En un Kinder de altas clases sociales, dos niños se hicieron grandes amigos. Uno de cabellos ondulados, alto para su edad se llamaba Hellsing, pero de cariño, le decían únicamente Hell; el otro que tenia el cabello lacio, era igual de alto, aunque no tanto como Hell, se llamaba Drew. El año fue corto donde estudiaron juntos, pero a pesar del poco tiempo, lograron entablar una fuerte amistad. Hasta se consideraban hermanos. Iban juntos a todos lados. Tuvieron sus peleas, sus enemistades, su respaldo; pero aun asi su amistad se mantuvo firme. Veremos pues, lo que les deparaba la vida para estas dos personas.
-Hell, ven que acá hay un sitio libre.
-Gracias Drew. Y dime, hoy podrás ir a mi fiesta de cumpleaños? – preguntó muy sonriente.
-No lo sé. Mis papás me deben llevar, pero últimamente están medios disgustados. No se si es conmigo, pero ya ni se hablan.
-No te preocupes. Todo se va a solucionar. Pero si espero que puedas ir. Va a haber torta y muchos chocolates. Me encanta los chocolates!
-Si eso lo sé. Y por eso, toma esto – Drew saca de su lonchera roja un paquete de Chocolate con grajeas y cubierta con Chocolate Blanco – Toma, esto es para ti. Feliz Cumpleaños!
-Ahh .. Graaaaaaaaaaaciaaaaaaaaas!!!!!! – Hell en su desesperación se embarró toda el rostro de chocolate.
-NIÑOS REGRESEN AL AULA, QUE YA SE LES ACABÓ SU RECREO.
-Espera, no puedes ir asi sucio. Te van a llamar la atención. Haber dejame limpiarte.
Drew sacó un pañuelo que tenia en el bolsillo de su mandil, y le limpió la cara a Hell, haciendo este gestos graciosos para hacerle reir.
-Jajajajaja Que gracioso eres. Pero deja de moverte que entonces no podré limpiarte bien.
Una vez ya limpio, Hell en forma de agradecimiento se le acercó a Drew y le dio un rápido beso en la mejilla. El niño de cabellos lacios se quedo espasmado ante tal acto del otro niño.
Lamentablemente, Drew no fue al cumpleaños de Hell. Este lo habia estado esperando, ansiaba mucho que el viniese para poder jugar y divertirse con todo el aula, que también fue invitada. Pero Hell, solo quería que Drew, su querido amigo; estuviese con él en ese dia tan especial. A la mañana siguiente, Drew tampoco apareció. Esto le preocupó. A pesar de su edad, era muy conciente de las personas; y se preocupaba de una desvelada por cualquiera de ellos.
-Profesora, Drew no va a venir hoy?
-No, hijito. Ninguno de sus padres lo va a traer hoy.
-Sus padres? Estan molestos con él?
-No, son cosas de adultos; en donde los niños no son responsables de nada.
-MMMM pero yo quería que venga Drew. Lo Extraño.
-No te preocupes. Esperemos que mañana venga.
Pasó toda la semana y Drew no se apareció. Hell estaba muy triste, se habia apartado del grupo y se sentaba solo como si le hiciera espacio a su amigo y estuviese con él. Un día, en medio de la clase de psicomotricidad, alguien toca la puerta intespestivamente. Era la mamá de Drew, junto a él.
-Sra, como está? Ahorita estoy en plena clase, puede dejar a Drew , no hay ningun problema.
-Tengo que hablar con ud personalmente, y debe ser ahora.
-Ok, no problema. Drew pasa y siéntate, iré a conversar con tu mamá.
Drew entró al aula, y vio a un muy emocionado Hellsing haciéndole espacio. Su amigo habia vuelto, y sus aventuras de nuevo iban al ruedo. Pero algo notó, la cara de Drew no era la misma.
-Que sucede? No estas feliz?
-No – lo dijo en un tono frio.
-Pero dime, que pasó? Soy tu mejor amigo …
-Me voy a mudar.
La noticia, inevitablemente chocó al niño de cabellos ondeantes. No podía creer que su amigo se vaya, y posiblemente no lo vuelva a ver más.
-Pero, y las clases? Y tu casa? Y tus papás? … y … yo? – bajo la mirada.
-No estes triste. A mi también me duele dejarte; pero no puedo hacer nada. Mis papás …
-Tus papás Que?? – lo agarra del brazo.
-Mis papás se van a separar. No se porqué, pero ya no se quieren. Todos los días pelean; y ahora se disputan con quien me voy a quedar. Y con quien me quede, me tendré que ir. No se a donde.
-Pero y si yo converso con tu papás?
-No creo que puedas hacerle cambiar de opinión. Somos niños, no tenemos opinión en la decisión de los adultos.
-Eso crees, tú. Pero a pesar de todavía ser un niño, yo si me hago escuchar.
-Hell … tu .. en verdad quieres que me quede. Que bonito de tu parte.
-Si, eres mi amigo. Y no te voy a dejar ir. Nosotros juramos que seguiríamos juntos hasta ir a la universidad. Y tenemos que cumplirlo. Pero necesito de tu ayuda.
Drew, no dudo en abrazarlo después de esas palabras. Sin lugar a dudas, su amigo estaba tratando de que se quedará con él. No quería abandonarlo en estos momentos. La Profesora entro de nuevo al salón y llamó a Drew con ella. Su amigo quiso acompañarlo, pero se lo impidió.
-Pero …
-Hell, Drew debe ir con su mamá. Van a ir a recoger algunas cosas en Secretaria; y de ahí se van.
Habian pasado 15 minutos, y Hell pidió ir al baño solo. El decía que ya podía hacer sus necesidades solo. Lo cual, era mentira; pero quería salir a encontrase con Drew y poder hablar con su mamá. Los busco por todo el sitio, hasta que los encontró justo en la puerta, para irse. Su mamá ya estaba en el carro, llamándolo.
-DREW, APURATE.. A QUIEN ESPERAS??!!!! TENEMOS QUE IRNOS YAAAAA!!!!
-Hell, llegastes. Mi mamá ya esta en el carro, y esta de muy mal humor, asi que no creo que puedas hacer nada. Te voy a extrañar.
-Yo también. Siempre te recordaré … toma esto … te lo iba a dar hace unos días, pero no vinistes – le dio una cadena con la mitad de un dije en forma de corazón – Yo tengo la otra parte, asi sabremos quienes somos si es que no nos vemos por un largo tiempo.
-Gracias por ser un buen amigo.
-Gracias a ti.
-DREEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEWWW!! YAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!
-Ya me tengo que ir – Drew le da un abrazo muy fuerte a Hell, mientras que este lo corresponde.
El niño de cabello lacio subió al carro, mientras Hell lo veía desde la puerta. Una par de lágrimas corrieron de sus ojos. Tal vez, esa iba a ser la ultima vez que se llegasen a ver.