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Inocente olvido por HannahChama

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Notas del capitulo:

El siguiente capítulo ^^!

Tal vez esta pareja, Takamui, no sea muy reconocida en su totalidad, pero es mi favorita xD *¬*

En fin... acá el capítulo...aún no se viene el lemon. Confieso que abrá lemon en el capítulo 4...comencemos!

-Inicio Capítulo 2-Confusión-

 

-Ginpachi-sensei…-jadeaba un chico de cansancio.

-¿Qué sucede? Takasugi-kun-Atendía al llamado.

-Te amo-susurra, apenas conseguía el profesor escuchar, aunque, de todos modos, termina entendiendo.

-Lo sé… pero yo más-Vacilaba.

Ginpachi-sensei abraza al muchacho y comienza a acariciar el cuello del chico con sus labios, luego a toquetearlo, haciendo que gimiera.

-No sabía que fueses tan uke, Takasugi-kun-sonríe el profesor-si con solo mirarte se evade la idea que lo fueses.

-No siga, sensei. Recién lo hemos hecho y aún así pide…

Ginpachi-sensei besa al muchacho y busca la manera de jugar con su lengua, pero Takasugi no se lo permitía.

-Ya no siga, sensei-Insistía el muchacho alejando al hombre que acaba de besarlo.

-¿Por qué no puedo seguir?-Sonreía-Nadie puede molestarnos en este momento, o ¿tienes miedo?-desafía el profesor con su mirada seductora.

-No tengo miedo-Takasugi acaricia la cabeza del profesor en los que, también sentía, los divertidos cabellos plateados y rizados de este-Vaya, su cabellera es inimitable, sensei-hace un corta sonrisa de burla.

-No te burles de mi cabello o tendrás castigo en clases-una vena se marca en la frente del profesor.

-Y ¿con qué lo justificaría, eh?, ya no consideran una falta burlarse de su cabellera.

Ginpachi-sensei se larga a reír, no paraba.

-Tienes razón-Dice después de reír por un buen rato-a veces me haces reír, Takasugi-kun-y luego lo besa. Takasugi luego le corresponde al profesor-pues, si la escuela ya no castiga… tendré que hacerlo yo…

 

-¡Ginpachi-sensei!-Salta de su aposento Takasugi.

Observa por su alrededor, todo estaba oscuro. Apoya su cabeza con las manos, frustrado, y recapitulando la visión mientras estaba dormido. Permanecía así unos minutos y luego se levanta. Sin embargo, apenas lleva a cabo la acción, se tropieza y cae al suelo. La opacidad de la habitación no beneficiaba mucho su vista, por lo que no lograba saber dónde estaba, hasta que su memoria le brinda un recuerdo de hace unas horas, estaba en la casa de Abuto, se le olvidaba que está pasando la noche aquí.

-¿Quién es?-Masculla una voz media adormecida, era Abuto reteniendo el pie de Takasugi.

-Busco el baño-Murmura lentamente para contestar.

-Ah, lo siento si te hice tropezar, está al final-Contesta Abuto y vuelve a dormir intensamente, soltando así al muchacho.

Takasugi vuelve a estar de pie y camina en dirección al baño. Apenas llega y cierra la puerta, y rápidamente se va al lavamanos. Abre la llave y reiteradas veces pasaba el agua por su rostro con intenciones de despertar completamente y no volver a dormir el resto de la noche. Se detiene por un instante y cierra la llave, luego alza su cabeza, ya toda empapada, y se percata de su reflejo en el espejo. Observaba en extenso rato con la habitual cara seria y melancólica. Después vuelve a la realidad, agarra una toalla, sale del baño con ella para secar su cara y seguido la tira por ahí.

Posteriormente, marcha rumbo a la cocina para beber un poco, pero esta vez un refresco. Entra y saca uno que ya estaba en la nevera, luego voltea y nota la presencia de alguien que también estaba en la cocina, era Kamui terminando de lavar los platos, estaba al otro lado de la cocina.

-¿No estás durmiendo con los demás?-Pregunta Takasugi abriendo la lata de refresco.

-Oh, veo que también estás despierto-Dice Kamui, recién se había dado cuenta que Takasugi estaba con él-Eso mismo debiera preguntarte yo-continúa el chico secando sus manos con el trapo de cocina.

-¿Por qué lavas los platos?-Luego bebe un sorbo.

-No podía dormir, así que opté por distraerme un poco-Contesta.

-Ya veo-sigue Takasugi observando hacia la ventana que lo único que ilustraba era una oscura noche-¿qué horas serán?

-Más o menos las cuatro y treinta de la madrugada-responde Kamui, incluyéndose a Takasugi admirando la vista.

-Es difícil distinguir la hora con esta vista-masculla Takasugi bebiendo más refresco y apoyándose en la pared.

-Imagina si viviéramos en el espacio-manifiesta el muchacho ocultando su sonrisa con las manos. Takasugi dirige la mirada al chico en señal de “no me jodas”.

-¿Hablas en serio?, debe de ser imposible saber la hora-Saca como hipótesis a la idea del muchacho.

-Se podría decir, una noche eterna-concluye Kamui.

Takasugi no podía resistir en mirar a Kamui, no solo por su físico, sino porque poseía algo familiar que lo dejaba atolondrado y exasperado. ¿Serían acaso sus ojos?, seguramente conocía gente con ese tipo de ojos infantiles, o su sonrisa, o quizá el chico lo habría distinguido por ahí entre los tumultos, diversas teorías recorrían por su cabeza; entonces tomó en consideración que, sin duda alguna, padecía de atracción por el muchacho. Al respecto, Takasugi no sabía si estar dichoso o indignado.

-¿Sabes?, quiero que me contestes una duda pendiente-sonreía Kamui acercándose al chico que bebía todavía el refresco.

-¿Cuál duda pendiente sería esa?-Intriga Takasugi ya con las últimas gotas de refresco.

-Pues…-Kamui acorrala a Takasugi en la pared con uno de sus brazos-… ¿por qué mis labios te recordaban a una persona que para ti es especial?

-¿A qué te refieres?-Takasugi se encontraba nervioso, sentir la cálida cercanía del joven lo dejaba con sensaciones más profundas que las de antes.

-Dime…-Kamui acerca sus labios a los oídos de Takasugi-… ¿a quién te recuerdo?-seguido de eso, acaricia los labios del chico acorralado por él con la mano que quedaba desocupada.

Takasugi perdía el habla, no sabía que hacer o con qué defenderse. Estaba paralizado. Mientras, Kamui hacía una diminuta exhalación en su cuello para inquietarlo más, y lo conseguía. Takasugi suelta la lata y esta cae al suelo, ya con casi nada más de líquido en ella, sin poder soltar ni una palabra por la consternación; al final, un corto recuerdo regresa a su subconciencia y hace que recupere el habla al instante.

-Ginpachi-sensei…-susurraba lentamente a los oídos de Kamui, haciendo que este sonriese, pero no de la manera infantil usual, sino una que representaba el apetito y la realización.

Kamui empieza con acariciar el rostro del joven confundido, jugando con la mirada y seguido se aproxima a los labios de Takasugi, llegando al objetivo de besarlo. Este no pudo resistirse al acto del muchacho, por lo que corresponde el beso, con ello concede a Kamui a profundizar más y jugar con su lengua; en ese momento, a Takasugi ya no le significaba nada recordar una y otra vez a Ginpachi-sensei, por la razón de sentir un posible enamoramiento por aquel chico. “No debe ser así”, pensaba.

Kamui se separa muy despacio de los labios de Takasugi, este queda mirándolo y por esta ocasión regresa el beso, concordando al instante Kamui. Fue un beso largo y, por primera vez, apasionante para Takasugi.

-No conozco ninguna característica que me diera un parentesco con Ginpachi-sensei-dice Kamui al finalizar el contacto-¿me lo puedes indicar?-sigue mientras despejaba los cabellos del rostro de Takasugi.

-Recuerdo su mirada, tan afectuosa y serena… pero en especial…-Takasugi pausa la respuesta rozando los labios del chico con los de él y después le concede un pequeño beso-esos labios…con los que nunca pude resistir su sensualidad y delicadeza…-vuelve a besarlo-…y con los que nunca quise hacer perder su suavidad-luego acaricia el cabello de Kamui con tal sutileza.

-Entonces…-sigue el muchacho acariciando el rostro y cuello de Takasugi-… ¿sólo correspondes esto por simbolizar un recuerdo?-luego lo suelta y se aparta de la cercanía mutua. Takasugi no sabía que responder, más que desviar su mirada y silenciarse-ya veo-continúa el chico sonriente-solo te serví para efectuar un capricho tuyo.

-Yo… no… puedo…-musitaba Takasugi apretando los dientes-…no puedo…

-¿No puedes…?-Interrogaba el otro joven.

-… no puedo olvidarlo… creí que ya lo había dejado atrás, pero me equivoqué-decía Takasugi con una sensación que lo dejaba débil y provocaba que se sentara al suelo.

-Considero que ha de haber sido muy arduo para ti, ¿no?-opina Kamui conservando la sonrisa.

-No obstante,-continuó Takasugi-principalmente, fue mi culpa perderlo…nunca debí…

Kamui suspende las palabras de Takasugi con un cálido y afectuoso abrazo, algo que para este era una experiencia nueva y agradable.

-Esos sentimientos te hacen débil ¿sabes?-susurra a sus oídos.

-¿Qué?-Repentinamente, la vista de Takasugi se nublaba, el sueño lo invadía, provocando que cayera al instante dormido.

Ya era de mañana, los cálidos rayos del sol traspasaban los ventanales, haciendo que toda la casa se iluminara naturalmente. Destacando un espacio, se encontraba Takasugi, yacía en el sofá, dormido, hasta que la luz innata del sol irritaba su rostro y lo despertase. Primero, fruncía los ojos, después los abría de manera tarda, y al final despierta en su totalidad. Apenas sus ojos comienzan a moverse, lo primero que visualizaba era un rostro sonriente, Kamui. Los cabellos de este rozaban la cara de Takasugi, fastidiándolo un poco, y la distancia de sus rostros apenas se notaba por la cercanía, el chico estaba casi encima.

-Ya despertaste-dijo.

-No, estoy aún durmiendo-Trata irónicamente al muchacho y se da la vuelta para conciliar de nuevo el sueño.

-¿Andas con resaca?-Insistía Kamui en tono burlesco.

-¿Me creerías si te dijera que sí?-Sonríe un poco Takasugi para seguirle el juego.

-No te creería. Aún si me dijeras sí-aún así, la respuesta sonaba simpática.

-¡Shinsuke-sama!-llamaba una voz fina y delicada-¡Kamui, no lo acoses!

-Matako, Kamui solo ayuda a despertar a Shinsuke-contradice Bansai a Matako para evitar malos entendidos.

Takasugi escuchaba, luego analiza lo que pasó minuto por minuto y segundo por segundo. Siente que su aposento es suave y cómodo, era el sofá.

-¿Q…qué hago aquí?-Takasugi salta del sofá, palpando una y otra vez la superficie de donde se encontraba, él sabía que debiera de estar mínimo en el suelo de la cocina por lo acontecido y, hablando de eso, la mente de Takasugi hace surgir docenas de teorías sobre cómo llegaría hasta acá; hasta que una rara hipótesis lo deja pensante y lo más lógico, según él, sería eso. Por lo que, estaba rojo como un tomate y dirige rápidamente la mirada al chico de la tierna e inocente sonrisa-¿a…a…acaso tú…?-indica con su dedo a Kamui.

-No me juzgues por anticipado-Conserva el margen del límite, evitando así, que Takasugi no sacara conclusiones rápidas y erróneas-En fin, ya les cumplí con ayudar a despertarlo, así que me voy.

-¿No desayunas?-Pregunta Bansai.

-No, además…-Kamui patea al que queda durmiendo, pero no revelaba ningún indicio de haber despertado-…Abuto todavía está descansando.

-Oh, está bien…entonces… ¿vendrás otro día?-Continúa Bansai.

-Creo que nos veremos de vuelta a clases-contesta muy sonriente.

-¿Porqué?-Interviene Matako.

-Esta semana son los torneos de artes marciales, por lo que pasaré casi todas las vacaciones ocupado-Kamui agarra su parasol y bolso caminando hasta la puerta para despedirse-Fue un gusto conocerlos, nos veremos pronto-levanta la mano y la mueve de un lado a otro en signo de despedida, luego mira a Takasugi-Hasta pronto, Takasugi Shinsuke-y se va.

Bansai y Matako deciden patear a Abuto para despertarle, entretanto, Takasugi solo miraba a dirección a la puerta por donde había salido el muchacho. No dejaba de recordar lo sucedido, sabía que había acontecido, pero costaba creer que aquel evento pudiera ser real.

-¡AH!-Gritaba fuerte Abuto.

-¡Ya era hora!-clamaba Bansai aún golpeando al pobre que yacía en el piso, acompañando las patadas con las de Matako.

-¡Ya, ya! ¡Basta!- insistía Abuto, en lo que después ambos chicos deciden dejarlo en paz-ya estoy despierto.

Desde entonces, hasta finalizar las vacaciones, Bansai, acompañado con Sougo, venían continuamente a casa de Abuto para ensayar como habían acordado, Matako los acompañaba la mayoría de las ocasiones, tanto, que los tres integrantes de la banda la nominan su manager. En todos los encuentros, lo pasaban de maravilla, se podría concluir, que forzaron un poco más los vínculos de confianza. Ya no se consideraban compañeros de instituto, sino que ahora se reconocen como amigos; hasta los deberes que les dejó Tsukuyo-sensei los hacían allá.

Kamui sale de la ciudad durante casi todas las vacaciones por el torneo de artes marciales, aunque estuviera alejado de su familia, como al clan que pertenece, él seguía sus tradiciones al pie de la letra; nadie, excepto Abuto, le ha preguntado  por qué vive solo en su departamento en vez de vivir con Kagura y su padre en el clan Yato, juntos como cualquier familia normal. Tal como dijo Kamui, no podía volver a ver sus nuevos conocidos durante las vacaciones, ya que estaba ocupado en sus asuntos que le quitaban mucho tiempo, tales como el torneo y los deberes designados para regreso a clases.

Finalizando, Takasugi, pasó las vacaciones como cualquier joven normal, a veces iba a acompañar a los chicos para distraerse un poco, hacía algunos deberes con ellos o también los hacía solo. Derepente practicaba con su bokken, respeta sus antepasados samurai, y hacía ciertos planos de cómo destruiría el planeta. Los jóvenes y su imaginación de ahora.  No obstante, por unos ratos, Takasugi recapitulaba el día en que conoció a Kamui, y también lo que aconteció esa noche. Y tal como pensaba desde el momento que vivió la experiencia, no sabía si estar dichoso o indignado. Se terminó enamorando, otra vez.

 

-Fin Capítulo 2-Confusión-

Notas finales:

Nos vemos ^^!


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