Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ayudame a encontrarme por Cachorra

[Reviews - 79]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Jejeje...ejem, ejem...1, 2, 3...1, 2, 3...¿está encendido?, ¿sí? ¿no? ¿me escuchan? Pues bien...¡¡heme aquí, queridas lectoras!!! (después de casi tres semanas de no asomar la nariz por acá ¬¬)

En verdad lamento mis horrible retrasos pero esque ando en exámenes, trabajos, tareas y entre cosa y cosa no había podido publicar T~T gomanazi...pero esque la prepa me quita bastante tiempo, buaaaa TToTT

Pero por suerte ya me encuentro de vuelta, y con un capítulo más emocionante que los anteriores (o eso espero, no se realmente como lo vean ¬¬)

En verdad lamento no haberme aparecido por estos rumbos, y creo que de ahora en adelante publicaré cada quince días, osease un domingo sí, uno no, otro sí...bla bla bla, ya saben. En caso de no poder, se los avisarías.

Pero ya fué demasiada guagara por el momento, me parece que ya es momento de que empiezen a leer esto...

Y como buena otaku super mega mhiper super duper ultra fan de Inuyasha que soy, no podría presentar mi capítulo de mejor manera que esta:

KOTETSU NO MONOGATARI!!!!!!...

( capítulo de acero)

 

Capítulo 9: Me parece que eres muy atractivo

z88;

z88;

 

 

Pues bien, la noche se pasó horriblemente rápida, creo que me faltó noche, adecir verdad. Tengo muchísimo sueño. Pero eso dudo que le interese mucho a mis profesores, así que no me queda otra opción más que asistir a la escuela. Ya que.

 

Nuevamente, como ya es costumbre desde hace varios años, me alisto y salgo de mi casa rumbo al instituto, donde sé ya me esperan los demás.

 

En el camino no paro de darle vueltas a lo del día anterior, algo que me causó no muy buenos sueños anoche. Kuzo, odio no poder dormir bien.

 

Llegué a la escuela, las clases transcurrieron tranquilas, el receso igual, y finalmente llegó la clase de educación física. Esa es la que más me gusta de todas.

 

Una vez en el gimnasio (enorme gimnasio, por cierto), me dirijo junto con mis amigos a los vestidores de hombres, donde ya están varios, charlando animadamente.

 

-Oye, Inuyasha-me dice Byakuya, sentado a mi lado derecho-. ¿o es mi imaginación o en verdad tienes cara de sueño?

 

-Byaku-chan tiene razón-dice Kouga, a mi izquierda-. En todas las clases no has dejado de bostezar varias veces.

 

-Lo sé-admito-. Esque anoche no dormí muy bien y pues creo que me están cobrando la factura.

 

-¿De nuevo te mataste estudiando?

 

-Iie, fueron sueños que tuve.

 

-Sou ka.

 

Comenzamos a desvestirnos, para quedar finalmente en ropa interior.

 

En un momento dado volteé, ya ni me acuerdo por qué razón (creo que para sacar mi pants) cuando mi mirada se cruzó con la imagen de Sesshoumaru.

 

No pude evitar quedarme mudo viendola, asombrado por el espectáculo que veía:

 

Estaba de pie, tras haberse quitado los zapatos, y en esos momentos se llevaba las manos a la camisa, desabrochando lentamente los botones, para quitarsela en un elegante movimiento. Me quedé con la vista clavada en su torso sin poder evitarlo, pues se notaban sus fuertes abdominales, su espalda ancha y su muy blanca piel, al igual que sus brazos fuertes. No, no es que estuviera como mono de gimnasio de esos que sacan en los anuncios, no estaba tan grotescamente musculoso, pero se veía que hacía ejercicio, y pues la verdad se veía...muy bien...

 

Luego tomo sus pantalones, y se los quitó, dejando a la vista su largas y blanquísimas piernas, igualmente dejando notar su entrenamiento...

 

Y quedando solamente en boxers, de colo azul medianoche con una luna menguante estampada en el muslo izquierdo.

 

Kami...se ve realmente...realmente...

 

¡¡Con un demonio, qué rayos estoy pensando!!! (y a pesar de todo no puedo apartar mis ojos de él)

 

Al parecer se dá cuenta, y sonríe, con un dejo de vanidad y burla:

 

-Inuyasha...será mejor que cierres la boca o se te meterán las moscas.

 

Yo me ruborizé, apartando de él mi mirada y volviendo a mis asuntos.

 

-Summimasen, Sessh, esque...esque...-¿y ahora que excusa doy?-. Esque me sorprendió. Haces ejecicio, ¿cierto?-guau, soprendente excusa. Imbécil.

 

-Hai.

 

-Se nota bastante. Muchos chicos quisieran tener el físico que tú tienes...-musité.

 

Solo rió.

 

Salimos al gimnasio, ya cambiados y listos para tomar la clase, pero realmente casi no presté atención. Debo admitir que casi todo el tiempo, cada que me era posbile...miraba a Sesshoumaru...y él a mí.

 

Kuzo, ¿por que su mirada debe ponerme tan nervioso?. Keh...tonterías.

 

Pero bueno, la clase pasa rapidamente, y yo me dirijo con rapidez a los vestidores, cambiandome a toda prisa para así retirarme puesto que esta era la última clase del día. Realmente no quisiera encontrarme nuevamente con Sesshoumaru por el resto del día, sobre todo porque varias veces nuestras miradas se han encontrado y he percibido una extraña mirada en sus ojos, al igual que una perturbadora sonrisa en sus labios.

 

Me escabullí de los vestidores antes que fueran mis amigos y me dirigí a toda prisa a donde tenía estacionada mi motocicleta. Mañana contaría algún pretexto a los chicos para explicar mi apresurada retirada. Sí, es una buena idea .

 

-¿Y se puede saber a dónde vas tan apurado?

 

Kuzo, no puede ser...¿nandes ka, kami-sama?

 

-Hola Sessh-volteé a verlo. Maldita suerte.

 

-¿Y bien?-era obvio que debía responderle algo.

 

-Debo ir a hacer mi tarea.

 

-Pueses chistoso porque...¿cómo supones que vas a hacer la tarea solo?

 

-¿Cómo que cómo voy a hacer la...?-callé de inmediato, dandome cuenta de que mi propia excusa me ha delatado.

 

Sopenco, nos dejaron una investigación en parejas, y mi pareja es...Sesshoumaru.

 

-Oh, rayos.-¿y ahora qué digo?-...se...se me olvido, jeje.

 

No parecía convencido, pero sí bastante divertido. Me tomó del brazo, jalandome hacia la biblioteca.

 

Una especie de corriente electrica recorrió mi brazo, dejandome como atontado al momento en que me agarró, y no supe explicarme el por qué.

 

¿Nandes ka, Sesshoumaru?...¿qué es todo esto que siento?

 

Pero un momento...

 

-¡Oye, puedo caminar, por si no lo sabes!-dije, deteniendome.

 

-Pues será mejor que te apures para que puedas ir a atender los "urgentes" pendientes que debes tener en casa-respondió con un tono burlón.

 

-Keh...

 

Entramos en la biblioteca y tras dejar nuestras cosas en una mesa libre nos pusimos a buscar entre los libreros el libro que necesitabamos, pero al parecer varios de nuestros compañeros ya se habían adelantado, porque no lo encontrabamos.

 

-Parece que tendremos que venir mañana, o buscar en internet...-musité, viendo los estantes.

 

-Eso parece-asintió.

 

En ese momento al dirigir la vista hacia uno de los anaqueles de hasta arriba, ví el último libro, justo que necesitabamos.

 

-Espera un momento, ya encontré uno-le dije.

 

-Eso es buena suerte-comentó-. ¿Quieres que yo lo baje?

 

-No, yo lo haré. Además...-le dije viendolo-. No quieras burlarte de mí por ser más alto que yo.

 

-Jajajajaja, como desees-rió, burlón.

 

Tomé el banco que se utilizaba en esos casos y tras acomodarlo me subí en él.

 

A pesar de todo, ¡vaya que costaba trabajo alcanzar el maldito libro!. Incluso con el banco, puesto que estaba hasta atrás de otros libros.

 

Alargué mi mano cuanto pude, tratando de alcanzar el libro. Ya podía sentir con la punta de los dedos la cubierta del libro.

 

-Ya...casi lo...tengo...-musité, estirandome-. Falta poco...

 

Me paré de puntas sobre el banco. Solo un poco más y...

 

¡Kuzo! sin darme cuenta me parado hasta el borde del banco, y antes de que pueda evitarlo este se volteó.

 

¡Me voy a caer! Ya ni modo, espero alcanzar a poner las manos o al menos...no caerle encima a Sesshoumaru...

 

Pero subitamente, cuando estoy cayendo y preparandome para poner las manos, sentí como unos fuertes brazos me sostenían.

 

-Ey, ¿es que acaso necesitas volar para alcanzar ese libro?-me dice una grave y burlona voz al oido.

 

Volteo, y me encuentro con el rostro de Sesshoumaru casi pegado al mío. No puedo más que ruborizarme al darme cuenta de la postura que tenemos: él, sosteniendome casi pegado a su cuerpo y yo, inconcientemente aferrado a su camisa, en un acto reflejo. Ambos...demasiado juntos.

 

-Ore wa...Sesshoumaru...-musité.

 

-Ey, pero si te has puesto rojo como tomate-me dijo, viendome, y acercando más su rostro al mío.

 

Yo pegué un salto y me aparté de él, aún con las mejillas coloreadas.

 

-Yo...etto...arigato Sessh...-que vergüenza.

 

-No hay de qué-sonrió-. Y ahora, supongo que sí me dejarás tomar a mí el libro, ¿no es así señor testarudo?

 

-Hai...-sigo demasiado avergonzado.

 

Él facilmente se estiró y tomo el libro del estante, para después pasarmelo.

 

-Sinceramente ha valido la pena el verte tratar de conseguir el libro ¿sabes?-baka.

 

-Deja de burlarte, y mejor hagamos el trabajo de una buena vez-respondí, dirigiendome a una mesa vacía.

 

El tiempo pasó rapido, y afortunadamente de igual manera cabamos nuestra tarea. ¡Genial, tengo el resto de la trde libre!

 

Devolvimos el libro, dejandolo en uno de los carritos, y sin más nos dirigimos a la salida, pero...

 

*Grrrrr...*

 

-¿Qué...rayos...fué eso?-inquirió Sesshoumaru, deteniendose en seco. Yo solo me fingí el loco (por supuesto que sabía de donde provenía el ruido).

 

Seguimos caminando, cuando...

 

*Grrrrr...*

 

-¿Qué es ese ruido?-volvió a preguntar Sesshoumaru. Kuzo...

 

-¿Ruido?, ¿qué...qué ruido?, yo...no escuché nada-dije, poniendome algo colorado y apresurando el paso. Subitamente suelta a reir.

 

-Un momento...-me dice, deteniendome y tomandome del brazo-. No te irás tan rápido.

 

-...

 

-Ya se de donde viene ese ruidito-me mira burlón.

 

-¿E...en serio?-que pena.

 

Se sonríe, malicioso.

 

-No me digas...-acerca su rostro al mío, y yo lo alejo un poco-. ¿el cachorro tiene hambre?

 

-Emh...iie...

 

*Grrrr...*

 

-Pues ese no fuí yo, ¿sabes?

 

-...

 

-¿Entonces?

 

-...¡Esta bien, esta bien!-exclamo. Ni modo, ya se dió cuenta-. ¡sí, tengo hambre!, ¿algún problema?

 

-Para nada-rió, divertido por mi reacción-. Aunque no creo que aguantes hasta llegar a tu casa.

 

-¿Y que hago entonces?, ¿cometo canibalizmo y comenzo a comerme a la gente?-inquirí, cruzandome de brazos.

 

-Iie, pero se me ocurre que podemos ir a comer a algún lado, antes de que mueras de hambre.

 

-...Guau, no se me había ocurrido-¿soy tan idiota?

 

*Grrrrrr...*

 

-Mi pancita...

 

-Vente, fiera. Antes de que comienzes a devorar a la gente, o lo que es peor...que me devores a mí..-dijo con burla, y jalandome del brazo me llevó a un café.

z88;

z88;

 

--------------

 

*cachorra:...*

z88;

 

Un chico de cabellos cafés como el chocolate atados en una coleta se encuentra caminando por un pasillo, mientras sobre su espalda lleva un gran saco de comida para animales, dirigiendose a la puerta que dá al patio del lugar.

 

Una vez allí, se vé rodeado por un montón de perros, de variados tamaños, edades, razas y colores que le ladran amistosamente, parandose de patas apoyados en sus piernas.

 

-Vamos vamos, chicos-les dice el chico, con una gran sonrisa, mientras trata de avanzar entre los cerca de 57 animalitos-. Dejenme pasar, que de otra forma no podré darles de comer.

 

Aún con un poco de trabajo, logra llegar hasta donde se encuentran varios platos de colores ordenados en línea y comienza a servir el alimetno.Uno a uno los perros se acercan y comienzan a comer ansiosamente, moviendo la cola sin parar.

 

Al mismo tiempo, el sonriente chico toma una manguera y abriendo la llave, comienza a llenar tres alargados bebederos de plastico, llenandolos de agua limpia y fresca, a la cuál los perros se acercan y beben a lenguetazos.

 

-Jejeje, parece que tenían sed, ¿no chicos?.

 

-Muy buen trabajo, Kouga. Sigue así muchacho-dice un javial hombre de 38 años, que se acerca a ver la escena. Le da una palmada en el hombro a Kouga-. Eres un gran chico, y por lo que veo te encantan los animales.

 

-Así es señor-responde Kouga-. Sobre todo los perros.

 

-Me alegro mucho, chico. Y me parece que ellos también te quieren a tí-sonrió el señor, viendo como uno de los perros más chicos se acerca a Kouga llevando en sus hocico una pelota de espuma con dibujos de huesitos. En sus ojitos brilla la petición de jugar con  Kouga.

 

-Vamos, juega con él un rato, tomate un descanso.

 

-Arigato.

 

El hombre se va, y Kouga se queda en el amplio patio, toma la pelota del hocico del perro y la lanza, viendo como el animalito echa a correr tras ella velozmente.

 

Juegan durante varios minutos. Kouga solo se detiene un momento para ir por un refresco al refrigerador del interior del edificio, y vuelve nuevamente adonde lo esperan sus amigos.

 

Entonces escucha la voz del hombre (su jefe) acercarse por el pasillo, hablando con alguien más.

 

-Sí, no te preocupes, entiendo bien. Y de cualquier forma, supongo que es cierto que te queda mejor este horario.

 

-Hai.

 

-Bueno, mira. Te dejaré con otro de los chicos para que te enseñe bien todo. Yo debo ir a atender otro compromiso.

 

Kouga voltea a la puerta al oirlos salir al patio, pero casi se le cae la pelota de la mano, quedandose con la boca abierta y sin aire al ver al muchacho que acompaña a su jefe.

 

Es un chico, mas o menos de su edad, de tez clara, complexión delgada pero musculosa y desgarbada como cualquier adolescente. Es mas o menos alto, solo unos cuantos centímetros menos que él. Tiene su negro cabello atado en una corta coleta y usa aretes.

 

Viste una playera de color gris y pantalones de mezclilla azules claro, tenis grices a juego con su playera y un rosario budista amarrado en su muñeca derecha.

 

Puede ver su propia sorpresa reflejada en esos ojos de color azul clavados igualmente en él.

 

Siente un enojo crecer en su interior, y puede apostar lo que sea a que el chico siente lo mismo. En su mirada también lo ve.

 

-Kouga...-le dice su jefe, sin darse cuenta de las reacciones de los chicos-. Te presento a tu nuevo compañero.Su nombre es...

 

Kouga susurra el nombre con apenas un hilo de voz:

 

-Miroku...

z88;

z88;

 

--------

z88;

z88;

z88;

z88;

 

-Diablos, parece que en verdad tenías hambre-dijo Sesshoumaru, mientras caminabamos por un parque cercano para bajar la comida.

 

-Creo...creo que exageré-digo con un hilo de voz. Voy a explotar.

 

¿Creo? ¡es obvio que lo hize! después de todo...¡¿ qué persona en sus cabales se come cinco onigiris él solo, más un emparedado de dos pizos, sumarle una gran malteada, y unos panques de chocolate con cobertura de chocolate blanco?! Creo que solo yo...

 

Me dá una palmada en la espalda, y suspira, divertido.

 

-Cielos, Inuyasha. Eres un chico de gran apetito, un apetito insaciable.

 

-Mjmh...aargh...

 

En esos momentos vimos como unos chicos de otra escuela se acercaron a nosotros, en diercción contraria a la nuestra.

 

Al vernos, comienzan a cuchichear entre ellos, pero lo que más me llama la atención es el ver que después de dirigirnos las miradas, se ruborizan y se ríen amaneradamente.

 

Diablos, son gays.

 

Sobre todo se quedan babeando al ver a Sesshoumaru, auqnue hay dos muchachos que me clavan la mirada, y en cuanto se dan cuenta de que los observo, se ruborizan, se sonríen...¡y me sonríen a mí!

 

Seguimos caminando, después de todo no ha habido problema alguno, pero al llegar con nosotros, los dos chicos se detiene frente a mí, y uno me dice, mientras el otro se medio esconde, colorado, tras su amigo:

 

-Ne, chico. dice mi amigo que le pareces muy lindo.

 

Gulp...

 

-¡Onegai, Chatora-kun!-le dice su amigo, avergonzado-. ¡Te dije que solamente lo pensaba, ni que se lo fuera a decir!

 

-¡Pero bien que te diste cuenta!

 

-¡Ya lo sé! ¡es que en verdad,es muy muy atractivo y...!-sus mejillas parecen jitomates, y solo esconde el rostro entre sus manos, mientras sus amigo ríen al verlo.

 

Ses despiden de nosotros con un movimiento de manos, y risitas, para después seguir su camino.

 

Yo solamente supiro, pero Sesshoumaru parece sumamente divertido con todo esto.

 

-Vaya galán, sí que los traes muertos por tí-rió.

 

-Oh, damare...Ni siquiera sé que rayos me ven. No soy atractivo, o al menos no quisiera serlo para los hombres.

 

-Vamos Inuyasha-me dice-. Como si eso fuera posible. Tienes todo lo necesario para seducir a hombres y mujeres por igual.

 

-Ja-ja-ja, que chistoso.

 

-No me creas entonces, pero dejame decirte...una sola cosa-su voz cambió, y el tono que usa me pone nervioso. Suena socarrón, no mucho, pero además suena más profundo, incluso...¿seductor?

 

-¿Qué...qué cosa...Sessh?-quiero y no quiero saber su respuesta.

 

Él solo rió, me detuvo tomandome del brazo, tomó mi barbilla con una de sus blancas manos, y acercando su rostro peligrosamente al mío, me dijo, con una mirada sumamente...sensual:

 

-¿Qué?...pues que yo pienso...que eres sumamente atractivo, Inu...chan...

z88;

z88;

 

 

Continuará...

Notas finales:

Jejejeje, pues espero les haya gustado, la verdad me esforze por que quedara bien.

Se muestran nuevos misterios, sospresas, revelaciones...y aún falta más, jejejejeje.

Dejen reviews, onegai, ya se que me he tardado mucho pero ya volví. Esta cachorrita de dragón sufre abstinencia de reviews, buaaaaa TToTT

Bye bye!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).