’-A causa de Youngmin, Kwangmin nunca ha estado en una relación.
-¡Oh! ¿Eso es verdad Minwoo? Vaya chicos…
-Sí, digo la verdad. –Afirmó el maknae. ‘’
Y las risas se hicieron presentes en ese momento.
Tal vez debieron pensar que la causa de todo eso era que Youngmin hyung era muy sobre protector conmigo y me cuidaba de no ser herido, o quizá pensaban que yo no estaba con alguien por temor a que hyung se sintiera excluido. Pero no era así…
-Kwangmin, te estaba buscando. –Posó sus labios sobre los míos, yo me sonrojé.
-Hyunseong hyung… -Hablé una vez se separó de mis labios.
-Vamos, la camioneta nos espera afuera, debemos ir a casa. Mañana es tú cumpleaños. –Sonrió de esa hermosa manera.
-También es el cumpleaños de Youngmin hyung.
-Pero a mí solo me importas tú, no él. –Acarició mi mejilla.
-Eso es algo grosero de tú parte hyung, no deberías mostrarte tan preferente. –Hice un ligero puchero de reproche.
-No estamos en público Kwangmin, no importa si muestro mi preferencia hacia ti. En fin, vayámonos.
Y así es como día a día transcurre mí vida a lado de mis compañeros de grupo y hermano mayor. Excusando conductas tras el lema ‘A causa de Youngmin’ cosa que no me parece bien pero que hyung acepto al enterarse de mi relación con Hyunseong hyung.
Pero eso no era tan simple, nada en mi vida era simple y mucho menos sencillo. Todo era difícil y sumamente riesgoso. Una mentira, una traición, un engaño… que empezó tiempo atrás.
-Hyung, no… ¡Ah!
-Si gimes nos escucharan Kwang. –Succiono la piel expuesta de mi cuello.
-Pe-pero es que tú… -mordí mi labio acallando mis gemidos- No me marques…
-No quieres qué él se dé cuenta, ¿Verdad? –Sentí como se separaba de mí y su mirada se clavo en la mía. Yo asentí con la cabeza.
-Lo siento hyung… -tomé su rostro entre mis manos- Pero ambos sabemos que soy de él, tengo una relación con él.
-Lo sé, y eso me duele. –Cerró sus ojos.
-Hyung… -Los abrió para mirarme nuevamente -¿Por qué me haces el amor? –Mis mejillas sin querer se tiñeron de rosado.
-Porque… -tomo una de mis manos y llevándola a sus labios la besó –Solo en esos momentos siento que de verdad eres mío, que solo me perteneces a mí, que me amas como yo a ti.
Mis lágrimas brotaron sin previo aviso, verlo de esa manera, oírlo hablar con tanto dolor en las palabras hacia que me sintiera una basura, la peor persona del mundo.
Él que siempre había estado a mi lado y me había cuidado, mi hermano se había enamorado de mí y yo salía con uno de nuestros amigos. Aunque al principio yo no sabía de sus sentimientos, cuando él me beso aquella primera vez, cuando le confesé lo mío con Hyunseong hyung, mi corazón se estremeció por completo, mi cuerpo no respondía y cuando lo hizo solo se aferró a él, mientras que mi boca correspondía a sus voraces besos que poco a poco fueron subiendo de tono hasta morderme los labios al punto de hacerlos sangrar.
Desde aquel momento viví con la culpa de haber hecho eso, de haber entregado mi primer beso a un hombre, y no cualquier hombre si no a nada más y nada menos que mi hermano gemelo.
Nos distanciamos algún tiempo, hasta cuando él comenzó a salir con Donghyun hyung es que comenzamos a hablar como solíamos hacerlo. Y no es que habláramos mucho cuando estábamos solos.
Sin saber por qué empecé a sentir celos de Donghyun hyung. Él estaba muy cerca de mi hermano, le abrazaba por la cintura, lo besaba y por las noches hyung salía de nuestra habitación juro que escuchaba una especie de gemidos en el pasillo, si no es que en el baño.
Terminaron…
Ambos terminaron con su relación y yo aún seguía con Hyunseong, aún seguía sosteniendo esa intima relación que ambos teníamos y que por más que me esforzara no podía lograr que me llenara por completo.
Si, lo amaba y demasiado, imaginar mi vida sin él era algo realmente imposible; el solo hecho de hacerlo lograba que mis lágrimas salieran.
Nunca pude sentirme pleno estando con él. Aunque era romántico a veces, en otras ocasiones era algo frío y distante conmigo, solía desaparecerse y dejarme solo, y a veces me ignoraba.
Sin saber por qué siempre intentaba verme sensual y provocarle para así llegar a algo más y, aunque lo hicimos un par de veces nunca me llenaba como creía. Nunca lo sentía como lo imaginaba, y al final quedaba ese vacío en mi interior.
Nadie se daba cuenta de que derramaba lágrimas cada noche al sentirme impotente por no poder hacer nada para retener a Hyunseong a mi lado, nadie sabía la frustración que sentía por no sentirme deseado y/o amado por la persona que amaba. Nadie excepto él…
Una noche sin querer me encontraba llorando, escribiendo tristes frases en un blog que había encontrado en línea. Me retiré un momento para salir al baño y al regresar encontré a hyung leyendo aquellas frases. Se volvió hacia mí y arqueando una ceja puso cara de interrogante, quería que le dijera todo.
Como si me estuvieran amenazando solté la lengua. Comencé a hablar como si mi vida dependiera de eso y sin poder contenerme me arroje a sus brazos y lloré en su pecho toda la noche. Mientras él solo se dignaba a acaricia mis cabellos, mi espalda y decirme dulces palabras de reconforte.
Nuevamente sucedió, él confesó sus sentimientos hacia mí otra vez, diciendo que nunca había dejado de amarme y que si estuvo con Donghyun hyung fue solo para tratar de olvidarse de mí.
Sin pensarlo dos veces volví a entregarme a sus labios que correspondieron a mi beso sin negarse. Y al pasar de los minutos sentimos el calor invadirnos, la lujuria nos corrompió, y como si fuera la primera vez, me hizo el amor con toda la dulzura y delicadeza del mundo.
Lo engañaba…
Engañaba a Hyunseong con mi propio hermano, pero eso no me hacía sentir más peor de lo que me sentía cuando Hyunseong me abandonaba sin importarle mis sentimientos y/o necesidades.
Pasábamos más tiempo juntos, a escondidas nos besábamos, cuando nos bañábamos aprovechábamos para tocar nuestros cuerpos mutuamente y de vez en cuando sentirnos el uno al otro.
Me había acostumbrado ya a la ausencia de Hyunseong y realmente aunque a veces lo extrañaba ya no lo sentía tanto como antes de que empezara esa relación con mi hyung. Ahora a quien extrañaba era a Youngmin, a quien esperaba era a Youngmin y el que me hacía sentir feliz era Youngmin hyung.
-¡Ah, hyung! Así, dame más… por favor. –Mis incontrolables gemidos salían sin cesar.
-Lo hare solo si me dices por mi nombre. –Sus embestidas iban aumentando de ritmo.
-Pe-pero yo no ¡Ah! N-no puedo hyung…
-Hazlo o me detengo… -Jadeó en mi oído, pasando su mano a mi miembro para apretar la punta hasta hacerme gritar.
-¡Waah! N-no hyung, por favor… -Gemí suplicante.
-Vamos Kwangmin… -paso su lengua por mi oído- Dilo.
Y seguido de eso dio una tan fuerte embestida que arranco de mis labios un sonoro ‘¡Youngmin!’ acompañado de un arqueamiento de mi espalda y lágrimas.
Le gustaba.
Le gustaba escuchar de mis labios su nombre, se ponía feliz cada que lo decía sin algún tipo de honorífico o cosas así. Suspiraba exasperado cuando le decía ‘hyung’ y en la intimidad me obligaba a decirle por su nombre, a gemir un suplicante ‘Youngmin’, seguido de un ‘dame más’.
Y realmente lo disfrutaba, me gustaba hacerlo con él y en esos momentos sentía que él y yo éramos uno, que en verdad estábamos juntos más que como amantes o hermanos.
Había momentos en los que estábamos solos y simplemente nos hacíamos cariñitos tiernos, dulces, melosos. A él le gustaba eso, decía que en verdad parecíamos una pareja de enamorados.
Como me hubiese gustado por hacer eso en público, o al menos en el departamento en presencia de todos.
Pero toda acción tiene consecuencias.
Fue aquella vez en que lo vi platicando muy íntimamente con ese chico Ha Minwoo (el de ZE:A) que mis celos empezaron a hacer acto de presencia. Ellos platicaban muy bien, se reían, se miraban y al final se despidieron con un beso en la mejilla.
¡Ardía de coraje!
Fue tanto mi enojo que me puse cortante con él y hasta que no me obligo a hablar no dije nada.
Sé que era muy egoísta al no querer que estuviera cerca de nadie, pero es que realmente sentía un dolor horrible al verle junto a un chico o chica, daba lo mismo. Así que el juro que no volvería a estar tan cercas de nadie, no sin antes burlarse de lo celoso que era. Extrañamente le parecía adorable.
Paso el tiempo y sin querer un día comenzamos a discutir por motivos que en estos momentos sinceramente no recuerdo.
Termine por reclamarle una cosa que en mi posición no debería afectarme tanto, pero me afectaba.
Y es que realmente sentía horrible al saber qué el lloraba por mi causa, a causa de que yo estaba con Hyunseong y el sentía unos celos inmensos al verme junto a él. Si no fuera porque Youngmin es un libro abierto con Minwoo jamás me hubiera enterado de eso.
Al final se canso de todo lo que teníamos, del amor que nos dábamos, de esas noches de travesura que teníamos cuando Jeongmin no se quedaba a dormir en la habitación y nos dejaba solos. Se canso de ser ‘mi amante’, el que me daba el amor que no recibía por parte de Hyunseong, y lo entiendo…
-Kwangmin ¿Qué pasaría si… me gusta alguien? –Le miré atónito.
-¿Qué? –Articule –pues… nada…
Baje mi cabeza, no quería saber eso… Hyung me dejaría y así fue.
Me dejo.
En mi cara me dijo que ya no lo soportaba y que eso era lo mejor. Y pese a todas las lágrimas que derrame el volvió a alejarse de mí. Pero después de todo era lo correcto…
Porque yo no tenía derecho a retenerlo conmigo si nunca iba a poder darle lo que él quería. Él es una persona maravillosa y se merecía ser amada en tal manera en que se sintiera pleno y correspondido. Amar como él ama… ser amado como él lo merece, sin ocultarse.
Pasaron varios días, en que no nos dirigíamos la palabra y si lo hacíamos eran palabras cortantes o contestaciones cortas.
No sabía quién era el más afectado ahí; él o yo.
Él a pesar de que a veces se veía triste, en ocasiones sonreía de oreja a oreja al oír sonar su celular, al hablar con ‘alguien’ desde este mismo o cuando veía su e-mail. No sabía bien de qué se trataba pero estaba seguro que tenía que ver con ese sujeto del cuál gustaba hyung.
Y a pesar de eso yo seguía con Hyunseong, el cuál de vez en cuando rodeaba mi cintura con sus brazos, besaba mi cuello y después mis labios. Algunas veces sus manos recorrían mi cuerpo haciéndome estremecer y yo me encendía, ansiaba sentirle más y él simplemente se iba dejándome igual. ‘’Me llaman para algo importante’’, decía cada que sonaba su celular y me dejaba en las mismas.
Mi cuerpo se sentía tan tenso, yo estaba frustrado y tenía la necesidad de sentirme amado, deseado, querido.
Si bien soy solo un niño inmaduro, mi cuerpo ya no es el de un niño y a causa de todo lo pasado mi cuerpo se había acostumbrado a sentir a mi hermano dentro. Dándome todo ese amor que él decía tenerme.
Y un dìa.
Un día vi que salió de la habitación, entonces yo decidí entrar para esperarle y ahí aprovecharía para seducirle de alguna manera posible y hacer que nuevamente su cuerpo poseyera el mío. Lo deseaba.
Me recosté en la cama en una posición que pudiera provocarle, pero al ver su laptop encendida no pude evitar sentir curiosidad.
Me puse frente a ella y abrí las pestañas minimizadas. Una era youtube, la otra nuestro fancafe y la otra su bandeja de mensajes. Realmente no había nada interesante. Suspiré con resignación hasta que me dí cuenta de que el block de notas estaba abierto. Expandí la ventana y entonces comencé a leer lo ahí puesto.
‘’ Extraño... Extraño tú sonrisa, tú mirada, tú cuerpo, tus labios, tú piel... Extraño todo de ti. Pero alejarme era la única solución posible para esto... para dejar de consumirme en este dolor, para que pudiera dejarte libre de tener lastima de mi. Pero bueno, así son las cosas. Supongo que soy masoquista y un verdadero estúpido.
Te amo Kwangmin. ’’
Mis mejillas se encendieron, sentía que ardían. No pude evitar que mi corazón se acelerara y sin querer mis ojos se cristalizaron. Haber leído eso causó muchas emociones en mi y estaba a punto de colapsar por tanto sentimiento.
Me levanté y limpiando mis lágrimas salí de la habitación, necesitaba desahogarme.
-Kwangmin ¿Qué te pasa amor?
-Nada, estoy bien… -Pasé de largo a Hyunseong y salí del departamento.
Estaba mal, muy mal y necesitaba estar solo, sin que nadie me molestara. Así podría desahogarme.
Caminé un buen rato hasta que dí con una especie de bar, pero era para menores de edad. No servían alcohol. Entré a dicho lugar y comencé a tomar lo que ahí servían, estaba llorando y el camarero se puso a hacerme plática y yo simplemente le pedía más bebida. Si hubiese sido alcohol ya me habría embriagado.
-¿Kwangmin, qué haces aquí?
-¿Jeongmin hyung? –Voltee a verle.
-¿Qué haces aquí Kwangmin? ¿Por qué estas llorando?
-Yo…
-¿Te peleaste con Hyunseong? –Ni siquiera me dejo terminar.
-No hyung, eso no es lo qué paso. –Suspiré.
-¿Entonces?
-Prefiero no decirlo… es demasiado intimo y penoso.
Hyung se quedo a mi lado un rato hasta que empezamos a tornar una conversación algo fluida. Pase un buen rato riendo, él contagiaba en mí una sonrisa muy grata, me animaba.
No fue hasta que accidentalmente derrame un jugo en mi pantalón que todo comenzó a tornarse diferente.
Jeongmin me acompañó al baño a que me limpiara. Tomó una toalla y empezó a frotar sobre mí para secarme, pero solo logró arrancarme unos cuantos gemidos al tocar esa zona tan sensible que poseía. Me sonrojé y él lo notó, desvié la mirada y me aleje un poco. Me agache un poco para secarme yo mismo y entonces él me tomo del cabello e hizo que me hincara, solo de esa manera pudo besar bien mis labios ya que él es mucho más bajito que yo.
Después de eso salí huyendo de ahí. Era el colmo de colmos ¿No tenía yo vergüenza?
No, no había sido mi culpa, fue él… si, fue él.
Después de aquello he tomado mi distancia con todos, excepto Hyunseong claro, con él siempre estaba de meloso. Claro, si es que estaba en casa.
Días pasaban donde no lo veía y en ocasiones por más que me esforzara por seducirle simplemente no lo lograba. Comencé a creer que había dejado de querer algo conmigo.
Un día todos habían salido y me encontraba solo en casa con hyung. Había un silencio incomodo entre ambos y fue entonces que comencé a hablar.
-¿Tú y Donghyun hyung… lo hicieron?
-¿Hacer qué? –Hojeo una revista.
-No te hagas, hacer el amor. –Le miré impaciente.
-Si, lo hicimos.
-Ya veo… -agache la mirada –Y… ¿Solo a mi me has hecho el amor?
-¿A qué viene esa pregunta Kwangmin? –Me miró.
-Te extraño hyung, te extraño muchísimo. –Le miré con ojos cristalizados.
-Kwangmin…
-¿Por qué no podemos estar juntos? Yo de verdad te amo… más que como hermano.
-Si fuera así no estarías con Hyunseong. –Fruncio el ceño.
-Pero es que… no quiero lastimarle, ya llevo mucho tiempo con él.
-Esa no es excusa…
-Pero en verdad te necesito. Necesito tus besos hyung… necesito de tú amor. –Le miré suplicante- Te amo hyung…
-Pero esto debe acabar Kwangmin.
-Por favor hyung… -derrame unas lágrimas – No necesitas amarme como antes, solo… solo tómame… al menos como tú pasatiempo… tú juguete…
-Eso no sería justo para ambos Kwang.
-Hyung
-No hablare más. –Se levantó y retiró.
Yo estaba herido y obviamente él también. El punto era que realmente deseaba darle todo mi amor a Youngmin hyung pero no quería herir a Hyunseong. Si él me fuera infiel sería más sencillo dejarlo pues yo podría hacerme el ofendido…
Al día siguiente extrañamente hyung me hablaba con normalidad y no sentía tanta tensión en el ambiente, aunque yo nunca puedo percibir bien la atmosfera.
Entramos a nuestra habitación y como no estaba Jeongmin hyung me dispuse a volver a platicar con hyung a ver si lograba algo.
-Hyung ¿Sabes donde deje mi consola portatíl?
-Creo que en la mochila de viaje.
-Gracias.
-Kwangmin ¿Cómo te ha ido con Hyunseong?
-Uhhmmm… normal, como siempre.
-Hablemos de algo interesante ¿Si?
-¿Cómo qué hyung? No se me ocurre nada.-Me senté en una silla frente a él que estaba en su cama.
-Kwangmin... uhm -piensa- Con respecto a lo que me dijiste ayer... ¿Necesitas amor?
-¿A qué viene eso? –Agacha la mirada.
-Curiosidad. –miró hacia otro lado.
-Ohh, ya veo… -agache la mirada.
-Por qué... si necesitas amor... úsame... -susurró lo último.
-Hyung... -Me quedé en silencio, sorprendido por sus palabras. Él también.
¿Què dices? -Se me subió la sangre a las mejillas-
-Que malo... -sonreí amargamente- Yo te pedí ser tu juguete... tú pasatiempo... y me rechazaste.
-Prefiero ser yo tu juguete a que tú seas el mío –Dijo sin más.
-Ambos sufriremos de las dos maneras... ¿piensas que sería diferente?
-No lo sé, quizás si… quizás no -se encogió de hombros.
-Hyung... -sollocé aun con el rostro viendo al suelo- yo en verdad te extraño mucho...
-Yo también te extraño....-susurró.
-Extraño tus caricias... -estiré la mano para tomar la suya y entrelazar mis dedos.
-Extraño acariciarte...-Dijo sin mirarme.
-¿Entonces?
-¿Entonces qué? –Me miró.
-¿Me tomaras como tú pasatiempo al menos? –Sonrojé.
-¿Y tú harás lo mismo? –Poso sus ojos en lo míos.
-Si así lo quieres, si…
-Está bien. –Sonrió de esa hermosa manera. Yo me puse rojo.
-Qué lindo eres, Kwangminnie. –Llevó sus manos a la boca, cubriéndola. Creo que no quiso decirme aquello.
-Hy-hyung… -Me sonrojé, nunca me habían dicho así.
-Perdóname Kwang, no quise decirlo.
-Está bien hyung, viniendo de ti me gusta. –Le abracé.
Sentí como sus brazos rodeaban mi cuerpo y entonces supé que era el momento indicado para hablar. Debía decirlo.
-Te extraño… Extraño la manera en que me sonreías, como me mirabas, como tus labios se apoderaban de los míos... -mordí un poco mí labio, avergonzándome- El roce de tus dedos sobre mi piel... tú cuerpo sobre el mío... -escondí el rostro en su cuello.
-Y-y... yo extraño hacer todo eso...
-Extraño sentirte... ser tuyo y solo tuyo. -empuñé su camisa por la espalda.
-Extraño que seas mío... solo mío. -se mordió el labio y escondió su mirada.
-Entonces, tómame…
Comenzó.
Y empezó el juego de nuestros labios, mordiéndose, chupándose y lamiéndose. Nuestras lenguas se entrelazaron y comenzamos a juguetear mutuamente con ellas.
Me tiró sobre la cama y entonces me despojo de la ropa con caricias lentas y tenaces. Sus manos me recorrían suavemente y sin siquiera dejar un lugar de mi cuerpo sin recorrer comenzó a prepararme con sus dedos. Me hacia gemir de placer, me sentía pleno, lleno y cuando su miembro entró en mi no me dolió, lo disfrute. Porque lo deseaba, porque lo amaba y porque quería ser solo de él.
No me importaba que nos oyeran, me valía si Hyunseong llegaba y nos escuchaba y/o veía, que se enterara que lo hacía con mi hermano porque lo amaba, porque él no me llenaba y no me daba lo que hyung si me da.
Mis gemidos se volvieron gritos, no quería que parara, quería sentirlo más y más.
Me aferraba a las sabanas a veces y otras a su espalda, clavando mis uñas en ella, arañándole y gimiendo en su oído, gritando su nombre.
Porque no importaba nada ni nadie, en ese momento solo éramos él y yo. Amándonos, entregándonos mutuamente, dándonos todo el amor que sentíamos el uno por el otro, sin importar que adversidades tuviéramos que pasar.
Le amaba, me amaba y estábamos juntos, estriamos juntos. Porque debido a él yo no tenía una relación, al menos no con nadie más que no fuese él.