Haber conocido a Louis al principio había sido agradable, una conexión fuera de lo común. Con rapidez se hicieron grandes amigos compartiendo gustos en cosas simples. Pero a Harry algo le perturbaba. Dentro de él creció un sentimiento de alegría y regocijo al estar junto a Louis.
La constante compañía mutua al estar viviendo en la misma casa los hacia más unidos, hasta el nivel en el que el adolescente de cabellos rizados se sonrojara por simples roses que tal vez para Louis significara un toque amistoso.
Esas veces en las que miraban televisión cómo descanso después de arduas horas de ensayo con sus demás amigos de banda, se sentaban juntos hasta recostarse uno contra otro provocando miradas interrogantes entre los que estuvieran cerca de ellos. Para Louis era un gesto muy amigable, porque sentía que Harry confiaba en él.
—Harry, me estás aplastando —se quejó el ojiverde removiéndose debajo del peso de Harry, que mantenía la cabeza recostada en el hombro de Louis, y medio cuerpo en el pecho de este.
—Lo siento —susurró, sintiendo las mejillas y orejas quemarle por la vergüenza. Se había sentido cómodo en aquella posición, tan pegado al ojiverde.
Moviéndose cómo podía sin quitar el contacto que había entre ellos dos, Harry mantuvo la cabeza apoyada en el hueco que había entre el hombro y barbilla de Louis.
— ¿Así esta mejor? —preguntó aspirando el perfume corporal que emanaba del cuerpo contrario.
—Sí… A-así esta mucho mejor.
Louis vio cómo sus amigos se iban de la habitación en la que se reunían, murmurando que se habían aburrido de la película y preferían navegar en el internet, dejando la puerta cerrada.
El ojiverde vio a su único acompañante descansar en su hombro con los ojos cerrados y los labios entreabiertos, con manos trémulas acaricio una de las mejillas para luego enredar sus dedos por aquellos cabellos rizados que solo a Harry lo hacían ver tan…
—Bonito —susurró más para el mismo. Aunque Harry había oído a la perfección aquella palabra que produjo que su corazón diera tumbos dentro de su pecho y su estomago se encogiera de emoción.
Abrió los ojos encontrándose con la mirada atenta de Louis. Se mordió el labio inferior de puro nerviosismo.
—Creía que dormías —dijo cuando Harry se sentó correctamente sobre el sofá en el que se encontraban, aún pegado a Louis.
Negó meneando la cabeza repetidas veces para luego clisar su mirada con aquellos ojos claros que tanto le gustaban.
—Discúlpame —siseó inclinándose hacia Louis, pegando sus labios en un rose casto y con un significado profundo, que tal vez solo lo sentía Harry.
Al separarse, corrió dejando solo a Louis, aún sentado, con los ojos abiertos de par en par. Rosándose los labios, sintiendo aún la calidad de los labios del rizado. Queriendo probar más de aquellos besos.
Apagó todo aparato electrónico, dejando todo en silencio, donde los recuerdos de hacía pocos segundos brotaran en su mente produciéndole incomodidad y culpa por no poder evitar lo que había sucedido y le había gustado.