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Deseos por Uruha Kazuki Tkahiro

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Notas del fanfic:

bueno pues este es un Oneshott DaixShinya a peticion de mi mejor amiga que queria un fic de ellos con final feliz y pues aqui esta... es mi primer fic de esta pareja, de hecho es parte de mis primeros fics, espero les agrade.

Disfrutenlo!

El pobre chico estaba en su sillón, tenía varios días sin poder dormir, miles de pensamientos invadían su mente, todos tenían que ver con él, su mayor obsesión, su deseo más anhelado, su Shinya. Hoy lo vería en el ensayo y no sabía cómo lo haría.

-me ama lo sé, me lo ha dicho, vamos Daisuke ambos lo desean, pero ¿Por qué?, ¿Por qué se aleja así de mí?, ¿ porque se niega a sentir esto- pensamientos como este invadían su mente- lo hare, en definitiva hoy se lo diré, sin importar como.

Después de decirse esto se levantó, se puso un pantalón de cuero, una playera roja, que fue lo primero que encontró, y se colocó su chamarra de cuero. Fue directo a casa de Kyo, donde ensayarían esta vez. Unos veinte minutos después ya se encontraban ahí, para su suerte le abrió Shinya.

-Hola Dai- le sonríe

-hola… ¿ya están todos?

-si pasa- ensayaron durante 4 horas seguidas y decidieron detenerse ahí. El pelinegro  no podía parar de ver a su obsesión, le miraba todo el tiempo, tenía que decírselo, hoy era el día, observaba como conversaba con los demás mientras él tomaba agua. Comenzó a imaginarlo desnudo, sumiso, llorando, suplicante, pero sobre todo exquisito. Meneo su cabeza de un lado a otro mientras escucho una voz hablarle.

-Dai- el rubio estaba preocupado, no entendía que le pasaba a su mejor amigo, el pobrecillo se decía una y otra vez eso que eran amigos y nada iba a pasar, sin imaginarse siquiera que el otro también le amaba y… deseaba

-¿Qué pasa?

-¿estás bien?

-si ¿Por qué?- él se le quedo viendo confundido y le meneo la cabeza en señal de no importar.

-al parecer hoy todos están ocupados, ¿me podrías llevar a casa?

-si claro no hay problema- comenzó a oscurecer así que se despidieron y tomaron sus respectivos caminos. Nuestra pareja subió al coche que de inmediato comenzó a andar.

-Shinya

-mmm

-¿Te gusta alguien?-  ¿a que venía eso?... puede que, no imposible, es mi mejor amigo solamente ha de tener curiosidad, eso es, y bueno os mejores amigos se cuentan todo ¿no?, pensaba el rubio.

-si- ¿le gusta alguien?, ¿ahora como deberé decírselo?, imposible ahora no puedo decirle nada, se decía el pelinegro.

-wooo- finge sonreír- ¿y cómo es?

-bueno él es atento, dulce, buen amigo, le aprecio mucho, pero por ser mi mejor amigo no le digo nada, el no siente lo mismo que yo, pero por alguna extraña razón no me rindo, confió en que algo pasara.

¿Y te gusta desde hace mucho?- esas imágenes volvieron a él.

-si… de hecho si, ya tiene mucho que le conozco, desde que comencé en la banda para ser exacto- Dai dejo de hacerse ilusiones,  tal vez ebrio podría decírselo

-qué envidia- ríe- ojala alguien sintiera eso por mí, pero tú no te des por vencido y díselo, veras que no te ira mal, tu eres bueno, atento, lindo y vales la pena para quien sea, ¿te gustaría tomar un cerveza en mi casa?- el… ¿su Dai le dijo eso? Tenía razón debía decírselo, ¿cerveza? ¿Porque no? eso le ayudaría

-si claro- se sonrieron y dieron vuelta en dirección a casa de Dai. El viaje fue rápido, aunque les pareció eterno siendo que el silencio dominio en el resto del trayecto. Entraron aun en silencio y se quitaron sus chamarras para colgarlas.

-Toma asiento yo voy por las cervezas- el rubio obedeció al instante y se sentó en el sofá mientras el pelinegro iba a la cocina en dirección al refrigerador-El no será tuyo… debes hacerlo tuyo, le has oído le gusta alguien mas, desde hace mucho, no puedes contra algo como eso- pensamientos parecidos a estos invadían la mente del pelinegro junto con esas imágenes, se rindió a ellos y vertió un polvo en una de las cervezas.

Listo. Le tendió la cerveza

-gracias- sonreía inocente, sin saber lo que le esperaba, comenzando a beber, Dai siguió su ejemplo hasta que el rubio rompió el silencio.

-sabes Dai, tu eres quien…-comenzó a marearse y no entendía el porqué, solo había sido una cerveza, volteo a ver a su amado y creyó soñar con haber visto una sonrisa en sus labios, todo se volvía negro hasta que cayo inconsciente.

Dai sonreía satisfactorio, para nada había soñado el rubio, ahora él sería suyo y solo suyo, lop disfrutaría tanto como siempre lo deseo.

El rubio comenzó a sentir de nuevo, no podía abrir sus ojos le pesaban, sintió algo rodear sus muñecas y no las podía mover, ¿Qué había ocurrido?, sintió un frio invadir su cuerpo, por toda su espalda principalmente, al parecer estaba desnudo y esposado hacia arriba, un horrible miedo le invadió, sintió algo apretar a su miembro y otro objeto alrededor, después de unos segundos consiguió abrir sus ojos, en definitiva estaba colgado, la pared era de metal y eso causaba que sintiese tanto frio, vio que 2 aros rodeaban su miembro y al alzar la cabeza vio a Dai, viéndole perdido, lascivo.

-Da… Dai ¿Qué ocurre?- el aludido sonrio

-así que despertaste- le toma del mentón y le roba un beso- nada malo, solo que esta noche serás mío- el rubio fue invadido por el miedo aún más que a la vez se emocionaba- por ahora cariño disfruta de este dulce dolor- abrió la puerta y dio click a un botón de un aparato que traía en las manos, algo comenzó a vibrar en el miembro de Shinya, era placentero pero al notar que el otro se fue encerrándole dejo de disfrutarlo, era un lugar muy pequeño donde apenas cabrían tres personas, el odiaba los lugares encerrados y entre más pequeños peor, el placer aun así fue creciendo por mucho que no lo desease, entonces sintió pequeñas descargas eléctricas y un dolor inmenso en sus pezones, tenía unas pinzas unidas por una cadena y esta tenia conectado un cable que guiaba a un aparato, el cual lanzaba unas cantidades muy bajas de electricidad, sin permitírselo empezó a gemir. Sentía placer y dolor al mismo tiempo, pero para su desgracia era masoquista así que sentía más placer, su miembro ya se encontraba muy erecto, creía que se vendría tarde o temprano, lo sintió venir, estaba cerca, si iba a tener un dulce y doloroso orgasmo estando encerrado, pero ¿Qué paso?... nada no podía, dolía, dolía mucho, no podía tener su orgasmo, parecía ser que ese aro no se lo permitía, sintió como el ritmo de la vibración aumentaba. Quería llorar, dolía mucho, necesitaba venirse.

En otra habitación el pelinegro observaba todo por una pantalla, tenía cámaras ocultas en aquella habitación que parecía estar hecha para ello, le excitaba demasiado, tantas veces había soñado con esto, tantas veces había tenido imágenes así en su mente, y al fin era realidad, observaba atento el sufrir de su rubio hasta que unos gritos llegaron a sus oídos

-Da… Dai ah… ah Dai!- se escuchaba por todo el apartamento. Se excito a sobre manera, ya era hora, estaba todo listo, dejo las cámaras grabando y se acercó a la habitación, relamiéndose los labios una y otra vez. Se acercó a la puerta y comenzó a abrirla, el rubio al escuchar el ruido se sintió feliz aunque temeroso, ¿Qué es lo que le esperaría esta noche?, el pelinegro abrió la puerta, se sentía excitado a morir pero quería jugar aunque fuera un poco más. El rubio le miraba entre asustado y deseoso, eso solo le prendía mas, se acercó a él y comenzó a besar con ansias su cuello dejándole marcas descaradas, lamiendo en ocasiones, bajo a su pecho y comenzó a chupar y morder uno de los pezones del otro colocando la pinza para colocarla junto a la otra en el pezón contrario, su amado Shinya gemía una y otra vez sin parar de decir su nombre.

-ah… Dai, nnnnnh… Da… aaaah- el dolor era bastante, le excitaba demasiado-Dai pa… para por favor- pero no era así, el no deseaba que parara solo deseaba venirse.

-pero mírate…-decía Dai de la manera más seca que se hubiera imaginado- si se nota que lo disfrutas

Dai regreso la pinza a su lugar y tomo el duro miembro de su rubio para masturbarlo, el rubio no soportaba más, ese dolor era demasiado, pero Dai no le hacía caso, sin desearlo, sin permitírselo comenzaron a salir lágrimas de sus ojos, cayendo por sus mejillas, Dai por su parte bajo y comenzó a lamer toda su extensión, al caerle una gota de agua encima subió su mirada, al ver la escena se sintió a morir, su fantasía mas oculta estaba hecha  realidad, ahí la tenía frente a sus ojos, su Shinya, sumiso, llorando, deseoso, implorante. Comenzó a lamer con anhelo, luego introdujo lo que pudo en su boca y continuaba masturbando la base. El rubio lloraba y lloraba, era demasiado dolor y placer, demasiado. Daisuke tomo un látigo, dejo el miembro en paz y comenzó a darle latigazos en su pecho varias ocasiones, excitándose con cada grito de su rubio. Se hizo a un lado y comenzó a desnudarse, el rubio no podía creerlo, Daisuke se estaba desnudando frente a él, debía ser un sueño. Al deshacerse de toda su ropa el pelinegro también se colocó un aro alrededor del miembro, tomo un vaso con un contenido extraño y lo bebió, se acercó al rubio y le beso pasándole parte del líquido a él, lo bebió, sin entender como o porque las heridas comenzaron a doler más, sentía el doble o el triple, sentía como su sangre recorría su cuerpo, su miembro palpitando y doliendo, sus muñecas adoloridas de estar colgado, los latigazos ardiendo, todo lo sentía más de lo normal, comenzó a entre gemir y gritar más fuerte, excitando el pelinegro más, este tomo las piernas del rubio y las coloco alrededor de su cintura, poco después hacia que sus miembros se rozasen una y otra vez, dolía mucho mientras que era placentero, principalmente lo segundo, ambos gemían, Dai tomo los glúteos de su amado y los rasguño hasta los muslos, era un dolor exquisito, luego se esmeró en lamer la sangre, ese sabor metálico de su rubio le encantaba, lamia con detalle cada herida sin parar de rozar sus miembros, todo a un mismo ritmo, con la misma atención, el rubio no paraba de llorar, le urgía venirse, ver a Dai en las mismas condiciones le calmo un poco, pero ya le dolía demasiado.

-Da… Dai- consiguió decir entre gemidos de dolor y placer. El pelinegro continó con lo que hacía soltando un mmm entre sus lamidas. Yo… ah… yo... nece… nnnh… sito venirme- se formó una sonrisa en sus labios pero no le hizo caso, o al menos eso creía el rubio, y continuo lamiendo, la verdad es que a él también le dolía demasiado, pero el juego le estaba gustando, no quería que acabara

-Uke malo, eso no se pide, yo decido cuando- el rubio solo pudo asentir con la cabeza y continuar llorando .Dai se sentía a morir, necesitaba estar dentro de él ya pero debía aguantar un poco más, sin que el rubio se percatara  le metió tres dedos con fuerza en su entrada.

-aaaaaaah!

-Shhh pequeño, lo disfrutaras

Las lágrimas aumentaron el dolor era exagerado, pero el pelinegro continuo, comenzó a mover los dedos en un perfecto vaivén sincronizado con el roce y las lamidas, en sus pezones sintió descargas más fuertes, sentía que iba a morir, el pelinegro noto que los dedos ya entraban y salían sin dificultad los saco y coloco su miembro en la entrada, entro lentamente y espero un poco a que el otro se acostumbrara, después comenzó con el vaivén, el dolor de las envestidas que cada vez eran más rudas y el placer del aparato en su miembro, junto con muchas otras cosas más estaban le estaban mandando al cielo y al infierno al rubio, quien también moria de felicidad porque su Daisuke le estaba quitando la virginidad, de momento sintió una descarga eléctrica recorrer todo su cuerpo, temió porque loe estuviesen electrocutando pero sintió un inmenso y desconocido placer venir junto con este.

-aaaah- gimió como nunca

-mmm… así que ¿es ahí kokoro? –no se dio cuenta siquiera de cómo le dijo y asintió con la cabeza. Después de disfrutarlo un rato, soltó al rubio, le quito las pinzas de los pezones y le ordeno secamente:

-ahora hazme sentir bien cariño- le sonrió lascivo, el otro al principio no entendió, pero al sentir que le obligo a hincarse comprendió, tembloroso por el dolor de su cuerpo comenzó a lamer, poco después introdujo la extensión en su boca. El pelinegro satisfecho y excitado comenzó a penetrar la boca del otro, tomo algo del mueble de al lado y le dijo:

-ponte en cuatro- el rubio sin pensarlo dos veces le hizo caso- cierra los ojos- así lo hizo y sintió algo entrar en su entrada, esta vez era frio, nada tenía que ver con el miembro de su amado, dio un respingo pues eso comenzó a vibrar, Dai comenzó a moverlo hasta que noto al otro arquearse, había encontrado su próstata- bien continuemos con lo que estábamos haciendo- antes de que el rubio abriera los ojos le tomo de los brazos pasándolos tras su espalda y ahí lo esposó dejándole sobre sus rodillas- te ves mejor así- el rubio solo temblaba y continuo con lo que estaba haciendo mientras veía a su pelinegro sonreírle, este le penetraba la boca de nuevo, cada vez más rápido, Shinya ya no conseguía aguantar más, ese aparato le daba de manera certera en su próstata y vibraba, su miembro también seguía vibrando, pero no podía venirse, la posición en la que se encontraba no ayudaba en nada, sentía que se caería tarde o temprano, como leyéndole la mente Dai le tomo de los hombros, se detuvo un momento, saco su miembro y se quitó ese aro, el cual al instante le permitió venirse como nunca, la cara del rubio termino manchada, coloco rápidamente su miembro en la boca de este terminando de venirse dentro de esta, trago  todo mientras miraba envidioso al pelinegro quien trataba de recuperar el aliento, cuando este le miro noto que su amado quería llorar de nuevo y le miraba suplicante, se veía tan hermoso asi, lleno de su escencia, se agacho y lamio un poco de este líquido espeso y amargo, luego le beso.

-falta poco ten paciencia – le decía de una manera más dulce, se colocó tras él y le quito el dildo, volvió  a colocar su miembro en la entrada, le quito también el aro que vibraba, así esposado aun comenzó a envestir. Ambos gemían sin control, perecía que nunca acabaría, los gemidos del pelinegro aumentaron  y entonces le quito al rubio ese aro de su miembro, para venirse juntos, el rubio sintió un gran alivio, se sentía lleno y feliz a morir.

-aaaah… Dai… yo… te amo…. Tu aaahh, tu eres quien me gusta- decía entre el orgasmo, el pelinegro trataba de recuperar el aliento mientras no creía lo que escuchaba, se sentía feliz, pero ahora se sentía culpa.

Shinya cayo dormido y Dai le quitó las esposas y le coloco en la habitación de invitados, le poso en la cama y cubrió con las sabanas dándole un beso en la mejilla, fue a donde la grabación y la guardo con llave, iba a ser un video especial, donde consiguió tomar a su amado, pero sería la última vez, él ahora le odiaría, se sentía una bestia, el peor hombre del mundo, quería morir. Decidió recostarse y pensar, lo mejor por ahora era dormir.

El rubio se despertó, estaba confundido, ¿Por qué Dai hizo todo eso?, decidió ir a su habitación, abrió la puerta y se sentó a su lado, posos sus labios sobre los de él, el pelinegro al sentir el tacto se sobresaltó pero sin dudarlo correspondió el beso, duro varios minutos hasta que la falta de aire los separo. Después de recuperar el aliento el pelinegro comenzó a derramar lágrimas.

-yo… Shinya, lo siento, no era mi intención, lo siento en verdad es solo que… yo…- el rubio le miraba perdido y perplejo, sorprendido, entonces le interrumpió besándole.

-descuida- le sonreía, ¿Por qué?, como podía ser tan lindo, el pelinegro de verdad no lo comprendía- ya te lo dije, te amo- se fundieron en un largo beso esta vez tierno.

-yo también te amo, yo… lo hice por lo mismo, creí que era otra persona quien te gustaba, y te deseaba, te deseaba tanto, me deje llevar.

-eso ya no importa lo que importa es que ahora sabemos que el otro nos corresponde, además me hace feliz que tu…-se sonrojó el rubio- bueno que me volvieras tuyo… pero…

-¿Qué pasa?

-¿Cómo no te diste cuenta?

-¿eh?

-yo te había dicho incluso que te amaba

-yo etooo… bueno soy muy distraído y además tú lo decías como… pues como amigo.

-tienes razón… está bien

-¿y yo?

-¿tú qué?

- ¿yo no fui muy obvio?

-es que tú eres muy cerrado

-pero…-el rubio notó que esto llevaría a una discusión así que le robo un beso el cual fue correspondido de inmediato, enredaron sus lenguas unos minutos hasta que les falto el aire. Poco después ya estaban jugando con la lengua del otro explorando sus cavidades nuevamente, y así paso toda la noche, lo hacían una y otra vez, se mostraban lo necesitados que estaban del otro, felices de estar al fin con la persona que aman, probándose su amor una y otra vez. Sellando su pacto de amor y haciendo realidad sus “Deseos”

Notas finales:

bueno pues lo cheque una y otra vez rogando por que no tubiese ningun error y pues espero no se me alla pasado ninguno. Ojala les haya agradado y ya estare mas al pendiente de subir mis otro fic. pronto subiere uno o dos capitulos. los quiero! bueno a varios jeje


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