ESPECIAL 2.
POV SASUKE
No es que fuera algún pervertido o algo por el estilo, ni siquiera podría clasificarme de entre los acosadores o voyeristas. No, yo no era esa clase de personas que les gusta ver o mejor dicho espiar a los demás, nunca haría tales actos tan absurdos como esos, pero en esta ocasión mi curiosidad me abría ganado.
Normalmente en mi día haría algo más útil que el estar al pendiente de alguien, pero por primera vez, el enorme hilo que tiraba de mi hacia su aparición de nuevo, jalándome tan fuertemente que me era imposible el intentar el tan siquiera resistirme, era algo que se convertía en una necesidad, y hacia que mi razón saliera en seguida y se escondiera en alguna parte de mi.
Y ahí estaba yo a lado de la habitación en la que naruto había entrado, conocía su rutina y sabía los movimientos y a los lugares que iría, no era para mí imposible saberlo, naruto era tan predecible.
Anteriormente como dirían muy común mente, nunca me hubiera imaginado que haría tales actos, me hubiera burlado en la cara del tipo que se atreviera a decirme que yo estaría haciendo esto, y que mas aparte lo haría con mucha frecuencia, pobre de aquel que se hubiera atrevido.
Pero ahora ni me reconocería. Esto se había convertido en algo así como una debilidad que simplemente no se me era permitida, simplemente mi orgullo no me lo permitiría, pero solo había una cosa que haría cambiar a alguien de esta manera ¿Adivinan que es?
Primero podría decir que fue aquel endemoniadamente agradable aroma, que embriagaba cada uno de mis sentidos hasta hacerme perder la razón de mi mismo, me sumergía en aquel instinto que creí había superado o mejor dicho no había experimentado con tanta fuerza, o también podría decir que fue aquel calor que emanaba su cuerpo que calentaba mi fría piel, pero de lo que estoy seguro es que había una cosa que me atrajo mas aparte de su esencia; fue el sabor de su sangre.
No había comparación con eso, podría explicarlo como la adicción que un humano crea hacia algún tipo de droga, a la necesitad que se siente y que te pide cada vez mas sin poder dejarlo, si lo describiera de esa manera simplemente se acercaría muy poco a lo que yo sentía cuando bebía de ella. Pero esa era la idea principalmente.
Mi necesidad por su sangre se había vuelto tal verdad en mi inmortalidad, que me vi en la necesidad de reclamarlo como mío, naruto me perteneció desde el primer momento que mis ojos cruzaron los suyos, su sentencia estaba dictada, su alma ahora me pertenecía a mí, y nadie mas tendría derecho sobre él.
Pero esto no podría explicar como yo me encontraba en tal situación ahora y haciendo lo que estaba asiendo, o tal vez sí.
–Maldición –me maldije
¿Como yo podía estar haciendo esto? Estaba en lo que sasuke uchiha nunca haría en su existencia, pero aun así seguía asiéndolo y ¿por qué? Porque el dobe me había vuelto débil. Y esa no era una sensación muy agradable.
No saben cuanto lo odiaba.
Estaba sentado en aquella cama que solo empeoraba las cosas, con los brazo y piernas cruzados con mi típica pose de "Indiferente" mirando a la puerta que sería en un futuro la causa de mi des fortunio, no odiaba mas a naruto de lo que odiaba en este momento a aquella puerta.
–Tsk –troné la lengua sabiendo de lo que seguramente me estaría perdiendo, y todo era causa de esa maldita puerta.
Bueno tal vez no obviaba tanto a la puerta, ya que gracias a ella impedía que me viera, está bien puerta esta vez has ganado, y te ofrezco la oportunidad de seguir en pie. Pensé.
Podía escucharlo tan perfectamente que incluso mi mente podía darse el lujo de usar la imaginación. Una pequeña risa se formo en mis labios al escuchar una pequeña maldición proceder del pequeño cuarto gracias al lavabo que se había interpuesto en su camino, después lo que esperaba sucedió.
Aquel aroma que esperaba con ansias inundo rápidamente la habitación, llenándolo con esa esencia que ya conocía tanto, era demasiado agradable. Mis pulmones inhalaban con fuerza para no dejar escapar ninguna partícula mientras mi mente se concentraba en guardarlo, pero mi olfato no era a lo único que le haría uso en esta ocasión.
Escuchaba cada cosa como si sucediera enfrente de mí, podía escuchar al ave que cantaba en el árbol que se encontraba a varios metros de aquí, haciendo su nido para sus futuros polluelos, y solo era necesario que prestara la suficiente atención para notarlo, y por lo tanto lo que sucedía de tras de aquella molesta puerta no escapaba a mi oído.
Podía oír el latir de ese corazón que me enloquecía tanto, el fluir de la sangre que golpeaba contra sus venas y el respirar de sus pulmones mientras inhalaba y exhalaba, también el caer de cada gota de agua y el chocar de la misma contra su piel mientras resbalaba y caía al suelo, solo era necesario cerrar mis ojos y se haría presente.
Podía oler el shampoo que se entendía por su cabellera y oír los mechones deslizarse por su dedos sutilmente que se impregnaban de dicha sustancia. Aquel aroma tan tentador que le caracterizaba, comenzaba a invadirle de nuevo con fuerza.
El jabón comenzó a expandirse por todo su cuerpo hasta rodearle completamente mientras la fragancia natural de su cuerpo se mezclaba dándole un toque diferente, tal vez imperceptible para alguien que no tuviera tan desarrollado el olfato, pero no para alguien que podría decir que era inmortal, tal vez un perro notaria la diferencia. El aroma que se formaba era el que yo buscaba, el único que nadie podría igualar aunque lo quisiera, el que decía que él era único.
Me estremecí de repente al notar a la parte que había llegado esto, ahora se enjabonaba el cuerpo, y claramente se escuchaba el deslizar de sus manos por su pecho y manos, esto se estaba volviendo algo claramente peligroso, si seguía así yo seguramente ropería la puerta que impidió mi visión y atacaría, intente controlarme sabiendo que no sería capaz de hacer semejante cosa, diciéndome y repitiéndome que eso sería la única estupidez que JAMAS cometería. Mordí fuertemente mi labio inferior asiéndolo sangrar débilmente, y lamí la sangre logrando controlarme.
– "vamos sasuke, no seas tan estúpido" – repetí en mi mente
No arruinaría el único momento que tenía para oler tan claramente la razón de mi debilidad, conseguí estar en mi posición sin perturbarla, mientras me debatía en si atacar o no note que la parte que me habría hecho dudar en primer lugar había terminado, la fragancia ahora eran tan fuerte, justo como había esperado.
–vaya si que eres masoquista.
Escuche decir desde la puerta de entrada.
Me levante de la cama y comencé a caminar hacia esa dirección.
–lo haces todos los días ¿verdad?
–No –dije con el mismo tono de voz que usaba siempre –no siempre– admití. Era imposible mentirle ¿Por qué hacerlo y que me cachara en la mentira? Nunca.
–si fuera por ti de seguro lo harías todos los días ¿acaso estás loco o qué? Te hemos perdido hermanito – dijo burlándose
–y ¿se puede saber que haces tú aquí? – mi voz sonó amenazadora
–no te enojes sasuke, yo solo olí algo agradable y lo seguí hasta aquí, eso es todo–sonrió burlonamente
–Tsk –troné la lengua –ese dobe ¿cuantas veces le he dicho que cierre la ventana del baño?
–parece que no las suficientes, tal vez debería entrar y cerrarlas por él, no fuera de malas y…
Mis ojos se volvieron rojos y comenzó a matarlo con la mirada.
–Itachi– dije enojado ya, con una voz de ultratumba
–lo sé, lo sé, vamos sasuke no creíste que ¿yo? – se señalo –nunca lo haría, sabes que no me metería en tu territorio
–Más te vale– amenace – si no posiblemente acabarías en el mar rojo, o en el peor de los casos ni eso.
–Haa –gimió levemente –que malo ¡otooto baka!
–sabes que lo hare sin dudarlo– dije muy seriamente
Itachi se puso serio también mientras su expresión cambiaba, no podría describirla por que me sería imposible, nunca lo había mirado así antes.
–lo sé– dijo en un extraño tono, para darse la vuelta y dejarme solo
Trate de tranquilizarme, simplemente itachi lograba sacarme de mis casillas más de lo que naruto lograba, pero era mejor ignorarlo que pensar en ello y acabar en algo que no sería nada bueno. Mire para atrás y Salí del cuarto sin ser notado.
Naruto bajaba las escaleras tan rápidamente que hubiera jurado que caería y rodaría por las escaleras.
– ¡no seas tan ruidoso dobe! – le grite mientras él se sujetaba con una de sus manos del barandal, al parecer lo había asustado.
–maldito teme no me asustes así– me grito lo más fuerte que pudo
–Como no quieres que te grite si vienes corriendo como si hubieras visto un fantasma.
– ¿¡que! –se estremeció –¡los fantasmas no existen dattebayo!
Grito más fuerte que antes, naruto se asustaba tan fácil con solo hacer mención de dichas criaturas sobrenaturales. ¿Y que se supone que yo era? ¿No entraba yo en lo que se dice "No existe"? o por lo menos no debería. Él tendría que temerle a mi existencia, y no a la de aquellos que no pueden herirle '¿haz siquiera pensado que yo puedo convertirte en uno?' Negó con la cabeza, y una leve inclinación de mi labio parecía formar una sonrisa. Eso no sería posible porque no solo devoraría tu sangre ¿comprendes? Tu alma viene incluida en el paquete. Por lo menos no se convertiría en aquello que le asusta. Es mejor así.
– ¡Que te dije usurantonkachi! –le dije mientras de un solo salto me había dirigido hasta donde él estaba –no grites–le di un pequeño golpe en la cabeza
Volvió a estremecerse, pero esta vez no pude notar el por qué, simplemente había agachado la cabeza y me era imposible ver su expresión.
– ¿que te pasa ahora? – exigí saber
–Nada–me dijo mientras se apartaba de mi lado
–Entonces–dije de repente tomándolo por la cintura por sorpresa
– ¿Que pasa teme? – dijo molesto
– ¿Por qué bajabas corriendo? – le pregunte mientras terminaba de bajar las escaleras. Parecía que huía de mi, y eso no tenía sentido
En verdad quería saber, cada movimiento que daba era indispensable que lo supiera, no podría dar un paso sin que yo lo supiera, entonces vi algo que no me gusto, era esa expresión en su rostro que decía que me ocultaba algo, estaba tan grabado en su rostro que era imposible que yo no lo notara.
–Dime –ordene
Naruto giro el rostro y esa tonta sonrisa apareció en su rostro.
–Naaa, no fue nada, solo tenía hambre.
Me metía y eso no me gustaba, sabia cuando lo hacía, era el timbre de su voz y el hecho de que no me miraba nunca a los ojos el que lo delataba, la furia comenzaba a invadirme ¿acaso el dobe no sabía ya que no podía mentirme? Estaba por arremeter cuando itachi apareció detrás de él.
–sasuke ¿Qué hay para cenar? –dijo con su voz molesta de siempre
– ¿acaso estas tarado itachi? –Mi furia fue rápidamente redirigida – ¿acaso quieres que te traiga a un humano y te lo sirva en la mesa?
–No seas tan malo sasuke– su voz fue lastimera –no tenias por que decírmelo así ¿verdad Naru chan? – Miro a naruto –se supone que debemos parecer humanos comunes ¿Qué eso no es lo que se diría en una familia normal, en una situación similar?
Entonces note un pequeño temblor en una de las manos de naruto, por mi experiencia con el dobe podría jurar que contenía un certero intento de golpe contra itachi, sería normal que lo intentara, pero había algo que me molestaba, algo que no era normal en aquella escena, dentro de mí una alarma que me avisaba de algo comenzaba a emitir un ligero tono de aviso. Tome a naruto de la mano y lo jale hacia mi alejándolo de itachi, lo pegue a mi cuerpo mientras lo sujetaba de la cintura.
–No somos humanos, y solo debemos aparentar frente a otros, no cuando solo estamos nosotros. Vámonos naruto– le dije mientras lo llevaba de vuelta escaleras arriba –ah, itachi sírvete lo que quieras –grite mientras desaparecía con naruto en mi cuarto.
Antes de desaparecer podría jurar que una sonrisa se había aparecido en los labios de itachi y no era de burla, alegría o algo similar a aquel cálido sentimiento, más bien era una de ¿soberbia? ¿Pretensión? No sabría explicar pero en definitiva no me había gustado.
Algo sucedía en la cabeza de itachi, y seguramente no traería nada bueno.