrente de mí y yo estaba histérico porque unos niñatos feos habían comenzado a correr a mí alrededor como vil posesos, al principio me pareció tierno y luego ¡Se volvió molesto! Fue entonces que grite y me los quite de encima, lo peor fue cuando alce la vista y… No había nadie.
Así que esa tarde había conseguido tres cosas: Una, olvidarme de la tranquilidad de mi día. Dos, que los padres de los mocosos me miraran feo y me recriminaran mi conducta y, Tres, perderme en un enorme y feo parque de diversiones. ¡En estos momentos es cuando me retrato, en este caso, de haber dicho que no quería ir al cine!
-Me rindo, jugare tiro al blanco para desahogarme –Localice con rapidez el puesto susodicho, estaba enojado y ya que es ilegal matar a alguien por diversión me tomaría la libertad de convertir en mi mente a esos muñequitos en pequeñas Sakuritas molestas, camino con algo de despreocupación y una vez frente al juego me puso a ver los premios, entre ellos habían: Gatos raros, perros o algo así, ositos malévolos, (Me pregunto por qué en estos parques los peluches son todo menos lo que son) estaba a punto de cuestionarme si realmente me gustaría tener una de esas cosas raras, pero entonces lo vi ¡Era tan lindo!
Podía jurar que ese peluche era Sasuke, ¡Se parecía tanto! Era un muñequito un algo grande, su boca era una crucecita y sus ojos eran de botoncitos negros, tenía una vestimenta tipo ninja y el mismo corte que mi Romeo, para conseguirlo necesita 180 puntos ¡Yo lo quiero, yo lo quiero! Y sé que lo tendré, se que lograre tener ese peluche en mis manos-ttebayo.
Naruto miraba con decisión lo que pronto sería suyo, pago su turno y tenía 15 tiros, los muñequitos más pequeños y lejanos eran los que más valor tenían, en cuanto el juego empezó estos se comenzaron a mover, Naruto tenía muy buena puntería, pero al estar decidido que quería ese muñeco en especial no podía perder.
-¡Ah! No puede ser –A la primera siempre sale algo mal, Naruto solo necesitaba un muñequito más y sin embargo no lo pude derribar, frustrado, pago otro turno, y otro, y otro y otro más, la gente ya se había comenzado a juntar, a pesar de eso Naruto seguía y seguía intentando, incluso había comenzando a maldecir a los pequeños muñequitos y claro, el tipo del puesto estaba más que alegre al ser capaz de conseguir tanto dinero en un rato.
Todos, incluyendo a los chismosos, estaban tan concentrados en ver a Naruto que no erradicaron en la presencia de un intruso, este al adivinar el objetivo del rubio pago un turno en la otra sección del mismo juego y mientras Naruto seguía intentándolo, él… Ganó.
-Bien hecho chico, tienes 200 puntos ¿Algún premio en especial? –El desconocido señalo el premio que con tanto esmero el pequeño rubio había intentado ganar, Naruto por otro lado se quedo en shock al ver como el tipo ese tomaba a su preciado “Sasuke”, se dijo así mismo que no, que era imposible que alguien ya lo hubiera ganado antes que él, pero para su mala suerte, efectivamente alguien lo había superado.
Las personas se alejaron poco a poco al ver que el juego había acabado, Naruto se quedo mirando al Sasuke de peluche y suspiro con resignación, era mejor aceptar la derrota e irse con un poco de dignidad.
-¡Oye, espera! ¡Naruto! -¿Su nombre? ¿Un desconocido decía su nombre? Algo sorprendió volteo a aquel que le gano su preciado muñeco y era ¿Sai? ¿Pero qué hacía ese ahí? ¿Por qué Gaara no estaba con él? Espera ¿¡Por qué le quito a SU muñequito de Sasuke?! –No me vayas a morder –Naruto solo bufo, estaba enojadito por haber perdido contra Sai –Lo gané para ti, baka –Naruto lo miro desconfiando.
-¿Qué quieres por él? – Sai se rio, pero luego miro a Naruto con cara seria y decidida ¿Era en serio? ¿Era capaz de dudar de su amabilidad? El solo quería… Está bien, lo había atrapado, Naruto lo conocida demasiado bien.
-Quiero que vayas a mi casa por la noche a las ocho –Casa de Sai = Casa de Sasuke. La cosa estaba clara, no había que ser muy inteligente para ver quién era la mente detrás de esto, Naruto al final le dijo que si a Sasuke, más que por el muñeco fue por curiosidad, Sai le dio el muñeco y él al tenerlo en sus manos se emociono inevitablemente, ahora tenía a su “Sasuke”.
Naruto.
Sai se fue al haber conseguido lo que quiso, yo por otro lado tome camino a un lugar no fijo, recordando que estaba solo y Deidara e Itachi no estaban conmigo, busque donde sentarme y logre encontrar una banca rápidamente, no traje mi teléfono así que era mejor esperar que milagrosamente mi hermano me encontrara por instinto, puesto que no estaba dispuesto a ir a gerencia para que me bocearan como si fuera un niño pequeño.
-Sasu, te llamaras Sasu –Bueno tal vez no era el momento para decir que no era un niño pequeño, abrazar posesivamente a un ser inanimado era digno de un niño pero ¡Se parecía a Sasuke! Con eso bastaba para que me volviera un loquito, pero en fin, ya iba a atardecer y realmente esperaba que Deidara apareciera pronto.
-¡NARUTO! –Y hoy de nuevo el mundo me ama, ¿Soy un brujo o algo así? Tal vez lo sea, espero que sí, mi hermano me abrazo posesivamente, Itachi venia corriendo detrás de él cansado a más no poder, mi risa no se pudo contener en cuanto lo vi tirarse al suelo para recuperar fuerzas, estos dos no tenían remedio -¡No vuelvas a irte de esa manera de mi lado! ¡Me asuste-uh! –Abrace a mi nichan, cuando sucedían estas cosas parecía un niño grande que lloraba por haber sido obligado a dejar uno de sus juguetes o algo por el estilo, pero en fin, Deidara siguió diciendo todo tipo de cosas y como decisión final nos fuimos de ahí.
-¿Qué es ese muñeco? Me recuerda a Sasuke, es terrorífico ¿Acaso harás vudú con él? –Que chistosito me salió Itachi, mira que decir eso, yo solo le enseñe la lengua e hice mi puchero infantil usual mientras abrazaba posesivamente mi nuevo muñeco, al llegar a casa me despedí rápidamente de Itachi para dejar a los tortolos solos y para que así pudieran despedirse como Kami-sama manda, eran las 6 y media y necesitaba arreglarme para ir por la noche a casa de los Uchiha y ver a Sasuke y Sai.
Estaba emocionado y ya quería saber qué cosas habían planeado esos dos.
Sasuke.
¡Falta una hora y media! No me aguanto a mí mismo, estaba nervioso, claro que no lo demostraba eso afectaría mi imagen de chico guay que no se inmuta ni porque un mosquito le pico, había decidido que como primera jugada pasaríamos una noche de juegos y películas, y no solos, Sai, Gaara y Shikamaru estaban invitados, una noche de chicos con doble intensión, espero que esto funcione, en serio, porque si no funciona lamentablemente tendré que ir a la azotea de mi casa y tirarme sin pensarlo dos veces.
-¿No te arreglaste demasiado como para ser una tarde de chicos? – No, claro que no… ¿O sí? Ahora por culpa de Sai me mire al espejo y ¡Diablos era cierto! Estaba demasiado arreglado, ¿Qué pasa conmigo? ¿Por qué usaría un pantalón de vestir y una camisa casual en mi casa? Definitivamente me vuelvo un completo idiota cuando se trata de Naruto, camine a mi ropero y me dispuse a cambiarme de ropa, una camisa negra y un pantalón pesquero –Bien, eso está mejor, Shikamaru llego hace unos minutos y ya está jugando, el dijo algo como Esta vez Naruto no me ganara, y eso significa dos cosas, o Shikamaru se deja ganar y ya está arto o Naruto es muy bueno, y conociendo a Shikamaru… Naruto es muy bueno –No, imposible, Naruto no se me figura como alguien con gracia para los videojuegos, además ¿Shikamaru vencido por Naruto? ¡Yo le ganaba con muchos esfuerzos! –En fin, yo solo digo, es mejor que te apresures el Nara arrasará con la pizza –Eso sí que no, mi casa, mi comida y mi pizza.
-¡Golpe mortal! –Shikamaru era raro, después de terminar vestirme baje junto con Sai y verlo tan emocionado al haberle ganado a un juego era increíblemente RARO, el Nara se destacaba por ser un flojo, que ve la vida como un problema, entre muchas otras cosas, pero verlo así con ese tipo de personalidad era un Tabú.
-Sasuke creo que Naruto ya llego -¿Creer? ¿Qué quería decir con eso? Sai estaba asomando su mirada por la ventana y miraba algo un poco extrañado, camine hasta él y vi por la ventana, ¿Una… motocicleta? ¿Naruto en una motocicleta?
-¿Qué pasa? ¿Qué miran? ¿Llegó Naruto si o no? –Shikamaru me hizo a un lado, actuaba normal, como si ver a Naruto en una motocicleta fuese normal, ¡YO NUNCA LO HABÍA VISTO SOBRE UNA! Para empezar no creía que tuviera una –Abriré la puerta –Y así lo hizo, mientras Sai y yo seguíamos espiando por la ventana Shikamaru fue a la puerta, una vez que Naruto ya no estuvo a nuestro alcance de vista corrimos a la entrada, en donde quedarme con la boca abierta era inevitable.
Naruto vestía una camisa naranja sin mangas y con gorrito naranja, esta misma camisa tenía un cierre que abarcaba solo hasta la mitad, pero este lo mantenía cerrado, aparte de eso esos pantalones ajustados eran un crimen, sin contar que se le veía una pequeña parte del abdomen, y en pocas palabras ¡Naruto se veía realmente bien! Quisiera tomarlo aquí mismo pero… Hay público y uno de ellos de seguro me mataría.
-Hola-ttebayo –Naruto me miro de arriba abajo y sonrió, saludo primeramente a Shikamaru y a Sai con un beso rápido en la mejilla, esos dos se fueron en cuanto miraron que Naruto se me quedaba viendo –Hola Sasuke –Ni siquiera supe que decir, solo vi lo que seguía en cámara lenta, Naruto me miro cómplice y me beso muy cerca de los labios y después se fue para sentarse junto a Shikamaru.
-Creo que hoy… será el mejor día de mi vida- Me siento estúpidamente feliz y siento que esto se pondrá cada vez mejor…
Continuara…