Quiero ser tu Romeo
UchihaNaru
Mil veces recitare tu nombre, mil beses te besare los labios, hare todo lo necesario hasta que entiendas que Te amo.
Mentiras –Capitulo8-
Naruto.
Lunes. Hoy era lunes, el día en que le diría a Shikamaru lo mucho que amo a Sasuke, pero… ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué me tuve que enfermar?! Estoy aquí, en mi habitación, desparramado en mi cama sin poder moverme, sin poder hablar, estaba en una condición ¡LA-MEN-TA-BLE! Cuando me paraba mi cara se veía demacrada reflejada al espejo, para caminar arrastraba los pies y para colmo, solo iba al baño para, no, no para hacer mis necesidades ¡Más bien para vomitar lo poco que he podido ingerir desde el sábado que salimos al zoológico!
Me siento mal, me siento morir. Eran las 5 de la mañana y aun no se había despertado nadie, yo no pude dormir, quería ir a la escuela, pero mi estado no me dejaría ir, suspirando con cansancio me levante con todas las fuerzas que Kami quiso brindarme y con Ita siguiéndome de cerca, al parecer preocupado, me arrastre, metafóricamente, como un gusano hasta las escaleras, la lentitud con las que las bajaba hasta me desesperaba a mí mismo, pero sentía que si hacía un esfuerzo de más, me caería sin remedio alguno.
Al estar en la planta baja me acosté en el sillón, ya no quería estar encerrado en mi cuarto, tome mi celular y le marque a la única persona no cuerda que estaría despierto a esa hora, tomando en cuenta que aun faltaban dos horas para entrar a la escuela, (La mayoría se despierta solo una hora antes-ttebayo) Temari me contesto al instante, totalmente alegre y energética, como quisiera que me regalara un poco de su alegría.
-Tema-chan soy Naruto – Mi voz sonaba realmente mal, ni siquiera podía pronunciar bien el nombre de Temari sin arrastrar la T, era totalmente desesperante, ¡No se cuanto podre soportar ahora! Temari me pregunto que si me sentía bien, que me escuchaba raro, pude notar un deje de preocupación en su voz –Estoy bien-ttebayo, pero no podre ir a la escuela hoy, estoy algo enfermo, quería pedirte un favor, dile a Sasuke que le diga a Itachi que dejo su cartera cuando vino ayer, Deidara tampoco ira por cuidarme así que tendrá que venir –
-“¿Uchiha Sasuke? ¡No me digas que ya te llevas con él Naru-chan! ¡Tanto tiempo enamorado de él! ¡Ya se te hizo amigo! No te preocupes yo le diré y de paso te vigilare a tu próximo novio“- Y colgó, Temari estaba algo loca, aun así la apreciaba mucho, mire el techo, mis parpados pesaban, no aguante más y preferí dormir un rato antes de que alguno de mis hermanos o mi abuelo me encuentren aquí y me lleven a mi encierro de nuevo.
Sasuke.
Tengo la sensación de que hoy será un día que lamentare vivir, pero ahora realmente quisiera evitar esos pensamientos, hoy es lunes y, después de un domingo largo y aburrido sin poder estar con él, lo único que quería era verlo y besarlo otra vez, besar hasta dejar rojos esos dulces y tiernos labios, aspirar ese aroma dulce y refrescante que salía de su cuerpo, quiero ganarme su confianza, quiero decirle que le quiero, que lo amo.
Tal vez sería algo aventado de mi parte ser tan directo cuando le prometí a Itachi que esperaría un tiempo antes de decirle lo que siento, el suficiente para conocerlo a fondo y más que nada para que yo lo conociera mejor a él, realmente lo haría, esperaría un tiempo o eso esperaba que pasara, Itachi me dijo que aun me faltaban saber cosas que tal vez me harían dudar o por lo contrario me provocaría querer protegerlo hasta la muerte, como le sucedió a él con Deidara, cosas que no le convenían a él decirme, secretos que solo eran de familia y que Naruto, una vez que me tuviera la suficiente confianza, me diría.
Cuando llegue a la escuela, esta vez montando mi motocicleta rehusándome por completo ir el mismo auto que Itachi, me encamine a mi salón como todas las mañanas y me senté en mi lugar, al poco tiempo fueron llegando cada vez más alumnos, Shikamaru me saludo y con un bostezo se acomodo en su lugar para dormir, nada extraño viniendo de él, ya faltaba poco para que tocaran el timbre y Naruto no se aparecía, eso era extraño y Shikamaru, quien miraba la puerta, también había notado eso.
-¿Uchiha Sasuke? – ¿Temari? ¿Qué hacia ella aquí? Algo confundido me encamine a ella, con una sonrisa me saludo primero, yo le pregunte qué era lo que quería –Naru me llamo, dice que le digas a tu hermano que dejo su cartera ayer que lo fue a visitar - ¿Itachi fue ayer a casa de Naruto? ¡El maldito desgraciado no me había dicho nada! ¿¡Por qué no me llevo?! Estaba histérico, ayer no tenía nada que hacer, me la pase tirado en el suelo peleando conmigo mismo porque no hacía nada ¡Incluso fui a ver como mi padre trabajaba en el despacho de tan desesperado que estaba por encontrar algo que hacer y ahora resulta que la razón por la que no encontraba a Itachi…era porque estaba en casa de MI Naruto!
-¿Naruto no vendrá? – La chica me respondió que no, que Naruto estaba enfermo, ¿Tan enfermo estaba como para no venir a la escuela? Mire a Shikamaru, el miraba la ventana, imagino que no habrá escuchado lo que Temari me dijo –Gracias por avisarme, nos vemos Temari – Me despedí de ella y fui a mi lugar, ¿Tengo que decirle a Shikamaru que Naruto está enfermo? Sera mejor que le diga, la cara de preocupación que tiene llega a ser algo insoportable para mí –Oye Shikamaru, Naruto está enfermo, Temari me lo ha dicho – Mi amigo me miro con confusión –No sé de que está enfermo, no es como si me interesara, ella solo vino a decirme que Itachi olvido su cartera en la casa de Naruto para que vaya por ella – Me hice el indiferente y me volví a sentar, Shikamaru dejo pasar el tema, estoy seguro que ahora pensara en ir a casa de Naruto, con algo de frustración mire la ventana, yo también quería ir a verlo, estaba preocupado por él.
Naruto.
Estoy desesperado ¡Desesperado! Quiero rodar en el piso, jugar con Ita, salir a algún lado ¡Mínimo ver tele o romperme los tímpanos con algo de música! Pero ahora sí, estaba amolado, no tenía energías para pararme, mi fiebre había crecido y ahora temblaba horrible, mi hermano estaba al lado de mí, la abuela había estado aquí hace un rato y ahora solo Deidara seguía las órdenes dadas por ella, Kyuubi había tenido que salir a la universidad, el abuelo se había quedado y estaba preparando el baño.
-Deidara ve y come algo, me hare cargo de Naru-chan – En verdad no sabía que pasaba a mi alrededor, solo escuchaba como hablaban a mi alrededor, Deidara se fue, eso pude escuchar, mi abuelo me cargaba, me baño y me puso ropa algo abrigadora, después de un rato pude sentir mi cuerpo que se relajaba, la fiebre estaba bajando y mi respiración ya se estaba normalizando, espero que esto solo dure un día, no estoy dispuesto a aguantar tanto tiempo en cama, además ¡En verdad quiero ver a Sasuke!
Jiraiya y Deidara estaban comiendo, ya era tarde y Deidara había llamado hace unos minutos a Itachi para que fuera a verlo, además lo que más le interesaba eran las notas de ese día, no quería atrasarse en la escuela.
-Estos últimos meses no he podido estar mucho tiempo con ustedes ¿Ha cambiado algo en Naruto? –Deidara negó cabizbajo, era triste pero era cierto, Naruto de alguna manera seguía igual, no había cambiado, seguía internamente con esa culpa que no le correspondía, con esas sonrisas que solo tapaban lo que realmente sentía, Deidara pensaba que ahora que estaba con Sasuke poco a poco comenzaría a abrirse de nuevo, hasta ahora los ojos de Naruto habían vuelto a brillar como cuando era niño, habían demostrado que aun tenían esa magia dentro de ellos, ahora esperaba que las cosas entre esos dos siguiera de esa manera par que tanto Sasuke como Naruto fueran felices.
-No le digas nada, tu abuelo y yo lo llevaremos le compraremos otro gato, mañana se lo traeremos, Naruto se pondrá feliz –En ese momento Deidara sonrió, la verdad era que su hermanito se alegría de tener un gatito más, lo que falto del desayuno fue en silencio, pero entonces un golpe sordo se escucho en la parte de arriba, como si algo se hubiera caído o estrellado contra la pared, asustado Jiraiya corrió escaleras arriba y cuando Deidara quiso ir tocaron el timbre, resignado fue a ver quién era.
-Itachi, Sasuke pasen por favor- El mayor de los Uchiha miro algo raro en su novio, algo de nerviosismo o preocupación, Deidara dijo que regresaba en un momento y subió las escaleras dejando solos a los Uchiha, quienes se sentaron en la sala a esperar y preguntar qué era lo que pasaba, entonces escucharon unos gritos.
-¡Déjenme solo-ttebayo! ¡LARGO! - -¡Naruto hijo, tranquilízate…! ¡Deidara no, espera! - -¡¿Qué espere, qué?! ¡Ahorita mismo voy a matarlo! – Pasos se escucharon bajar rápidamente de las escaleras, miraron como Deidara venia enojado, hecho una furia, Sasuke sintió que esa mirada llena de enojo estaba dirigida a él, especialmente a él y todo fue confirmado cuando repentinamente sintió un golpe en su mejilla de parte de aquel rubio furioso- Te lo advertí Uchiha, ni se te ocurra acercarte a Naruto en toda tu asquerosa vida ¡Largo de mi casa! –Sasuke lo miraba confundido -¡Que te largues! ¡Vete con tus piezas de ajedrez, porque Naruto no es parte de tu juego! – Deidara tomo a Sasuke del cuello de la camisa y lo saco de la casa, Itachi trataba de calmarlo pero también fue sacado de ahí, Deidara tiro el celular que le pertenecía a Naruto, el cual ya casi ni siquiera reaccionaba y estaba a punto de colapsar por el gran golpe que el menor le metió, a los pies de los dos Uchiha –Espero que estés orgulloso de lo que has hecho – El rubio cerró la puerta con rudeza, Itachi se agacho para tomar el celular y ver una fotografía, el celular se apago pero Itachi miraba la pantalla como si aquella imagen aun siguiera ahí, su mirada mostraba enojo y miro a Sasuke con gran decepción.
-“Naruto es diferente, voy en serio con él” Si claro, ni siquiera debí confiar en ti, te lo dije Sasuke, te dije que dejaras tus juegos de niño caprichoso, pero veo que no entendiste, si querías seguir jugando al macho alfa con Suigetsu, por lo menos hubieras sido más discreto, estúpido –En ese momento lo recordó, Sasuke abrió los ojos en grande totalmente sorprendido, ¡Claro, ahora captaba el problema! La fotografía, esa fotografía que Karin había tomado no debió llegar a Naruto, en ese momento Suigetsu se había lanzado hacía él y cuando se quiso separar puso sus manos en la cintura del contrario para apartarlo, en ese momento Karin tomo una foto y dijo que la tendría como un soborno ¡Maldita! ¡La iba a matar, la iba a matar!
-No, Itachi te equivocas, yo no - - Cállate y súbete al auto, yo ya no sé si debería confiar en ti – El menor de los Uchiha miro por primera vez la gran indiferencia con la que lo trataba su hermano, la forma tan despreciable con que lo miraba, tal vez no se había negado lo suficiente, lo aceptaba, ¡Pero amaba a Naruto! Lo amaba de verdad, necesitaba hablar con él, pero no ese día, tendría que regresar en otro momento, primero tenía que arreglar las cosas con Itachi.
Naruto.
No sabía en que había pensado cuando creí que Sasuke realmente me correspondía, ahora comprendo lo ingenuo que fui al creer que tenía una oportunidad, además de eso ¿Realmente pensé que me haría caso? De entre todas sus fans, de entre todos esos chicos que lo perseguían ¿Por qué tendría que fijarse en mi? Lleve mis dedos a mis labios y seguí llorando con más fuerzas, sentir sus labios besando los míos me hizo pensar que tenía esperanzas, las palabras de Itachi aun resonaban en mi cabeza, antes con entusiasmo, ahora con dolor.
¿Qué debía hacer ahora? ¿Qué pensar después de esta traición? Solo podía acurrucarme y soportar este dolor de cabeza que sentía acabaría con mis neuronas, mi cuerpo aun me dolía y no podía hacer muchos esfuerzos, pero mi garganta estaba bien y toda mi frustración, todo mi dolor era sacado a gritos, en gemidos de dolor, de decepción. ¿Cómo es que no lo vi antes? Sasuke obviamente quería a ese chico y yo solo era una pieza más de su lindo juego.
Escuche la puerta principal abrirse, la voz ronca y varonil de mi hermano, yo no preste atención, solo seguí llorando, esperando a que mis ojos se secaran, rezando por qué ese dolor dentro de mi corazón se desvaneciera y me llevara con él a un lugar mejor, alguien toco mi puerta, pero hice caso omiso, no quería hablar con nadie, no quería que nadie me viera, solo quería estar solo. Ita, quien en ningún momento me dejo solo, se subió a la cama y se acomodo a mi lado, no rechace su compañía.
-Naruto, abre la puerta – No dije nada-Uzumaki Naruto abre la jodida puerta ¡AHORA! – Ni siquiera me importa si se enoja o no, Kyuubi podía ser autoritario, pero esta vez ni él ni nadie lograría que yo abriera esa puerta hasta que YO mismo decidiera cuando abrirla –Mira Naruto, Deidara no me quiere decir nada, el abuelo solo sabe que estas llorando por una foto ¡A cabo de ver el auto de Itachi y otro más irse hace menos de 2 minutos y si no me dices que rayos pasa contigo voy a ir con Itachi y le exigiré una explicación! Y si de pura casualidad el hermano de ese hico es el que está provocando eso lo voy a matar a golpes ¡Y sabes que me atrevo! – Odiaba eso, odiaba que me amenazara, que llegara y me dijera que hiciera la comida o haría esto, que dejara de llorar o haría lo otro, siempre ¡Siempre tenía que decir algo amenazante para que le dijera algo que de todas formas no le iba a decir!
-¿¡Y que se supone que vas hacer cuando te enteres?! ¡DIME! ¡Nunca has podido lidiar conmigo! ¡Entonces no comprendo que es lo que te importa de esta situación! Siempre le dices a Deidara que se encargue de mi cuando me veo en estos problemas ¡¿Por qué no haces lo mismo ahora, eh?! ¡Es lo único que necesito! –Después de eso no escuche nada, se que sonó mal, que no debí decir esas cosas pero era cierto, Kyuubi evitaba estar conmigo cuando lloraba porque decía que no sabía qué hacer, que no soportaba los llantos, que lo desesperaba o que simplemente no tenia paciencia para mí, no veo razones para tener que decirle lo que pasa si de todas formas ira con Deidara a reclamarle porque no hizo algo al respecto y luego lo mandara conmigo, yo no quiero que Deidara tenga que soportar los gritos de mi hermano para hacer algo que haría aun si no le dijera nada.
-¿Naruto? – Escuchar su voz, la voz de Deidara hizo que llorara aun más fuerte, Kyuubi se había ido, tal vez molesto o frustrado, realmente no me importo, yo solo abrí la puerta apresurado y me lance a los brazos de mi hermano, tratando de encontrar un consuelo en el, al instante sentí como sus dedos acariciaban mis mechones rubios –¿Te duele, verdad? –Yo solo asentí, mire a Deidara de reojo y él me miraba con una sonrisa –No te preocupes, yo estaré siempre aquí para protegerte, no dejare que vuelva a hacerte daño… -
El daño ya estaba hecho, ya no había nada que perder, ahora solo podía olvidar, olvidar su cara, sus besos, esa mirada suya… Pero sobretodo olvidar que tengo corazón, porque ahora ya no es mío, porque desde que lo conocí dejo de pertenecerme, debo olvidar que tengo corazón, para olvidar que su nombre permanece ahí.
Continuara….