4. INTENTO FALLIDO DE ESCAPE
Salí de mi habitación hasta que estuve y cerciore que estuviera perfectamente vestido y no hubiera algo en mí que hiciera reír a ese par de vampiros que solo se divertían a mis costillas.
Cerré la puerta mientras dejaba caer mi peso en ella ¿Qué había sido eso? ¿Qué había pasado exactamente? Sujete mi pecho, el corazón me latía apresuradamente, como si hasta ahora hubiera sido capaz de entender las palabras de itachi ¿Por qué? ¿Cómo? Si yo mismo me negaba en aceptar mis sentimientos ¿Cómo era que ese sujeto se había dado cuenta? Y lo peor no solo era eso. Mi espalda comenzó a resbalarse por la puerta hasta que toque suelo, sentado sujete mis rodillas y oculte mi rostro, él sabía que su hermano nunca me correspondería, que sasuke nunca se enteraría si yo no se lo decía. No, nunca permitiría que itachi confirmara sus sospechas, porque, solo era eso, una suposición que él tenía sobre mis sentimientos ¿Qué más podría ser si no una suposición? Yo nunca había dicho nada ni lo había confirmado "el silencio también es una respuesta" al demonio ¿Quién había dicho eso? De mi boca nunca saldría la frase "Te amo"
Levante mi rostro seguro de mí mismo, itachi nunca confirmaría sus sospechas y yo mantendría sus ideas lejos.
–bien.
Me cambiaria y haría como que no le escuche decir nada. Mire mi mano, en algún momento desde que me había lastimado la sangre había dejado de salir, solo quedaba una clara y perfecta línea cruzada en la palma, claro sin contar los dos orificios en el musculo de mi mano.
–me duele– me queje
El dolor había vuelto desde que los labios de sasuke se habían separado de la herida, ardía como si mi mano estuviera en llamas.
–Maldito vidrio– voltee la vista a la ventana
–y ahora pasare frio en la noche, no podía ser mejor ¡ttebayo!... No… –yo no me quedaría para saberlo.
Me asome por la puerta como si fuera un ladrón, no tenía ganas de encontrarme con itachi y que me saliera con alguna otra sorpresita.
–Espera un momento– susurre bajo al darme cuenta de algo
– ¿Por qué itachi había venido a mi habitación tan temprano? ¿Qué normalmente no duerme hasta el medio día? ¿Qué querría que le haría pararse tan temprano?
La curiosidad comenzaba a dominarme.
–Naa, en fin qué más da.
Me deslice por el suelo como buen escapista que soy, arrastrándome para no ser visto por mi enemigo que sin lugar a dudas tramaba algo y no permitiría ser en vuelto en algún tipo de enredo que después fuera imposible escapar de él. Lo primero y más importante de todo era solo una cosa, visualice mi objetivo, la puerta, lo más importante era salir de la casa en la cual era prisionero, después me preocuparía por lo demás.
Mi objetivo se encontraba a unos cuantos metros desde la posición en la que me encontraba, solo sería cosa de cruzar y obtendría mí anhelada libertad, no sería prisionero de esos vampiros a los cuales les encantaba jugar no solo con mi cuerpo y sangre si no también atentaban contra mi salud mental y emocional.
Lo difícil seria cruzar por que para mi desgracia -volteé la mirada- justo al lado derecho de las escaleras se encontraba la sala, y como si la construcción de la mansión estuviera en mi contra, enfrente de la puerta y al lado izquierdo de las escaleras, exactamente debajo de mi posición, se encontraba la oficina en la que se encontraba sasuke ahora mismo.
–Quien diseño esta mansión de seguro sabía lo que hacía, ningún rehén ha escapado, la vida me odia.
–Pero no me dejare vencer por aquel arquitecto del año no sé qué, se ve que nunca se encontró con naruto uzumaki ¡ttebayo!
Ahora solo tenía que pasar y no ser visto, como cuando tratas de pasar por minas minadas sin activar una. Solo es cosa de precisión y saber dónde pisar, en este caso pisar y no ser visto.
Para mi desgracia y a pesar de que todo claramente estaba en mí contra tenía algo a mi favor. Al convivir con tanto vampiro había aprendido a ser realmente silencioso. Me quede agachado y comencé a bajar las escaleras, bajando escalón por escalón cuidando no hacer ruido, una vez abajo me moví rápidamente para vigilar que nadie hubiera notado mi presencia.
–Y ¡piernas para que las quiero!
Salí como alma que lleva el diablo por la puerta.
Pero no solo era cuestión de salir de esas horribles paredes -No- tenía que cruzar el patio y salir de los alrededores solo así sería libre, y para mi desgracia tendría que escalar esa pared que para nada era pequeña.
– ¿¡Por qué demonios tiene que ser todo tan grande!
Primero tenía que quitarme de la entrada por que era blanco fácil, la parte de atrás de la casa era mi principal vía de escape ya que en el muro que dividía mi libertad con mi encarcelamiento había una gran cantidad de arbustos que me cubrirían y me ayudarían a escapar.
– ¡Es la primera vez que llego tan lejos sin ser notado!– Grite de emoción al verme casi libre
– ¿De verdad? Yo no lo vería así.
Me estremecí, podía reconocer esa voz en el fin del mundo, tan llena de egocentrismo y de un pésimo mal genio.
– ¡maldito sasuke! ¿Qué se supone que haces tú aquí? ¿No se suponía que estabas en la oficina asiendo no sé qué cosas? ¡Exijo una explicación teme! – le gritaba mientras lo señalaba con mi dedo acusador.
–solo te seguía a ver a qué hora te dabas cuenta de mi presencia– decía tranquilamente
– ¿Queeee? – grite sorprendido
– ¿me venias siguiendo?... ¿Desde cuándo? ¿Cómo? ¿Por qué?
Lo mire suspirar como si mi pregunta fuera muy obvia, eso me molesto bastante, era claro que no sabía y por eso le preguntaba no tenía por qué poner una cara de "Me sorprende tu estupidez"
–ya te lo había dicho naruto, sabes es cansado tener que repetirte las cosas una y otra vez, a ver si esta vez me pones más atención por que no te lo voy a estar repitiendo siempre – se detuvo como si estuviera pesando en como recordármelo
–Bueno– me defendí
–si lo recordara tal vez no te habría preguntado ¿no crees?
–usurantonkachi, si lo recordaras no harías tantas estupideces como esta.
Se acercó a mi quedando justo enfrente, me quede sin aire, su presencia era tan imponente que hacía que mis pies no se movieran de su lugar, y no era miedo lo que lo ocasionaba, sino algo diferente que desde hace algún tiempo me había venido sucediendo, solo sus ojos, solo bastaba que me mirara, que sus ojos negros se posaran sobre mí para que mi cuerpo no me obedeciera, que su figura se colocara enfrente de mi para que él soltara su ataque.
Atrapo mi mirada mientras me miraba fijamente a los ojos, tenía que recordarme de respirar estaba inmóvil, esperando a que él decidiera responder a mi tonta pregunta, y entonces aquel sasuke que se hacía presente solo cuando estábamos solos aparecía. Se acercó lo suficiente para que sus labios estuvieran cerca de mi oído, una de sus manos ágilmente se había colocado en mi cintura mientras la otra descansaba en mi hombro y comenzó a murmurar.
–Nunca estarás lo suficientemente lejos como para que yo no note tu presencia– soltó sin mas
Me sonroje. Los sentimientos que tanto trataba de ocultar salían a la superficie por tan solo unas palabras suyas, para él era tan fácil dejar desnudo mi corazón que me sorprendía que no se diera cuenta de ese hecho. Le era tan fácil hacer que surgieran.
Se inclinó tan cerca como pudo, sus labios estaban a unos cuantos centímetros de los míos mientras seguía hablando traspasándome con su reluciente mirada azabache.
–puedo olerte tan perfectamente, puedo sentir el calor que emana tu cuerpo y que se dispersa por el aire, escucho tu corazón latir tan claramente a pesar de la distancia…
Me moriría en ese preciso lugar, caería al suelo a causa de mi corazón, latía tan rápido ahora que inevitablemente fallaría y se detendría ¿un corazón podía latir tan rápido? Podía escucharlo acelerarse cada vez más con cada una de sus palabras, luchaba por ignorar ese estúpido deseo que comenzaba a formarse dentro de mi pecho, solo eran unos centímetros, podía sentir el aliento de sasuke sobre mis labios. Trataba inútilmente de acallar esas voces que me incitaban a cumplir uno de mis más grandes deseos, coloque mi mano en su pecho, ya no podía más, hasta hace poco había decidido no mostrar mis sentimientos, eran este tipo de situaciones que habían llevado a itachi a darse cuenta de algo que yo negaba, de algo que trataba de ocultar tan fervientemente, pero solo bastaba que sasuke se me acercara para que todo lo que yo deseaba se viniera abajo, él en definitiva derribaba con facilidad mi determinación.
–espero te quede claro, nunca podrás huir de mi ¿entendiste? – dijo con una expresión algo oscura y reluciente de ese modo aterrador que solo él sabía usar
Asentí con las mejillas arder.
Sasuke dio un paso hacia atrás y miro mi mano herida que solo era cubierta por un pañuelo.
–Tu mano
– ¿Qué tiene?– dije al recuperar la movilidad de mi cuerpo
–Dámela– ordeno
Me pues nervioso parecía molesto por mi intento fallido de escape.
–Te dije que me la enseñes– repitió en forma autoritaria
–sí, sí, sí.
La extendí enfrente de él, la verdad no entendía a que venía ese cambio repentino de humor pero la verdad era preferible por el momento al otro sasuke, hacía que me confundiera de una manera que me hacía creer cosas que nunca sucederían "si no vas a amarme por favor no seas amable"
Sasuke quito el pañuelo que cubría mi palma mientras la examinaba detenidamente.
– ¿Qué tiene? – pregunte preocupado
–la herida es profunda ¿te duele?
–mmm solo me arde, pero si cierro…
Me molestaba, sentía como la herida se calentaba y me daban unas terribles ganas de hacer algo al respecto, pero lo principal se suponía que sería mi escape, ya en casa me curaría decentemente, pero ¿acaso sasuke se estaba preocupando? Me estremecí de repente al sentir uno de sus fríos dedos deslizarse por la herida.
–Que… e– trate de hablar
– ¿se siente mejor?
Este sujeto… él…él trataba de matarme de muchas maneras, cada una de ellas diferente a las demás. La sangre se dirigió tan rápido a mis mejillas que sentía ahora la cara arder.
–Aa…. Bueno… si…p…pero…aa…
Sentía perfectamente su fina piel rosar mi herida, tocaba tan suavemente como una caricia, toda esa sensación comenzaba a viajar por toda mi palma hasta la muñeca y de la muñeca al brazo, y de ahí a todo mi cuerpo, estremeciéndolo.
–esto se sentirá mejor– dijo en un murmullo mientras sonriera malvadamente para comenzar a lamer la herida.
–"No puede ser"
Cerré los ojos fuertemente, era demasiado, si antes toda esa sensación se había esparcido por mi cuerpo por solo uno de sus dedos no podría describir lo que sentía ahora. Su lengua, fría como el hielo, calmaba al instante el ardor de mi mano, la punta de la lengua se movía por toda la herida introduciéndose en la delgada ranura, la saliva se deslizaba como agua dejando a su paso solo calma, mi mano en un segundo había dejado de doler y arder.
Comenzaba a sentir como el aire comenzaba a escapar de mis pulmones por completo, las piernas comenzaban a fallarme ¿Por qué le gustaba hacerme este tipo de cosas? Jugar con mi cuerpo hasta que ocurría algo que lo volvía hacer frio de nuevo, a veces pensaba que sasuke realmente sufría de doble personalidad o algo por el estilo ¿jugar conmigo era tan divertido? Pero aun así… ¿Por qué no me molestaba tanto?
Comenzó a sentir presión en mi mano ¿Qué le pasaba? Abrí los ojos temiendo lo peor, no podía ser lo que pensaba pues… bueno, sasuke ya había bebido suficiente de mi sangre en la mañana, no podía ofrecerle más. Su lengua había pasado de la ranura de la herida a los dos perfectos orificios gravados en el musculo. Una de sus manos sujetaba mi muñeca con fuerza mientras su lengua recorría cada centímetro de mi mano, abrí descomunalmente los ojos al percatarme de lo que tramaba.
–Teme ¿no puedes estar…? ¡Detente ya no puedes más! Si es como broma ya no es divertido.
Trate de quitarle mi mano, pero era inútil, él era mucho más fuerte que yo, y el simple hecho de que lo intentara solo dejaría las marcas de sus dedos en mi mano, en el peor de los casos seria yo quien probablemente lastimara mi muñeca al tratar de apartarla de su fuerte agarre. Trate de retroceder pero no era buena idea ¿¡Cómo demonios lo haría si me tenía contra la pared!
–No, sasuke por favor no lo hagas– suplicaba
Sasuke parecía no escucharme, bueno no era que siempre lo hiciera, pero la mayor parte del tiempo parecía si hacerlo ¿pero por qué estaba tan deseoso? no lograba entender ¿Por qué tenía esa mirada en su rostro?
–Tú mismo me dijiste que te detuviera, ¡ya es suficiente!
–Cállate y quédate quieto– me ordeno apretándome más fuerte la muñeca
Coloco su brazo izquierdo encima y me jalo a su pecho sin soltar mi mano ni un solo segundo. Jamás había estado así con él, tan cerca, y en la luz de la tarde podía verlo tan claramente, podía ver el magnífico esplendor de sus ojos azabaches que se tornaron carmesí en un solo segundo y la máscara sobrenatural que era su piel, tan fina y blanca mientras él me miraba de la misma manera. Me quede quieto.
–Buen chico– dijo con una sonrisa prepotente
Tarde me había dado cuenta cuando sus ojos dejaron de ver los míos que él ya había hundido sus dientes en mi mano.
– ¡Basta! ¡Detente! – gritaba
Había colocado mi mano en su pecho para tratar de alejarlo lo más posible de mí, pero sasuke no parecía reaccionar a mis desesperados gritos, acabo de unos minutos sasuke me había soltado y se había dirigió a un lugar que le otorgaría más sangre que mi lastimada mano. Mi cuello.
Yo estaba ya paralizado, mi cuerpo no me respondía en lo más mínimo y todas las pocas fuerzas que me quedaban las concentraba en tratar de alejarlo, estaba paralizado por la debilidad. Sasuke se aferraba a mí con maestría con claras intenciones de no soltarme, él en verdad me mataría.