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Breave Heart por Lacrimosa Phantomhive

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 Capítulo 2

Los Shamanes regresaron a casa conversando animadamente entre ellos, una gran tranquilidad había llegado al corazón de ellos gracias a que Yoh parecía volver a ser el mismo de siempre, pero todo esto se vio opacado tan pronto estuvieron frente a la pensión. Horo, quien venía al final del grupo se reía solo del chiste que acababa de decir. Nadie se atrevió a soltar palabra ante lo que les esperaba.

—Pero qué amargados—murmuró el peli azulado al notar que solo a él le hizo gracia, ninguno se movía, además de que sentía una mirada dorada clavada en sí, avanzó lo suficiente hasta quedar adelante y la piel se le heló como nunca— Pi… Pilika—susurró poniéndose pálido

—Se supone que ibas a ir a ver a la abuela, ¿no es así hermano?—dijo la menor mirando con furia a su hermano mayor— Has desperdiciado tu valioso tiempo de entrenamiento—reclamó mientras daba un paso hacia él

Horo se vio entre la espada y la pared al tener la idea de su vida, sabía que él lo mataría antes (incluso pensaba que sería más doloroso) pero Pilika era Pilika, y a ella siempre le tendría más miedo que a nadie, pues sabía cosas de sí que ni él mismo había notado.

—Ah, ¿eso? Ah bueno… Yo, verás—Horo tragó duro, pero avanzó hasta Ren y le pasó un brazo por la cadera— Vine a ver a mi novio, ¿no te lo dije?

 

El tenso ambiente pareció ponerse peor, pero la sonrisa que se asomó entre los labios de Ren hizo pensar a muchos que la muerte de Horo estaba cerca.

—Serás idiota—habló Ren sin borrar su sonrisa— Me lo has pedido ayer, ¿cómo podía ella saberlo?

 

La mandíbula de Yoh fue a dar al suelo al escuchar esa respuesta. Fausto solo atinó a abrir los ojos como platos, ¿era en serio?

—Ah, sí… —respondió sorprendido Horo, sus mejillas se encendieron al ver que Ren le estaba salvando— Lo había olvidado—soltó una risa nervioso mientras que Ren le dedicaba una mirada que decía claramente “Aprende a actuar, tonto”

— ¿Es eso cierto, chicos?—preguntó Pilika a los demás, viendo directamente a Manta, sabiendo que era el que menos podía mentir

—Bueno… Lo que pasa es que, ayer no estuve en la pensión, Fausto me ayudaba a entrenar—respondió la verdad, Pilika soltó un suspiro mientras miraba a Yoh

—Yo me la pasé todo el día en mi cuarto—se disculpó

—Ryu…—llamó

—Lo lamento, yo fui a una cita con mi Liezerg…—expresó

La peli azul miró a todos buscando algún indicio de culpabilidad, hasta que su mirada se encontró con la de Ren, quien la examinaba atento.

—No puedo creérmelo—respondió ella con seriedad, para continuar su duelo con Ren, ninguno parecía tener intención de rendirse, hasta que Ren desvió la vista, harto. Se separó un poco de Horo, y con ambas manos tomó el rostro de este acercándolo al propio, un sonrojo enorme inundó el rostro del mayor.

 

Los labios de Ren chocaron con los de Horo, al principio la sorpresa le impidió hacer algo, pero Ren supo envolverlo hasta que se encontró a sí mismo rodeando a Ren por la cadera y profundizando el beso.

 

Pasaron apenas unos minutos que para él fueron simples segundos, finalmente Ren se separó por la falta de aire.

—Ahora, si nos disculpas, mañana nos vamos y debemos descansar— se despidió el chino tomando la mano de Horo y llevándoselo a rastras con él.

 

Los chicos trataron ocultar lo mejor que podían la sorpresa, pero era bastante difícil. Ren Tao no habría hecho eso, ¡era imposible! Se recordaron a sí mismos que Pilika continuaba ahí, por lo que trataron de hacer como si nada fuera de lo normal hubiese pasado. Uno a uno entraron a la pensión, rogando porque a la mañana siguiente Horo siguiese vivo y Ren tuviese la suficiente paciencia como para mantener el teatrito que se habían montado.

 

 

 

 

 

Yoh se encerró en su cuarto tan pronto como entró a este, se acostó en el edredón mientras las palabras de Mary resonaban en su mente. Justo hace unos momentos se sentía completamente seguro, incluso podría decir que se sentía a salvo.

 

Sin embargo, en ese instante, tenía mucho miedo. ¿Qué es lo que planeaba hacer Hao? ¿Por qué se supone que regresaría? O mejor dicho, ¿en verdad regresaría?

 

Yoh era consciente de que quizás mal interpretó lo dicho por la rubia, y que probablemente la esperanza que crecía en él terminaría por hundirlo aun más, pero quería confiar en que Hao volvería por él.

 

Solo eso deseaba.

 

Los pensamientos no estaban demasiado lejos de la realidad, puesto que, a algunos metros de la pensión, se podía observar a una réplica del joven Asakura, un muchacho idéntico salvo por los largos cabellos y que, a diferencia de Yoh, parecía mucho más musculoso que el chico.

 

Hao Asakura caminaba no muy lejos de la pensión donde su hermano menor vivía. Su rostro se mostraba tan serio como de costumbre, salvo por el leve ceño fruncido que poco a poco iba ganándose terreno en su rostro.

—Esa maldita anciana—murmuró lleno de coraje sin  dejar de caminar de un lado a otro, como pocas veces se sentía ¿acorralado? No, no podía definirlo así, eso era más de lo que aceptaría. — ¿Qué se supone que deba hacer ahora?— se preguntó

Mary, quien le hacía compañía desde hace rato, se limitó a observar como su mejor amigo se ponía cada vez más enojado. No se atrevía a decir nada, pero presentía que a la larga eso no le haría bien a nadie.

 

—Hao-sama— le llamó con una seriedad que solo ella era capaz de usar con aquel joven, quien le miró de reojo, dándole su atención— He visto a Yoh-sama…

El Asakura alzó una ceja, como queriendo decirle que él también lo había visto, porque era cierto, él mismo se había acercado tanto como podía para observar, sin poder creerlo, en el estado en que Yoh había terminado.

—He hablado con él

Y fue entonces que Hao le miró asombrado, quiso gritarle muchas cosas, pero su preocupación fue mayor, por lo que con una simple mirada le pidió a Mary que continuara con lo que fuera a decir.

—Él está mejor—comentó ella antes de evadir la mirada de Hao algo apenada— Yo… Le he dicho que usted le envió un mensaje.

— ¡¿Qué!?—gritó el mayor ahora si molesto, eso no estaba en sus planes, Yoh no podía enterarse de que él estaba vivo, si lo hacia… — ¿Por qué demonios has dicho eso, Mary? —bramó y cerró los puños tratando de calmar la naciente ira que crecía poco a poco, la rubia le miró con el ceño fruncido, como si deseara reclamarle

—Yoh-sama salió corriendo de casa, decidí seguirlo pues nadie le acompañó, ni siquiera su espíritu. No podía dejarlo ir solo—contestó con seriedad, y Hao le lanzó una mirada asesina ¿y porqué no le dijo nada a él? —Usted me pidió que no le molestara, Hao-sama— le recordó como si fuese capaz de leer sus pensamientos

— ¿Qué fue lo que pasó?—exigió saber mientras le daba la espalda

—Yoh-sama estaba llorando—dijo ella, midiendo la reacción de Hao, no se sorprendió al verlo tensarse— ¿Recuerda qué día es hoy? —preguntó de pronto

Hao no dijo nada, después de todo ella misma lo explicaría.

—Hoy se cumplen 6 meses desde su muerte, Hao-sama

“Así que eso es” pensó algo nostálgico, “¿por qué hace todo esto?” pensó Hao, sabía que tan puro era el corazón de su hermano, pero no creía capaz a nadie de llorar por él, y mucho menos lo habría creído así de Yoh.

—Él lo quiere mucho—comentó Mary ante el silencio de Hao, se le acercó hasta quedar a su lado y le regaló una tierna sonrisa a la que Hao se limitó a mirar al suelo— Hao…

El castaño se quedó en silencio, aunque la sorpresa en su rostro no la ocultó. Mary pocas veces le hablaba de ese modo, y se esperaba lo peor…

—Deja de castigarte—aconsejó ella— Nada de esto ha sido culpa tuya, lo sabes, ¿verdad? —Otro silencio— Él tampoco te culpa, así que alégrate un poco…

La rubia se alejó un poco, pero no pudo evitar decir algo más.

—Tú no estás solo, nunca lo has estado—dudó— Él… Yoh siempre estará ahí para ti, así como tus amigos, que descanses…

 

El Asakura avanzó unos pasos más hasta llegar al cementerio, ningún espíritu tuvo el valor de presentarse ante él, por lo que se encontraba en completo silencio. Se subió a las ramas del árbol, mientras que poco a poco la noche avanzaba.

 

Grande fue su sorpresa al escuchar como alguien se acercaba a ese sitio, y como, bajo los rayos del sol naciente, se presentaba ahí su hermano gemelo, Yoh Asakura.

 

 

Solo debo enfrentarme, y dar la cara hacia el sol.

 

 

Notas finales:

 

Próxima actualización:

 

Capítulo 3:  Jueves 5 de Julio 


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