Han pasado ya tres o cuatro semanas desde que Sesshomaru llegó a la escuela, y al parecer no le ha costado nada en absoluto adaptarse. En pocos días se ha vuelto el mejor alumno de la clase, con un promedio exelentemente impecable. Ya quisieramos Kouga, Byaku y yo ser estudiantes como él, pero aclaro que tampoco somos malos estudiando, que les quede muy claro.
Nos llevamos muy bien los cuatro, el trato de Sessh hacia nosotros es muy buena onda, y amable, pero no por eso perdió ese porte y su ratro de arrogancia con que lo conocimos. Además que también tiene el orgullo asomandose a su rostro con letras de neón, casi casi.
Pero con nosotros es muy buen amigo y compañero. Y conmigo se comporta muy...muy bien. Aunque he llegado a descubri ocasiones en que me observa de reojo fijamente, puedo sentir su ambarina dorada, refulgiente con la luz, casi puedo perderme en esos ojos de color del sol...kuzo, ¿qué rayos estoy diciendo?. Sí, es cierto que tiene unos ojos....bueno, preciosos, es cierto, demo...¡oh, al diablo con eso!, ¡no diré nada más!
También van ya tres semanas desde mi encuentro con "él", y tal vez no debiera fijarme en eso de no ser porque ya no lo siento de la misma manera que antes. Es como si hubiera entrado en un letargo, como si durmiera profundamente.
Por mí que duerma toda la vida, no había disfrutado de esta tranquilidad en mucho, mucho tiempo.
Justo en estos momentos me encuentro con mis amigos. Es sábado, y hemos ido a comer a un restaurante. Estamos terminando, de echo.
Cuando salimos, vamos riendo y bromeando unos con otros. Sessh, me sorprende. Aunque en ocasiones llegue a ser frío con la gente, con nosotros se muestra muy...digamos que sociable, tampoco es que sea un gran conversador, pero cuando habla...¡cómo habla!, sabe perfectamente que decir, cuando y cómo. Y luego con esa voz profunda que posee...keh, debo dejar de pensar tanto en él.
-Ne, chicos-nos llama Kouga-. Apuremonos, o no podremos ver la película-levanta la caja del DVD que acabamos de compra: una muy buena película de terror.
-Demo, Kouga-kun...-dice Byaku, con voz algo apabullada-. Y...¿y si a Sessh no le gustan esas películas?...no...no deberiamos forzarlo a...
-Oh, vamos no hay problema-dice Sessh, restandole importancia al asunto con un gesto-. A mí me gustan esas películas, sobre todo las que dan verdadero horror.
-¿Ya oíste, Byaku?-dice Kouga, sonriendo-. No hay problema, vamos, apuremonos.
-De...demo...es demasiado temprano, ¿no?-insiste él, nervioso. No le agradan mucho las películas de miedo.
-Oh, por todos los cielos Byaku-chan-dice Kouga, sonriendo malicioso-. ¿Me dirás que a esta edad te siguen asustando estas cintas?.
-¡Por supuesto que no!-salta Byakuya, fingiendo-. ¡Debes estar bromeand, Kouga!
-Pues entonces vamonos ya, que el tiempo apremia-dice Kouga, satisfecho por la respuesta, y lo toma por los hombros, empujandolo e impidiendo que se escape.
Sesshoumaru y yo nos echamos a reír al verlo.
-Veo que son muy buenos amigos-musita Sessh.
-De echo sí, somos como hermanos.
-Jamás he sido de las personas que tienen muchas amistades, pero con ustedes me siento bien. De echo...-me mira fijamente por el rabillo del ojos y sonríe- tu compañía me es sumamente agradable, cachorro.
Etto, yo...¿qué diablos sucede conmigo?, ¿por qué el corazón me late así?, debo estar loco. Oh, kami, ¿por qué las mejillas se me han pintado de carmín levemente?
Sesshoumaro sonrie al ver mi rostro, y seguimos nuestro camino.
Pero al dar la vuelta a una esquina, vemos a tres sujetos que, al igual que nosotros, se detienen al vernos.
-Vaya vaya, jamás pensé volver a encontrarte, Inu-chan-dice el que es el líder del grupo. Kuzo, pero si es...
-Damare Bankotsu, que ni se te ocurra llamarme así de nuevo-respondo enojado. Solo eso faltaba.
-Oh, vamos mi lindura. Ya va un año desde que...
-No me lo recuerdes. No quiero recordar sobre esos miserables días-gruño.
-Pues yo aún los recuerdo, y sigo ansiando que regresen.
-Ke, eso nunca pasará. No soy como tú, bakaro.
Entonces Bankotsu se fijó en Sesshomaru u sonrió, deduciendo no se que rayos para después soltarse a reír.
-Sou ka. Así que ya me has remplazado. Y al parecer sabes escoger muy bien tus presas.
-Dejate de estupideces.
Sesshomaru frunció el ceño y dijo:
-¿Se puede saber quien eres tú?
Claro, Sesshoumaro no sabe nada de esto, y no me alegra tener que hacerlo. Pero justo en esos momentos Kouga interfiere diciendo:
-Un idiota, eso es lo que es.
Entonces uno de los amigos de Bankotsu (a los cuales no conosco), se adelanta un paso y dice enojado, viendo a Kouga:
-¿Quién te crees para hablarle así?
ES apenas un poco más bajo que Kouga, y de tez más clara. Lleva su azabache cabello atado en una corta coleta, y arracadas doradas, dos en la oreja izquierda y una en la derecha. Usa unas playera morada de manga larga, y sobre esta, otra de color negro, cuello en "V" y manga corta, desgarrada de las orillas.
Trae puesto un pantalón de mezclilla desgarrado de las rodillas y con una cadena plateada colgando de la cintura por un lado, y calza tenis negro con violeta, a juego con sus playeras. Tambi,en lleva en la muñeca izquierda una muñequera violeta oscuro, larga desde los nudillos hasta tres dedos por abajo del codo, ribeteada de negro.
Kouga, a quien no le gusta lo reten así, responde aún más enojado:
-¡Le respondo como quiero porque se me pega mi regalada gana, y me vale un bledo lo que tengas que objetarme!, ¡a tí no te estoy ahblando!
-¡No te atrevas a hablarme así, insignificante...!-responde el chico, cerrando las manos en puños. Parece decidio a darle un bue puñetazo a Kouga, y Kouga a él.
Pero en ese momento Bankotsu lo detiene con una mano.
-Vamos vamos, Miroku. no pierdas el tiempo. Además, supongo que es bueno que el chico lindo sepa quien soy.
Sesshoumaro se veía molesto, y yo estaba de un humro de perros.
-Pues dí de una vez tu nombre, que no tenemos tiempo para perderlo con ustedes-dijo Sesshomaru secamente, viendolo friamente directo a los ojos-. Habla.
Bankotsu sonrió, y extendiendo los brazos a los lados, dijo socarrón:
-Yo soy Bankotsu...el ex de Inuyasha.