-¿De verdad, se termino’?
No aguanto’ las lágrimas que llenaron las cuencas de sus ojos.
-Ya no te amo
Las palabras resonaron en su mente como fuertes campanadas y le destrozaban sus pensamientos.
Se aparto lentamente, dejando atrás los sollozos que no causaban reacción alguna.
-Discúlpame
Pero ya era tarde, el daño estaba hecho. Un corazón acababa de romperse en mil pedazos y la culpa era solo suya.
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La escuela estaba llena de murmullos.
El nuevo año escolar avecinaba una gran avalancha de nuevos alumnos y viejas amistades.
El salón B3 del segundo año de preparatoria estaba por acoger a un nuevo pupilo para la clase del señor Aikawa.
Mientras los compañeros de clase murmuraban entre si, había algunos que solo estaban entre pensamientos.
-¿Green? ¿Me estas escuchando?
El joven movió su cabeza en torno a su compañero de clases Silver.
Tan timido y gentil como siempre.
-Disculpa, no escuche que era lo que estabas diciendo
-¡Ah! No te preocupes, no era importante -Silver noto la mirada pesada de Green, no estaba del todo atento -¿Sigues pensando en lo que paso durante el verano?
No hubo respuesta.
-No quería molest...
-No hay problema -Green miraba el parrón como un zombie
-Muy bien, chicos -Anuncio el profesor- Hoy tendremos un alumno nuevo, les pido que por favor lo hagan sentir bien
Los alumnos callaron en aquel instante.
En ese momento, un chico de cabellera negra y lisa, mirada dulce y temperamento tranquilo, cruzo por el umbral estudiantil y se paro frente al grupo. Sus ojos eran tan rojos como la sangre y su tez tan blanca como la piel de un Togetic.
-Su nombre es Red, viene de la escuela peparatoria #2 -Dijo el profesor anotando su nombre en el pizarron
-¡Hola Red!
Green estaba petrificado. Silver le echo una mirada, pero no había algo que lo sacara de ese transe, estaba sonrojado y mudo.
-Puedes sentarte junto a Silver
Green recorrio todo el trayecto hasta verlo junto a su mejor amigo.
Durante el transcurso de las clases, Green no pudo apartar la vista del nuevo estudiante. Silver ya estaba preocupandose cada vez mas hasta que no pudo responder una pregunta del profesor Aikawa.
Cuando llego la hora de receso Silver fue el primero en acercarse a Red para comer juntos, quien amablemente acepto la invitacion.
Los ojos de silver, tan plata como de costumbre, relucieron cuando se sentaron junto con Green a disfrutar sus comidas.
El patio deportivo estaba provisto de campos para batallas pokemon y era el momento en el que podían sacar a sus pokemons para combatir en un sano encuentro. Los referís podían ser maestros o incluso el director, mientras no estuviera ocupado.
Red trajo un Bento de onigiris con un aroma exquisito, Sin Embargo el de Green tenia una apariencia terrible. La masa color negro era desagradable.
-Green, Otra vez intentaste hacerte el Bento- Silver estaba muy preocupado- Por que no comes lo que te traigo el día anterior?
-Quería...intentarlo
-Bueno, no te preocupes, puedes comer del mio
Silver acerco su caja a Green pero se quedo viendo las bolas de arroz que sostenía Red. En cuanto saco una, este rápidamente se la comió de un bocado.
Silver estaba furioso, pero Red no estaba ni en lo mas mínimo enfadado.
-"¿Como es posible?, ¿cuantas veces he querido que Green coma de mi almuerzo?. Viene este chico y lo logra a la primera."
-Estaba delicioso -Dijo Green con la boca llena
-Gracias, yo las hice- Red tenia su mirada fija- Quisieras que te enseñara a hacerlas?
Green solo movió si cabeza positivamente, Silver pudo notar un Sonrojo.
-"Esto...¡esto es la Guerra!" -Pensó Silver en un arrebato de celos
Pero pronto Seria mas que eso.
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Terminando el día, Silver y Green siempre caminaban juntos a sus casas. Los alumnos y compañeros se despedían alegremente mientras las puertas de los salones se cerraban.
Justo antes de cruzar la entrada de la escuela, una voz les hizo detenerse.
-Hace mucho tiempo que no nos vemos, ni siquiera me has saludado
Dieron la vuelta. Gold estaba muy animado.
-Esperaba que te inscribieras en otra escuela después de la paliza que te di el año pasado -Gold Sonrió-
-Estaria rindiendome -Dijo Green muy confiado
-Ya lo veremos
Su mirada se poso rápidamente en Silver. Sus ojos eran definitivamente los únicos que le hacían temblar, suaves, siempre profundos. Gold le dirigió una sonrisa y este se ruborizo.
-Nos vemos
Gold salio a la calle.
-Ya, Silver, vamos a casa -Dijo Green a la vez que lo zarandeaba un poco
Silver le tenia un cariño muy especial a Green, pero cada vez que Gold aparecía su mente se enfocaba solo en el, en sus ojos, su cabello, su sonrisa...
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La tarde se había convertido en una noche oscura.
Silver quedaba a tan solo unas cuatro cuadras de la casa de Green.
-Ven mañana temprano para que te de algo de comer
-Esta bien, aunque creo que no sera necesario
Tras despedirse, la calle que Green transitaba era una boca de lobo. Los coches no pasaban tanto por ahí y los faros eran escasos.
Antes de que pudiera abrir el portón de su casa noto que algo no andaba bien. Estaba demasiado silencioso pero unos murmullos eran como revoloteos de mosquitos. Provenían de un callejón unas casas mas arriba.
-"De seguro un pokemon ha de estar perdido"
Green paro en seco frente al callejón mientras una pandilla de sujetos con Sableye acorralaba a un chico y le pedían algo de dinero.
Green no pudo contenerse, Red estaba en peligro.
Rápidamente tomo al que aprisionaba frente a la pared a Red y le retorció la camiseta. Con una mirada de furia hizo temblar a los sujetos que le acompañaban.
-¡Si te atreves a tocarle un solo cabello, ni tu madre te reconcocería después!
-¿De veras crees eso, muchacho? -El hombre se veia algo nervioso- ¡Sableye!
Pero al ver esa mirada llena de odio, el pequeño pokemon se detuvo y agacho la cabeza.
-Sera mejor que se aparten de mi vista -Dijo Green-
Los sujetos no tuvieron mas remedio que salir corriendo hasta perderse en la oscuridad de la noche.
Red tenia el corazón acelerado, vio a Green iluminado por una tenue luz de luna que se acercaba cada vez mas hasta tener su rostro frente.
-¿Que haces tu solo por acá?
-Yo estaba caminando a mi casa, esos tipos se aparecieron...
-Te acompañare a tu casa
-No es necesario...
-¿Donde vives? -Green estaba decidido
-A tres cuadras de aqui, en realidad es un departamento
-Vámonos
-Pero...
Green tomo el brazo de Red y lo jalo hasta la calle para que le indicara por donde ir.
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