Las cosas siempre pasan por una razón, y Yugi Moto lo había descubierto ya hacía algún tiempo. El hecho de conocer a un faraón de 5000 años de antigüedad, ayudarlo a salvar el mundo en varias ocasiones, tener que despedirse de él y tenerlo de vuelta había cambiado la forma de ver la vida del pequeño, no todo era ser popular o el más genial en algo, cada persona tiene diferentes cualidades y talentos, claro que aprovecharlas es responsabilidad de cada uno de ellos, se daba cuenta que en el mundo las casualidades no existían, lo que había de tras de ellas eran las oportunidades que te presentaba el destino y era responsabilidad de cada uno saber tomarlas o no.
Este era el caso de Joey, durante el tiempo que llevaba de conocerlo sabia de su historia y de lo terrible que había sido la separación de su hermana y el abandono de su madre, aunque al rubio le había dolido pudo superarlo y seguir adelante aunque la adolescencia no fue más grata pero a pesar de todo eso siempre siguió afrontando cada desafío con una gran sonrisa, ahora que sabía lo que le había sucedido en un simple fin de semana se daba cuenta que el mundo podía ser pequeño pero lo que sucedían en él era más enigmático que el mismo juego de cartas.
Después de su llamado de auxilio en ese día de clases Yugi había subido en la limosina de Kaiba junto con Joey lo que le sorprendía de sobremanera, pero aún más impactante el lugar a donde habían llegado. La gran mansión en la que entraron, pero lo más interesante fue cuando conoció a la persona que había tomado la responsabilidad de cuidar del rubio y sobre todo darle una mejor oportunidad de vida.
Cuando Joey los presento se dio cuenta de que Surimi era una persona muy enigmática, suspicaz y sabía lo que pasaba a su alrededor, Yugi aunque era un poco ingenuo también tenía ese matiz de saber lo que sucedía sin que tuvieran que decírselo.
Mientras caminaba recordaba lo que había sucedido algunas horas antes.
#####################################################################
… Flash Back …
-Buenas tardes, mi nombre es Yukiro Surimi- Yugi lo miro, un poco más alto que Joey, su cabello de una fusión grisácea y azulada y qué decir de sus ojos un morado intenso adornaba el perfecto perfil, la elegancia no se hacía esperar, estaba emocionado toda esta situación le parecía un enigma y eso era lo que más le encantaba no por nada tuvo que hacer miles de intentos en armar el rompecabezas del milenio.
-Mucho gusto, soy Moto Yugi un placer en conocerlo- respondiendo el amable saludo.
-Joey me ha hablado mucho de ti, estaba ansioso de conocerte- sonriente el peli-gris los invito a pasar a la gran mansión Yukiro.
Yugi no podía parar de mirar la casa simplemente era exquisita y los colores que demostraba eran por demás cálidos.
-Es muy linda ¿verdad Yugi? - decía con una gran sonrisa el rubio.
-Hermosa y muy cálida- le respondía con la misma sonrisa, fue entonces cuando Surimi noto el grado de confianza y amistad tan profunda que Joey y el pequeño tenían, en ese momento su preocupación hacia él había desparecido y una enorme confianza empezaba a brotar en su pecho que le decía que todo estaría bien.
-Que les parece si entramos a la sala, estaremos más cómodos ahí- mientras los guiaba al gran salón.
-Joven Wheeler buenas tardes, ¿Cómo le fue en la escuela? - preguntaba Nina que estaba sirviendo los tés helados.
Surimi había preparado todo para la llegada de Yugi a la mansión y por ende la ama de llaves debía estar lista para atenderlos.
- ¡Hola Nina! de hecho, me fue mejor de lo que esperaba- contestaba con su habitual sonrisa mientras tomaba uno de esos deliciosos bocadillos que le encantaban.
-Me alegro mucho espero que le valla mejor- mientras se retiraba para hacer sus labores.
-Esa ama de llaves es muy irrespetuosa- gruñía el Ceo por la forma tan amistosa en la que Nina le había hablado a Joey.
- ¡Claro que no! Nina es muy linda además cuida muy bien de nosotros, y qué decir de lo que prepara es delicioso- rápidamente el rubio salía en defensa de la mujer que prácticamente mantenía en pie la mansión. Lo que llevo a Surimi a asumir que las cosas se habían arreglado entre el rubio y el castaño, pues los celos de Seto eran más que evidentes, además de la actitud Joey que era de lo más normal.
-Hump- fue todo lo que pudo decir el castaño pues muy en sus adentros le agradaba la forma en que el rubio se dirigía a él, por primera vez no lo había insultado ni tampoco había en sus palabras ese resentimiento que siempre le dirigía.
Yugi por su lado observaba la situación en silencio tratando de entender lo que le parecía imposible.
-Bueno dejemos ese tema de lado, tenemos cosas más importantes de que hablar- mientras miraba al pequeño amatista.
-Tienes razón, debemos arreglar esto rápido no tengo todo el tiempo del mundo- Kaiba demostraba esa indiferencia claro esta porque sabía que el enano como él lo llamaba era incapaz de abandonar al rubio. Algo que había hecho que sintiera solo un poco de respeto hacia el pequeño.
-Bien empecemos, primero que nada- mientras dirigía la mirada al amatista Surimi comenzó con la propuesta.
-Tienes que saber, que Joey está viviendo en esta casa que también es de él ya que no tiene quien vea por el yo me convertí en su protector, te preguntaras que intenciones hay detrás de todo esto, pero no te preocupes Joey esta más que enterado de toda la situación y te pido que no pienses mal, aunque ha sido poco tiempo lo he llegado a querer de una manera increíble, mis metas son que él tenga una mejor calidad de vida y poder formar una bella familia esperando que la persona que lo pretenda lo quiera de verdad y lo haga inmensamente feliz- esto lo decía más a Kaiba que a Yugi algo que rápidamente el Ceo noto.
Yugi escucho las palabras del mayor, las analizo con cuidado y solo pudo exclamar…
-Estoy tranquilo con tu explicación, Joey es una gran persona pocos como él existen en el mundo, es de esas personas que darían el todo por nada, y te lo digo por experiencia- recordando la vez que se arriesgó para salvarlo de aquel incendio cuando se negaba a irse de la bodega sin su amado rompecabezas.
- ¿Pero, aun no entiendo cuál es mi papel en esta situación?- Surimi estaba sorprendido, Yugi no le había preguntado nada, ni siquiera como se habían conocido y menos como es que Joey termino viviendo en su mansión, realmente era muy discreto y solo quería saber el motivo de su presencia.
-Necesitamos a alguien que ayude a Joey en sus materias, es necesario que suba de manera muy rápida sus calificaciones, él me dijo que tú le habías ayudado y que por esa razón no había perdido el año, es por eso que le solicite verte, me gustaría saber ¿si te gustaría ayudarlo en esta ocasión? Esta por demás decir que te pagare por el servicio, ¿Qué dices, estás de acuerdo? -
Yugi miro la cara de súplica de Joey y la mirada de reojo que le mandaba Kaiba, estaba más que claro que tenían mucha confianza en su capacidad de ayudar al rubio, pues el hecho de que su protector se lo pidiera aun sin siquiera conocerlo a fondo le daban un motivo fuerte para no declinar ante esta propuesta.
-¡Claro que acepto!, siempre quise que Joey se enfocara más en sus estudios y ahora que tiene la oportunidad no voy a desaprovecharla, Surimi no te preocupes ayudare en todo lo que pueda y no tienes que ofrecerme nada lo hago con mucho gusto, Joey me ha ayudado mucho y está por demás que decir que es uno de mis mejores amigos- mientras sonreía el alivio se sintió en toda la sala, el amatista había aceptado y le había dicho que no necesitaba honorarios eso le daba aún más confianza a Surimi para dejar a su cargo algo tan importante para él como lo era Joey.
- ¡Muchas Gracias Yugi! Sabía que podía contar contigo eres increíble- el rubio se abalanzo sobre el pequeño en un gran abrazo que casi lo asfixia.
Surimi miraba la escena Joey era adorable y de reojo miraba al Ceo que solo “ignoraba” la situación por así decirlo.
-Bueno Joey tranquilo, Yugi tendrá muchas preguntas y tendrás que contestárselas, por favor aclara cualquier cosa que él te pida, yo tengo asuntos que atender con Seto así que los dejaremos por un momento- mientras se levantaba Kaiba lo seguía a el despacho pues tenía que hablar sobre asuntos más importantes.
Una vez solos en la sala comenzaron las preguntas.
-Joey ¿esto es de lo que se trataba cuando me hablaste la mañana pasada? -
-Sí, no mentí cuando dije que esta oportunidad cambiaria mi vida, es un poco complicado, pero me siento confiado- contestaba el rubio.
-Me parece que hiciste bien, me alegra que tengas a alguien que se preocupe por ti, aunque nosotros nunca te dejaremos no es lo mismo, estar con alguien que es como tu familia que sabes que siempre estará contigo cuando duermas y despiertes, pasar ratos platicando y riendo son cosas muy preciadas, realmente no importa mucho en qué lugar te encuentres si estas feliz lo demás da igual- Y es que el amatista tenía mucha razón cuando tienes a alguien que está contigo de forma incondicional sin pedir nada a cambio que está dispuesto a compartir su vida y sus sueños es cuando te das cuenta de lo valiosa que puede ser la vida. Eso es lo que el rubio pensó al escuchar estas palabras.
-Mira no te presionare, no tienes que contarme lo que hay detrás de esto, estaré dispuesto a escuchar cuando tú lo decidas- si bien era cierto que Yugi tenía mucha curiosidad, el sabia respetar las vidas de los demás y esperaría a que el rubio tuviera la suficiente confianza para contarle.
-La verdad es que, no tengo ningún problema me encantaría hablarte de esta aventura y por lo que veo ni Kaiba ni Surimi están en desacuerdo, es mejor que lo sepas así entenderás muchas cosas-
Joey comenzó a decirle como es que tuvo ese extraño encuentro con Surimi, la invitación a cenar y la sorpresa de que Kaiba era socio de Surimi, le conto como es que le había convencido para comprarle un traje tan caro, omitiendo claro la parte del vestidor en la tienda de modas y el hecho de que casi se come a besos con Kaiba esta mañana. También le hablo de Axel las rosas y la invitación a uno de sus primeros conciertos en Japón, cómo se llevó a cabo el contrato y la firma de la fusión de las empresas. Solo dijo algo de lo que le había pasado a Surimi, claro solo lo más casual que pudiera en este caso solo le dijo de la existencia de Kay y el hecho de que quería robarle su corporación, evitando el tema del accidente de su familia y otras cosas, la salida al centro comercial y el encuentro con Duke en la cafetería.
-Y bien esa es la historia, ¿Qué te parece?, ¿Sorprendente no? - mientras reía un poco por todo lo que le había pasado en 72 horas.
-De hecho, me parece increíble- respondiendo con la misma risa.
-Créeme ni yo lo podía procesar, pero las cosas ya están hechas, aquí estoy y hare mi mejor esfuerzo para ayudar a Surimi y superarme. No voy a desperdiciar lo que la vida me ha ofrecido además estoy seguro que ayudare a Serenity a realizar sus sueños-
-Tienes mucha energía y esperanza estoy muy orgulloso de ti, no cualquiera aceptaría algo así, creo que no podrían con tanta presión, pero yo sé que tú puedes y aquí estaré yo para apoyarte en todo lo que pueda ¡cuenta con eso! - decía efusivo el amatista.
-Aunque tendré que decirle a Yami porque te estoy ayudando, dime que es lo que puedo decirle y que no puedo pues nos tenemos confianza y no me gusta ocultarle las cosas- estaba preocupado pues su faraón era lo más importante y mentirle lo haría sentir muy mal.
-Puedes decirle lo que tu creas conveniente, confió plenamente en ustedes y seria menos carga poder platicar con ustedes de este tema libremente- para Joey era difícil mentir y más si Yugi lo estaba ayudando no quería que hubiera problemas entre ellos, más por todo lo que tuvieron que pasar para poder estar juntos.
-Muchas gracias Joey, ¿Pero Surimi estará de acuerdo? - preguntaba algo preocupado por la reacción de su protector.
-No te preocupes Surimi confía en ti y si yo le explico no habrá problemas-
Las cosas quedaron así, tanto el rubio y el amatista cambiaron de tema ablando un poco de la vida de todos los chicos y las risas no se hicieron esperar cuando recordaban las cosas que les habían sucedido en sus viajes, la tarde se tornó relajada comiendo ricos bocadillos dulces y chocolate con leche.
Unas horas después Surimi se había sumado a la mini fiesta de los chicos y se enteró de muchas de las cosas que habían sucedido en los meses de los duelos de monstruos como ciudad batallas y demás.
Kaiba por su lado se marchó un poco molesto por no poder despedirse como se debía del rubio pero ya tendría más tiempo con él.
Entre muchas risas y sonrojos por los ya conocidos elogios de Surimi a Joey el celular de Yugi sonó al parecer el faraón no podía pasar unas cuantas horas sin su pequeño y muy amablemente desesperado le pidió que volviera pues lo extrañaba.
Surimi se ofreció en llevarlo hasta su casa, Yugi se negó pues al parecer Yami lo recogería cerca de donde estaba la mansión le tomaría solo 10 minutos llegar a donde lo esperarían.
Yugi se despidió de ambos diciendo que mañana se pondrían bien de acuerdo sobre las materias en las que Joey tendría que ponerse muy al pendiente, y qué decir de las que apenas había podido pasar pues tendría que volver a presentar exámenes especiales y pequeños cursos para que su promedio general de estos meses subiera.
Sin más salió de la enorme mansión dirigiéndose a donde su amado lo esperaba impaciente pues le había llegado un mensaje avisándole que ya estaba en el lugar que habían acordado.
… Fin Flash Back …
#########################################################################
-Sí que es una historia interesante- mientras alcanzaba a ver a su sexy novio parado en un árbol con su típica pose de manos en sus caderas.
Decidió sorprenderlo y casi lo hace pues estaba a punto de asustarlo cuando este de pronto se giro y lo tomo con sus fuertes brazos dando un demandante beso pues parecía que había pasado una eternidad desde que se separaron unas horas antes.
-Hola- decía con una sonrisa sensual sin dejar de abrazarlo.
-Quería sorprenderte, pero al parecer el sorprendido fui yo- dándole pequeños besos en la cara.
-Me parece que paso un siglo desde que te separaste de mi- aun lo tenía atrapado quería recuperar el calor que ese pequeño cuerpo le brindaba y que sentía había perdido en momentos.
-Solo fueron unas horas, no exageres- riendo por la actitud tan celosa e infantil de su querido Yami.
-Aun así, tendrás que recompensarme por tu ausencia- rápidamente subieron a la reciente motocicleta que el faraón acababa de comprar y se dirigieron a un lugar romántico donde pudieran estar muy juntitos y pegaditos.
Por otro lado, Joey estaba muy feliz pues la visita de Yugi había quitado mucha de la carga que Surimi llevaba, tranquilo en su habitación revisaba el horario de la prepa y se organizaba pues tendría que hacer algo con su costumbre de olvidar cada mañana la mochila.
Surimi había salido diciéndole que volvería para la cena, le pidió que se pusiera al tanto de todo lo que tenía que hacer y empezara a leer algunos libros de lengua que había comprado para él.
Y yo no sé mi amor que hago buscándote
Si te gano pierdo libertad…
Y yo no sé mi amor que hago besándote
Si yo no me quiero enamorar….
De repente escucho el sonido de su celular, ¿Quién lo llamaría? el número que aparecía en la pantalla no era de ninguno de sus conocidos, contesto.
-Hola, ¿Quién habla? - espero unos segundos y escucho una voz que le era conocida.
-Hola Joey, ¿Cómo estás? - preguntaron sin responder la pregunta hecha.
-Bien gracias, pero aún no me has dicho quién eres, tu voz se me hace familiar pero no te recuerdo- contesto pensativo.
-Qué triste me siento no recuerdas quien soy- el rubio se extrañó mucho por esta rara situación.
-Está bien te daré una pista, me conociste hace poco y hablamos, lamentablemente no pudimos conversar como yo hubiera querido- termino la voz del otro lado del teléfono.
Entonces el rubio trato de hacer memoria y cayó en cuenta de quién era el que lo llamaba.
- ¡¿Axel Blair?!- se sorprendió mucho, pero lo que más le inquietaba era el cómo había obtenido el número de su celular.
- ¡Exacto!, me alegra que me hallas recordado- decía muy efusivo.
- ¿Cómo es que sabes cuál es el número de mi celular? - estaba intrigado sorprendido y un poco asustado.
-Bueno digamos que tengo maneras de conseguir algunas cosas y más si son cosas tan importantes como tú…-
Joey no podía creerlo, este chico le estaba coqueteando ¿De verdad?
-Bueno este, me alaga que digas eso, pero me hubiera gustado que me lo pidieras personalmente- decía nervioso.
-También me hubiera gustado pedírtelo personalmente, pero digamos que cierta persona nos interrumpió esa noche en el restaurante- ¿cierta persona?
...-No seas mal agradecido Wheeler, Surimi te espera y la comida está servida, es una grosería dejarnos esperando, recuerda con quien vienes-…
...-Disculpa, pero estamos hablando, no te parece que estas siendo un poco grosero-…
-No tengo porque contestar-
Si, había recordado la escena tan penosa en el restaurante, donde Kaiba lo había llevado de mala manera a la mesa donde se encontraba Surimi, por suerte no le había dejado marcas en el brazo por la fuerza que había aplicado en su persona.
-Si ya lo recordé, me disculpo por la actitud de.. de.. mi.. he- como es que debía llamarlo, enemigo, amigo amante.
-Bueno me disculpo por eso- reía nervioso estaba muy incomodo.
-No te preocupes eso no importa mucho, el motivo de mi llamada es que me gustaría saber si acudirás al concierto que daré en dos semanas, me alegraría mucho que fueras- al parecer se las había arreglado para conseguir su teléfono y ahora que lo pensaba ¿Cómo es que sabia donde vivía si acababa de conocerlo? Esta situación era muy rara y al parecer este chico no aceptaría un No por respuesta.
-Bueno yo, es que no se…- la verdad estaba confundido y apenado por toda esta situación, además no creía que a Kaiba le hiciera mucha gracia que en este momento el fuera a un concierto con todo lo que tenía que hacer.
-Anda por favor, de verdad me harías muy feliz si te veo ese día tan importante para mí- Axel sabia como jugar y no colgaría hasta no obtener una respuesta positiva por parte de Joey.
-Mira lo pensare y te daré una respuesta más adelante, ahora no es un buen momento, pero te prometo que te llamare y te lo diré ¿Sí? - bueno era un avance y Axel se conformaba con saber que el ángel rubio lo llamaría.
-Está bien, me conformo con saber que me llamaras, por favor no tardes- con eso había terminado la llamada, una muy extraña y por demás incómoda para el rubio.
Pero, ¿Qué le diría? No quería hacerlo sentir mal, pero tampoco estaba en posición de salir a divertirse, ¿Cómo resolvería este nuevo problema que se le venía encima?
Por ahora esperaría la llegada de Surimi a la casa y le explicaría lo que acaba de suceder seguramente el sabría aconsejarlo en esta situación y le ayudaría a darle el No al cantante.
#########################################################################
- Así que eso es lo que paso- decía un sexy faraón al que se le podía ver el torso completamente pues no tenía nada más que una pequeña manta alrededor de su cadera.
-Sí, esa es la razón de todo lo que sucedió esta mañana- contestaba un pequeño amatista recostado en una gran cama de hotel.
-Bueno sí que es muy raro, aunque creo que ya todos estamos acostumbrados a estas situaciones, me parece que Ra se ha apiadado de Joey y le está brindando una nueva vida-
Mientras se recostaba y besaba la mejilla de su pequeño.
-Sí creo que tienes razón, es por eso que Joey ha pedido mi ayuda para pasar todas sus materias, aunque creo que Kaiba lo ayudaría mejor que yo, lo demostró esta mañana- pensativo por la actitud de Seto hacia Joey juraría que algo pasaba entre ellos.
- ¿Qué piensas? - pregunto el faraón al ver la cara de Yugi.
- ¿No te parece que sucede algo más de lo que estamos viendo? - el faraón se extrañó pues si algo era cierto es que Yugi nunca decía algo solo por decirlo.
- ¿A qué te refieres? - quiso saber lo que su amado tenía para decir.
-Bueno entiendo que ahora que son socios, Kaiba y Joey tienen que llevarse un poco mejor, por así decirlo, pero me parece que hay algo más pues esos dos tienen el carácter muy fuerte, por mucho tiempo han tenido peleas fuertes y violentas, no creo que de la noche a la mañana se lleven bien y tampoco creo que con la actitud que tiene Kaiba, le ayude de buena manera como lo hizo esta mañana, primero, esta eso del cambio de lugar y también está el hecho de defenderlo de esa manera- al parecer Yugi podía ver mucho más allá de lo que cualquiera pudiera.
-Es cierto, no me había puesto a pensar en eso, la verdad es que estuve mucho tiempo ligado a Seth y aun me cuesta acostumbrarme a su yo actual, que es por demás rudo y frio más que mi antiguo sacerdote-
-Pero aún no puedo sacar suposiciones, solo Joey puede decirme lo que está sucediendo no puedo simplemente preguntarle ¿Qué pasa entre tú y Kaiba?- aunque Yugi tuviera ideas en la cabeza no podría descifrar este enigma solo el tiempo y si el rubio lo quisiera sabría la verdad detrás de todo.
-Tienes razón, pero ahora eso no es importante, quiero tomar una ducha y tú eres la parte deliciosa de un baño- mientras le quitaba la sabana y lo cargaba directo a la ducha del lujoso hotel al que lo había llevado mientras en el trayecto se le caía la manta que cubría su parte que estaba por demás despierta de solo imaginar al pequeño Yugi jadeando entre los azulejos.
#########################################################################
Y me enamore de ese ángel perdido entre las nubes
Llenando el vacío de mi corazón
Y me enamore…
Y me enamore…
- ¡Muy bien! nunca te había escuchado cantar con esa emotividad- decía Zac al cantante.
-Bueno es que esta canción es por demás especial, aún estoy componiéndola- mientras dejaba la guitarra acústica a un lado de él.
- ¿De verdad crees que es chico se presente al concierto? - preguntaba sonriendo Zac por la cara de tonto que ponía Axel de solo pensar en ese rubio.
-Eso espero o se me romperá el corazón- jamás penso que una persona pudiera meterse tan profundo en su ser, nunca había sentido algo así era la primera vez que lo experimentaba, cuando uno está en la industria de la música y se vuelve tan famoso se da cuenta de que no importa cuántas personas estén contigo, siempre te sentirás solo pues cualquiera se acerca por tu fama, tu dinero o el hecho de tener una entrevista de 5 minutos en un programa de televisión.
Cuando encuentras a alguien sincero te aferras a él, eso precisamente era lo que sentía el cantante por excelencia, su corazón se aferraba a ese sentimiento tan hermoso que había nacido en solo unos instantes y no dejaría ir por ningún motivo.
Axel quería al rubio, haría lo que fuera por él, y estaba dispuesto a hacerlo feliz en cualquier aspecto. Quería llenarlo de amor y afecto, sería feliz con solo el hecho de verlo a diario y que siempre mostrara esa hermosa sonrisa, podría morir solo con eso.
Conquistaría a ese rubio para que pasara el resto de su vida con él.
- ¿Tienes el número? - pregunto a su manager.
-Sí, no fue difícil obtenerlo, al parecer una de las chicas que lo conoce sedujo a uno de sus amigos para que se lo diera, lo que pueden hacer unos simples boletos VIP para verte-mientras le entregaba el número en un papelito.
-El fin justifica los medios- mientras marcaba en su celular esperando que el rubio contestara.
-Hola, ¿Quién habla? - y ahí estaba la voz angelical de su hermoso niño.
Sin más la conversación comenzó. La esperanza que Axel tenía en Joey estaba superando cualquier límite haciendo que el cantante llegara a lo que fuera necesario para solo ver a su ángel.
Colgó, con su corazón acelerado y el brillo de sus ojos, solo esperaría la llamada de Joey para darle una respuesta que él esperaba fuera positiva, estaba convencido que era su alma gemela y estaba en lo correcto pues el destino le había presentado a su compañero de por vida pero el obtenerlo y mantenerlo sería su gran reto.
#########################################################################
Kaiba estaba en su despacho, después de todo lo que había pasado en la escuela y en la mansión de Surimi se dirigió a su empresa pues en toda la mañana no tuvo tiempo de conectarse a su corporación para ver cómo iban las cosas. Estaba concentrado sin embargo la charla con Surimi lo había dejado un poco intrigado.
… Flash Back ...
Se retiraron de la sala dejando a Joey y Yugi solos para que platicaran más abiertamente.
- ¿Qué es lo que pasa, de que tienes que hablar conmigo? - decía fríamente el dragón.
-Esto me llego esta mañana, después de que Joey se fuera, ya lo tenía previsto por eso te llame temprano quería que estuvieras al tanto- extendió un portafolio al Ceo para que lo revisara.
-Al parecer Kay está haciendo sus movimientos, está empeñado en querer ser socio de las corporaciones, me preocupa que la vida de Joey este en peligro, no sé cuál es el límite de este maniaco para poder obtener lo que quiere- Kaiba revisaba los documentos con mucho cuidado su mente brillante le daba una alarma pues lo que Surimi decía era cierto podía perder al rubio y eso nunca lo permitiría.
- ¿Crees que puedas arreglarlo? - pregunto serio a Surimi.
-Por ahora solo puedo poner seguridad a Joey, tal vez un guardaespaldas que siempre este al pendiente de el- Kaiba estaba serio con lo de la seguridad pero al escuchar la palabra “guardaespaldas” los celos se le subieron a la cabeza, no permitiría que nadie asechara a Wheeler y menos que estuviera al pendiente de él.
-No es necesario yo puedo protegerlo, si necesita salir yo lo llevare y traeré a donde sea, mientras este en tu mansión no creo que tengamos problemas ¿o sí?- la voz tan profunda y fría que Seto demostró saco a Surimi de su preocupación y el alivio lo invadió así como también la curiosidad de saber que había pasado entre esos dos durante la mañana.
-No hay ningún problema, mi casa es lo suficientemente segura, ¿pero estas seguro que llevaras a Joey a cualquier lado? - pregunto picaron.
-Claro que sí, no arriesgare (“a Joey”) mi compañía por culpa de un maniático, y menos si existe la posibilidad de que ese guardaespaldas llegue a ser aliado de ese mediocre- bien al parecer las cosas estaban dichas, ese asunto estaba terminado, dedicaron el resto del tiempo en decidir cómo se distribuirían las oficinas y los cambios que se harían así como también el tiempo que Joey pasaría en la compañía familiarizándose con toda la producción de realidad virtual.
Poco tiempo después se despidió y se dirigió a su empresa.
… Fin Flash Back …
#########################################################################
-Un guardaespaldas que idiotez- hablaba con mucha rabia, solo pensar que el susodicho tendría que respirar el mismo aire, que tendría que traerlo y llevarlo de una lado para otro, le obsesionaba la sola idea de que estuvieran solos y se atreviera a tocar el cuerpo sagrado de Joey, una escena nada sana de un rubio jadeante y sonrojado gritando un nombre que no era suyo comenzaba a hervirle la sangre y en un momento de arrebato tomo su imponente silla y la azoto contra la pared causando un casi infarto en su pobre secretaria que entraba para darle detalles de la distribución de las oficinas.
-Señor Kaiba ¿se encuentra bien? - preguntaba la pobre mujer que había pasado del color blanco al transparente de solo ver tan enfurecido a su jefe.
Kaiba se controló pues literalmente casi mataba a su secretaria lo que no era bueno pues no necesitaba un problema más.
-Sí, lamento el susto, ¿estás bien? - preguntaba un poco más tranquilo.
-Hee sí señor, solo quería mostrarle los planos de los arquitectos para las nuevas oficinas- aunque estaba más tranquila la secretaria aun hablaba con dificultad pues no todos los días vez a tu jefe casi hacer añicos su silla.
Seto tomo los planos y al ver que su secretaria no se recuperaba le dio el día libre pues quería encargarse de distribuir favorablemente la oficina de Joey con la de él. La secretaria por su parte solo salió sin preguntar, tomo sus cosas yéndose de la empresa directo a un café el susto realmente la había afectado.
Kaiba miro más de cerca los planos, la oficina central seria la suya, de lado izquierdo se encontraría la de Surimi, del derecho la de Joey, esto lo lleno de satisfacción pues en una de las paredes dibujo una puerta que conectaría su oficina con la del rubio, así le sería más fácil observarlo y tenerlo cerca.
Tomo su silla que al parecer soporto su arrebato de celos y la coloco en su lugar, salió directamente en dirección de los arquitectos, les mostro las modificaciones y las nuevas características de un lugar en especial.
#########################################################################
Joey se había olvidado del asunto de Axel tenía cosas más importantes de las cuales ocuparse, un ejemplo eran las tareas que tenía que llevar, demoro unas horas en terminarlas, algunos ejemplos que no entendía los había buscado por internet jamás se había imaginado que existían paginas donde te ayudaban en todo tipo de materias.
Más tarde se ocupó de darle unas ojeadas a los libros que Surimi le había entregado, le parecieron un poco extraños pero no se quejó solo continuo con su lectura estaba tan absorto que no se dio cuenta, la noche había caído.
-Joven la cena estará lista en unos momentos por favor baje al comedor- Nina como siempre atenta avisaba a Joey.
Cerró el libro y se dirigió a su lugar favorito de la casa, para su sorpresa Surimi se encontraba ya sentado en su lugar.
-Hola, buenas noches no te escuche llegar- saludaba con alegría mientras se sentaba en su lugar.
-No hace mucho que estoy en casa, pase a verte pero estabas tan concentrado que no quise molestarte, me alegra que estés tan atento en tus deberes- lo que apeno a Joey pues no creía que de tan absorto que estaba ni siquiera hubiera notado a Surimi entrar.
La cena comenzó a servirse.
-Es verdad estuve muy ocupado durante la tarde, me estaba organizando pues quiero evitar que cada mañana se me olviden las cosas por no estar preparado- dando su primer bocado a la deliciosa comida.
- ¿Y ya no se te olvidaran? - reía tranquilo Surimi, Joey solo podía negar con la cabeza pues su boca estaba repleta de comida.
Entonces recordó la llamada tan especial que recibió trago y se puso serio e incómodo.
- ¿Qué pasa, acaso no te gusto la cena? - pregunto Surimi al notar el semblante serio de Joey.
-No es eso, lo que pasa es que esta tarde recibí una llamada y me parece que debo comentártelo- Surimi se puso serio, le estaba preocupando que Joey hubiera sido amenazado por Kay.
-Y ¿Quién te llamo? - pregunto tratando de evitar escucharse preocupado.
-Bueno no sé cómo lo hizo, pero Axel Blair averiguo mi número de celular y hablo conmigo esta tarde- un gran alivio paso sobre el pecho de Surimi solo era ese chico que estaba detrás de Joey.
Surimi puso un semblante picaron y pregunto.
- ¿Y de que hablaron? -
-Él quiere saber si asistiré a su concierto, el que se dará en dos semanas en el estadio de la ciudad- el rubio estaba en un conflicto pues ese chico prácticamente le rogo que estuviera ahí, ahora para ser sincero no estaba en posición de decir que sí.
- ¿Qué le contestaste? - Surimi imaginaba la respuesta del rubio, una muy indecisa y a medias. Se preguntaba qué pensaría Kaiba de esta situación.
-Solo le dije que le llamaría después para darle una respuesta más clara, me gustaría que me ayudaras con esto, pues no creo que deba salir a divertirme en este momento- esperaba que Surimi le diera una buena táctica para rechazar al cantante.
-Estaría bien salir a distraernos un rato, tanta presión puede dañar el organismo- las esperanzas de Joey se destrozaron con la respuesta de Surimi que al parecer estaba muy entusiasmado con la idea de ir al concierto.
-Pe..pero no crees que no es momento, además Kaiba…-
-No te preocupes si Seto no está de acuerdo lo podemos invitar, le haría bien salir a respirar aire, siempre es tan serio, le caería bien un rato de diversión- al parecer una respuesta negativa no era una opción y por la expresión de Surimi las cosas ya estaban dichas.
El rubio estaba en shock pues tendría que llamar y decirle la respuesta al cantante, sentía una gran vergüenza, pero no podía hacer nada.
Después de la cena Surimi se retiró a su habitación, no estaba preocupado convencer a Seto de asistir al concierto era tan sencillo pues conocía su único punto débil… Joey Wheeler.
Joey por su parte se adentró en su enorme cama, con sus libros y deberes listos para el día siguiente.
“Puedo ver en tu mirada tantas huellas de dolor
que alguien antes de mi te dejo
aun es mucha la distancia nos separa tu temor
habré un poco de ti por favor
no encuentro caricia para hacerte sentir
que aquí en mis brazos puedes vivir”.
Estaba a punto de dormir cuando un mensaje lo despertó nuevamente.
“Buenas noches mi ángel
Sueña conmigo que yo soñare contigo
Espero tu llamada con muchas ansias”
Atte. Axel Blair
Esto provoco un pequeño sonrojo en su cara y también una gran confusión en su cabeza solo se preguntaba ¿Qué es lo que sucedería después?
#########################################################################
La mañana llego y en la mansión Surimi ya había movimiento, Joey se levantó más temprano y tomo una ducha relajante, se estaba preparando para bajar a desayunar hoy tendría materias más sencillas y estaba entusiasmado por iniciar el día. Tomo sus libros y carpetas de trabajos que debía entregar y salió de su habitación.
-Buenos días joven, el desayuno está servido el señor lo espera-
-Gracias Nina- mientras se dirigía al comedor.
Surimi como de costumbre estaba ojeando el periódico y le dedico una sonrisa cuando lo vio llegar.
-Buenos días- ambos se saludaron.
-Veo que estás preparado- pudo notar las cosas de Joey en la mesa.
-Te dije que me organizaría para evitar problemas en la mañana- mientras reía y comía.
- ¿Llamaste a Axel? - un claro sonrojo apareció en su rostro y se tuvo que pasar con cuidado la comida pues el mensaje de anoche lo había perturbado.
-Bueno hablando de eso, mira lo que me envió anoche- el rubio enseño el mensaje que le había llegado, Surimi estaba sorprendido pues ese chico sí que era persistente.
Cuando alzo la mirada se encontró con un Joey muy avergonzado pues no recibes mensajes de este tipo de otros hombres muy a menudo.
-Tranquilo solo tienes que encontrar las palabras correctas para decirle que no te interesa como algo más que amigos- trataba de tranquilizar al ojimiel que se estaba poniendo muy nervioso con la situación.
Dio un gran suspiro y termino de comer, Kaiba llegaría pronto quería estar preparado. No se equivocó segundos después le avisaban que la limosina lo esperaba afuera que no se demorara.
Joey se levantó muy rápido se despidió de Surimi dándole un beso en la mejilla, salió como rayo dejando a un apenado y feliz ojimorado en el comedor.
-Hay Joey no tienes idea de cuan feliz es tu presencia en esta casa- una gran sonrisa se asomaba en su rostro.
-Tiene razón señor, el joven Wheeler ha traído la felicidad a esta casa y a usted- Nina había notado grandes cambios en su señor y no dudo en expresarlo algo que el agradeció enormemente.
-Buenos días- abriendo la puerta de la limo donde Kaiba impaciente lo esperaba pues estaba ansioso de su cachorro.
-Buenos días mi cachorro- dio instrucciones a Ronald para que emprendiera el camino a la preparatoria. Mientras ellos disfrutaban de una sesión de besos muy apasionada.
“Puedo ver en tu mirada tantas huellas de dolor
que alguien antes de mi te dejo
aun es mucha la distancia nos separa tu temor
habré un poco de ti por favor
no encuentro caricia para hacerte sentir
que aquí en mis brazos puedes vivir”.
El celular del rubio sonó, estaba por ignorarlo, pero si era Surimi tratando de decirle algo importante, Kaiba no lo dejaba tomar el teléfono, pero como pudo lo tomo y miro de quien se trataba.
Sus ojos se abrieron de sorpresa pues no era otro que Axel Blair. Kaiba noto la mirada de Joey y en un movimiento le arrebato el celular el nombre aun no estaba registrado por lo que sin preguntar abrió el mensaje y leyendo en voz alta…
“Buenos días mi ángel
Que tengas un excelente día,
Espero que tengas una respuesta
Pues estoy ansioso…”
Un beso. Axel Blair
Un tic apareció en la cara de Joey pues sus ojos podían ver la furia del Dragón blanco, que lo miraba con una mirada atemorizante.
-Con que una respuesta, me puedes decir ¿De qué diablos está ablando este tipo?, otra cosa, ¿¡Cómo es que tiene tu número de celular!?-
Mientras se acercaba lentamente Joey suplicaba al cielo por su salvación pues Kaiba estaba a punto de matarlo.