¿CÓMO TE VA MI AMOR?
PANDORA (All Rights Reservated)
Mis piernas se estremecieron en cuanto te vi allí, de pie a mitad de la calle mientras a nuestro alrededor caían los copos de nieve que anunciaban la inminente navidad. Tenías tus compras bajo el brazo y mirabas en un escaparate de lo más vistoso un gran oso de peluche mientras en tu mirar se notaba la nostalgia
Que sorpresas da la vida
encontrarte en plena calle
fue una chispa en mi equilibrio
dinamita que estalló.
Fue entonces que me miraste y tus ojos se abrieron de sorpresa. Tú tampoco esperabas verme allí; miré como tus labios se movían, pronunciando en silencio las tres silabas que componen mi nombre; yo al mismo tiempo pronuncie las dos que componían el tuyo.
Te encontré un poco más flaco
fue mirarte y derrumbarme
te creí asunto olvidado
otra vez me equivoque.
Caminamos lentamente el uno hasta el otro, aún sin poder creer que nos volviéramos a ver después de tanto. Finalmente llegamos frente a frente y nos quedamos así, mientras a nuestro alrededor pasaba la gente con cajas de llamativos colores entre sus manos.
// ¿Como te va mi amor? ¿Como te va? (quise preguntarte)
era el silencio la
pregunta entre tu y yo;//
¿Eres feliz mi bien? sin engañar
porque a mi puerta
el amor nunca volvió.
Sólo nos contemplamos el uno al otro. Remembrando cada uno nuestra última vez juntos. Aquella vez en que nos dijimos Adiós.
//¿Como te va mi amor? ¿Como te va?
era el silencio la
pregunta entre tu y yo;
¿Eres feliz mi bien? sin engañar
porque a mi puerta
el amor nunca volvió.//
(INSTRUMENTAL)
Adiós. Después de pasar por tantas cosas juntos, nos habíamos dicho esa palabra; yo siempre me culpé de lo que nos había pasado. Luego recordaba tus palabras, diciendo que no era culpa de ninguno.
Simplemente la chispa entre los dos se había ido.
Desviamos la vista y como los dos idiotas que somos cada quien dio un paso hacia adelante, despidiéndonos sin haber dicho ni una palabra.
Fue un encuentro tan pequeño
que no pude sincerarme
y decirte te he extrañado
como nunca imagine.
Caminamos espalda contra espalda, alejándonos lentamente.
Me dije que no voltearía, me dije que seguiría hacia adelante; a pesar de que nunca me molesté en decirte que te amaba ni lo feliz que me hacías hasta que fue demasiado tarde; pensando que cualquiera podría hacerme igual de feliz.
Desde entonces como espuma
crece un miedo a quedar solo
(Pero aún así jamás encontré a otro que me quisiera como tu lo hacías.)
porque no encontrado a alguien
que me llene igual que tú.
Contuve las lágrimas durante un buen rato, recordando las muchas veces que en la noche me decías que me amabas y yo no te lo respondía.
Esa sin duda sería nuestra despedida absoluta. Jamás nos volveríamos a juntar; jamás volveríamos a vernos. ¿Verdad? Cada quien había tomado su rumbo, su propio camino.
¿Como te va mi amor? ¿Como te va?
era el silencio la
pregunta entre tu y yo;
¿Eres feliz mi bien? sin engañar
porque a mi puerta
el amor nunca volvió.
Me detuve en seco cuando te escuché llamarme. Me giré y te ví a sólo unos metros de mí: como el perro que eras me habías seguido sin que yo lo notara. Y me hablaste… del mismo modo que antes.
>>Todavía te amo… Siempre lo he hecho; nadie te ha logrado sacar de mi mente. <<
//Porque el tiempo ha sido aliado
madurando este querer
no debimos separarnos
fue un error ahora lo se....//
Si… fue un error. Un error estúpido.
¿Como te va mi amor? ¿Como te va?
Era el silencio la
pregunta entre tu y yo;
Avancé un par de pasos hasta donde estabas y te abracé mientras te susurraba al oído:
>> Tampoco a mí… jamás volvió el amor a mi vida, en cuanto tu saliste de ella. <<
¿Eres feliz mi bien? sin engañar
porque a mi puerta
el amor nunca volvió.
¿Como te va mi amor? ¿Como te va?
era el silencio la
pregunta entre tu y yo;
Tu me abrazaste también y a plena luz de la tarde nos besamos como lo habíamos hecho durante tanto tiempo antes de separarnos.
Después de eso nos sonreímos por unos momentos y me tomaste de las manos.
Luego nos alejamos uno del otro; tú te giraste y comenzaste a caminar siguiendo el camino que andabas antes de nuestro breve encuentro. Yo te imité mientras miraba con nostalgia la pequeña tarjeta que tenía tu número telefónico y tu dirección escritos con tu propia mano.
Sonreí y me alejé caminando de ése sitio.