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It doesnt even matter por Kannon

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Notas del capitulo:

-

¿Por qué nos conocimos? ¿Qué es lo que te he dado?
Si hubiese una posibilidad de que nos volviésemos a encontrar, estaría esperándote hasta ese momento.

 

Abrió los ojos y con una mano se talló el ojo, movió su cuerpo, y uno más se aprensó a él, bajó la mirada, Reita le abrazaba aún dormido, con fuerza; sonrió y tomó su celular de la mesita de noche.

3 llamadas pérdidas de Ruki.

Gruñó y marcó su número.

-Hasta que me contestas- dijo del otro lado de la bocina el menor.

-Perdón, estaba ocupado- habló con un poco de dificultad pues el sueño aún habitaba en su cuerpo.

-¿De nuevo con Kai?

-No.

-Entonces ¿En dónde estás? Fui a tu casa a buscarte y no te encontré.

-Con Reita.

Al escuchar eso, Ruki se quedó frio ‘¿Con Aoi? No lo creo, con Uruha tal vez’  recordó las palabras de Kai que comenzaron a retumbar en su mente.

-Voy para allá.

-¿Allá dónde?

-A casa de Reita, quiero verlo.

-No, Ruki. No vengas.

-Si iré- y cortó la llamada.

Uruha dejó el celular con molestia sobre la mesa, y comenzó a mover los brazos de Reita intentando despertarle. Le movió por los hombros pero solo logró hacerlo que le soltara.

-Akira levántate… -le jalo la bandita, descubriéndole la nariz, causando que el rubio pegara un brinco, despertando.

-¡¿Qué haces?!

-Ruki viene hacia acá.

-¿Qué?

-Sí, viene hacia acá. Le dije que no lo hiciera pero ya viene. El rubio se levantó de golpe y comenzó a desvestirse, Uruha se quedó sobre la cama observándolo quitarse la pijama.  -¿Qué harás?

-Yo… no lo sé… Quiero verlo pero… al mismo tiempo, no.

El castaño se puso de pie y le abrazó por la espalda –Cualquier cosa, es tu decisión.

-¿Qué debo hacer, Shima?

-No lo sé- besó su hombro.

Reita se giro para poder tenerlo de frente, tomó un mechón de cabello castaño y lo acomodo tras su oreja, sonriéndole –Te amo, Shima. No sé porque te dejé ir.

-¿Te estás escuchando, idiota? No sabes qué hacer con Ruki y ya me amas de nuevo.

-Siempre te he amado.

-Y yo a ti Akira, pero no confundas lo que sientes ahora con lo que sentías antes. Eres mi mejor amigo, mi hermano. ¿De acuerdo?

Asintió bajando la mirada –Tú fuiste quien… me enseñó a amar.  

-Ya cállate- sonrió y le tomó por el mentón levantándole; le miró fijamente y susurró –Yo siempre estaré contigo sin importar que pase. Ahora, deja de decir incoherencias sobre tú y yo y piensa en que es lo que quieres para ti, con Ruki.

-Aún siento que lo quiero a mi lado, pero el pensar las cosas por las que tengo que pasar… No creo aguantar.  

-¿Pero?

-¿Pero? ¿Qué?

-Siempre hay un pero cuando se trata de Ruki.

-Pero es Ruki…

Le dio una suave palmada en la mejilla –Anda, termina de vestirte, ya veremos qué pasa. Por cierto, apague tu maldito celular que no me dejaba dormir. Algo quiere Aoi.

-Lo sé, pero no quiero verlo. Él… me dijo algo.

-¿Qué?

-Me pidió que dejara a Ruki por él. Ahora no estoy con Ruki, pero tampoco quiero estar con él. Quiero estar contigo Shima.

-Y ahí vas de nuevo. Akira, no arruines esto que tenemos por un tonto capricho despechado ¿sí?

-Me conoces tan bien…

 

Incluso mis recuerdos quiero olvidar.
Mi corazón que una vez te amó ahora está en dolor.

Estacionó el auto fuera de la casa de Reita, y con las manos al volante se quedó mirando al frente, ¿Qué iba a decirle? Ya estaba ahí pero ¿Ahora qué? No preparó ninguna clase de discurso hacia Reita, no preparo si quiera una disculpa, nada. Solo… Se le ocurrió ir ahí y rogarle por volver. ¿Debía decirle lo que sucedió con Aoi?... Uruha estaba ahí, seguro ya lo habría consolado… Si, seguro eso pasó, entonces estarían a mano, no tendría porque enterarse de lo que hizo Aoi, además, Aoi se aprovechó de la situación… Pero… ¿Y si Aoi ya fue a visitarlo también?

La cabeza le daba vueltas, no podía sacar toda clase de pensamientos de Reita teniendo sexo con Uruha, o con Aoi; las lágrimas comenzaron nuevamente a correr por sus mejillas, era insoportable la opresión que sentía en el pecho, como si un pedazo de concreto le hubiera caído encima. Abrió la puerta del auto y bajo tambaleándose, no había dormido nada, no había probado bocado alguno o bebido siquiera una cerveza. Lo único que quería era tener nuevamente los labios de Reita sobre los suyos, sus brazos rodeando su pequeño cuerpo y el latir de su corazón haciendo una melodía.

Tomó una gran bocanada de aire y tocó la puerta débilmente con una mano. Espero unos momentos y acomodó sus gafas de sol.  La puerta se abrió, el delgado cuerpo del castaño se dibujó frente a él.

-Sigues aquí- dijo con molestia.

-No me pienso ir pronto- contestó el guitarrista -¿Qué quieres?

-Hablar con Reita, no contigo.

Uruha se hizo a un lado, dejándolo pasar; una vez dentro, cerró la puerta y caminó hacia la cocina haciéndole un ademán con la mano para que lo siguiera. Un par de pasos atrás venía siguiéndole; al entrar a la cocina, vio que Reita se encontraba en la mesa, con un plato de sopa y una taza de té, podía ver por lo rojizo e hinchado de sus ojos que también había estado llorando, y por la forma en que la cuchara casi se perdía en el plato, tampoco había comido. Shima le tocó el hombro, ni siquiera había notado la presencia del más bajo en la cocina, estaba perdido en la inmensidad de su té.  Levantó la cabeza y lo vio ahí, parado, sin expresión alguna en el rostro, pero podía percibirle, podía sentir el dolor de Ruki; estaba a punto de ponerse de pie y correr a abrazarlo, protegerlo una vez más, pero giró la cabeza hacia Uruha, y una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro; tenía que dejarlo claro, no podía retractarse ahora.

-¿Qué quieres? –dijo con voz grave. Uruha salió de la cocina, desapareciendo en alguna de las habitaciones de la casa de Reita.

-Hablar contigo…- dio titubeante un par de pasos para acercarse -¿puedo?- señaló la silla junto a él.

-Adelante.

Jaló la silla y se sentó con las manos sobre la mesa, suspiró pesadamente y levantó la mirada hacia él, los lentes le resbalaron por lo largo de su nariz pero no hiso nada para impedir que se cayeran con el vidrio hacia delante sobre la mesa, descubriendo sus hinchados ojos que se llenaban nuevamente de lágrimas.

-Reita… Perdóname…

-¿Qué te perdone? ¿Por qué? –le sonrió.

-Por causarte dolor… yo, en verdad estoy arrepentido…

-No tengo nada que perdonarte, tú eras feliz, y eso es lo importante.

-Pero ahora no lo soy… No soy feliz estando sin ti.

-¿Ah no? Porque… de pronto te dio por quererme.

-Quizá… ya era tiempo de hacerlo público.

-Dijiste que no podías.

-Pero ahora ya puedo, ahora quiero.

-¿Quieres?- levantó una ceja -Entonces antes… ¿No?

-¡No! ¡No es lo que quise decir! A lo que me refiero es que… Reita, te amo, y te necesito.

-¡Yo te necesité antes!- se puso de pie, golpeando con la palma de las manos la mesa -¡Yo te necesitaba a mi lado y no te importó!

Ruki bajó la mirada ¿En verdad estaba todo perdido?

-Solo necesito que me des una oportunidad, Reita por favor.

-No… Vete… Vete Ruki, no quiero verte ahora.

-No me voy a ir hasta que me perdones.

-Te dije que no tengo nada que perdonarte, ahora por favor, vete de aquí- Estaba afirmado, no quería nada con Ruki, en su ausencia le extrañaba pero en su presencia solo le molestaba. No podía estar junto a alguien que jamás se dio la tarea de hacerlo presente del todo en su vida cuando decía amarlo.

-¿Quieres estar a solas con Uruha huh? –Y ahí va su maldita impulsividad a arruinarlo…

-¿Qué?

-No te hagas el tonto –se puso de pie- Seguro ya te has follado a Uruha y por eso sigue aquí.

-¿Qué diablos dices? Uruha y yo no hicimos nada.

-¿Y por qué esta aquí y no con Kai?

-Porque a diferencia de ti, yo si tengo amigos.

-… Eres un idiota…

-Si soy un idiota ¿Por qué estás aquí?

-Porque eres mi idiota. Y te quiero de regreso.

Reita movió la silla y caminó fuera de la cocina, Ruki le siguió confundido ¿Lo iba a sacar de la casa a patadas?

-Mira esto- señalo el mueble con las fotografías –dime en cuantas estamos tú y yo juntos.

El vocalista se acercó al mueble, fotos de Reita y Uruha desde pequeños, Aoi y Reita… Kai y Reita… Los cinco juntos… Fotografía tras fotografía y ninguna de ellos dos solos.

-Ninguna…- dijo en voz baja casi para sí mismo.

-Ahora puedes irte…

No dijo nada más, camino con la mirada hacia el suelo y arrastrando pesadamente los pies hacia la entrada, abrió la puerta y dio un rápido vistazo hacia atrás, Reita se quedó recargado en el mueble comenzando a sollozar. Salió de la casa cerrando la puerta tras de sí.

-Shima… ¡Shima!- gritó soltando el llanto. Uruha salió de la recamara y corrió hacia la sala, lo abrazó con fuerza acariciándole la espalda y el cabello de la nuca.

-Akira…

-Shima, se fue…

-Lo sé… Llora, Akira, llora todo lo que necesites.

-¿Crees que en verdad me amé como dice?

-Tú dímelo a mí.

-Quizá me ame como dice, pero no como yo necesito… -se aferró más al cuerpo del castaño, llorando sobre su hombro.

 

Para toda la eternidad, amando como nunca antes.
Para toda la eternidad, nuestro amor que no volverá.

 

Habían pasado ya cinco días, ni Reita ni Uruha se dignaban a aparecer en el estudio. Ruki llegaba media hora antes y se iba una hora después esperando encontrarse con Reita, saliendo de ahí conducía hasta la casa de éste y esperaba una cuadra más atrás a ver si lograba verle llegar, pero nada. Nadie sabía que era lo que sucedía con Reita; Uruha de vez en cuando mandaba mensajes a Kai, y si bien todos sabían que Kai pasó algunas noches con ellos dos, pero tan reservado como una roca, no quería decir nada. Aoi miraba a Ruki de arriba abajo, recorriéndole con la vista todo el cuerpo, quedándose en cierta zona que ya había probado, el castaño al sentir la mirada que lo desnudaba solo lo miraba con cierto reproche, deseando que el líder no se diera cuenta, nadie tenía que saber, nadie absolutamente nadie tenía que saberlo.

 

El celular de Kai sonó, el silencio que reinaba la habitación con los tres chicos haciendo nada, se rompió.

-¿Tu novio?- preguntó Aoi.

-Si- dijo Kai -¿Hola? Si, nosotros tres. Mmm… creo que puedo irme ahora, no estamos haciendo nada. De acuerdo –se sonrojó y de reojo volteó a ver a sus compañeros, bajando después la mirada –Yo también te quiero- colgó. –Bueno… debo irme.

-¿Qué? Aún no terminamos –dijo Ruki.

-¿Terminar qué? No hemos hecho nada- dijo Aoi estirándose.

-No puedes irte, ¿a dónde vas?

-¿Qué no ves que tiene una cita con su novio?

-Su novio que no se ha dignado a venir.

-Su novio que ha estado ocupado con tu ex –sonrió Aoi mirándole.

Ruki se lanzó hacia el tomándole por el cuello de la camisa

-No te metas conmigo, Aoi- el pelirosa sólo dejo salir una suave carcajada y tomándole por las muñecas se soltó de su agarre.

-No me meto contigo, solo digo la verdad ¿O no Kai?- volteó la vista hacia el baterista.

-Ammm… Si, Uruha se la ha pasado con Reita.

-¡¿Y vienes a restregármelo?!- se giró hacia Kai mirándole con coraje.

-¡Pero si yo no he dicho nada, cálmate!

Aoi soltó la carcajada, y jaló a Kai por un brazo –Ve con Uruha, yo me quedaré aquí con Ruki.

Kai asintió y rápidamente salió de ahí antes de que Ruki pudiera matarlo.

Se cruzó de brazos y le miró enojado -¿Quién te dijo que podías darle órdenes a Kai?

-No le di ninguna orden, además tú tampoco tienes por qué.

-¿Crees que Reita y Uruha…?

-No lo sé, Ruki.

-Uruha una vez dijo que el ya tendría a Reita gimiendo –bajó la mirada.

-¿Lo has visto?

-¿mm? –lo volteó a ver.

-A Reita, ¿Lo has visto?

-Sí, hace casi una semana.

-No contesta mis llamadas.

Bueno, Ruki de algo estaba seguro, tenía ventaja sobre Aoi, al parecer Reita había estado ignorando al pelirosa todo este tiempo, o quizá Uruha perdió el miedo de que Kai se enterara de algo y ha estado escondiéndole las llamadas. Pero, había algo que aún no le quedaba muy claro ¿Por qué a Kai no le molestaba el hecho de que Uruha pasara días enteros con Reita? Si, es verdad, son amigos desde hace mucho tiempo pero, Uruha es SU novio, suyo, no de Reita.

-Iré tras Kai.

-¿Qué?

-No quiero estar contigo, Aoi. Eres con la última persona con la que quiero estar, y sé que si lo sigo, podré ver a Reita.

-No te vas a ir de aquí- le tomó por el brazo –No dejaré que les arruines esto.

-¿Qué les arruine qué?

-No sé a dónde vaya Kai, pero déjalo solo.

-Suéltame.

-No lo haré.

-¡Que me sueltes!

Aoi, empujó a Ruki hasta pegarlo a la pared, le tomó por los antebrazos y pegó sus labios a los de Ruki –No te soltare- susurró sobre sus labios y luego comenzó a besarle, forzando al otro a abrir un poco su boca.

-A…o…i…- intentó decir, pero el guitarrista había introducido rápidamente su lengua en la cavidad ajena; el guitarrista le soltó de una muñeca para deslizar esa mano por su pecho, bajando hasta su entrepierna, apretó suavemente sobre el pantalón –nhh… no…- Ruki tomó fuerza con el brazo que ahora tenía libre y le empujo por el pecho con fuerza, haciéndole que rompiera el beso, cerró el puño y golpeó la mejilla de Aoi – ¡Déjame!

-¿Qué no te gustó lo del otro día?

-N…

-¡No puedes negar que no! Gemiste mi nombre, Ruki, ¡lo gemiste!

-¡No estaba pensando! ¡Te usé así como tú me usaste!

-Eso quería escuchar- sonrió de lado.

 

Nunca te lastimaré de nuevo, porque quiero abrazarte fuerte como lo hacía antes.
He traicionado mucho a nuestro amor...

 

-¿Dónde están? –preguntó Kai.

-En el parque de siempre.

-Bien- colgó

-¿Ya viene?

-Si, Akira… ¿Está bien si te quedas solo esta noche? –el rubio volteó a verlo confundido.

-Sí, ¿Harás algo?

-Sorprenderé a Kai- sonrió mirando al frente- Ha sido muy comprensivo en no cuestionarme ni nada por pasar todas las noches contigo y siento que lo he dejado un poco solo, quiero compensárselo y consentirlo hoy. Prometo mañana estar temprano contigo.

-No- sonrió cerrando los ojos –quédate con él también mañana, yo puedo cuidarme solo.

-¿Estás seguro?

-Sí, estoy seguro.

-Gracias Akira- y se acercó a besarle la mejilla. Cerró los ojos y recargó la cabeza en el hombro del otro. Ambos estaban sentados en el césped, recargados en el grueso tronco de un alto árbol.

-Oye Shima.

-¿mm?

-¿Lo amas?

-Sí.

-¿Tanto cómo me amaste a mí?

-De nuevo con eso ¿eh? Akira a ti te amo de una forma diferente y muy especial, Kai es mi pareja y lo amo también.

-¿Cuál es la diferencia?

-Que tú eres mi familia.

-¿Y los demás no?

-Akira… Te amo, lo único que nos quita el titulo de hermanos es que no somos de la misma sangre.

-Pero en algún momento me amaste de otra forma.

-¿En verdad es tan importante el pasado? ¿No es mejor vivir el presente para construir un mejor futuro?

-Oh Shima… -le apretó la mejilla- gracias.

-¿Por qué?

-Por cuidarme y estar conmigo.

Kai los vio a lo lejos y caminó a paso rápido, le picó el hombro a Uruha y éste abrió los ojos, le miró y rápidamente se puso de pie, abrazándole.

-Hey- le besó la mejilla

-Hey-sonrió sonrojado y miró por el costado de Uruha moviendo la mano para saludar a Reita, quien le respondió de igual forma.

-Estaremos aquí sólo un rato, tengo algo que mostrarte –le dijo sobre los labios.

-¿Qué es?

-Una sorpresa

-¿Y a qué se debe?

-A que eres el mejor- tomó el labio inferior de Kai, besándole suavemente.

-Uru…- susurró rompiendo el beso –Reita está aquí

-¿Aja?

-No quiero que se incomode.

Uruha sonrió y le tomó la mano llevándolo al lado de  Reita, se sentó en el pasto jalando a Kai a su lado; el baterista subió las piernas sobre las del castaño, abrazándose a su dorso.

-¿Lo viste hoy?-  preguntó Reita.

-¿A quién? –dijo Kai.

-Takanori.

-Sí.

-¿Hizo algo hoy?

-Pues casi golpea a Aoi.

-¿Qué? ¿Por qué?- preguntó Uruha.

-Lo provocó, bueno… Esa era la intención de Aoi, supongo, y quizá quería que yo también me molestara.

-¿Qué dijo?- habló un curioso Reita.

-Que mi novio se la pasaba con su ex, pero fue la forma en que lo dijo…

-Ese bastardo- gruñó Uruha.

-En verdad yo no me molesté –besó la mejilla de Uruha –Si mi novio se la pasa con su mejor amigo porque está pasando un mal rato, no tengo porque enojarme –y les sonrió a ambos.

-Eres el mejor, Kai –sonrió Uruha.

-¿Ya estas mejor, Reita? –se recargó en el hombro de Uruha, haciéndose un poco para enfrente y así poder verle mejor.

-Sí, mucho mejor, aún ha pasado poco tiempo, pero gracias a Shima, estos días me han servido mucho, siento que finalmente puedo respirar. ¿Nunca has sentido como si oprimieran tu pecho cuando vez algo o escuchas algo que no quieres? Todo eso quedó atrás, ya no volveré a sentirme atrapado. Ahora quien me preocupa es Aoi.

-¿Aoi?

-Se que no se quedará sentado –interrumpió Uruha.

Reita volteó la mirada hacia el guitarrista, ambos estaban conscientes que Aoi sabía mucho de los dos, y no se iba a quedar cruzado de brazos viendo cómo eran felices.  

-No entiendo… -dijo confundido Kai.

Uruha volteó hacia él y sonrió –no es nada, solo me parece raro que Aoi solo insista por teléfono con Reita, no ha ido a buscarlo ni nada, por eso supongo que está esperando el momento adecuado para acercarse, quizá cuando Ruki regrese a su estado normal.

Reita se quedó viendo el rostro del guitarrista. Era verdad, Aoi sólo le había llamado y él sólo le había ignorado, era hora de enfrentarlo; de todos modos, esta noche la pasaría sólo.

 

Ese día, desaparecí de tu vista. Ahora ya es demasiado tarde, ¿qué puedo hacer?
Mirándote fijamente mientras llorabas, te abracé, incluso con más fuerza de lo habitual. Pero tú no cambiarás.

Notas finales:

Fragmentos
Yurameki - dir en grey.

 

Uhh, tardare un poco en subir un nuevo cap, el sabado me ire de vacaciones y vuelvo la siguiente semana, así que lo subire ya regresando (:

Gracias.


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