Prologo
Tan solo hace unas semanas estaba en la casa donde vivía desde que tengo memoria, con mis amigos de la escuela, con una familia unida y completa, y ahora todo eso se perdió. Tan solo unas semanas tenía a mi padre cerca de mí, estaba débil y en una camilla del hospital, pero él estaba conmigo y siempre lo estará pero no físicamente.
Lamentablemente mi padre falleció hace 3 semanas, su partida significo un gran golpe para nuestra familia, nos dolió mucho en especial a mi madre. Por eso decidimos dejar la ciudad, e irnos al vecindario por donde vivía mi abuela, mi madre la necesitaba más que nunca en este momento ella es la única persona que puede ayudarla.
Llegamos a la nueva casa donde vamos a vivir, raramente era un lugar tranquilo, mucho más tranquilo que mi antigua ciudad, al frente de la casa había un hermoso parque lleno de arboles y flores. No hacia ni frio ni calor era un clima templado y agradable. Entre a mi nueva habitación era amplia y cómoda, los señores de la mudanza nos ayudaras a colocar algunos muebles en la sala, en la cocina, en la habitación de mi hermano, mi mama y finalmente en la mía. Estábamos muy cansados así que decidimos cenar algo e irnos a la cama. Mi hermano menor estaba bastante incomodo en la nueva vida que íbamos a llevar, aun no se adaptaba a todo esto, mi mama solo intentaba calmarlo diciéndole que pronto se acostumbrara y que pronto hará nuevos amigos, el solo asentía con la cabeza. Todos nos fuimos a dormir.
Me desperté muy incomodo, ya que era el primer día donde dormía en mi nueva casa además era el primer día en el que iba asistir a la escuela de mi nuevo pueblo, un rayo de sol entraba por mi ventana haciendo que me levantara completamente vi mis cosas a un lado de mi cuarto dentro unas cajas de cartón. Me asome a la ventana a respirar un poco de aire fresco, era un hermoso día con el mismo clima de ayer, era un lugar simplemente hermoso, no me dolía tanto haber llegado aquí lo que me dolía es dejar mi pasado en aquella ciudad en la que vivía desde niño, y también haber dejado mis amigos allí.
Fui desvistiéndome para ir al baño a ducharme. Al quedar completamente desnudo sentí una muy extraña sensación, sentí como si me estuvieran observando, era raro, pensé, ya que es imposible me estén mirando estaba solo en mi habitación, volvie lentamente y vi que mi ventana seguía abierta hasta la mitad, vi y justo al frente había otra ventana abierta, me sentí muy avergonzado y rápidamente la cerré completamente.
Alguien me habrá visto? Por eso me sentía incomodo–pensé.
Me fui al baño sonrojado. Al salir vi la hora y era demasiado tarde, iba a llegar tarde a la escuela. Escuche los gritos de mi mama desde la cocina decía que me apresurara a ir a desayunar, rápidamente baje hacia el comedor. Allí estaba mi mama y mi hermano menor.
-Hyung! –grito animadamente.
-Hola, como amaneciste? –dije arreglando mi cabello frente al espejo del comedor
-Muy bien! El lugar es muy tranquilo y relajante… no es como en la ciudad -dijo con un pedazo de pan asomándose a su boca.
-Me alegro… ya me tengo que ir se me hace tarde –dije.
-Cuídate mucho hijo –dijo mi madre dándome un abrazo.
-No te preocupes –dije –adiós.
-adiós- dijeron.
Salí de mi casa muy apresurado en tomar el bus. Al llegar a la escuela vi el salón donde iría. Desee que nadie se dé cuenta de mi existencia, no querían que me miren raro. Al entrar vi que todos estaban dispersos hablando en cualquier lado o dibujando en la pizarra. La verdad es que no me importo en lo absoluto por qué no me gustaba llamar la atención