Desde que estuve entre sus brazos me sentí protegido, yo era su regalo de cumpleaños. Antes de pertenecerle estaba dentro de una boutique, en una bolsa de plástico que me asfixiaba, y un día llego él con su mirada de perro faldero, sonrió al verme y enseguida le llamo a la mujer apara que me envolviera mejor y me metiera en un bolsa mucho más bonita, me acomodo el moño rosa que traía sujeto al cuello, y luego ya estaba listo para emprender mi viaje dentro de esa bolsa que no me dejaba ver nada y se balanceaba de un lado al otro como un vaivén.
Durante horas, estuve así, a oscuras y solo escuchando los gritos y felicitaciones al chico del cumpleaños, todos parecían muy felices excepto yo, pues estaba con el enigma de quien sería mi dueño, esperaba con ansias que no se tratara de un niño, por que eran descuidaos y destrozaban las cosas. Me aburría de sobremanera ahí en esa bolsa y no supe en que momento el sueño me apreso.
Me sobresalte al escuchar la puerta abrirse de golpe y chocar contra la pared, me desperté más asustado que nunca, luego unas carcajadas escandalosas terminaron de espantarme, escuche la voz del choco que fue por mi.
—Ya, deja de ser tan escandaloso. Despertaras a los demás. —lo regaño en medio de las risas.
—No soy escandaloso, además no debería importarte perro estúpido. — Ese chico me daba miedo.
—Calla. —Solo escuche eso, y un rebote por parte de la cama término por despertarme.
—La puerta está abierta, imbécil —ese chico estaba lleno de insultos.
—Key, tengo algo para darte —sentí un mareo total al sentir como era sujeto en el aire.
—¿Qué es Puppy? Si no es algo bueno y caro te asesinare —el me daba de que pensar.
De nuevo me balanceaba en el aire, una tenue luz amarilla me cegó, mis ojos cafés lo miraron, traía el cabello decolorado, varios aretes en sus orejas, los labios pequeños y rosas, no era una chica, por que su altura y timbre de voz lo evidenciaban como varón. Sus ojos brillaron al verme, esos finos ojos de gato.
—¡Que bonito esta! —grito entusiasmado dejándome sordo.
Aun conmigo en sus brazos corrió hasta donde estaba su compañero y lo abrazo con fuerza, yo estaba sujeto de una mano del que sería mi dueño. Ambos no se separaban parecían una pareja de las que pasaban frente a mi, cuando estaba en esa vitrina a expensas de que alguien me volteara a ver. Esas perejillas de chiquillos, solo que esta pareja era diferente, no solo por que los dos eran chicos si no por que se amaban a escondidas de todos.
Aprendí el nombre de mi dueño, era Kim Kibum, pero el prefería que lo llamasen Key, Jonghyun era el chico más chaparrito, el que se escabullía por la noche hasta la cama de Key y dormía abrazado a su cuerpo mientras Key solo tenía manos para mi.
Me había dado un nombre justo después de que me vio, ese era Honey. Cuando no tenía mucho que hacer se dedicaba a cepillarme el pelo y a pulso me había ganado el odio incomprensible de Jonghyun y con mis largas orejas escuchaba sus insultos.
—Ya deja ese estúpido conejo — Dijo mi mayor enemigo, cuando miro como Key me acomodaba el moño.
—¿Para que me lo regalabas viendo lo lindo que es? —Kibum era muy juguetón y le encantaba hacer enojar a su mayor, por que este siempre lo tumbaba en la cama y le hacia cosquillas o lo llenaba de besos, pero nunca en los labios. Yo sabía que Key estaba enamorado de Jong y por eso a él era al único que siempre le perdonaba todo. Jong no se quedaba muy atrás pues a mi parecer él se sentía atraído por Kibum de la misma manera que este por Jong.
Jong siempre le compraba cosas, a veces llegaba con un par de pendientes nuevos, colgantes para el celular o helado y pasteles, yo era el único animal de felpa que él tenía, por lo tanto era el más consentido.
Por momento llegaba a odiar a Jong, pues cuando Key lloraba él era la razón, igual que cuando sonreía, cantaba o cuando me tupia de besos o me balanceaba en el aire. Amaba que fuera feliz, por que así me llenaba de caricias y de la calidez que emitía, sin embargo cuando estaba triste, todo era diferente; se recostaba en su cama y lloraba, me abrazaba mientras que yo solo me dedicaba quererlo consolar, no me gustaba ver sus lagrimas derramadas.
—Es un imbécil, lo odio, lo odio tanto —decía presa de los sollozos.
Después de eso se quedo dormido, junto conmigo. La puerta se abrió dejando entrar la luz del pasillo y luego mire a un Jong apunto de caer de lo ebrio que se encontraba, nunca lo había visto así, estaba llorando a moco tendido, se dirigió a la cama y suavemente volteo a Kibum, quien dejo de abrazar mi cuerpo y quede en posición que podía mirar todo lo que Jong estaba por hacerle a Key.
Jonghyun se acerco a los labios de Key y lo beso de una manera nada amistosa, Key parecía no darse por enterado, pues no despertó para nada, yo en cambio solo quería ir donde ese estúpido hombre y gritarle que lo dejara, que ya bastante daño le causaba, pero al estar relleno de felpa, sin articulaciones ni un sistema circulatorio me lo imposibilitó y solo fui espectador de ese beso desenfrenado del que eran presa los labios de Kibum.
Al día siguiente, Key se despertó muy temprano, sin embargo no se levanto hasta que Jong hizo su retirada, lo vi salir muy bien vestido, pero lucía tristeza en su rostro. Durante mucho rato me quede solo, así que decidí dormirme un rato, como la primera vez que estuve dentro de esa casa, la puerta choco contra la pared, dejando un sonroso ruido por todo el ambiente, en ese momento desperté más que espantado, si hubiese tenido un corazón seguro que en ese momento ya habría saltado fuera de mi pecho.
—¿Qué te sucede? —le gritaba Kibum a Jong, mientras este solo lo empujaba dentro de la habitación. —Lárgate de mi habitación. ¡Largo!
—También es mi habitación, ¡Maldita sea! —contesto Jong igual de exaltado.
No sabía si había alguien más en la casa, pero todo indicaba que si, pues detrás de ello apareció un chiquillo un poco más pequeño, a él no lo conocía, según yo él no era de la agrupación, pues a todos los conocía, desde Taemin hasta Onew.
—Déjalo en paz, no fue su culpa —le decía a un Jong fuera de si.
—Tu cállate, maldito niño y vete si no quieres salir lastimado. —lo amenazo.
—Vete Woohyun, después hablamos. —le dijo Key con tono calmado.
—Pero…
—Vete… por favor —le suplico Key. EL chico solo obedeció y se marcho.
Jonghyun seguía con su enojo a flor de piel.
—¿Te gusta? Si querías que alguien te hiciera el “favor” — Key le soltó una bofetada, que hizo el roto de Jong voltear a causa de la fuerza que implemento.
A cambio de la bofetada, Jong lo único que hizo fue pegarlo contra la pared, tomarlo con una de sus manos del mentón y con la otra de la nuca y lo beso de manera hambrienta. Key lo empujo lejos de él, haciéndolo caer.
—¡Maldito seas! Te odio Jonghyun —le dijo por ultimo antes de soltar las lagrimas.
—Te dejas besar por alguien que apenas conoces, y si soy yo simplemente me alejas, sabes al menos lo que siento por ti —le dijo Jong aun en el piso, se levanto y fue donde Key.
Yo sabía que Key llevaba años enamorado de Jong, pero que se dejara besar por alguien más, quizá ya lo había olvidado, pero por la manera en que lloraba eso no podía ser posible. Quería protegerlo de la misma manera que él lo hacia conmigo cada vez que Jong me insultaba.
—No te acerques, ya no quiero verte.
Aun y con todo lo que Key le dijo Jong no hizo caso y siguió acercándose a Key. Este lo paro con una mano, detuvo su andar pero se enco0ntro con el pecho de Jong.
—¿Sientes ese golpeteo? —Pregunto Jong una vez que acomodo la mano de Key sobre su corazón. —es mi corazón Key, solo se pone así cuando tu estas cerca. —Key se descubrió la cara y abrió los ojos. —No quiero que me cambies por un chiquillo que apenas y conoces, solo no lo beses enfrente de mí, ni lo toques, no quiero que te rose con sus manos. —Odiaba a Jong por hacer llorar a Key, pero en ese momento fue muy tierno de su parte para con Key.
—Te odio por idiota, tu ni siquiera te das cuenta cuanto te amo, y le coqueteas a muchas chicas enfrente de mi, Te odio por que ni siquiera se como odiarte —Key era una de las personas más tranparentes y si Jonghyun era un imbécil por no darse cuenta.
Jong de nuevo se aproximo a mi Kibum y lo beso suave en los labios, beso al que por primera vez le respondió Key, con sus ojos húmedos. Para mí ambos eran unos idiotas por que ninguno de los dos se dio cuenta lo que todos ya sabían excepto ellos.
Mi nombre es Honey y soy feliz al lado de la persona que me da todo su amor, soy feliz por que lo puedo ver sonreír y por que el estúpido de Jong sigue odiándome y sintiendo celos de mí. Solo espero que Kibum no me deseche pronto, y que me siga amando de la misma manera que ama a Jong.
—Ya deja a ese estúpido conejo.
—cállate Jong, es mío, si no querías que me encariñara tanto ¿para que me lo regalabas?
—Te lo regale por que te amo
—Si, yo también te amo —le dio un beso mientras me hacia mimos.
—Ya nos vamos —grito Onew desde abajo. Jong y Key salieron apresurados mientras yo me quede en la cama. Key cerró la puerta detrás suyo, y luego se regreso solo para despedirse de mí.
—Nos vemos en la tarde Honey.