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El Hijo del Hombre por Ciel Phantom

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Notas del capitulo:

Ya se que tarde milenios para actualizar una sincera disculpa Zakuramishiro, a todos los demas, no vivo de aire. asi que comenten.

Atte: Ciel Phantomhive

 

Los ojos de la muerte.

 

Shion despertó aturdido, mareado y con dolor de cabeza, el cuerpo le pesaba haciéndole la tarea de moverse algo imposible.

 

Levanto medio cuerpo recargando su espalda contra el respaldo de la cama para observar mejor, la habitación sin duda alguna era la de un hospital.

 

La puerta se abrió haciendo sobresaltarse a Shion, tres hombres con batas le sonreía con una extraña mueca.

 

—Así que este es el prototipito. —Dijo el hombre de en medio a sus dos acompañantes que solo asintieron.  —Bien muchacho, quédate quieto solo sacaremos…

 

Cualquier cosa que fuera a decir fue acallada por un puñetazo en la mandíbula, los dos doctores restantes corrieron a sujetar al chico, Shion afilo la mirada sus ojos rojos tenían un tinte asesino, de una patada bien acomodada en el estomago mando a dormir al segundo galeno, el tercero aterrado intento escapar sin esperarse que el peliblanco lo derribara.

 

—En donde esta Nezumi. —Susurro con frialdad estremecedora. —No voy a repetirlo.

 

El hombre tembló, lo que tenía delante era un asesino.

 

—Está en el bloque Oeste. —Respondió antes de caer inconsciente de un golpe.

 

Shion se levanto lentamente y camino hacia la salida, llegaría a Nezumi costara lo que costara.

 

 

 

 

Rashi soltó una carcajada sonora al tiempo en que danzaba por la sala sin la más mínima preocupación por los gestos molestos que hacia Fennec, ellos desde otra parte del edificio y observando a través de cámaras de vigilancia habían presenciado todo lo acontecido.

 

Fennec simplemente nunca entendería al idiota de Rashi, ¿qué le daba tanto gusto?

 

Rashi detuvo su bailoteo para correr al intercomunicador y marcar rápidamente a seguridad.

 

Fennec levanto una ceja, ¿qué pensaba hacer? Necesitaban Shion para pruebas y duplicación de la formula, si llegaba lastimarlo todo estaría perdido. Con paso rápido golpeo sin miramientos el hombro izquierdo del científico, para ver si Rashi reaccionaba, pero este solo amplio mas su sonrisa antes de terminar sus ordenes con un, — “ningún arma de fuego y sellen las puertas de todo el bloque Oeste”

 

Fennec volvió su vista a la pantalla, las botas de varios soldados retumbaban en las bocinas.

 

—¿A cuantos mandaste?

 

—Son solo treinta, tranquilo.  —Rashi se inclino a los monitores y con alegría desmedida tomo el brazo de su compañero para invitarlo a imitarle. —Mira y aprende.

 

 

 

 

 

Shion caminaba seguro y despacio, su mirada carmesí fija al frente, tres de los guardias se abalanzaron en su contra, ninguno espero el rodapié que los derribo y mucho menos los finos dedos que apresaron sus huesos cervicales para tirar de ellos  arrancándoles las costillas y perforando varios órganos de tal modo que pudieron sentir como se les iba la vida. 

 

Un grito de alarma se extendió entre los miembros restantes que sin pensarlo lo tomaron como un enemigo potencial. Las armas blancas rápidamente fueron desenfundadas ciñéndose en contra del pequeño peliblanco.

 

Shion corrió a su encuentro y de un salto llego a la pared para volver a impulsarse y caer en medio de tan agresiva muchedumbre.

 

Los hombres se miraron unos a otros sin saber qué hacer, Shion tenía la cabeza gacha y sus sedosos cabellos le cubrían el rostro.

 

—Quien se interponga en mi camino debe ser eliminado.

 

Los pocos que llegaron a escuchar las palabras temblaron, estaban viendo la muerte de frente.

 

 

 

 

 

Rashi reía, reía como nunca en su vida, cada gota roja que machaba los blancos muros le hacía feliz, lo que para muchos era una masacre él lo percibía como una bella poesía dicha de los labios de una musa celestial.

 

—Magnifico, excelso, glorioso. —Repetía entre carcajadas.

 

Fennec no hablaba, sintiendo que algo muy importante se le escapaba.

 

Rashi miro a Feenec silente y desconcertado, compadeciéndose de él comenzó a explicar.

 

—Shion es el asesino perfecto, en este momento tiene un solo propósito, llegar al chico rata, mientras no lo tenga a la vista, esa misma cualidad que le permite engendrar también funciona como un bloqueador de percepción impidiéndole ver la realidad completa, el Shion que vemos ahí no está consciente de que está matando personas, él solo se abre paso a su objetivo. Shion es un genio, cada movimiento, palabra o concepto lo asimila, lo aprende volviéndolo suyo, así pues todo lo que ha visto, leído o escuchado referente a peleas puede imitarlo y mejorarlo, pues cada movimiento es complementado con las ecuaciones de masa por velocidad igual a fuerza. Es decir puede calcular casi de inmediato la trayectoria y la potencia de un golpe, es como si leyera el pensamiento del contrincante, anticipa y saca ventaja, además si le agregas el componente “semilla” que pretende reforzar el cuerpo tanto en fuerza física como a nivel hormonal, tenemos a una máquina de matar imparable. Mira esos ojos vacios, afilados, son la viva imagen de la muerte, te estremece el alma de solo pensar estar frente a él.

 

 

 

 

El albino se mantenía en pie completamente ecuánime en medio del pasillo rodeado de cadáveres y sangre por doquier, de las manos escurría el  tibio liquido carmesí y sus ropas antes blancas ahora eran de un suave color granate, taciturno y cual si las personas a su alrededor solo estuvieran durmiendo en lugar de desmembrados camino entre ellos intentando no pisarlos.

 

 

 

Feneec trago saliva dificultosamente solo le había tomado cinco minutos asesinar a treinta hombres, en eso no podía contradecir al loco de Rashi, mirar directamente a Shion le hacía pensar y dudar de los verdaderos motivos de la creación de la “semilla”

 

—¿Por qué está buscando tan desesperadamente a la rata? —La pregunta salió sin ser meditada ni consentida en su boca.

 

Rashi lo observo complacido, como si desde hace mucho esperara por ella.  —Porque fue el primero en tocarlo.

 

Fennec levanto una ceja, luego abrió grandes los ojos. —¿Está en cinta?! —Exclamo escandalizado.

 

—No, aun no. —Su euforia había bajado. —Pero precisamente eso lo hace tan agresivo. No permitirá que nadie más aparte de quien él ya eligió le toque. —Con la yema de los dedos acaricio el rostro frio de la pantalla. —La semilla que este niño creo tiene muchas desventajas, no es propiamente un método e concepción, sino un potencializador basado en células madre, por eso los instintos más primitivos se ven maximizados, sus deseos mas íntimos toman las riendas y su subconsciente pasa a ser la parte consiente. Seguramente Shion esta encariñado con ese joven y es por ello que sus sentimientos le impulsan a llegar a donde este sin medir en las consecuencias.  Aun así, tendremos que dejar que se vean.

 

—¿Por qué? Nos es más útil así

 

—Sí, pero no sabemos cuánto tiempo tenemos antes de que su organismo rechace los órganos reproductores artificiales que ha creado o si tendrá más efectos secundarios.

 

—Entonces…

 

—Droga a la rata, dale cualquier afrodisiaco que encuentres, necesito que este tan ansioso como fiera en celo, tanto que sin importar que o donde tengan sexo, aun si eso significa que termine violando a Shion.

 

Continuara…

Notas finales:

mil gracias a quienes aun leean

Atte: Ciel Phantomhive


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