Eran amigos. Los mejores. Se contaban todo e incluso apostaban quien podía acostarse con más de diez mujeres en tan solo tres días.
Los dos galanes rompecorazones y mujeriegos de la cuidad. Sin embargo… la palabra “Amigo” cambió radicalmente. Todo comenzó una noche en el antro más popular de Japón.
Lleno de alcohol, lleno de humo, lleno de placeres carnales. Lo último, era lo que la mayoría de los hombres buscaba en la zona. Tener una noche divertida para olvidar el estrés de las mañanas en el trabajo pesado.
—Esta para darle toda la noche-comentó, un joven rubio observando lascivamente a la muchacha del fondo que vestía una mini falda y una blusa a medio abotonar.
—¿Escucharon eso? ¡Naruto tendrá fiesta esta noche!-rió un joven de cabellos castaños y ojos claros. Portaba en cada mejilla unos tatuajes en forma de triangulo color rojo.
—¡Salud por eso!-levantó el vaso de licor un joven de cabellos platinados y ojos lilas.
—Veremos quién gana, tonto-gruñó, el azabache a su lado y ojos igual de oscuros.
Los cuatro se encontraban sentados en la mesa bebiendo sin parar. Tenían la intención de relajarse y olvidar todo el trabajo de la mañana. Cada uno iría por su cuenta y buscaría diversión con una sexy chica que estuviera dispuesta a darles la mejor noche movida de sus vidas. Todos los días eran así. Salir y acostarse con una mujer, sin comprometerse.
Naruto y Sasuke amaban su libertad. Amaban el sexo duro y desenfrenado.
El blondo bebió su último trago y se puso de pie sintiendo un leve mareo.
—Bien, chicos. Es hora de disfrutar. Busquen las suyas que yo ya tengo la mira en la chica del fondo-sonrió emocionado.
Sasuke y el resto observó cómo se alejaba hasta su deliciosa presa, se había parado frente a la chica diciéndole algo al oído. Podía verse como la muchacha asentía y le tomaba la mano al rubio para después perderse por un pasillo oscuro camino a los cuartos.
—Supongo que es mi turno-Sasuke se puso de pie tras haber tomado todo lo que había en la mesa. Miró a su alrededor, la verdad, es que todas eran hermosas. A decir verdad, la mitad de ellas había tenido el honor de acostarse con el perfecto Uchiha. No le gustaba repetir con la misma persona, se alejó de sus amigos para buscar su pareja de una sola noche.
—¿Tú que harás, Suigetsu?
—No tengo ganas ni de levantarme. Me está doliendo el estomago.
—Bien-se puso de pie-Voy por otro trago, ya vuelvo.
Una hora y media transcurrida. Kiba y Suigetsu veían como las personas ya ni se reconocían entre ellas y besaban a quien tenían al lado. Uno que otro tipo les había metido mano y estaban controlados a pesar de haber bebido demasiado, efectuaron un golpe entre ambos y dejaron inconsciente a dos de ellos. Volvieron a sentarse en sus lugares y escuchando la música movida. Ya nadie bailaba, se besaban donde no tocaba la luz e incluso había algunos que se desvestían ahí mismo.
Una de las razones de ello, además de estar borracho, era que los cuartos siempre se llenaban a ciertas horas. Y como no se soporta más la calentura, lo hacen donde pueden. Ambos jóvenes estaban acostumbrados, aunque al principio, la primera vez que habían visitado el lugar fue todo un impacto para sus ojos.
Vieron salir de los pasillos a Naruto junto a la chica con la que había estado. Le sonrió y se despidió de ella acercándose a la mesa donde estaban sus compañeros.
—¿Y, Naruto? ¿La pasaste bien?
—Ja, ja. Excelente-rió-fue toda una fiera en la cama.
—Que Sasuke termine pronto porque debo levantarme temprano a trabajar-se quejó Suigetsu.
—Mmm, ¿Qué hora es?-pregunta el rubio.
—Las tres y media.
—¡Mierda!-masculla-Espero levantarme.
A los pocos minutos ven salir al azabache del pasillo oscuro con su compañía, ven a la muchacha diciéndole algo con insistencia pero él niega repetidas veces. La chica lo empuja y se larga de su vista. Suspira y ve a su grupo de amigos mirarle con atención, se acerca a paso lento mostrando indiferencia en su rostro alvino.
—¿Qué pasó, teme?
—Se veía enojada-comenta el de ojos lilas.
—Quería mi número de teléfono. Dijo que podíamos intentar y ver si funcionaba.
—Ja, ja, ja. Que idiota es. Si quiere buscar novio no debió venir aquí en un principio.-rió, Naruto.
—¿Nos vamos?-preguntó, Suigetsu.
—Sí, sí. No quiero llegar tarde otra vez a la oficina-respondió el blondo poniéndose de pie.
Se habían venido divididos. Suigetsu en el auto de Kiba y Sasuke en el auto de Naruto. ¿La razón? Suigetsu vivía a unas cuadras del hogar del castaño y Sasuke estaba igual con Naruto. Se despidieron y subieron al vehículo para tomar cada uno la dirección correspondiente a su casa.
—¿Puedes manejar?
—Si, Sasuke, deja de seguir cuestionándome. Estoy sobrio.
—Naruto…-su voz se escuchó seria.
—¿Qué?-no despegaba la visión de la ruta.
—Cuando me acerques a casa… yo… necesito hablar contigo. Es algo muy importante.
Naruto lo miró de costado tan solo unos segundos.
—Yo también debo decirte algo, Sasuke. Me tiene preocupado desde antes de ayer.
—Puedes decírmelo.
—Prefiero esperar a que lleguemos.
—De acuerdo.
Veinte minutos transcurridos, Naruto estacionó su vehículo frente a la casa de su amigo y bajaron juntos. Sasuke sacó las llaves del bolsillo trasero del pantalón y una vez frente a la puerta, introdujo la herramienta y la dio vuelta un par de veces.
—Siéntete como en tu casa-habló el moreno cediéndole espacio por la puerta.
—Gracias-cerró tras de sí, mientras veía al Uchiha perderse en la cocina. La casa de Sasuke era enorme. El rubio se sentó en el sofá y acostó su cabeza contra esta intentando relajarse.
—¿Algo de tomar?-escuchó la voz de su amigo desde la cocina.
—Solo jugo-contestó cansado.
Sasuke reapareció con una bandeja donde llevaba dos vasos de jugo de naranja. La depositó en pequeña mesa de madera y se sentó frente a Naruto en el otro sillón.
—¿Cansado?
El blondo abrió los ojos y se acomodó tomando el vaso de líquido y llevándolo a la boca. Tomó un trago y volvió a dejarla en su lugar.
—Es la jaqueca, teme. Comienza a aparecer-sonrió.
—Ya veo…
Permanecieron varios minutos en un tenso silencio.
—Sasuke… ¿De qué querías hablarme?
El joven ojinegro dejó el vaso ya vacío en la bandeja y miró fijamente a su amigo sintiendo como los nervios lo controlaban.
—Me da vergüenza decirlo… mierda, no sé cómo empezar-se tapó la cara con ambas manos.
—Nos contamos todo, ¿Verdad?-Sasuke asintió en silencio-Sabes que pase lo que pase siempre seremos amigos.
El azabache quitó las manos de su rostro y vio la sonrisa del rubio que le trasmitía una gran confianza. Tan solo verlo, hacia que sus miedos desapareciesen de inmediato.
—Vamos, cuenta conmigo, Sasuke.
Tomó una bocanada de aire y la soltó calmadamente.
—Veras… la verdad es, que no me sentí bien con la chica de hoy.
—¿Eh? Ósea, ¿no era muy buena en la cama?
—No es eso, idiota-gruñó-Yo… no me sentí atraído como otras veces.
—¿Estás diciendo…?
—Lo hicimos-admitió-Pero solo ella tuvo el orgasmo, no yo.
—¡¡¿¿Qué??!!-gritó sorprendido.
Sasuke se levantó apresurado y le tapó la boca con la mano.
—¡No grites, despertarás a los vecinos!-soltó su boca y se sentó a su lado.
—Pe-pero Sasuke… eso… eso es…
—Es malo. Lo sé-bajó la mirada-Ella preguntó si era su culpa de que no me sentía excitado. Le dije que no preocupara y seguimos. Sin embargo… no sentí nada de nada. Mientras ella gritaba de placer solo podía contemplarla con cara seria aunque hacia un esfuerzo por disfrutar.
—Lo entiendo, Sasuke. Lo entiendo perfectamente-Naruto bajó la mirada-yo… lo que quería decirte… era lo mismo.
El moreno lo vio boquiabierto.
—¡¿Me estás jodiendo?! Créeme… no me hace ninguna gracia lo que me está pasando.-se paró de golpe encarándolo.
—¡Lo digo en serio, Sasuke!-gritó serio-¡No estoy burlándome de ti!
—Pero… estos días parecías tan normal.
—Fingía estar bien-contestó abatido-no quería que sospechasen mi cambio. La verdad es que yo tampoco he podido venirme. Hoy tampoco. ¡No he tenido un maldito orgasmo como se merece! ¡Auch!
—Que bajes la voz, imbécil-le golpeó la cabeza.
—Lo siento. Sasuke… la verdad es… que no me atraen más las chicas. Ceo que soy… soy…-se le dificultaba decir el resto.
—Estamos igual, dobe-suspiró-Hasta aquí llego con la apuesta. Y tú también. Fue bueno mientras duró.
—Los dos… no puedo creerlo. Pensé que solo a mí me pasaba. Que era el bicho raro del grupo.
—No somos raros. Suigetsu si lo es. Y tu amigo Kiba también-rió-se consideran bisexuales, pero nunca los he visto con hombres.
—Yo a Kiba, si. Estaba con un chico llamado Shino, pero la relación fue decayendo y terminaron.
—Entiendo.-cerró sus ojos acostado en el sillón. El sueño le estaba venciendo.
Naruto observó a su amigo en completa armonía, como su pecho subía y bajaba al respirar. Admiró cada detalle de su rostro y su ropa.
Y un pensamiento invadió su mente.
“Sasuke es muy sexy”
—Teme…-susurró.
—¿Mm?
—No te gustaría… probar.
—¿Probar?-entreabrió sus ojos-¿Probar que?
Vio la sonrisa en el rostro del blondo y el cómo sus mejillas se sonrojaban. Sasuke abrió grande los ojos.
—¡¿Estás loco?!-se enderezó en el sillón.
—Anda, teme. No sabes cómo me urge el sexo en estos momentos. Un buen orgasmo.
—Naruto… somos amigos-respondió serio.-No podemos...
—No cambiara nada entre nosotros-lo tomó de la mejilla-Lo prometo. Comprobemos de una sola vez si de verdad pasamos al otro bando. Una vez hecho, seguiremos como siempre, y en vez de acostarnos con chicas, serán hombres-carcajeó.
—Usuratonkachi…-sonrió levemente.-Bien.
Se miraron por unos instantes. Fueron acercando sus rostros lentamente y a continuación cerraron sus ojos y se dejaron llevar por el momento. Al sentir los labios contrarios una fuerte descarga sacudió sus cuerpos sumiéndolos en un mar se sensaciones placenteras. Naruto pasó sus brazos por la ancha espalda de Sasuke rodeándolo. El Uchiha lo dejó acostar contra el sillón y se montó sobre él sin cortar el beso, metió su lengua y Naruto lo buscó desesperado en su cavidad. Empezaron un lucha en la que no había ganador, gimió al sentir como Sasuke pellizcaba sus pezones por sobre la camisa manga larga.
—Sas-Sasuke-jadeó al separarse y mirarlo con infinito deseo.-¿Lo sientes?
—Si… estoy excitado, dobe.
El rubio lo tomó de la nuca y devoró su boca embargado por el placer. La maldita ropa estaba estorbando, Sasuke fue desprendiendo los botones de la camisa de Naruto y este hacia lo mismo con su azabache amigo.
Se separaron con las respiraciones agitadas. Las camisas cayeron al piso seguido de sus calzados. Se miraron intensamente, con los ojos brillosos y sonrojados. Admirando el pecho del otro, Sasuke se levantó de él y comenzó a quitarse los pantalones apresurado, luego su bóxer. Naruto observó a su amigo como su madre lo trajo al mundo, su corazón estaba a punto estallar en esos momentos.
Era su turno. Se quitó el cinturón y fue deslizando su pantalón negro hacia abajo junto a su bóxer color azul. Algo avergonzado, ya que Sasuke miraría por primera vez todo su esplendoroso cuerpo.
Los dos ahora estaban desnudos. La mano de Sasuke tomó la del rubio y lo condujo escaleras arriba a su habitación.
La puerta estaba abierta. Tiró al rubio a la cama y prendió la lámpara que estaba a su lado. Solo con una pequeña iluminación y podrían seguir con su apasionado momento.
—Sasuke…-jadeó al sentir al azabache lamer y mordisquear uno de sus pezones.-¡Aaaah, Sasuke…!
Observó lo duro y rojo que se ponía. Sonrió orgulloso de su trabajo e hizo lo mismo con el otro. Naruto se retorcía debajo suyo apretando el cubrecama con fuerza y mordiéndose el labio hasta el punto de herirse el mismo.
Vio el hilillo de sangre escurrir de sus labios, pasó su lengua limpiando la herida y luego degustó una vez más de la suave boca del Namikaze. Las manos de Naruto rodearon su espalda y al estar tan pegados uno al otro pudieron notar sus virilidades completamente duras.
Gimieron al unisonó al rozarse y Sasuke comenzó a frotarse contra el pene de Naruto en busca de más placer.
—¡Sasuke!-lo tomó fuertemente de los hombros con la voz desesperada-¡Hazlo ya! ¡Te quiero adentro ahora! ¡Párteme en dos, maldita sea!
El ojinegro tragó en seco ante sus palabras. Moría por sentir al rubio, estaba al tanto de cómo debía dar placer a un hombre. Después de todo, su hermano era homosexual y no dejaba de cortarle lo que hacía con su novio.
—Tengo que dilatar tu entrada-susurró.
—Hazlo rápido-exigió excitado.
Ver a Naruto de esa manera tan apasionado hacia que su miembro doliese aun más. Lo ponía loco. Metió tres dedos en su propia boca mientras con la otra mano masturbaba al rubio. Comprobó que estuvieran bien ensalivados y sin detener su mano del pene del rubio, colocó el primer dedo en su interior.
—Aaarrg.
—Relájate, dobe, sino será más doloroso.
Comenzó a moverlo en círculos en su interior y luego en forma de tijeras para expandirlo. Le siguió el segundo dedo y luego el tercero. Los ojos de Naruto se mostraban vidriosos debido al dolor que soportaba, pero al mismo tiempo gemía, pues Sasuke había aumentado el ritmo al masturbarlo. Aunque le costaba tener los dos brazos en constante movimiento.
—¡Aaaah, Sasuke! ¡Mas al fondo!
Sasuke sonrió al ver que se estaba acostumbrando. Paró su acción y se acercó a darle un apasionado beso antes de continuar.
—Voy a entrar-advirtió-No me moveré hasta que tú me lo pidas.
—De acuerdo…
Se preparó mentalmente para el siguiente movimiento de Sasuke. Respiró profundo y vio como el moreno se acomodaba entre sus piernas y conducía su hombría hasta su entrada. Cerró fuertemente sus ojos y estrujó el cubrecama. Sintió el gran miembro abrirse paso en su interior poco a poco, contuvo sus gritos de dolor como todo un hombre.
—Está adentro, Naruto.
El oji-azul abrió sus ojos sintiendo el sudor recorrer su rostro. Era extraño sentir “Eso” ahí, pero no se sentía tan desagradable. Sasuke se inclinó y besó sus labios tiernamente, con gusto correspondió y estuvieron así durante unos pocos minutos.
El dolor estaba desapareciendo y sentía que podía mover sus piernas.
—Muévete, teme.
—¿Estás seguro?
Asintió sonriendo levemente y el moreno besó su frente para luego comenzar un lento movimiento hacia adelante y atrás. El rubio abrió más sus piernas y las enroscó en la cadera del Uchiha, sus brazos lo rodearon dejándose perder por la placentera sensación.
Sasuke comenzó a embestirlo más rápido.
—¡AAHH SASUKE! ¡Dame más! ¡Quiero más!
Con todo gusto el alvino obedeció sus órdenes, su pelvis pegaba con la suya sin detenerse. Sasuke comenzó a masturbar al rubio al ritmo de sus movimientos. Los gemidos de Naruto se mezclaron con los de Sasuke que arremetió con fuerza en su interior cada vez más duro, y cada vez más profundo.
—Naru-to… se siente… tan cálido dentro tuyo… aaahhh, es exquisito.
—¡Sasuke! ¡No pares!
—¡No lo haré!-jadeó descontrolado.
Cada vez se acercaban al final. Sasuke posó una mano en la cintura del blondo al tiempo que depositaba a la otra en la cama para mantenerse.
—Na-ruto…
—Aaaah, Sasu-ke…
Acercó sus labios a los suyos entremezclando saliva, sus lenguas tocándose por fuera de sus bocas y mordiéndose mutuamente el labio inferior. El Uchiha aumentó las estocadas sintiendo que pronto culminaría, Naruto gimió fuertemente abrazándose a Sasuke al punto de clavar sus uñas en su espalda.
—Voy a… Naruto…
—¡Lléname, Sasuke! ¡Lléname!
El ojinegro dio unas cuantas embestidas más llenando las entrañas de Naruto de su espeso semen.
—¡¡SASUKE!!-arqueó la espalda al sentir el cálido líquido deslizarse. Se vino al acto salpicando el abdomen de su amigo.
El azabache cayó rendido sobre el rubio intentando llenar sus pulmones de oxigeno.
—No hay… duda-respiraba agitado el rubio.
—Somos gays.
—ja, ja, ja. No es tan malo… fue el mejor sexo de mi vida.
Sasuke sonrió.
—Lo admito. Eres estupendo en la cama.
Sale de él y se acuesta a un lado levantando las sabanas para arroparlos a ambos.
—Descansa. Tenemos que levantarnos temprano en unas horas.
—Es verdad…-bosteza-que descanses-le da la espalda y se acomoda a su manera.
Sasuke lo observa unos instantes. Apaga la lámpara y también le da la espalda. Se sentía incomodo, pero había sido solo sexo, sexo entre amigos. Nada más.
oOo
Cuando despertó giró del otro lado y ver si seguía durmiendo el rubio a su lado. No estaba. Fijó la hora en su reloj de la mesa de luz, hace veinte minutos debía acabar de entrar a la oficina. Se levantó dispuesto a preparar su baño y cumplir con sus obligaciones de ese día.
oOo
La semana fue bastante estresante. Empezaba un nuevo fin de semana y nuevamente el grupo salía de fiesta al mismo bar frecuentado. Naruto y Sasuke se comportaban normalmente, todo estaba bien o al menos lo aparentaban. Kiba y Suigetsu ya estaban al tanto de la noticia de sus amigos y no les sorprendía mucho.
Afortunadamente… en ese bar podía encontrarse de todo.
Durante toda la noche, Sasuke no despegó la mirada de un hermoso pelirrojo que bebía solo en una mesa del fondo. Naruto también había fijado su atención en otro muchacho. Era pelinegro y pálido como Sasuke y estaba en la pista de baile moviéndose junto al resto.
Se levantaron al mismo tiempo y se sonrieron.
—Que te diviertas-sonrió el rubio.
—Tú también-contestó igualmente el moreno.
Cada uno fue por su siguiente compañía, solo que estaba vez era masculina.
—Están raros…-comentó Kiba.
—¿Por qué lo dices?
—Se han estado evitando. Casi ni se miraban, he notando a ambos algo tensos.
—Quien sabe. Es mejor no interferir en sus vidas privadas, que se den cuenta solitos.
Que se han enamorado.
oOo
—¡¡Aaaahhh, si, siiii!!
El joven pelirrojo de nombre Gaara gemía descontroladamente al ser embestido en cuatro por Sasuke sin parar.
—¡¡¡Ah, que delicia!!!
Estrujaba las sabanas sintiendo como ese azabache entraba y salía bruscamente de su interior.
No es lo mismo-pensó, Sasuke.
Teme…
No es lo mismo, con Naruto… fue más… más maravilloso.
Gaara disfrutaba y Sasuke le complacía mientras se debatía internamente por sus sentimientos encontrados. Quería disfrutar de un buen sexo, por lo que se vio obligado a imaginar que era el rubio el que tenía de espaldas en la cama. Al ver modificado el rostro del sujeto por el de su mejor amigo, se dejó llevar automáticamente y hacer gozar a su compañía como se debía.
—¡¡¡Aaaahh, Sasuke!!!
Un par de estocadas y finalmente se vino en su interior.
oOo
Naruto lo había deducido tan solo en minutos. Ese muchacho se parecía bastante a Sasuke y no le fue difícil imaginar su apariencia. Permitía que ese chico de nombre Sai lo embistiera solamente porque se parecía a su mejor amigo. Solamente porque sabía que no volvería a acostarse con Sasuke.
—¡Voy a venirme…!-advirtió el sujeto.
—¡¡Lléname!! ¡¡Lléname, Sasuke!!
El pelinegro no se ofendió, no le interesaba en lo absoluto. Quería disfrutar un buen polvo tal como él, así que haciendo caso al rubio, aumentó las estocadas y derramó su esencia en su interior.
—¡¡¡Aaaah, siii!!!
Naruto se corrió imaginando que Sasuke era el que lo poseía.
oOo
Tras un largo tiempo, los dos aparecieron frente a la mesa.
—¿Qué tal estuvo la noche?-preguntó, Kiba.
—Bien-respondió el rubio casi sin ánimos.
—Igual-habló del mismo modo el Uchiha.
—Mmmm… se nota que la pasaron estupendamente-comentó, sarcástico Suigetsu.
—Yo… me voy ya. Estoy cansado-dijo, Naruto.-Nos vemos.
Observaron como Naruto salía a toda prisa del antro repleto de gente. Lo que les había sorprendido fue la humedad en sus ojos.
—Sasuke… ve con él-aconsejó, Kiba-te necesita.
—Yo…
—Amigo, creo que deberías dejar de engañarte de una vez por todas. ¡Ve por él, maldita sea!-Sasuke quedó sorprendido por el grito de Suigetsu-¡Lo veo en tus ojos y lo veo en los de él! Sasuke… Naruto te ama. No los dejes ir así como si nada.
—¡Ve tras él, Uchiha!-gritó Kiba sonriendo.
—Amigos… se los agradezco.
Sasuke salió corriendo empujando a todos hasta dar con la salida. Esperando que su rubio no se hubiera ido aun.
oOo
—¡NARUTO!
Afortunadamente su vehículo seguía estacionado en donde lo había dejado. Buscó con la mirada a su alrededor a su amigo varias veces. No podía haberse ido caminando, su casa quedaba muy lejos. Recorrió cada espacio y se detuvo en la parte delantera del auto, Naruto estaba recargado contra esta escondiendo su rostro entre sus piernas.
Seguramente había oído que lo llamaba pero no se atrevía a encararlo. Se acercó con paso lento hasta ponerse frente a él e inclinarse y sentarse en el frio piso.
—Dobe…-susurró.
El rubio levantó la mirada exponiendo sus amargas lágrimas que descendían por sus mejillas.
—¿Por qué lloras?-preguntó tranquilamente.
—Yo… me duele el pecho.
—¿Y porque te duele el pecho?-preguntó, acercando su mano e intentando quitar aquella agua salada de su rostro.
—Porque me he enamorado… y temo que esa persona no sienta lo mismo.
El corazón de Sasuke palpitó con fuerza ante sus palabras.
—Naruto…-acostó su cabeza sobre el pecho del rubio quien se mostró sorprendido.-Esa persona… ¿soy yo?
Sintió el estremecimiento en el cuerpo del blondo. Se separó de él admirando su rostro lloroso y las mejillas sonrojadas.
—Dime que soy yo… dímelo Dobe. ¿Soy el dueño de tu corazón?
—Pero Sasuke… tú dijiste…
—Olvida lo que dije. No quiero ser más tu amigo quiero ser tu novio, quiero ser tu persona especial… -acarició su mejilla-Incluso con otro hombre… no dejé de pensar en ti-el azabache se dejó mostrar impotente ante su amado, un par de lágrimas salieron de sus ojos ónix-Desde que tu y yo lo hicimos… ha sido imposible concentrarme completamente en el trabajo. Extraño tu calor, dobe, tus besos, tus caricias… quiero tenerte para mi, solo mío.
—Te-teme… ¿de verdad… de verdad lo dices? ¿No es un juego? Yo tampoco pude dejar de pensar en ti… no quiero acostarme con nadie más que contigo.-sollozaba.
—Naruto-lo tomó de las mejillas-Te amo…
Los labios del rubio fueron sellados por un tierno beso de Sasuke quien se abrazó fuertemente a su espalda, ambos derramaban lágrimas, pero de felicidad. Exploraron la cavidad contraria jugando con sus lenguas y saboreando cada rincón de su ser. Se separaron con una media sonrisa en sus rostros. Sasuke se puso de pie tendiendo su mano a su rubio quien la tomó de inmediato.
—No necesito volver a este lugar jamás-contestó Naruto abriendo la puerta del vehículo. Sasuke abrió la del acompañante y una vez dentro cerraron las puertas.
—Tampoco yo-acercó su rostro al del blondo otorgándole un pequeño rose en sus labios-Te tengo a ti y no necesito a nadie más.
—Teme…-el auto comenzó su movimiento con destino a la casa del rubio.
Sasuke y Naruto ansiaban esta vez demostrar cuanto se amaban.
The end.