Quiero ser tu Romeo
UchihaNaru
Mil veces recitare tu nombre, mil beses te besare los labios, hare todo lo necesario hasta que entiendas que Te amo.
El zoológico–Capitulo6-
Naruto.
No podía parar de llorar, me negué a besarlo por miedo a ser solo un juego y ahora me arrepiento, no quiero perder a Sasuke, pero ya no sé si sea lo correcto para los dos, además… No puedo perder algo que nunca fue mío. Deidara estaba conmigo, en mi habitación, yo mantenía mi cabeza sobre su regazo y sentía sus caricias sobre mi cabeza esperando poder calmarme con eso.
Desde hace horas estábamos de esa manera y yo no podía hacer nada más que pronunciar su nombre y llorar hasta quedarme sin lagrimas, una vez que me calme mi hermano siguió con sus mimos, esta vez no tenía palabras de consuelo, ni siquiera yo las tenía para mí mismo.
Apretaba mis manos en mi pecho, sintiendo ese dolor agudo en mi corazón, Shikamaru me hablo ayer sobre él, recuerdo que me dijo: Las personas son piezas de su ajedrez, Sasuke maneja ese juego y usa sus juguetes a su favor, de esa manera usa a su beneficio a los que están a su alrededor, incluso a mi ¿Qué pasara si él quiere jugar conmigo? Aunque Shikamaru me haya dicho que Sasuke cambio repentinamente a comienzos del año escolar, quiero saber ¿Por qué o por quién lo hizo? No quiero hacerme ilusiones y descubrir… Que alguien más ya está en su corazón.
-No saques tus propias conclusiones, tal vez no lo conoces, pero tienes tiempo para hacerlo ¡Se su amigo! Descubre cosas, encárgate de conseguir su confianza, su amistad, pero no digas que ama a alguien más si aun no estás seguro de eso –Deidara me sonreía, yo me incorpore hasta quedar sentado a su lado, lo miraba con curiosidad, después de haber rechazado a Sasuke ¿Aun querrá hablar conmigo? La verdad es que tengo una pequeña esperanza de poder demostrarle mi interés sobre él corregir el hecho de haberme negado a contacto y poco apoco demostrarle que me gusta -¿Te parece si llamo a Itachi y salimos al zoológico mañana, los cuatro? – Una sonrisa apareció en mis labios, en ese momento abrace a mi nichan muy fuerte, diciéndole una y otra vez que si, estaba emocionado, no solo porque vería a Sasuke y a Itachi-nichan, sino también por que iría al zoológico, lugar a donde quería ir desde hace unos días atrás.
Sasuke.
Itachi trataba de hablar conmigo, pero yo simplemente no le prestaba atención, estaba confundido, estaba algo aturdido por su rechazo y por la aparición de su agresivo hermano, no sabía si era prudente seguir intentado algo con Naruto, tal vez en verdad le guste Shikamaru o alguien más, ¿Cómo asegurar que siente algo por mi? No puedo obligarlo a nada, y una prueba de eso fue el beso que quise darle sin su autorización.
-Hola, Deidara – Mi cuñado había llamado a Itachi, el sostenía su celular con su mano derecha y se masajeaba el cuello con la izquierda, yo lo miraba sin saber realmente él porque, aunque me extraño su repentina sonrisa -¿El dijo eso? Claro, se lo diré… ¡No, ya sé que eso no! No te preocupes, se que dirá que si – Después con una sonrisa parecida a la de un niño al que le acaban de dar un regalo del tamaño de un carro, me miro insistente, yo solo lo miraba con una ceja alzada, preguntándome si realmente el tipo frente a mi era mi hermano.
-Deidara y Naruto nos invitaron al zoológico mañana a las 11:00 ¡A LOS DOS! – ¿A los dos? ¿En serio Naruto me estaba invitando a mí también? No, imposible, de seguro Deidara… -Deja de pensar, tú y tus tontas conjeturas me provocan tortícolis, al parecer Naruto se sintió mal por hacer algo, Deidara no me dijo el que, pero Naruto le estuvo diciendo que quería ir al zoológico desde hace unos días y le propuso ir los cuatro juntos, el dijo que sí, que de esa manera podía ser tu amigo, porque quería saber mí sobre ti –La tonta sonrisa de Itachi dio lugar a una cálida, me quede pensando, Naruto quería ser mi amigo para saber más de mi, ¿Solo amigos o algo más? Bueno eso no importaba ¡Naruto estaba arrepentido de haberme rechazado! Entonces quiero pensar que él quería besarme también ¡Entonces no todo está perdido! Puedo intentarlo de nuevo, poco a poco, conociéndolo más a fondo, siendo conocidos, amigos y luego… un poco más que eso.
Itachi sabía mi respuesta, no me iba a negar a la invitación, estaba ansioso por que la noche pasara rápido y así mirar de nuevo a mi pequeño rubio, me ardían los ojos, supuse que lo mejor sería ir a dormir, estaba pensando seriamente en usar mis lentes el día de mañana, realmente siento que en cualquier momento me quedare ciego.
Sasuke se fue a su habitación e Itachi se quedo un poco más en la sala, era la primera vez que veía a su hermano tan interesado por otro ser humano, y no es que estuviera diciendo que era un antisocial, el se refería al hecho de estar interesado amorosamente, nunca le conoció una novia, una pareja, ni siquiera una pequeña atracción por alguien hasta que conoció a Naruto.
Ahora lo veía y siempre estaba en las nubes, sonreía con más facilidad, ya no era tan duro consigo mismo, ya no era tan egocéntrico, amargado y orgulloso como antes, estaba cambiando y solo para conseguir una buena impresión, le recordaba a él cuando quería conquistar a Deidara.
Aun recordaba los días en los que quería acercársele y su rubio solo lo rechazaba una y otra vez, no recordaba cuantas desilusiones había tenido que soportar, cuantas veces casi se pone a llorar hasta que Deidara le dijo que si, a diferencia de sus hermanitos no hubo nadie que les dijera que estaba mal y que estaba bien, hubieron muchas peleas y momentos románticos, ahora que ya estaba juntos y miraban a Sasuke y a Naruto con sus mismos problemas, querían ayudar a que se dieran cuenta lo importante que era el uno para el otro, estaban decididos a juntar a esos dos porque sabían que esos dos se amaban.
Itachi sonrió, las cosas al parecer era más difíciles de lo que Deidara y el creyeron, cansado y con ese insistente dolor de cuello decidió que lo mejor sería dormir, al día siguiente tendría una cita con Deidara y sabía que su novio no se quedaría con los cruzados en toda la cita, lo conocía y estaba seguro que haría lo posible para lograr aunque fuese un pequeño beso.
Bueno, no importaba lo que pasara al día siguiente, por ahora solo quería dormir, así que con esos pensamientos subió las escaleras y se fue a su habitación, para esto tenía que pasar primero por el cuarto de su hermano y algo extrañado escucho a alguien hablar.
-¿Qué me pondré mañana? No, no, no ¡Ah! ¡¿Por qué me preocupo tanto?! ¡Es Naruto! –Itachi rió para sí, al parecer su hermano realmente estaba enamorado.
Naruto.
Gatito, gatito, gatito~ Yo tengo un lindo gatito ¡Creo que me levante demasiado temprano! Ya no tengo sueño y ando en pijama por toda la casa buscando mi gatito demo… ¡No lo encuentro-ttebayo! Deidara siempre lo deja dormir en la sala pero si Kyuubi se da cuenta lo deja a fuera ¡No me gusta que lo deje fuera porque me da miedo que se vaya! Ah… Ahí está, estaba dormido detrás del sillón.
-¡Ita-chan! Ven aquí bonito – El nombre de mi gato es Ita, me compraron el gatito cuando nos mudamos acá y Dei-nichan conoció a Itachi, al instante supe que sentía algo por él y quise molestarlo un poco, así que le puse a mi gatito Ita, me gustaba mucho cuando Deidara se sonrojaba cada vez que llamaba a mi gato.
-Naruto te he dicho que saques ese gato por la noche – Cuando mire hacia atrás vi a mi hermano Kyuubi despertó con todo su cabello alborotado, estaba adormilado y solo traía sus pantalones de dormir, se sentó en el sillón acostando casi todo su cuerpo en este, creo que tenía que ir a la universidad en una hora para presentar examen, yo solo me encogí de hombros y cargue a Ita-chan, sería buena idea llevarlo al zoológico hace mucho que no lo sacaba a pasear, sé que no era un perro, pero no me gustaba dejarlo aquí en la casa donde algún día puedo llegar y encontrarlo sazonado a la mexicana por mi querido hermano mayor, no le gustaban mucho los gatos, en realidad, no le gustaban mucho los animales.
-Ita-chan te doy permiso de dormir un rato– Se que los animales no nos entienden demo… ¡Ita-chan sí que me entiende! Lo deje en mi cama, en donde se acurruco inmediatamente, Ita-chan era un gatito negro muy kawaii, después de verlo por un rato me fui a bañar, me tarde media hora y cuando salí Ita aun seguía dormido, con cuidado y procurando no hacer ruido, me puse la ropa que Deidara me había regalado por mi cumple años, el cual ya fue hace mucho, era perfecto para salir ese día, el clima frio estaba comenzando, el invierno ya casi llegaba, con una sonrisa me puse la camisa sin mangas que tenía cuello de tortuga, era color naranja con rayas blancas, pantalones pesqueros y tenis blancos, escuche como alguien tocaba la puerta y mi gato gruño sin levantarse realmente, eso me hizo reír.
-Naruto, Itachi y Sasuke ya están aquí, apresúrate - ¿Tanto tiempo había pasado ya? ¿Tanto me tarde? Oh bueno, no importa, tome a Ita entre mis brazos, no lo quise despertar, lleve la correa en uno de mis bolsillos traseros y baje las escaleras entusiasmado, Deidara estaba hablando con Itachi en la puerta y Sasuke estaba mirándome sentado en el sillón, me sonroje al instante y me acerque a él, el me sonrió y yo lo salude tímidamente con un beso en la mejilla, cuando me separe de él mire sus ojos sorprendidos y un tenue sonrojo, yo solo me di media vuelta avergonzado para ir junto a Itachi.
-¡Naru-chan! –Itachi se me aventó encima en cuanto me vio, pero se detuvo al ver el pequeño gatito (bueno no tan pequeño) que llevaba en mis brazos, al instante se le iluminaron los ojos, Itachi seguía jurando que mi gato se llamaba como el porqué sentía un amor secreto por él -¿Ita-chan vendrá con nosotros? –
-¿Ita-chan? ¿De quién hablas? – Sasuke se paró a mi lado, creo que no se había dado cuenta de la cosita hermosa que cargaba pues cuando lo vio se sorprendió -¿Y esto de donde salió? – Sasuke me quito a Ita y lo cargo con cuidado de no despertarlo, escuche un leve ronroneo de mi bebe y sonreí, al parecer a Sasuke le gustaban los gatos, creo que pensare seriamente en comprarme otro gatito para ponerle su nombre -¿Este pequeño se llama Ita? – Me volteo a ver y yo asentí con alegría.
Itachi y Deidara miraban a esos dos con una sonrisa en la cara, se veían tan lindos juntos que no soportaban las ganas de gritarles que entre los dos se gustaban tanto que era estúpido que no se dieran cuenta, sin embargo no querían intervenir, no hasta que por lo menos alguno de los dos les pidiera hacerlo, sin más, después de unos minutos los cuatro salieron de la casa y se subieron al auto de los Uchiha, Sasuke y Naruto se fueron detrás y Deidara se fue al frente con Itachi, los dos menores se divertían jugando con Ita, el gato se había despertado y no quería separarse de su amo, sin embargo Sasuke trataba de agarrarlo, cosa que no era muy fácil pues Ita no le gustaba estar con nadie más que con Naruto.
-Naru, ¿Ya pensaste en lo que quieres ver primero? – El menor tenía a Ita-chan sosteniéndole dos de sus patitas, haciendo que estuviera parado en dos, lo miraba con alegría, y luego lo abrazo contra si, el gato ronroneo y Deidara lo miro de reojo con una sonrisa.
-Quiero ver a los pumas-ttebayo, a todos los felinos ¡A puesto a que Ita le gustara! – Deidara miro a Sasuke y este solo miraba a Naruto con una sonrisa boba, por su mente solo pasaba palabras como lindo, hermoso, tierno, entre otras cosas más, después de eso solo pasaron unos minutos para que llegaran al zoológico, Naruto le puso su correa a Ita y lo dejo en el suelo una vez que estuvieron fuera del auto, los dos mayores compraron los boletos y no tardaron en regresar con sus hermanos.
-Tenemos los boletos ¿Entramos? – Naruto literalmente entro corriendo al zoológico, estaba que se moría de felicidad, si había algo que le encantaba en ese mundo, eran los felinos y los zorros, pero ese ya era un derivado de los caninos.
Sasuke seguía de cerca al rubio, el chico miraba con gran atención a los leones, los cuales eran los felinos más cerca que encontró el menor, Deidara e Itachi se mantenían a la distancia, el mayor de los dos tomando fotos de la feliz pareja y el otro simplemente mirando aquel brillo encantador que tenía su pequeño hermano, le gustaba esa mirada, habían pocas veces que podía apreciarla, desde la muerte de sus padres ya no podía decir con sinceridad cuando su hermanito estaba realmente feliz o simplemente fingía.
La diferencia del antes y del ahora, es que por lo menos cuando era un niño no le importaba lo que los demás hablaran de él, solo cuando algo realmente le afectaba demostraba que estaba incomodo, triste o enojado, ahora ya no, su estado de ánimo era más vulnerable, los rumores hicieron que algo cambiara, a pesar de que su hermano sonreía a todas horas, él sabía que no todo el tiempo estaba feliz, pero ¿Cómo adivinar cuando no lo estaba si ahora ya ni siquiera podía adivinarlo con sus expresiones? De por si no le decía nada, preguntarle si estaba bien o no, no era una opción, no si todo el tiempo le decía que estaba bien.
Fuesen como fuesen las cosas, ahora eso no importaba, su hermano estaba feliz y podía ver que Sasuke también, los dos se veían tan contestos uno al lado del otro que no podía evitar sonreír.
Sasuke.
-¡Mira, mira! Es un puma, es hermoso – Naruto se veía tan feliz, solo verlo me provocaba una calidez interna, mi niño rubio estaba recargado sobre el barandal con los brazos cruzados, yo hice lo mismo y fije mi mirada en los felinos que tanto admiraba ese pequeño y no pude negarlo, eran realmente asombrosos.
-Los pumas son impresionantes, pero prefiero las panteras – Naruto me miro con la intención de decirme algo, lo mire a los ojos esperando a que lo hiciera pero las palabras nunca llegaron, en cambio una atmosfera algo extraña se formo a nuestro alrededor, Naruto estaba levemente sonrojado y miraba insistentemente mis labios al igual que yo lo hacía con los suyos,
–Naruto… Puedo… ¿Puedo besarte? –
Continuara…