Y yo que pensaba imposible el perderlo, pero ahora que lo observo desde la ventana más alta de mi desolado palacio de miseria siento que se aleja a cada segundo y por más que intente romper el vidrio y saltar hacia él mi orgullo me lo prohíbe y mi posición social me ata de manos y pies en una silla de oro pulido; pero ya no quiero dinero, no me interesa si no puede comprar el verdadero amor de esa persona, que aunque en cuerpo me pertenezca su alma vuela ya muy por lo alto del alcance de mis extendidas manos…lo he soltado…no, nunca fue mio, estuve cuidando una jaula vacía todos estos años con los ojos cegados de poder.
Negar lo que es no me parece solución, ya no quiero herirlo porque al hacerlo me clavo una daga en mi propio corazón y lloro con lágrimas secas de urgencia su presencia en mi cama ¿Qué he de hacer? ¿Por qué a ellas les sonríes con tanta vida y brillo en las pupilas y a mi me dedicas ese falso gesto de inferioridad? Me arde por dentro la envidia de lo común que para mi es imposible de conseguir y grito con furia contenida y los puños cerrados. Nunca en mi vida había deseado algo con tanto ahínco pero al momento en que se aparece en mi pensamiento me abofetea en la cara con su tosca sonrisa, no lo merezco, no a él…pero entonces ¿Por qué sigo aquí mirándolo?
¿Qué decir? ¿Qué pensar? ¿Cómo? Dime tú ¡¿Cómo?! Caigo de rodillas ante la necesidad de ti y golpeo aquel cristal que no te deja oírme, tu mirada recae en mi presencia y haces una reverencia lo que provoca que me irrite el doble ¡Yo no quiero eso! Confundido te disculpas con las criadas y subes los escalones de entrada a mi frío hogar ¿Vendrás a buscarme o tan sólo huyes de mis angustiados y destrozados ojos? Ya perdí la esperanza de todo así que no vengas, no te amargues a mi lado, florece lejos para que mis destructoras y llenas de espinas raíces te amarren del todo a una podrida tierra que no mereces probar…la puerta se abre a mis espaldas y allí estás tú con la respiración entrecortada ¿Has corrido hasta aquí? ¿Por qué lo has hecho? Yo no soy importante y aun así te acercas y me cierras en un protector abrazo acercándome a tu pecho con ternura ¿No lo comprendes? No puedo hacerte feliz como cualquier persona…me pides que no llore y eso hace que estas saladas gotas de dolor surquen mis mejillas con más fuerza, te he dañado tanto que tu amable corazón se ha vuelto masoquista sin que tú lo puedas notar.
Deseo no existir y me alejas lo suficiente como para torturarme con tu rostro disfrazado de pena y me ruegas que no vuelva a repetir eso, que no podrás seguir sin mí ¿Por qué mientes? Yo no hago sino complicar tus días y condenarte a morir a mi lado ¿Qué buscas en realidad mi ángel ciego? Por favor huye, te susurro y me acaricias el cabello con las pupilas perdidas en las mías…Te busco a ti, respondes y yo sé que lo dices de dientes para afuera pero acepto las palabras y me pongo en pie para ir a mi cuarto, esta noche he de liberarte de mi presencia aunque tu no te atrevas a hacerlo por ti mismo.
Mi dulce y amado fiel sirviente vive la vida que te he quitado sin el remordimiento de mi voz antes de que se marque en tus huesos y se grabe en tu corazón ya tan maltrecho.