Había una vez un país nombrado “El País Amarillo”, en el cual acababan de nacer dos hermosos niños; con cabellos dorados, que le hacia competencia al propio sol y con unos bellísimos ojos azules, como el mismo color del cielo. Pero estos pequeños retoños fueron separados por causas familiares, haciendo que sus destinos sean diferentes y totalmente opuestos.
Mientras que la niña, de nombre Naruko, se convertirse en una hermosa doncella, perteneciente a la realeza; el joven blondo, llamado Naruto, término siendo un simple peón.
Los años pasaron y la reina del País Amarillo, falleció; haciendo que a su corta edad, Naruko, tomara el papel de la reina. AL no tener la experiencia necesaria en el gobierno de un país, todo ese poder conjunta con la gran responsabilidad que albergaba, hizo que poco a poco, esa tranquila adolecente se convirtiera en una reina déspota, caprichosa y sobre todo cruel e injusta. Por otro lado; el niño, al haber crecido en un habiente humilde y siendo parte de su personalidad desde el nacimiento, era una persona muy amable y dulce que se llevaba bien con toda la gente del pueblo. Al crecer, se conviertio en um apuesto joven y extremadamente talentoso, el cual solo tenia un único deseo, estar al lado de su hermana.
El tiempo seguía pasando y el bello joven, finalmente se convirtió en el sirviente principal de la princesa. EL primer encuentro de los hermanos, fue completamente emotivo, concluyendo con una princesa abalanzándose a los brazos de su ahora sirviente personal. El abrazo fue correspondido de igual manera, transmitiendo cariño aprecio y satisfacción por volver al lado de su familia.
Desde ese día, Naruto le juró servir fielmente a todo deseo que la reina tuviera, obteniendo como respuesta, la enorme felicidad que Naruko le transmitía.
Un dia, Naruko, acompañado de se fiel sirviente; se fueron de visita a “El Pais Rosa”, país en el cual Naruto se enamoro perdidamente de la princesa. Su nombre era Sakura y para enamorar a tan noble joven, solo necesito su sincera y resplandeciente sonrisa, y es que esa sonrisa no la dirigía a casi nadie, y el bello blondo era uno de los pocos afortunados, al lograr que la hermosa princesa le correspondiera a su amor.
…………..Flash back……..…..
Se veía caminar a la hermosa princesa, de cabellos rosa palido y encantadores ojos color jade, por los largos y luminosos pasillos del castillo. Mientras entablaba una amena conversación con el apuesto príncipe de “El país Azul”, se pudo percatar de la presencia de ese hermoso sirviente que le había llamado tanto la atención desde que lo vio llegar con la princesa Naruko, en ese momento se despidió de su acompañante de una forma un tanto apresurada, para luego ir en busca de ese enigmático chico.
El muchacho inmerso en lo que hacia no se dio cuenta hasta que la princesa se encontraba a unos cuantos metros de él; pero al percatarse de la presencia de la causante de todas sus fantasías, dejos los objetos que cargaba y acorto la poca distancia que quedaba entre ambos, para poder hablar con su adorado amor platónico.
Al esta frente a ella, los nervios salieron a flor de piel, diciendo lo primero que se le ocurrió – ho-hola princesa, puedo ayudarla en algo – concluyendo con una leve reverencia.
La princesa Sakura sentía que ya no podía ocultar sus sentimiento, por lo que se armó de valor, para poder expresarle sus sentimientos a ese chicho que se la gano con una sola mirada – hola – pero aun así los nervios era notorios para el blondo, el cual ya se imaginaba lo peor – lo que quiero decirte es – todo el tiempo estaba mirando hacia abajo, no se atrevía a mirarlo a esos ojos hechizante; bueno, hasta ese momento –ME GUSTAS –.
Las miradas chocaron, jade contra zafiro; los últimos abiertos de par en par de impresión y felicidad.
Se apresuró a responder, antes de que salga flote una gran confusión – Usted también me gusta mucho mi hermosa princesa.
Sakura no pudo disimular su felicidad, y olvidándose de toda la rectitud con la que fue educada, se abalanzo a los brazos del blondo para luego culminar con un apasionado beso.
……………….Fin del Flash Back…….………
Y así ese prohibido amor empezó a aflorara, un amor entre el sirviente de “El país amarillo”, Naruto; y la princesa de “El país Rosa” Sakura. Siendo amates, ocultos ante todos, pero aun así expresando un tierno y verdadero amor.
La razón para ocultarse era simple, aparte de que ella era de la nobleza y el blondo era de la servidumbre, la delicada peli-rosa estaba comprometida con el apuesto príncipe de “El país azul”, Sasuke Uchiha y aunque este matrimonio era por amor, la princesa sabia que debía cumplirlo, para así poder mantener a los dos países unidos.
El tiempo pasaba y la princesa Naruko, fue enamorándose perdidamente del príncipe del país azul, pero este amor, llego a ser una obsesión, y aunque no lo demostrara en público su mente y corazón ya estaban roidos por tan desastrosos sentimientos.
Un día como otros, se podía apreciar a la bella Naruko, tomando su desayuno en la tranquilidad de su pacifico jardín, cuando uno de sus mensajero le entregó una carta. Al recibirla se dio cuenta de que era una invitación a una boda de la alta sociedad, y pensando que ai podría ver nuevamete a dueño de sus retorcidos sueños, una sonrisa de satisfacción se afloró; sonrisa que fue borrada al instante que leyó los nombres de los novios.
Princesa Naruko Namikaze, de “El país Amarillo”, esta usted cordialmente invitada a la boda, que mantendrá unidos de manera permanente a “El país Rosa” y “El país Azul”
Sakura Haruno
Y
Sasuke Uchiha
Esperan con ansias su asistencia en esta velada tan importante para todos los reinos.
Esto hizo que su poca cordura se perdiera y mando a llamar a su más fiel sirviente – Naruto, necesito que vallas al país rosa, lo destruyas y sobre todo….. que me traigas la cabeza de la princesa del país.
El asombro del blondo era inmenso, pero el mismo se prometió que cumpliría todos los deseos de su hermana, su UNICA familia y ocultando lo mejor que pudo sus emociones, le respondió a la princesa – Como usted ordene su majestad – haciendo una reverencia antes de irse.
Fue así como Naruto, al mando de un basto ejército, fue a destruir “El país Rosa” y mientras los soldados destruían todo el reino, él se fue directo al castillo a cumplir con esa devastadora tarea. Al llegar a la sala principal de todo el palacio, encontró a su adorada princesa completamente asustada y confundida por la situación
-Naruto, no se lo que pasa, tengo mucho miedo – dijo al borde del llanto, corriendo al encuentro de su secreto amor.
Al ojiazul se le partía el corazón al verla de esa forma, pero se mostraba serio y un poco distante – No se preocupe princesa, venga conmigo.
Sakura no dudo ni por un segundo de sus palabras y siguió a su amado, sin saber que este seria el que le diera la muerte. Al llegar a una parte muy alejada y oscura del bosque, la princesa decidió tomar un descanso al costado de su amado bajo la tupida sombra de un árbol. Estaba inmersa en sus pensamientos, sobre los problemas recientes de su ahora reina que no se dio cuenta de como a su amado se le empezaban a escapar lagrimas traicioneras mientras sacaba su espada.
Y todo sucedió en unos cuantos segundos, la acción fue rápida limpia y certera, para no hacerla sufrir tanto, parpadeó un par de veces al sentir un dolor punzante cerca de su pecho, causado por la espada del blondo y lo entendió todo, vio que esta acción le había roto por completo el corazón de su amor, vio como miles de lagrimas surcaban por esos hermosos ojos que tanto le gustaba, vio que el que sufría mas que un dolor físico era su querido Naruto – Na….Naruto te am……amo. Perdóname – acariciando la mejilla del blondo y tratando de secar sus lágrimas con su mano temblorosa que después de unos segundo calló.
Un grito de impotencia, profundo y lleno de dolor surgió del rubio, abrazo con fuerza el cuerpo inerte de su amada y empezó a llorar sin consolacion –No, perdóname tú mi amada Sakura-.
Todo esto era observado por el príncipe Sasuke, que al enterarse de que el país Amarillo atacaría al país de su prometido, fue a proteger a su futura esposa; pero cuando llego, ya era demasiado tarde su princesa yacía muerta en lo brazos de otro y con una espada clavada en el pecho
//////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////
Luego de destruir “El país Rosa”, Naruto regreso a su país con la cabeza de su amada. Se dirigió directo al castillo y le entregó a su hermana la cabeza de la princesa en una bandeja de plata. Naruko estaba feliz, había logrado su cometido, pero al ver la cara de su sirviente toda muestra de satisfacción se borro de su rostro.
Naruto, actuaba como un autómata sin emociones y luego de presentarse ante la princesa si dirigirle la mirada, se fue a su cuarto a seguir llorando. Pero no se percato de como su hermana lo siguió viendo todo el sufrimiento que había tratado de ocultar y se acercó lentamente hasta él.
Naruko se sentó al borde de la cama donde se encontraba el blondo echado boca abajo y empezó a acariciar los rubios cabellos de su Sirviente – Dime porque lloras mi fiel sirviente, que te causa tal agonía, Naruto
El siervo se volteo para poder contestarle a su querida hermana –princesa yo…- pero no pudo terminar con su frase, ya que la blonda capturo sus labios por un instante.
Al separarse de un sorprendido Naruto, le susurro cerca de su oído – Hazme tuya Naruto….. y ya no quiero que me digas princesa, llámame Naruko
-Pero eso no es correcto, Naruko – se escuchaba la inseguridad en sus palabras
Pero aun así, la princesa no aceptaría una negación – No me importa – para volver a casar los dulces labios prohibidos de sirviente