Todo el día había estado organizando una cena romántica para celebrar ese día especial, aunque él no era del tipo romántico ni detallista quería hacerlo dejaría un poco su seriedad a un lado, después de todo era su día especial. Ya tenía todo casi listo la cena un hermoso restaurant luego irían a su casa y verían unas películas, de esas que tanto le gustan al moreno, y luego quien sabe tal vez una noche algo apasionada, sonrió de medio lado estaba conforme con lo que había planeado eso ya era mucho para él. Faltaban dos días para el 14 de mayo el día de su tercer aniversario con Sai y era la primera vez que se dedicaba a hacer algo, estaba feliz y emocionado por ver la reacción de su novio. Tomo camino hasta su departamento para poder descansar ya eran más de las 10 de la noche y estaba cansado, las calles estaban casi solas no habían muchas personas alrededor solo se escuchaba el sonido de los carros al pasar por el pavimento y uno que otros perros ladrando. Estaba a punto de llegar a su casa, eso se lo indicaba el parque que estaba en la esquina de su cuadra, paro y miro el parque había una pareja besándose cerca de uno de los postes de luz, se quedo mirando a la pareja que estaba enfrascada en el beso e inevitablemente y cosa que nunca admitiría le dieron ganas de tener a Sai en esos momentos ahí. La bocina de un carro hizo que la pareja se separara bruscamente...
Y ahí su alma dejo su cuerpo y su corazón se partió en mil pedazos… Sai si estaba ahí pero no precisamente con el... Le vio seguir hablando con aquella chica que reconoció como su compañera de clases. No soporto ver como la chica se lanzaba nuevamente a los brazos de Sai, con el corazón roto y un dolor en el pecho, un nudo en la garganta y el labio inferior temblándole levemente salió de allí. Llego rápidamente a su departamento saco las llaves de su bolsillo y las introdujo con un ligero temblor en la cerradura, aun no lo podía creer y su mente repasaba cada una de las escenas anteriores e inevitablemente las comparaba con los momentos que ambos pasaron juntos y a medida que más le daba vueltas la opresión en su pecho crecía, salió de sus pensamientos en cuanto las puertas del ascensor se abrieron frente a él rápidamente entro en el cubículo y se recostó en el fondo, luego de presionar el botón de su piso, y se dejo caer lenta y pesadamente hasta tocar el piso.
- ¿Pero qué sucede contigo? – pregunto el moreno enojado con la chica que tenia al frente.
- Sai te quiero
- Ya te dije que no puedo corresponder esos sentimientos – se separo de la chica iniciando su camino – Además el hecho de que me quieras no quiere decir que tengas el derecho de besarme. Ya te lo he dicho tengo novio – sentencio volteando a mirarla seriamente para luego seguir con su camino.
Las lagrimas de la chica cayeron levemente por su rostro y un sollozo salió de su boca para rápidamente ser tapado por la palma de su mano. Nuevamente se acerco a Sai y lo tomo del brazo haciendo que este volteara ya con la paciencia casi agotada.
- Espero que tu pareja sepa la suerte que tiene – le dijo con una triste sonrisa en los labios.
- Créeme la sabe – soltó suavemente el agarre de la chica y siguió su camino – Pero el que más tiene suerte soy yo – susurro al aire ya cruzando la calle para llegar a su departamento. Su corazón palpitaba cada vez mas fuerte a medida que la fecha de su tercer aniversario con Gaara se acercaba, aun no sabía qué hacer pero lo que más importaba era el hecho de que estarían juntos un ano mas. Con esos pensamiento espero el ascensor y se monto en el mismo, al llegar a su piso busco las llaves correspondientes y abrió la puerta del departamento – Tadaima – dijo al entrar y como era costumbre el pelirrojo no le respondió, una sonrisa se asomo en su rostro como lo hacía siempre que llegaba a ese departamento que compartía con Gaara.
En cuanto llego fue rápidamente a su habitación y se acostó en la cama para desahogar su alma, desahogo que duro poco ya que al cabo de unos minutos llego el causante de sus penas. No sabía cómo debía actuar, pero si sabía que era lo que quería hacer... Romperle la cara y sacarle a golpes una explicación, pero no haría el papel de novio dolido ni nada por el estilo, no demostraría su debilidad ante esta traición... No le daría ese gusto porque...
- Te dije que no me esperaras despierto – le dijo algo extrañado de que aun no estuviera en pijama a esas horas. Al pelirrojo le molesto en sobremanera ese simple comentario.
- No te esperaba, acabo de llegar – le dijo volteando a mirarlo seriamente cosa que extraño aun mas al moreno y no por el hecho de que llegara a esas horas si no por el tono usado.
- Deberías acostarte a dormir – le dijo mientras comenzaba a quitarse la ropa para ponerse el pijama – Mañana tienes que despertarte...
- Terminamos – dijo de pronto sorprendiendo a Sai que paro su acción secamente y se volteo a mirarlo con los ojos abierto de las impresión. No lo soporto mas el hecho de que le hablara tan tranquilamente luego de que besara a aquella muchacha, el hecho de que estuviera ahí de lo más normal sin demostrar un rastro de remordimiento, el hecho de que estuviera ahí prácticamente burlándose en su cara... Simplemente no lo soporto.
- ¿Que dijiste? – dijo un poco tembloroso su corazón se detuvo al momento de escuchar esa palabra, su mente estaba en blanco y lo único que resonaba en sus oídos era el Terminamos que le dijo Gaara. Terminar... ¿Pero por qué?... ¿Por qué motivo?... ¿Por qué tan de repente? ¿Por qué a días de...
- Lo que has oído – se irguió en la cama y le dirigió una mirada llena de rencor al moreno – Termino contigo.
Nuevamente su corazón se detuvo
- ¿Pero qué? ¿Por qué? – preguntaba acercándose al pelirrojo en busca de una respuesta.
- ¿Por qué? – se levanto de la cama para ponerse a la altura de Sai, dijo que no iba a ponerse en el papel de novio dolido pero no lo soporto mas – ¿Por qué? Pregunto yo ¿Por qué me engañaste? ¿Por qué no simple...
- ¿Engañarte? – le pregunto tomándolo de los hombros ejerciendo un poco de presión – ¿De dónde has sacado semejante mentira?
- No seas hipócrita y no me vengas a decir que es mentira porque...
- Claro que es mentira, Gaara. Yo te amo
- No me vengas con tus falsos te amo. No me vengas a decir que es mentira yo mismo te vi. No me vengas a llamar mentiroso en mi propia cara, Sai – lo empujo fuertemente pero no obtuvo resultado el moreno era más fuerte que el.
- De que estás hablando Gaara yo no te he engañado, a ti es al único que quiero.
- Basta por primera vez en tu vida se sincero, yo mismo te vi besándote con esa chica en el parque y aun así tienes los santos cojones de venirme a decir en mi cara que no me engañas pero que te crees.
- ¿Que chica? – aflojo un poco el agarre para pensar un poco y como si de un foco se tratara su mente se ilumino y lo recordó – Ella me beso, todo esto solo es un mal entendido...
- ¡Ah! Ahora ella te beso – interrumpió aparentemente más calmado pero el sarcasmo estaba marcado en cada una de sus palabras – Entonces como ella te beso yo puedo dejar que medio mundo me bese y decir que es un mal entendido, ¿no crees? – aprovecho que Sai soltó un poco el agarre y se separo de él.
- Eso no es así, deja que te explique qué fue lo que sucedió...
- No – interrumpió sentándose en la cama y mirándolo con rencor – Deja que yo te explique qué va a pasar; dormirás en el otro cuarto y mañana en la noche cuando regrese no quiero ver ni saber nada de ti. Quiero que te vayas de aquí, así tendrás mas tiempo de irte a besar y hacer lo que te dé la gana con cuanta estúpida se te pase por el frente, tener las o los novios que quieras para luego engañarlos a mi me da igual. No quiero verte mas y en el trabajo no me hables a menos que sea algo de suma importancia, quiero estar lo más lejos posible de un traidor como tu... – continuo con su monologo insultando y poniendo prohibiciones entre ambos por un buen rato hasta que se dio cuenta de algo – ¿Por qué no dices nada? – pregunto molesto, Sai no había dicho nada para refutar ninguna de sus palabras... ¿Sera que estaba de acuerdo con todo? ¿Tan poco le importaba?
- No digo nada porque leí en un libro que era importante dejar que una persona se desahogue y se le pase el enojo para que puedan hablar... – no pudo seguir hablando porque Gaara le arrojo una almohada a la cara.
- Deja de usar tus libros conmigo... Solo vete, no quiero seguir hablando mas contigo.
Y tal y como le dijo Sai salió de la habitación que compartían juntos y se fue a la otra pero había un pequeño problema esa habitación no tenia cama así que se fue a dormir en el mueble de la sala. Su mente buscaba la forma de hablar con su pelirrojo sin que este lo ignorara o lo matara a golpes, por los momentos tenía que esperar hasta que se le pasara la rabia así poder hablar con el cuándo estuviera más tranquilo; lo mejor era no aparecer en su campo visual por un rato y si conocía muy bien a sus amigos notarían el cambio de humor de Gaara y le preguntarían que pasa y Naruto hablaría con el abogando porque todo tiene una explicación, eso calmaría un poco a su novio y así podría hablar con él. Con esa idea en mente se quedo dormido en el incomodo mueble.
A la mañana siguiente se despertó y no sintió aquel calor rodearlo como siempre y lo extraño el hecho de que al voltearse estuviera el desayuno en la mesa de noche, con el ceño ligeramente fruncido se sentó de la cama y, aunque le costara admitirlo, la comida que le preparaba Sai era su favorita. Al terminar de comer hizo lo de siempre se ducho y arreglo la cama, pero algo le faltaba, le hacía falta y sentía aquel vacio no solo en el apartamento también él se sentía vacio; se sentía extremadamente tonto por extrañar a Sai porque había sido él el que había terminado con su relación, había sido él el que le pidió que se marchara y no le hablara, pero aun así Sai le había dejado el desayuno listo y eso de alguna forma lo hizo sentirse bien. Paso el resto de la mañana y parte de la tarde pensando y en algunos momento maldiciendo a su, supuesta, ex pareja; a la hora de llegar al trabajo no pudo evitar enfurecerse por la cariñosa despedida de sus amigos, frente a el Sasuke se despedía como siempre de Naruto con un beso en los labios para luego dejar al rubio muy sonrojado y con la mirada gacha, esas despedidas eran cosas de día a día y nunca le molestaban pero hoy en particular le molesto, se dirigió hasta la puerta de entrada para cambiarse pero la dichosa pareja interrumpía el paso.
- Estos no son lugares para hacer eso, si quieren devorarse vayan a un hotel – dijo con la molestia marcada en la voz. Su interrupción hizo que Sasuke se separara de Naruto con el ceño fruncido y la molestia dibujada en su rostro – No me mires así que tengo razón, estos no son lugares para hacer esas cosas.
- Gaara solo ha sido un beso, no es nada del otro mundo – comento algo sonrojado el rubio mientras se rascaba la nuca despreocupadamente.
- Además no es algo que tu no hayas hecho y no te hagas el santo porque cuando estas con Sai no se contienen y se comen el uno al otro sin importarles lugar o momento – comento mientras tomaba a Naruto de la cintura y lo atraía hacia él. Gaara por su parte se enfureció notablemente ante la mención del moreno.
- Pues a él tampoco le importa momento, lugar ni con quien se devore las amígdalas – dijo con suma molestia sorprendiendo a sus amigos.
- Eh... Gaara ¿qué fue lo que paso? – pregunto algo preocupado por la actitud de su amigo pero a la vez temeroso por la respuesta, Gaara era alguien de temer.
- Que mas va a pasar, que el idiota ese me engañó con una zorra de su clase eso es lo que paso. Ahora si me disculpan quiero pasar – soltó molesto pasando entre la pareja dándoles con el hombro al momento de pasar, no era que ellos tuvieran la culpa de que su novio le pusiera lo cuernos pero ellos tenían la culpa de recordárselo. Una vez dentro se dispuso a quitar la camisa cuando un gran grito llamo su atención hasta la puerta, al parecer Naruto iba reaccionando.
- Eso no puede ser, Sai no sería capaz de engañarte. El te ama demasiado como para hacer eso, debe haber una explicación para todo no crees – decía a medida que se acercaba aun no podía creérselo, estaba cien por ciento seguro de que su amigo estaba loca y perdidamente enamorado de Gaara, además el no era el tipo de persona que hacia eso.
- Claro que hay una explicación – se termino de sacar su camisa y se dispuso a ponerse la otra, en eso Sasuke estaba entrando – Se canso de mi y se busco a otra para satisfacerse.
- Me sorprendes Gaara, pensé que eras un chico más inteligente pero veo que me equivoque – comento mientras tomaba asiento en las bancas de madera que estaban en medio de los casilleros, vio que Gaara le iba a protestar así que se le adelanto – A lo que me refiero es que si se hubiera cansado de ti ¿No crees que te hubiera cortado hace rato?. Sai es un chico extrañamente directo y si se hubiera cansado de ti te lo habría dicho algo hace mucho así que no creo que te este engañando. No es mi intención defenderlo pero no estoy seguro de que te haya engañado – dijo para luego cruzarse de piernas y mirar la expresión de duda que se había formado en el pelirrojo.
Eso era completamente cierto Sai era un chico muy honesto y lo decía todo de frente, a veces casi sin medir las palabras, no solía hacer amistades fácilmente y era muy cerrado con las personas que no conocía. Ahora que analizaba las cosas a penas iba entrando en aquella academia así que no debería tener mucha confianza con aquellas personas, pero aun así el lo vio, el lo vio besándose con aquella chica y su vista no era mala y conocía perfectamente a su novio así que no había duda.
- La gente cambia y yo mismo lo vi besándose con aquella chica – dijo luego de varios minutos en silencio.
- Gaara, pienso que Sasu tiene razón tal vez todo lo que viste sea un mal entendido y apuesto que ni siquiera le diste la oportunidad de explicártelo de lo enojado que estabas y conociendo como es Sai el te debió haber dado tu espacio para esperar a que la molestia se te pasara – explicaba mientras se sentaba al lado del moreno. Chasqueo los dientes con molestia odiaba que Naruto lo conociera tanto y es mas ¿Desde cuándo se había vuelto tan maduro? – Cuando Sasuke y yo empezamos tuvimos muchas peleas por ese tipos de cosas, las chicas se le insinuaban y aun lo hacen – dijo con cierta molestia lo ultimo haciendo reír levemente al moreno y que Gaara lo mirara divertido por la cara que puso – Una vez vi como una chica se le acercaba con la clara intención de besarlo yo me moleste mucho y me fui de allí, desde mi punto de vista Sasuke me iba a montar los cuernos, en la noche cuando me llamo discutimos al día siguiente lo ignore olímpicamente y cuando llegue a mi departamento estaba sentado en el piso, me explico que paso y yo entendí al instante. El tiene muchas chicas tras suyo pero una cosa es las chicas que tenga y otra cosa muy distinta es que él les haga caso. Ya sé que el solo me quiere a mí y a mas nadie – culmino con una gran sonrisa y cuando miro a su amigo este lo veía con interrogación.
- Y que tiene que ver el hecho de que Sasuke sea popular con las chicas con el hecho de que el idiota de Sai me haya engañado – pregunto hastiado de tanta habladuría que no iba al caso.
- Vuelvo y repito, pensé que eras más inteligente. Lo que el dobe quiere decir es que posiblemente esa chica se le lanzo a Sai – respondió poniéndose de pie – Sayonara Dobe – le dio un corto beso en los labios – Voy tarde no quiero que Itachi me mate – menciono al ver en los ojos la suplica del rubio por que se quedara un rato mas y se encamino hacia la salida de los vestidores del local – Además el idiota me fue a buscar ayer para pedirme un favor con respecto a un viaje y aprovechar que tenias libre la semana que viene para un viaje de aniversario – dicho esto termino de salir.
- Sai no confía en nadie tan fácilmente no creo que al cansarse de ti fuera en busca de cualquiera para satisfacerse como dices. Además el es muy guapo y no dudo que tenga a unas cuantas tras él y si son como las que están tras Sasuke no dudes ni un momento que ella se le haya lanzado – se paró de la silla y miro hacia el reloj notando que ya era la hora de abrir el local – Ya hay que abrir, termina de vestirte que yo iré a abrir la puerta, Shikamaru debe estar a punto de llegar – se fue dejando a Gaara perdido en sus pensamientos.
Durante el resto de la tarde solo estuvo dándole vueltas al tema de Sai, maldijo miles de veces a Naruto y a Sasuke por tener razón en cada una de las cosas que le dijeron sobre aquello, tal vez era cierto y todo era más que un simple mal entendido y Sai no había hecho nada; Naruto tenía razón su novio era sumamente guapo y podía atraer las miradas de cualquiera. Durante toda su jornada laboral no se pudo concentrar en otra cosa en su mente solo estaba Sai y en como él debía pedirle disculpas, porque él no se pensaba disculpar su orgullo no se lo permitía además esto sería una especie de forma de ver hasta donde era capaz de llegar Sai por él. Aunque estaba eso de que le dijo a Sai que no le hablara y que se fuera... ¿De verdad se habrá ido? Esa duda asalto su mente Sai le dijo que esperaría a que se le pasara el enojo para hablar, pero y si cambio de opinión y si no hace más nada y simplemente se va, su corazón se encogió al solo pensar esa probabilidad pero aun así no se iba a disculpar.
La terquedad y el orgullo son malos compañeros y Gaara no era la excepción, si era cierto que se sentía mal por haber mal interpretado las cosas pero para el Sai tenía la culpa por no haberse quedado en la mañana a hablar. Al terminar el día vio el reloj eran más de las 10 de la noche, su turno se alargo más de lo pensado casi una hora más de servicio; fue a los vestidores y se cambio de ropa rápidamente y salió despidiéndose de Shikamaru que estaba en la banca acostado completamente en ella a punto de dormirse, en la parte de afuera se podía ver como Naruto saludaba a Sasuke con un beso, se acerco a ellos y les dio las gracias para luego despedirse. Mientras iba por la calle se perdió nuevamente en sus pensamientos aun estaba dudoso de cómo hablar con Sai, así que decidió ir caminando hasta su departamento aunque quedara a más de siete cuadras de su trabajo eso le daría más tiempo para pensar. Llego al departamento treinta minutos después y la ansiedad lo estaba dominando pero aun así decidió subir las escaleras para ganar más tiempo, se sintió extremadamente tonto por hacer cosas como esas solo con tal de retrasar lo inevitable; para cuando ya estuvo en su piso la ansiedad subió de una forma considerable y todo su cuerpo temblaba sin entender el porqué, con las manos algo temblorosas abrió la puerta y se dirigió rápidamente a su habitación, pasando por alto la sala, al llegar se tranquilizo al ver las pertenencias de Sai donde debían estar... Pero faltaba algo, Sai. No le encontró en la cama y se extraño ya iban a ser las once de la noche y esa hora ya era para que él estuviera ahí, un sentimiento en su pecho se hizo presente pero decidió ignorarlo y no hacer conjeturas prematuras que solo traerían más problemas; suspiro pesadamente y decidió ir a tomar un vaso de agua para calmar un poco sus tontos nervios al llegar a la cocina se sirvió el vaso y entonces lo vio, Sai estaba durmiendo en el mueble, una sonrisa apareció en sus labios y con su mano tuvo que ahogar una carcajada que luchaba por salir al verlo ahí, eso quiere decir que ahí fue donde durmió la noche anterior; se acerco hasta él y le acaricio la cabeza hacia eso puesto estaba dormido pero si estuviera despierto le estuviera pidiendo una explicación, Naruto y Sasuke abogaron por el pero eso no quiere decir que lo haya perdonado aun seguía molesto con él... Pero eso no quitaba el hecho de lo que lo extraño en la mañana, se fue a acercar a sus labios para darle un pequeño beso, total Sai estaba dormido y no se daría cuenta, cada vez estaba más cerca... Pero entonces esa ansiedad y esas dudas lo abordaron nuevamente y aumentaron su molestia haciéndolo separarse de Sai para dirigirse hasta la habitación, en su mente aun existía la posibilidad de que todo fuera verdad y no un mal entendido. Con todos sus pensamientos nuevamente en guerra se fue a dormir estaba agotado física pero sobretodo mentalmente.
Despertó y un divino olor se coloco en su sentido del olfato busco la procedencia del olor con la vista y encontró el desayuno preparado en una bandeja con un florero y una rosa azul, nuevamente se molesto. Sai prefirió irse que aclarar las cosas con él y se va sin decirle nada sin siquiera despertarlo, aunque no se podía quejar él fue el que pidió esa lejanía y Sai solo la respetaba... Muchas veces le molestaba la actitud de Sai porque respetaba sus decisiones sin poner mucha replica, esto aumentaba su cólera y por alguna razón le hacía desconfiar de los sentimientos del moreno para con él. Molesto nuevamente se levanto, sin comerse el desayuno, y se fue a bañar aunque no tendría que ir a trabajar hasta la tarde; ese trabajaría en el turno de la tarde pero tenía que llegar temprano puesto que hoy le tocaba cerrar a él, eso le molestaba seria salir de ultimo y odiaba salir de ultimo los sábados. Paso toda la tarde pensando en Sai, por un lado lo perdonaba ya que Naruto y Sasuke podrían tener razón y tal vez todo era un simple mal entendido, pero por otro lado se molestaba ya que Sai no tuvo los pantalones para quedarse a hablar con él y aclarar las cosas; se sentía tan tonto en esos momentos parecía que tuviera dos personalidades y ninguna por no poderse decidir... Pero al final termino ganando la molestia, si Sai no se quedaba a aclarar las cosas significa que no le importa su relación en lo más mínimo, nuevamente se enfureció y decidió no darle más vueltas al asunto, ladeo su vista al reloj y noto que era hora de ir a trabajar. Mientras iba por las calles maldecía internamente a Sai por no aclarar nada y se maldecía a sí mismo por parecer una novia fastidiosa dándole una y otra vez al mismo tema.
- ¡Gaara! – se escucho el grito del castaño haciendo eco por todo el lugar vacio – Gaara llegas tarde.
- Primero no grites, segundo llego 20 minutos antes... ¿Donde están Naruto y el otro?
- Pues esa baka se tomo el día libre y si por el otro te refieres a Sai; el no vendrá hoy, se tomo el día libre – dijo mientras entraba al vestidor, Gaara por su parte entro mas malhumorado que antes – Por cierto hoy no es su ani...
- Hoy es tu día común y corriente, Kiba; ahora solo termina de cambiarte y ve a abrir.
- Uy que humor el tuyo hoy... Yo me voy a callar – dijo luego de que Gaara le diera una mirada asesina, el pelirrojo no estaba de ánimos ese día.
En todo el día no se concentro muy bien en el trabajo, en algunas ocasiones se equivocaba y Kiba tenía que solucionar el error. Se sentía estúpido por dejar que una estupidez como esa le arruinara el día.
Pasadas las horas el sol se fue oponiendo, se veía por los ventanales de la tienda la puesta de sol aunque era temprano, por alguna razón, la clientela de a tienda fue disminuyendo y ya dadas las 8 de la noche solo quedaban un par de parejas. Kiba había cambiado de lugar con Gaara para ayudarlo un poco ya que este estaba distraído, a la hora de tomar el pedido se equivocaba y cuando los entregaba se equivocaba de mesa; mientras contaba el dinero que los clientes le entregaban no podía evitar sentirse tonto por estar en esa situación y comportarse de esa manera, pero aun así no se saco de su cabeza que ese día especial se había arruinado. A medida que la horas fueron pasando mas vacio sentía.
- Ya hay que cerrar Gaara – el mencionado dio un respingo para luego mirar a su alrededor y comprobar que solo quedaba ellos en la tienda – ¿Qué te pasa hoy? has estado muy distraído.
- Nada – respondió escueto para seguido pararse para tomar las llaves que el castaño le estaba ofreciendo – Oe tu de casualidad no sabes ¿Por qué esos tontos faltaron hoy? – pregunto algo cohibido para luego tomar las llaves y regresar sobre sus pasos y sentarse nuevamente en la silla.
- Bueno el baka de Naruto dijo algo de que se sentía mal, cosas que no le creo en lo mas mínimo – dijo volteando los ojos – Y Sai había pedido el día desde hace una semana, según le escuche decir a Kakashi, hoy es un día especial para Sai – se quedo mirando por un rato a Gaara que estaba perdido en su mundo ya que miraba a la deriva sin hacer mas nada, se acerco al pelirrojo y paso sus manos por su cara para llamar su atención – Oe Gaara, ¿Seguro estas bien? Has estado muy extraño hoy.
- Y tú has estado muy curioso hoy. Estoy bien.
- Me preocupo por un amigo es todo – dijo indignado para luego con ademan despedirse y desvanecerse por la puerta, dejando a Gaara solo.
Solo...
Así se sentía sin Sai y aunque le costara admitirlo le extrañaba... Si de verdad ese día era especial para Sai porque no se quedo a hablar con el... Con ese pensamiento se fue a cambiar para irse a casa, ya no había que hacer mas nada ahí y lo mejor sería irse a casa ya casi era las nueve de la noche...
Tan encimado estaba en sus pensamientos que olvido pasarle el seguro a la puerta, cosa que aprovecho cierto pelinegro para entrar al local, había estado esperando a que a su fosforito se le bajara la rabia pero no podía esperar más y mucho menos en un día tan importante como ese. Paso el seguro de la puerta y se dirigió sigiloso a los vestidores donde sabia estaba Gaara, sin hacer llego a los vestidores cuidando de que el pelirrojo estuviera en la parte de atrás dejo caer el bolso que tenía en mano, estaba nervioso ya que su fosforito podía ser muy impredecible, Naruto ya le había dicho que hablo con el pero eso no le aseguraba que no lo matara a golpes en el mejor de los casos... Aun no entiende como Gaara puede pensar que él le ha sido infiel si a la única persona que ama es a él (Gaara). Suspiro por millonésima vez en el día tratando de sacar la pesadez que sentía, además tenía unas ganas de...
- ¿Qué haces aquí? – esa agradable pero enojada voz lo saco de sus pensamientos, al parecer no se le había pasado el coraje – Ya cerramos y si vienes a cumplir turno pues llegas algo tarde – al levantar la vista se topo con esos ojos aguamarina que lo miraban enojados pero aun asi se podía ver la sorpresa en el, lo conocía demasiado.
Gaara estaba algo atónito y sorprendido, había ido a cerrar la puerta trasera con llave hundido en sus pensamientos y cuando regresa se encuentra con el dueño de sus tormentos ahí sentado mirando a la nada y perdido en sus pensamientos; su corazón dio un vuelco pero su orgullo hablo primero.
- Quería hablar contigo
- Yo no tengo nada que hablar contigo.
- No y que habías hablado con el Naruto – pensó – Si tenemos cosas de que hablar. Debemos arreglar esto no podemos continuar así – camino unos pasos más adelante con cuidado – ¿En realidad tú piensas que yo te engañaría? – y se dio cuenta que inicio mal al ver como Gaara arrugaba el entrecejo – Solo escúchame por favor, déjame que te explique…
- Ahora si me vienes a explicar, luego de estos días sin dirigirme la palabra… Creo que no tengo la paciencia para dejar que me explique
- Gaara por favor, tu eres mucho más maduro que esto. Así que cállate y escucha lo que te tengo que decir no puedes especular sobre algo de lo que no sabes – a pesar de las palabras su voz sonó tranquila lo que dejo sorprendido al pelirrojo – Esa chica se llama Natsumi. El profesor nos mando a realizar un cuadro y nos pusieron en parejas para retratar a nuestro compañero, ese día nos reunimos el departamento y decidí acompañarla a que tomara un taxi en la calle principal ya que era muy tarde para que ella estuviera sola en las calles... Por eso estaba ahí con ella, mientras esperábamos que un taxi pasara ella me dijo lo que sentía por mí, yo le dije que solo la veía como una compañera de clases nada más y luego ella empezó a decir cosas sobre la linda pareja que haríamos y cuando le iba a decir que ella no me interesaba, ella me beso y luego de apartarla le reclame y le dije que tengo novio después de eso fui a casa y ahí tu saliste con todo esto sin dejarme explicarte nada.
- Y dijiste: me creyó.
- Deja tu sarcasmo Gaara, yo no podría engañarte porque yo solo te amo a ti, únicamente a ti... Además no te engañaría en nuestro departamento eso sería tonto y descuidado – se acerco mas – Créeme Gaara yo no soy de esas personas, además ni me gustan las mujeres.
- ... – se hundió en sus pensamientos Sasuke tiene razón, ese tonto que tiene en frente le diría las cosas de frente y sin ningún tipo de tacto y como Naruto dijo Sai es muy atractivo y esas chicas son unas lanzadas... Pero aun seguía molesto ese idiota no le explico nada antes. Mientras Gaara seguía perdido en sus pensamientos Gaara se le acerco hasta quedar a unos 30 cm de separación entre sus cuerpos.
- ¿Por qué no terminas de entenderlo? Yo solo tengo ojos para ti... Únicamente para ti – le tomo de las manos y el otro lo miro algo serio pero nuevamente ahí estaba ese brillo que tanto le gustaba, apretó fuertemente las manos de Gaara contra su pecho – Solo te amo a ti Gaara, solo y únicamente a ti fosforito.
- Si esto es cierto ¿Por qué no me lo explicaste antes?... Paso todo un día en el que no supe de ti.
- Pensé que no querías saber nada de mí y si hubiera intentado no estaría vivo, tienes un humor de los mil demonios de por sí como será cuando realmente estés molesto – le molesto un poco soltando sus manos.
- No tientes tu suerte, además fue un poco cobarde de tu parte no haberme hablado – se alejo un poco para quitarse la camisa y poder cambiarse para irse, aunque eso ya no se encontraba en los planes del moreno.
- Y tu no me tientes a mi.
- ¿A qué te refieres? – se volteo mostrándole su pecho desnudo a Sai – Por cierto me debes 300$.
- ¿Uh? – pregunto en monosílabo sin dejar de mirar el torso de Gaara
- Pues que gaste ese dinero para preparar una cena que tú con tus idioteces arruinaste.
- Discúlpame por ser un idiota – dijo mientras se acercaba al pelirrojo – Y dime como puedo reponer ese error – con movimientos suaves y cautivantes quedo frente a Gaara, lo tomo de la cintura y lo atrajo para darle un beso en el cuello estremeciendo al pelirrojo por el sensual contacto.
- Hay muchas formas de hacerlo – dijo pícaro mostrando una sonrisa aun mas picara que acabo con la cordura del moreno.
- Y yo sé cómo – dijo para luego cazar sus labios en un beso demandante.
Poco a poco Sai fue empujando levemente a Gaara contra los casilleros sin romper en ningún momento aquel beso fogoso y necesitado que compartían ambos en esos momentos, sus lenguas entraron al juego juntándose para iniciar con una danza sensual y candente entrelazándose para luego soltarse y volverse a juntar con la misma intensidad. Sentían como la temperatura subía haciendo que ciertas partes de su cuerpo reaccionaran, sus cuerpos pedían a gritos la atención de las manos contrarias y mas acercamiento entre sus cuerpos. Sai posiciono una de sus piernas entre las de Gaara separándoselas levemente y con su pierna comenzó a estimular el miembro de su compañero que soltó un leve gemido ante el roce, el moreno dejo sus labios y se dirigió hasta su cuello para empezar a besarlo con devoción mientras sus manos se paseaban entre el trasero y las piernas de Gaara. El pelirrojo se concentraba en soltar suspiros de placer ante la atención que le estaba brindando el moreno y en acariciar el cuello y el cabello de este, haciendo un poco de presión en su cabeza para acercarlo más a si y profundizar aquellos besos que estaba recibiendo su cuello.
- Si siempre te disculparas así, pelearemos más seguido – comento entre suspiros mientras le quitaba la camiseta.
- Pero trata de no discutir conmigo días antes de nuestro aniversario – se separo y lo miro a los ojos con una sonrisa real... Una sonrisa cálida – Feliz aniversario.
- Feliz aniversario, Sai – le sonrio igual.
- Te amo.
- Y yo a ti... Ahora besame, te necesito ya.
- Quiero que algo te quede muy claro – le beso el cuello dejándole una marca – Yo te amo, sola y únicamente a ti.
- Y yo quiero que algo te quede claro a ti, no quiero que esto vuelva a pasar.
- Entonces este sigue siendo nuestro dia especial.
- El 14 de mayo siempre será nuestro dia especial.
- Suenas muy cursi.
- Callate y besame, idiota.
Sai bufo pero retomo la labor de besar los labios de Gaara aunque no duro mucho porque descendió hasta su cuello mientras sus manos desabrochaban el pantalón de Gaara abriéndose paso en esa prisión que contenía el ya despierto miembro del pelirrojo, Gaara también comenzó a desabrochar el pantalón de Sai mientras alejaba la cabeza del moreno para alcanzar sus labios con desesperación. Los pantalones estorbosos cayeron quedando solo en ropa interior mientras se devoraban con devoción mutuamente sus cuellos y se acariciaban lentamente recorriendo el cuerpo que se sabían de memoria; Sai bajo lentamente por el pecho de Gaara, repartiendo besos y una que otras mordidas en los lugares donde sabia harían suspirar a su compañero. En cuanto llego a aquella barrera de tela que le impedía el paso para disfrutar más de su pelirrojo rápidamente la retiro dejando libre la erección de Gaara que pedía a gritos por su atención, la tomo entre sus manos y comenzó con un tortuoso masaje que provoco que Gaara apoyara todo su peso sobre sus hombros, los gemidos no se hicieron esperar y aprovechando la distracción procedió a introducir uno de sus dedos en aquella entrada que le daría placer a él. Suspiros y gemidos era lo único que se escuchaba en aquellos vestidores, ahora no era uno ni dos dedos sino tres dedos de Sai que se abrían paso dentro de Gaara... De pronto un sonoro gemido inundo indicando que Gaara se había corrido manchando un poco la cara de Sai que lo miro con una sonrisa haciéndolo sonrojar levemente, Gaara debido al reciente orgasmo fue dejándose caer por la pared de los casilleros pero el moreno se lo impidió levantándose y tomándolo con firmeza para pegarlo contra la pared, el pelirrojo se sujeto de Sai con las piernas rodeando las caderas de Sai y pasando sus brazos por encimas de sus hombros entrelazando sus manos en el cabello de Sai para dé cuenta nueva a traerlo hacia si fundiéndose en un nuevo beso.
- ¿Estás listo? – pregunto mientras besaba el cuello del pelirrojo, en su voz se notaba la excitación y el deseo que sentía por terminar de poseer ese cuerpo que tenia aprisionado contra aquellos casilleros. Gaara asintió levemente debido a que solo estaba concentrado en sentir.
Sai al ver como Gaara le daba luz verde para proseguir comenzó a penetrarlo lentamente; esa intromisión a pesar de no ser nueva le incomodaba un poco pero lo que más molestaba era la lentitud con la que estaba entrando y como esperar no era uno de sus dones, enrolló aun mas sus piernas alrededor de Sai y lo atrajo más hacia él, el moreno gimió roncamente en su oído al sentirse ahora prisionero del cuerpo de Gaara que para él era el paraíso y el infierno a la vez. Sus bocas se buscaron y al encontrarse iniciaron una demandante y candente danza, esa que solo ellos conocían y entre ese beso Sai inicio el movimiento que provoco un sonoro gemido de Gaara. A medida que el vaivén que proporcionaba le proporcionaba el moreno mas placer sentía, la necesidad de probar mas de aquella blanca piel creció y por eso abandono aquellos labios para permitir que aquellos jadeos y gemidos salieran por fin, mientras el ahora se entretenía besando el cuello blanco de Sai quien se recargo en su hombro sin dejar de moverse en ningún momento. Mientras más tiempo pasaba más fuertes y profundas eran las penetraciones, mientras más tiempo pasaba Gaara gemía y se retorcía del placer que le proporcionaba el moreno, mientras más tiempo pasaba los besos se volvían mas demandantes y mucho mas placenteros, y mientras más tiempo pasaba ambos se acercaban mas al glorioso orgasmo.
- Sai... yo.
- Yo tampoco
Sus voces entrecortadas por los gemidos y jadeos les decía que ese acto de entrega lo estaban disfrutando y les advertía que no aguantarían mucho mas. Sai tomo con más firmeza el cuerpo de Gaara y lo llevo hasta las bancas, que estaban ubicadas frente a los casilleros, para luego acostarlo en ellas y seguir con aquel movimiento de caderas que los llevaba al delirio a ambos; se apoyo sobre su mano derecha y con la izquierda comenzó a masajear la entrepierna de Gaara sin dejar de moverse, ahora le brindaba el doble de placer a su pareja y lo supo al escuchar con entre gemidos sonoros este le pedía más y el solo se dignaba a complacerlo.
El tan ansiado orgasmo llego enviándoles a ambos innumerables corrientes eléctricas por todo el cuerpo, Gaara termino entre el cuerpo de ambos y sobre las manos de Sai y el moreno termino dentro de su pelirrojo llenándolo con su esencia y marcándolo como suyo una vez más. Y luego de regular sus respiraciones compartieron un beso más lento pero sin dejar de lado la pasión... Y entonces llegaron las palabras que completarían aquel encuentro.
- Te amo, idiota. Feliz aniversario.
- También te amo Gaara – le beso lentamente los labios para luego susurrarle al oído – Feliz 14 de Mayo.