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Juguemos a ser felices por Lacrimosa Phantomhive

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Notas del fanfic:

 

1er Título "La Deuda del De Ojos Azules"

2do Título "Corazón de Cristal"

3er Título "Juguemos a ser felices"  

(La tercera es la vencida, supongo)

TODOS LOS PERSONAJES SON PROPIEDAD DE MASASHI KISHIMOTO

 

 

Notas del capitulo:

 

Pues bien, hoy subo el prólogo nuevo de una historia que seguramente ya leyeron antes. Hace poco recibí un comentario que me hizo desear decir algo con respecto a eso de borrar todos los fanfics que tenía.

Cuando los borré fue por mero capricho, o más bien berrinche. Me había peleado con medio mundo por varias cosas, pero sé que esa no es excusa, por eso en verdad MIS MÁS SINCERAS DISCULPAS SI ALGUIEN SE SINTIÓ OFENDIDO, ENOJADO, FRUSTRADO POR VER QUE BORRÉ TODO.  Lamento en serio esto, pero créanme que las cosas no se van a quedar así.

Cuando vi que ya estaba hecho, ya había borrado dije: "No, yo les dije que iba a editar para mejorarlo y así va a ser" Por ello me atrasé horrible, pero he vuelto y les prometo que las historias estarán mucho más entretenidas, no prometo escribir más largos los capítulos, pero sí sentirán que valió la pena la espera.

Incluso verán parejas que no estaban planeadas, y trataré de poner desde antes qué pareja va donde para que, si no les gusta, se salten esas partes (Como fue el caso de la pareja de Minato x Kakashi)  

Poco a poco estará todo de regreso, de nuevo lo lamento... 

Quizás no recuperaré los comentarios, pero si con esto logro sacarle una sonrisa al que lo lea estaré contenta.

Eso era todo, y con respecto al capítulo... Aquí hay Madara x Sasori, no hay lemon ni lime ni eso, solo una rara insinuación que me ayudará más adelante, espero les guste.

 

PRÓLOGO

Bajo la escasa luz que la luna proporciona en una noche llena de nubes, en la zona más alejada y peligrosa de la ciudad, por no decir la menos poblada y más temida, justo en ese sitio se puede observar como una limusina avanza rápidamente entre las desiertas calles de la ciudad.

Tras avanzar un poco más finalmente llega a su destino. El auto es fácilmente estacionado en la entrada trasera del más alto de los edificios. Un hombre de negro, quien esperaba pacientemente la llegada del auto frente a la puerta de aquel sitio, se acerca a este en apenas unos segundos.

Del auto bajan otros dos hombres, uno vestido igualmente de negro mientras que el otro, pelirrojo como pocos, viste ropas viejas y gastadas.

Aquel que les esperaba mira al pelirrojo con superioridad, la advertencia escrita en esos ojos color rojo sangre hace que el miedo nuble la vista del más joven.

Dos hombres de más aparecen en escena, ambos se acercan al auto y, con ayuda del conductor, sacan dos bultos de este. Dos cabelleras rubias brillan bajo la escasa luz que proporciona las lámparas en la calle, mezcladas con la luz de luna.

—Suéltame—gruñe uno de los dos rubios que se encontraban ahora siendo arrastrados por los hombres, el único despierto.

El único rubio consciente era alto, de aproximadamente 19 años. Largos cabellos rubios caían más allá de sus hombros, mientras que dos brillantes ojos azules lucían en su rostro de blanca piel.

— ¡Suéltame te digo!—gritó enojado, su cuerpo dolía debido a los jalones que le daban, pero el motivo de su enojo no era más que el no saber qué pasaba ahí.

El mayor de los rubios miró a todos lados, aun sin lograr soltarse. Dos de los tres hombres fueron necesarios para mantenerlo quieto. Grande fue la sorpresa del chico al ver que, el tercer hombre (quien no había visto antes) llevaba en sus brazos a su inconsciente hermano menor.

—Naruto—susurró sorprendido, nuevamente intentó zafarse— ¡Suéltenme! ¿¡Qué  demonios quieren?! ¡Dejen a mi hermano! —gritaba, hasta que otras voces llamaron su atención

­—Un intercambio justo—aceptó el hombre de ojos rojos mientras le entregaba al pelirrojo un sobre, el menor tomó el papel y sin esperarlo se encontró con el cuerpo del mayor demasiado cerca, el más alto le había tomado de la cadera con un brazo y la mandíbula con la otra para obligarle a verlo cara a cara— ¿Estás seguro de esto?

El joven no respondió, y aunque lo intentó no pudo soltarse.

—No seré tan blando la próxima vez, Sasori—advirtió, Sasori no entendió a que se refería, el de ojos rojos lo alejó casi de un empujón,  provocando que este cayera al suelo debido a la repentina acción, el de cabellos negros le ignoró olímpicamente para luego mirar a sus trabajadores— Llévenlos dentro—ordenó, luego miró a uno en especial, un joven de cabellos anaranjados— Y tú Yahiko, dile a Orochimaru que los venderá hoy.

—Así será—respondió para que luego el de ojos rojos les dejara, Sasori continuaba en el suelo, el rubio mayor lo observaba sin creer lo que había pasado.

—Nos vendiste—exclamó por fin, en un descuido por parte de sus captores corrió hasta donde Sasori estaba, se abalanzó sobre él antes de darle un buen puñetazo en el rostro— ¡Maldito bastardo! ¡Nos vendiste!

Sasori continuaba en silencio, no tenía cómo defenderse, era cierto.

—Ah, esto es demasiado molesto—comentó un hombre de cabellos azules y dientes afilados, quien continuaba cargando al rubio menor, el peli-naranja le dedicó una mirada enfadada— Bien, démonos prisa

—Encárgate de él, Tobi—ordenó Yahiko mientras seguía los pasos de su líder, debía ir en busca de Orochimaru y anunciarle las noticias, Kisame, el de cabellos azulados le siguió.

El tercer hombre, Tobi, se acercó en silencio hasta el rubio, quien continuaba dándole golpes a Sasori, lo levantó sin esfuerzo y se lo puso en el hombro bajo la atenta mirada de Sasori, quien se mantenía en completo silencio.

—Bájame—ordenó el chico, Tobi negó riendo y antes de desaparecer por la misma puerta que desaparecieron los demás le dirigió una última mirada a Sasori— Fue la mejor elección, Sasori…

 

 

El pelirrojo se levantó en silencio del suelo, su mirada no mostraba nada. Luego de levantar el sobre salió de aquel lugar con paso rápido casi sin notarlo. Tras alejarse lo suficiente tomó el sobre en sus manos para luego hacerlo pedazos.

—Estúpido Madara—murmuró antes de dejar que el viento se llevara los restos del documento que tenía en manos, miró al cielo nocturno con expresión seria, pero en sus ojos se veía la tristeza “Espero algún día sean capaz de perdonarme esto…” pensó Sasori mientras recordaba la mirada cómplice que Tobi le dedicó “Lo mataré si esto sale mal”

Nuevamente avanzó entre las calles con rapidez, su rostro se mostraba completamente sereno aunque, ciertamente, estaba bastante preocupado por lo que pasaría.

De un momento sintió un jalón, al estar tan oscuro apenas y pudo notar que alguien le había seguido desde hace rato. Con facilidad se soltó de aquella persona, pero otras dos aparecieron de la nada.

“Maldita loca” pensó lleno de coraje, una mujer pelirroja llegó a su mente y la ira creció.

Sasori adoptó una posición de batalla, pero uno de los asaltantes portaba un arma por lo cual dudó antes de moverse. El hombre armado apuntó, Sasori estaba seguro de que sería su fin, pero al menos había cumplido su cometido.

Un balazo se escuchó.

El pelirrojo miró asombrado como el cuerpo del asaltante caía al suelo, el tiro directo en la cabeza lo había matado seguro. Los otros dos hombres parecieron asustarse.

—Al parecer no ha quedado claro, ¿verdad?—preguntó una voz que Sasori conocía muy bien, los pasos de aquella persona hacia su dirección no se hicieron esperar— Este es mi terreno, cualquiera que entre aquí debe tener mi permiso, ¿entienden lo que trato de decir?

Sasori miró de reojo como Madara, el mismo que le había dado los documentos se acercaba peligrosamente. Los dos hombres delante de él temblaban, uno de los dos maldecía el momento en que aceptó el trabajito de matar a Sasori Uzumaki.

Madara finalmente llegó a un lado del pelirrojo, quien no podía creer lo que había pasado. La mirada tranquila del hombre de ojos escarlatas cambió a una llena de furia.

—Díganle a su señora que no quiero a nadie cerca de aquí, ni de él—agregó señalando con la cabeza a Sasori— Si alguien le hace algo, hasta el más pequeño rasguño lo sabré…

—S-Sí señor—respondieron ambos hombres haciendo una reverencia, justo cuando planeaban retirarse Madara volvió a disparar, matando al segundo hombre, el otro tembló.

—Con una persona basta para mandar el mensaje—comentó más para sí que para los otros, el único que quedaba salió corriendo tan rápido como sus piernas se lo permitieron. Madara continuó mirándolo hasta que se perdió entre las calles, su ceño fruncido era clara muestra del enojo que sentía— Sasori, ¿estás bien?—preguntó regresando su mirada al pelirrojo, quien miraba con seriedad los cuerpos en el suelo

—Sí—respondió secamente, sacándole una sonrisa a Madara

—Supongo que eso está bien—respondió, su rostro pareció tonarse algo sombrío— Con eso se mantendrán alejados por un rato—comentó volviendo a mirar el sitio por donde el tipo había corrido

—No conoces a esa mujer—contestó Sasori con seriedad, mirándole por fin

 

Ninguno parecía tener algo que decir, por lo que el pelirrojo dio media vuelta, dispuesto a marcharse. Madara, serio como estaba, se limitó a acercarse un poco y tomarlo del brazo. Sasori lo miró por encima del hombro con curiosidad.

—Se te olvidó esto—explicó Madara tomando su mano y depositando en esta un cheque,  Sasori frunció el ceño

—No me trates como uno de ellos—gruñó apretando el papel entre sus manos y justo cuando planeaba lanzarlo lejos sintió como Madara volvía a tomarlo de la cadera, girándolo hasta quedar frente a frente y pegándolo nuevamente contra su cuerpo. Con cierta brusquedad tomó el mentón del chico, obligándolo así a mirarlo como hacía un rato.

— ¿Cuándo he hecho algo así?—preguntó algo enojado— Te lo dije antes, y lo repetiré hasta que lo entiendas— advirtió— Tú eres mío, quieras o no…

Sasori lo miró con odio.

—No soy uno de tus malditos juguetes—murmuró lleno de rabia

—Jamás te he visto como uno—lo soltó y se alejó al darle la espalda— Ahora vete, escóndete un tiempo, Tobi te ayudará si lo necesitas…

El pelirrojo se tensó.

—Lo sé todo, y me encargaré de que las cosas salgan como pediste—lo miró por encima del hombro, esperando su reacción

— ¡Tú…!—Sasori dio un paso a su dirección, dispuesto a decirle muchas cosas

—Me encargaré de ayudarte a partir de ahora—sonrió como solo él sabía, haciendo que Sasori desviara la mirada— Ahora ve, déjame el resto a mi.

El pelirrojo solo asintió, Madara le regaló otra sonrisa y se alejó hasta dejarlo solo.

“En verdad… En verdad espero que funcione” pensó Sasori mirando el cielo.

Notas finales:

 

Imagino que se enredaran en esto, así que dejo lo que algunos ya sabrán:

 

SPOLIER

Deidara y Naruto son vendidos al mercado negro por Sasori Uzumaki, quien es su tio. Sin embargo nada es como parece, Sasori solo busca salvarlos de alguien que él y ellos dos conocen desde hace tiempo. Debido a la "muerte" de sus padres ambos chicos fueron educados por Sasori, quien decidió tratarlos con la punta del pie para que así al separarlos no fuese demasiado difícil para ellos.

ULTRA-MEGA-SPOLIER

No, no les voy a decir porqué es ESA persona es la mala en la historia, que con lo de arriba seguro se dieron una idea de quién es. ¿Verdad? Solo diré que el final será feliz para... Casi todos.


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