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Secret Love por Misa Tsukamoto

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Notas del fanfic:

Hola ^^ otro fic de B.A.P espero les guste~

Notas del capitulo:

Hola~ ehm...espero les guste, la idea empezó siendo sensilla pero bueno, creo que se me transformó un poquito mientras la ideaba xd así que espero les guste igual~ ^^

Zelo, de nombre Choi Junhong, un joven de 17 años, siendo un gran talento dentro del grupo B.A.P, Yongguk, el líder, tenía muchas expectativas en él, depositaba mucha fe, y creía ciegamente que ese joven llegaría lejos; no sólo a nivel de trabajo, sino que para todo, Yongguk esperaba mucho del menor.

Yongguk no era mujeriego, pero se caracterizaba por su fama con las mujeres, era algo bruto y agresivo, pero tenía un encanto único, y una hermosa sonrisa que lograba desmayar a más de una; él quería a Zelo mucho más que como un compañero, el menor representaba casi un hijo para él, sentía tanto orgullo de aquel pequeño gigante de 1 metro 83. Y se ponía muy feliz al ver que el maknae estaba en plena adolescencia y comenzaba a descubrir un mundo de sentimientos; muchas fans, muchas idols mujeres, muchas compañeras de trabajo, Yongguk aquello lo veía como una gran oportunidad en el menor; aunque él no se debería de meter en asuntos privados, la realidad era que en cuanto a trabajo, familia y relaciones sociales de Zelo, Yongguk siempre estaba presente dando su voz y voto.

Esto a diferencia de muchos adolescentes, los cuales se sentirían incómodos, a Zelo le hacía mucha ilusión andar con su hyung para todos lados, conocer mujeres, que le enseñara cosas de la vida y de su trabajo, admiraba tanto a Bang Yongguk que era capaz de obedecer cualquier cosa que éste le pidiera, por ello lo seguía a todos lados. Y él estaba muy seguro de su  heterosexualidad, y aunque era tímido ante las chicas que Yongguk hyung le presentaba, Zelo ponía su mejor esfuerzo por agradarles y que ellas le agradaran a él también, ya que deseaba encontrar un amor; su primer amor.

Todo esto era muy normal, sin contar, claro está, a Kim Himchan, también formaba parte de B.A.P, era el comandante en aquella fantasía extraterrestre que se habían armado, o también se podía decir que era la madre del grupo, era un tanto afeminado, optimista, gracioso y animado, también egocéntrico, casi narcisista, lo que quería, lo conseguía, pero aquella vez había fijado sus ojos mal, se sentía muy atraído por una persona, esa persona, era nada más ni nada menos que Zelo. Sí, Himchan era homosexual; en aquel caso la edad le jugaba en contra, era menor, parecería un pedófilo, aunque no tanto…, lo mayor que le jugaba en contra no era el hecho de que el niño le gustaran las mujeres, sino, Yongguk.

Y he ahí donde estaba el problema, a papá Yongguk no le gustaba ver a Himchan cerca del menor con intenciones raras, sabía que a su amigo le gustaban los hombres, no era homofóbico, así que no tenía problemas, pero había notado ciertas miradas del comandante, gracias a fotos y videos que los fans sacaban cuando quedaban solos estos dos, hacia el maknae que no le agradaban nada; no era Himchan quien le molestaba, o quizás sí, en realidad Yongguk estaba en contra de un Zelo que pudiera ser homosexual, ¿por qué? Porque la sociedad en la que vivían era cruel, era dañina con las personas que no eran “normales” dentro de lo que se consideraba socialmente normal, aquello no estaba bien visto, y el líder no quería que su pequeño Zelo sufriera alguna discriminación, ya lo había vívido con otra persona, ya había visto a alguien sufrir demasiado, y cuando aquello paso todo era un caso perdido, pero Zelo apenas era un niño que comenzaba a sentir cosas, y no quería que se confundiera, debía evitar que sufriera como sufrió aquella persona, por ello siempre le presentaba chicas lindas para que alguna pudiera interesarle de verdad; quería ver a su maknae enamorado.

-¡hey! Yongguk te estoy hablando –Himchan golpeó la mesa frente a él, haciendo que el mayor volviera a la realidad.

Estaban en un café, Yongguk observaba la ventana y sus pensamientos se habían ido lejanamente, su mirada perdida, le había dado a entender al menor de los dos, que esa persona no le estaba escuchando.

-te preguntaba si hoy saldrías con Zelo –Himchan bebió un sorbo de café. Aquel lugar era tranquilo, y en las calles casi no se escuchaban ruidos molestos; de hecho los árboles hermosamente llenos de hojas verdes y el cielo azul despejado, hacían de ese día un sereno y bello día de primavera.

-sí, también con Jongup; Daehyun y Youngjae se quedarán en casa según dijeron y tú… ¿qué harás? – le miró fijamente, el joven de cabello negro, Himchan, miró unos segundos hacía afuera, suspiró y volvió a dirigir sus ojos al mayor.

-¿puedo ir con ustedes? No quiero aburrirme hoy, un viernes de noche, sin hacer nada es aburrido –llevó su mano al mentón, sosteniendo su cabeza en ella, con el codo apoyado en la mesa y sonrió. Yongguk estaba serio.

-está bien, puedes acompañarnos, aunque –el hombre de cabello morado con algunos cabellos oscuros jugó con su dedo en la mesa dibujando círculos imaginarios. –no iremos solos, tres amigas nos acompañaran. –Himchan volvió a mirar para afuera y sonrió  con obviedad, sí, Yongguk también le presentaba amigas a Jongup.

-por supuesto, era de esperarse, por mi no hay problema, no pienso tocar a ninguna –rió divertido, Yongguk sonrió ante el comentario.

Estuvieron un rato más allí, luego, regresaron al apartamento; fue un día normal, ya habían terminado sus promociones, pero el trabajo nunca terminaba, aun así tenían mucho tiempo libre para disfrutar y estar más tranquilos.
A medida que la noche se acercaba las ansias de todos estaban presentes; los seis jóvenes parecían nerviosos, aquello era extraño en cuanto a Daehyun y Youngjae, ellos no saldrían, aun así estaban pendientes a ver como los demás se aprontaban.

-chicos ¿están listos? –Yongguk se acercó a la puerta del dormitorio, Zelo y Jongup se encontraban allí aun arreglándose la ropa, Himchan estaba en el sofá, tranquilo, esperando, realmente no había puesto mucho empeño en su arreglo físico para aquella noche.

-sí hyung, ya vamos –Zelo sonrió contento, se le notaba al menor que estaba algo anhelante y curioso, quería conocer esos lugares a los que iba el mayor, quería divertirse, bailar y conocer a la supuesta chica que le presentarían.

Jongup asintió, él estaba demasiado nervioso, era un chico tímido, pero estaba alegre por aquella salida nocturna para despejarse de tanto trabajo. Yongguk sonrió y salió de la habitación; se quedó junto a Himchan mientras esperaban a los maknaes y al estos aparecer, se fueron juntos dejando solos a Youngjae y Daehyun; quienes se miraron unos segundos a los ojos, y rápidamente la pregunta de “¿ahora qué hacemos?” Surgía del mayor, mientras el menor con un movimiento de hombros le indicaba no saber.

El lugar a donde los jóvenes habían ido era muy llamativo, oscuro, con escasas luces, la mayoría de colores que rodeaban la pista, la cual se encontraba en el centro, estaba rodeada de mesas, con sillones de cuero, un espacio con mesas y sillas más al medio, y en una esquina la barra donde servían tragos; al costado una escalera de escalones abiertos, y en la planta de arriba otra barra con otra pista de baile más chica que la de abajo.
El maknae de cabello rosa, y el segundo maknae, se quedaron fascinados con aquel lugar, Himchan rápidamente corrió hasta la barra y Yongguk buscó una mesa libre de aquellas con sillones para todos; con ellos, habían tres chicas, una rubia y dos morochas, la mayor de ellas no se despegaba del líder, y las otras dos, estaban junto a los maknaes, que parecían no saber como comportarse realmente.

-ah ¡que buen lugar! –expresó Himchan sentándose en el sillón al costado de Zelo, la música estaba tan fuerte que debían gritar para que se entendieran, el comandante sonreía, el maknae a su lado parecía una estatua.

-¿y las bebidas? –Yongguk le miró como un niño inocente que no comprendía algo.

-las van a traer, no soy un pulpo Yongguk, no puedo traerlas todas yo –Himchan sonreía, reía, comentaba cosas de forma animada, pero por dentro estaba molesto, la rubia que estaba del otro lado de Zelo era realmente una “amenaza” según él; y aunque sabía que el menor era prohibido, y jamás había intentado nada, realmente se moría por estar con el.

-yah, no me trates como estúpido, sólo pregunté –la mirada asesina divertida se clavó en los ojos de Himchan, elevó su brazo como si le fuera a pegar jugando, y los demás rieron.

La noche pasaba rápido, Zelo no había querido beber nada de alcohol, además Yongguk le dejo muy en claro que él era menor de edad, por ello no debía beber, la chica a su lado, intentaba interactuar con el, pero el pequeño hablaba cosas torpemente que a ella parecían aburrirla, realmente la chica quería divertirse, salir de aquel asiento y bailar, pero Zelo parecía tieso, por momentos ella se preguntaba ¿por qué había ido aquel joven?
La chica de Jongup había comenzado a tomar compulsivamente, ya que el chico era tan tímido que no podía hablarle, apenas sólo contestaba lo que ella decía y asentía, bailar mucho menos, la muchacha sólo pudo tratar de ahogar aquella incomodidad que sentía en alcohol.

Todo eso sucedía porque Yongguk no estaba, se había ido a bailar con la mujer que le acompañaba, y al no tener una guía los menores, se sentían realmente nerviosos, Himchan no ayudaba, sólo bebía sentado al costado, les observaba continuamente, y reía de lo mal que estaba pasando la rubia aquella, a la que había considerado una amenaza antes.

-¡Himchan! –la voz proveniente de la pista se dejó escuchar entre el barullo y el griterío, todos ellos observaron al dueño de dicha voz, el cual se acercaba rápidamente a su mesa. -¿cómo estás? Que sorpresa encontrarte acá.

-ah…sí –fingió una sonrisa, los ojos de los maknaes le miraban curiosos, y extrañados, Himchan realmente no quería ver a aquel hombre ahí, mucho menos cuando Zelo estaba presente. ¿Quién era? Nadie sabía, quizás algún amor pasado, o alguna aventura pasada del comandante, joven, alto, delgado, ojos realmente oscuros con pestañas gruesas, labios finos y rasgos delicados.

-¡¿qué?! ¿no vas a decir algo más? ¿no te alegra verme? –le miró con dolor.

-¡claro que si! –se levantó rápidamente, y de la nada fue sorprendido por un cortés beso, en los labios, muy fugaz, la mirada de Zelo se abrió de par a par y tragó saliva desviado sus ojos, la rubia a su costado quedaba totalmente anonadada, y ahora se preguntaba ¿para qué había ido ella? –no hagas eso –reprochó limpiándose los labios con su mano –vamos.

-adiós chicos –saludó el extraño mientras era empujado por el comandante lejos de ahí. -¡oye! ¿qué le sucede a ella?  –preguntó a Jongup viendo como la chica a su costado se caía sobre la mesa totalmente ebria.

Luego de aquello, Himchan se llevó al intruso, Jongup se había alarmado tanto por la chica que ofreció llevarla a su casa, la amiga rubia, estaba tan desesperada por irse de allí que con la excusa de su amiga borracha se fue con Jongup y ella.

Zelo quedaba solo, suspiraba, el vaso de Himchan estaba frente a él, y sus labios se sintieron secos, su garganta pedía algo más fuerte que la bebida que tomaba, y fue así como comenzó a tomar alcohol esa noche. Totalmente deprimido.

-… ¿y los demás? –Himchan volvió y se sorprendió de encontrar al menor solo, no pudo evitar ponerse nervioso y que su corazón comenzara a latir acelerado.

-Jongup hyung y noona fueron a acompañar a su amiga que estaba ebria –bebió un sorbo del vaso que antes era del comandante; Himchan se sentó a su costado, aquella sería una ocasión perfecta para intentar algo…no ¿qué estaba pensando? ¡con Zelo no! Yongguk se lo había dejado muy claro con miradas amenazadoras.

-oh, bueno, quedémonos un rato más, y luego volvamos a casa también, Yongguk al parecer se entretuvo demasiado… -susurró lo ultimo, mientras sostenía la botella que estaba en la mesa y llenaba uno de los vasos que estaban ahí, Zelo seguía bebiendo en el de él, mientras le miraba atento.

-hyung ¿qué hay de malo en mi? –Himchan desvió sus ojos y le miró fijamente, no se había atrevido a aquello desde hacia tiempo, mantuvieron un cruce de miradas interesante, intenso y poderoso, hasta que el maknae volvió a hablar. –es decir, todas las chicas que conozco, terminan huyendo de mi. –bajó la mirada triste, al mayor se le pasaron mil cosas por la cabeza antes de contestar a aquello.

-supongo que aun no has conocido la indicada –sonrió y comenzó a beber a fondo blanco, lo necesitaba, estaba demasiado inquieto, su cuerpo pedía estar más cerca del menor, sus labios exigían besarle, sus manos necesitaban acariciarlo, pero no, no podía, ¿Cuándo fue que se había enamorado tanto de ese pequeño? No lo recordaba, sólo sabía que cada vez que estaban solos, se sentía como un estúpido.

Si Zelo creía que aquella noche había sido mala hasta ahora, no se podía ni imaginar lo que le esperaría, una hora después tenía su cabeza algo mareada, veía como las luces cambiaban a una velocidad que él ya no podía seguir, sus oídos parecían tapados, no, ebrio no estaba, sus sentidos aun permanecían atentos, aunque no mucho, ¿Himchan? Bueno él sí estaba totalmente ebrio, o al menos eso parecía, y Yongguk no regresó más a aquella mesa. Estaba molesto, se sentía tan ilusionado con aquella salida que ahora todas esas fantasías imaginarias de lo bien que le iría hoy se habían destruido.

En esos momentos maldecía su suerte, y aunque fuera el menor de todos, se dio cuenta que ahora le tocaba ser el responsable a él, por ello, decidió irse al apartamento donde todo B.A.P convivía, y con mucho esfuerzo, llevó a Himchan con él casi arrastrándole. Aguantando los tambaleos ajenos y los mareos propios, más las incoherencias del mayor y ese extraño exceso de cariño, si Himchan era cariñoso por sobre manera estando sobrio, nadie podía imaginarse lo que aquello era cuando había perdido totalmente el sentido tras el alcohol.

Un taxi, un viaje realmente incomodo, y al fin en el apartamento.

-hyungs, llegué –anunció abriendo la puerta con Himchan casi desmayado recargado completamente en él -¿me ayudarían? –pidió mientras cerraba la puerta y cuando iba a volver a pedir el auxilio para que le quitaran al comandante de encima se dio cuenta que algo extraño pasaba.

Se quedó totalmente congelado en el lugar, tanto que no pudo evitar que Himchan se le cayera de los brazos dando un gran quejido al sentirse caer contra el suelo, los ojos de Zelo se abrían de par a par por la sorpresa, y creía estar escuchando mal por las consecuencias del alcohol, pero no, al parecer era real; el maknae no podía creer que gemidos placenteros provenientes de las voces de Daehyun y Youngjae, se estuvieran escuchando allí desde la habitación que todos compartían.
Escondió su rostro en sus manos, apretó sus ojos y negó con la cabeza, no, aquello realmente no podía ser, era tan molesto que prefería haber estado sordo para no oírles, ahora entendía porqué los mayores se habían querido quedar en casa solos…

Con el escaso equilibrio que tenía Himchan se tiró en el sofá luego de levantarse del suelo, comenzó a reír ante lo que sus oídos también escuchaban, y Zelo impulsivamente asustado de que los otros se enteraran que estaban ahí, decidió lanzarse sobre Himchan y taparle la boca con sus manos.

-shh –apretó sus dientes como un perro y le miró con ganas de golpearlo si no callaba aquella risa, Himchan le miraba divertido, completamente nublado por el alcohol, y tomando valor de aquella sustancia que corría por sus venas, y los grandes deseos que tenía para con el menor desde hacía tiempo, comenzó a besar la mano que cubría su boca -¡¿qué…¡Himchan! –Zelo quitó la mano asustado.

El maknae intentó protestar, decirle que estaba loco, pero apenas abrió sus labios para hablar, fueron tapados rápidamente por los labios del mayor, quien se había abalanzado sobre Zelo, le besó sorpresivamente, tomando sus muñecas con sus manos para que no pudiera empujarlo o golpearlo, el menor había caído acostado sobre el sofá, y el beso de Himchan se volvía mucho más incomodo, quería quitárselo de encima, sintió repulsión, la boca ajena apestaba a alcohol, nauseas comenzaba a surgir en él. Pero el mayor era más poderoso en esos momentos, no medía la presión que estaba ejerciendo sobre el pequeño, y aunque no le besaba de manera agresiva, sino más bien sutil y llena de amor, Zelo odió aquello; por momentos, ya que luego de tanto resistirse, comenzó a ceder.

No, no era que le gustara realmente, bueno, eso creía, él culpaba al alcohol de lo que empezaba a sentir, sus músculos se relajaban y apreciaba como las manos ajenas se colaban por su remera acariciándole desesperadamente, como si aquella persona hubiera estado deseando eso por mucho tiempo, los labios del otro ya no eran tan fastidiosos, algo especial encontraba en ellos, su lengua se decidía a participar en ese juego que arrebatadoramente Himchan había comenzado, y por si aquello fuera poco, sus sentidos estaban más vivos que nunca, podía sentir todo de forma muy sensible, y los gemidos de sus dos hyungs medianos, en la segunda planta del apartamento, parecían ser una especie de incentivo ante aquella situación con el comandante.

 -mmHim… -no sabía en que momento había comenzado a acariciar al otro, pero sus dedos infiltrándose en los negros cabellos ajenos era una sensación que no podía dejar de repetir.

-shhh –Himchan cortó el beso y le indicó silencio, fue ahí cuando se dio cuenta el menor que había estado gimiendo.

¡Maldito alcohol! Le había hecho perder la coherencia, su conciencia le recriminaría al otro día, eso seguro, pero los besos del comandante, en su cuello, bajando lentamente por su piel, mordiendo osadamente y elevándole la remera para acariciar y repartir besos por su pecho, realmente no podía impedirlo, quería más, y al diablo la conciencia.
Besaba con tanta delicadeza su cuerpo, acariciando con sus finos dedos la cintura del menor, clavando levemente sus uñas y arañando suave sus costillas, bajaba sus labios y lengua por el abdomen ajeno y llegaba a su ombligo, jugando un rato allí, sintiéndose algo agotado.

-ah…hyung –llevó sus brazos hasta arriba, cruzados, tapándose medio rostro con ellos, no quería ver aquello, si lo veía se daría cuenta de lo que estaba haciendo y en realidad deseaba perderse en la fantasía de sus emociones internas, aquellas mariposas en su estomago, esa sensación de hormigueo en su vientre, y ese fuego que comenzaba a elevar su temperatura mucho más de lo que él podía imaginar. Tan sólo podía gemir silenciosamente, acompañando los fuertes gemidos externos.

Los besos cada vez eran mas lentos y suaves…demasiado según Zelo, se estaba desesperando y de un momento a otro aquellos habían parado, sintió un peso sobre su vientre, se destapó el rostro y observó a Himchan.

-¿hy-hyung? –preguntó entrecortadamente tocando la cabeza inmóvil sobre él, le miró confundido, Himchan se había dormido, se había dormido mientras le besaba, sobre él, dejándole con una gran incomodidad de deseo.

Luego de unos intentos por despertarlo, se rindió, y tiró su cabeza hasta el brazo del sofá recostándose ahí. Cerró sus ojos y emitió un gran suspiro.

El celular sonó.

-¿hyung? –preguntó al ver el número de Yongguk y atender. –Tranquilo, tranquilo, estoy bien –miraba el techo sobre él, la cabeza le comenzaba a doler –no, no estoy con la chica, ni tampoco con Jongup, él fue a llevarlas a sus casas, una de ellas estaba ebria, y Himchan se embriagó también así que lo traje a casa, estamos aquí.

Sintió como el mayor de todos se calmaba, se había asustado al llegar y ver la mesa vacía. El maknae cortó el teléfono, miró de reojo a Himchan, y llevando las manos a su rostro, sintiéndose fatal, intentó dormirse también.

Notas finales:

Ojala les gustara~ cualquier critica, pregunta, o comentario ya saben~ estoy abierta a todo (?) incluso insultos (?) lol


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