Cuando llego al salón, veo que afortunadamente el profesor no ha llegado.
Con un suspiro de alivio me dirijo a mi lugar, dejandome caer en la silla y colgando la cabeza, para quedar viendo al techo.
-Ohayo, Inuyasha
De pronto frente a mí aparecen dos rostros, inclinados sobre el mío, que me observan con amplias sonrisas.
-Ohayo Kouga, ohayo Byakuya.
-Pensabamos que no vendrías-bromea Kouga, dandome un golpe amistoso en la cabeza. Yo cierro los ojos fuertemente al sentir una leve punzada en ella, provocada por el recietne dolor de cabeza.
-¿Podrías...no repetirlo...onegai?-le pido, sobandome las sienes.
-Oh, sou ka. Te duele la cabeza. Gomen, no lo sabía.
-¿Qué te pasó?, ¿te pasaste de copas anoche?-dice Byakuya, con tono risueño.
-Ja, si como no-digo-. "Ojalá hubiera sido eso"-pienso para mí.
-Iie, simplemente creo que me sobrepasé estudiando anoche.
-¿Tú?, ¡¿estudiando?!-exclaman los dos chicos, y sin poder aguantarse se echan a reir.
-¡Vamos cachorro!-me dice Kouga entre risas mientras yo levanto la cabeza y me acomodo en mi lugar. Byakuya sigue riendo-. ¡Como si lo necesitaras!. ¡El día que realmente te sea necesario estudiar, a Byaku le salen alas y aprende a volar!, ¡no me vengas conque estabas estudiando!
-¿Qué tiene de malo estudiar?-inquiero-. Nada me cuesta y aprendo más.
-Bueno, como quieras, pero de cualquier forma. ¿Cómo te encuentras?
-Ya casi se me pasa, no se preocupen.
-Shikashi...-dicde Byakuya, ya sin reirse y con un gesto un poco mas serio-. Frecuentemente te ha estado pasando esto. ¿No deberías de ir con un doctor?
-Vamos, Byaku. Ya les he dicho que no es nada. Nada que un par de aspirinas no puedan arreglar.
-¿Estas seguro?. Te ves exhausto.
-De verdad, no es nada. Arigato por preocuparse.
Justo en ese momento entra al salón el profesor Totosai, de Historia. Todos se fueron a sus lugares, y yo solo suspiré, sacando mi cuaderno de mi mochila. La verdad, no siento ninguna gana de tener historia en estos momentos.
Sin embargo, al parecer el día de hoy no será una clase normal la que tengamos, puesto que lo acompaña el director.
Bravo, lo que me faltaba.
Ambos entran en el salón, pero puedo ver que fuera de este se ha quedado parado alguien, esperando no se que rayos.
-Ohayo muchachos-nos dice el director-. Vengo a darles una noticia.
<<-El día de hoy se integrará un nuevo estudiante a la escuela y su salón. viene de intercambio de un colegio de Inglaterra. Quiero que sean amables con él y lo ayuden a sentirse a gusto. Por favor, pasa querido-le dice al que está fuera.
En ese instante entra al salón un chico muy peculiar, que me hace inclinarme hacia adelante en mi asiento.
Es alto, de complexión fuerte y aún así delgada. Tiene un porte orgulloso y un brillo seguro de sí mismo en su mirada. Su larga cabellera blanca le llega hasta la cadera, aún estando esta agarrada en una coleta de caballao alta. Un fleco algo desgarbado le cubre las cejas y un poco de los ojos.
Lleva su mochila al hombro, sosteniendo la correa con una mano, en un ademán que lo hace ver...muy bien.
-Ohayo gozaimasu-nos dice. Su voz tiene una entonación varonil, suave...¿sensual?. Kuzo, no se que rayos estoy pensado-. Ore wa no-Taisho Sesshomaru desu.
-Por favor, pase a sentarse junto al señor no-Haku-le dice el profesor Totousai con gesto amable, señalandome con un ademán de la mano.
Con un andar derecho y orgulloso, llega al lugar que se encuentra junto al mío y se sienta tras dejar su mochila a un lado. A duras penas logro apartar de él mi mirada.
-Todo lo que se le ofrsca, no dude en acercarse a sus compañeros. Matta ne-dice el director, y se marcha.
Yo no puedo evitar echar un vistazo por el rabillo del ojo al chico nuevo. Ya de cerca puedo apreciar el gesto del chico con más atención.
El perfil de su rostro es muy delicado, pero sin dejar de ser varonil. Sus labios inmóviles en una mueca seria, y su mirada llena de concentración. Y sus ojos, fijos al frente...
De pronto voltéa a verme, seguramente sintiendo mi mirada. Nuestros ojos se encuentran, y puedo finalmente ver su color.
Son de color dorado claro, más claro que los míos. De alguna forma, causan un vuelco en mi estómago.
-Gomene, demo...-me dice, con voz suave pero incluso...¿autoritaria?-. ¿Serías tan amable de decirme que es lo que tanto miras en mí?.
-No, yo...etto...sumimmasen...-musito, volteando la cara al frente-. No estaba viendote.
-Je, bueno, no serías el primero-dice Sesshomaru, con cierto tono burlón en su voz.
-Sumimmasen.
El resto de la clase transcurre...normal, supongo. Aunque de vez en cuando puedo sentir esos ojos dorados clavados en mí. Yo no comprendo como es que eso me hace sentir un escalofrío en mi espalda.
¡Al fin!, ¡llegó el recreo, sentí que tardaba una eternidad!
Mientras todos se levantan para ir a comprar, y charlar con sus amigos. Yo me armo de valor y volteo hacia Sesshomaru para preguntarle:
-¿No quieres sentarte con nosotros?
-¿Nosotros?-inquiere, alzando una ceja-. No veo a nadie mas que a tí.
-Quiere decir "nosotros"-dice una conocida voz a espaldas de Sesshomaru.
Veo como Kouga y Byakuya se acercan conmigo y se sientan en los lugares cercanos.
-Ohayo, annata wa Sesshomaru desu, ¿ne?-inquiere Kouga.
-Hai, y ustedes son...
-Je, sumimmasen-dice Byakuya con una amistosa sonrisa-. Ore wa Sakamoto Byakuya desu, y él...
-Ore wa Ookami Kouga desu-dice Kouga.
-Ellos son mis amigos-le digo, ya con mas confianza al sentir a mis amigos aquí.
-Más que eso-dice Kouga.
-Casi hermanos, pues-asiente Byakuya.
-Si, es cierto. Como olvidaría a mis locos hermanos-bromeo.
"-¿Y yo que soy para tí, entonces?"
Me llevo una mano a la cabeza de inmediato. Maldita sea, no de nuevo, no él.
-Iie, solo una punzada en mi cabeza, eso es todo-digo, tratando de restar importancia al asunto.
"-Vaya, así que no meresco importancia, ¿ne?"
Otra fuerte punzada de dolor. Cierro los ojos.
-¿En verdad estás bien?-repite Sesshomaru.
-Tranquilo, que ya se le pasará-dice Kouga-. Es frecuente que eso le pase.
-Vamos Kouga-le dice Byakuya, algo preocupado-. De cualquier forma parece que en verdad le duele.
-No, en verdad no es nada grave, solo una molestia-les digo, mas nuevamente siento una fuerte punzada de dolor en mi cabeza.
"-¿A quien llamas molestia?. Si no cierras tu boca y te guardas esos comentarios, en verdad seré una molestia para tí"
-"Damare"-le ordeno en mi mente, pero como respuesta recibo otra fuerte punzada.
"-Iie"
Otra punzada más.
-Oye, Inuyasha, ¿en verdad no es nada?-inquiere Sesshomaru, ya más serio. Incluso mis amigos parecen preocupados.
-En verdad,nada importante...solo-mas dolor-, solo voy a refrescarme un poco la cara...enseguida vuelvo.
Y rapidamente, antes de que me lo impidan, salgo volando a los baños.
Una vez me cercioro de que no hay nadie ni dentro ni cerca, entro y me recargo de espaldas en la puerta, dejandome resbalar hasta el suelo. El dolor es horrible.
"-¿Qué te sucede?, ¿te sientes mal?"
-Maldita sea, cállate de una buena vez o si no.
"-¿O si no qué?, tal vez deba recordarte algo. Mirate al espejo, ahora"
-¿Qué es lo que quieres?-digo, levantandome no sin esfuerzo para acercarme poco a poco a los espejos.
Veo mi reflejo, y nuevamente lo veo a él, pero sus rojos ojos brillan de enojo.
En una de las orillas del espejo hay un pedazo roto, y al verlo, sonríe con malicia.
Lo toma lentamente con la mano, y me mira burlón, llevandoselo al rostro.
"-¿Te recuerdo que no es bueno retarme?. No saldrás tan bien parado si lo haces"
Y sin más, se hace una cortada en la mejilla.
Pero al tiempo que veo como desliza su cortante filo por la piel, de inmediatro siento yo, en la misma mejilla, un escozor...como si algo me cortara.
Suelto un quejido de dolro, y me llevo la mano al rostro, sintiendo bajo mis dedos como se abre la piel y empieza a escurrir la sangre.
Veo nuevamente al espejo, ya con furia.
Él solo sonríe.
"-¿Lo ves?, no tienes posibilidad de retarme-ríe malicioso-. "Lo que a mi pase, o me haga...lo mismo sufrirás tú."
Y juega con el espejo en su mano, con una sádica risa y burlona mirada, al tiempo que el espejo corta la palma de su mano y brotando la sangre...sintiendo al tiempo mi mano adolorida, húmeda, y cálida por mi propia sangre.