Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

"El amor en todas sus formas” por pandita_chan

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Me quedan fic’s por hacer aun, pero sé que puedo (TwT)9

Notas del capitulo:

¡Gracias por betearme, Shizu! ^u^.

 

No sé que me dio por juntar a Reita y Aoi, siendo que no me gusta esa pareja xD Pero me es mas pasable que el Aoi x Ruki, porque, ¿Reituki? ¡NEXT! Nunca más, gracias pero con esos dos juntos, yo paso.

 

A causa de la “traición” De mi beta xD La persona para quién está dedicado e fic ya leyó unos fragmentos, pero de todos modos

 

¡Peque, esto es para vocé! Y para tu gay xD

 

Si alguien quiere contactarse conmigo o simplemente curiosear xD puede encontrarme aquí:

 

Facebook: http://www.facebook.com/takara.yutaka.7

 

Twitter: @pandita_chan1 

 

Tumblr: http://vanepanditachan.tumblr.com/

 

Se conocieron por accidente en un altercado que nada tenía que ver con ellos, aún así los dos terminaron en la misma celda, mientras los verdaderos culpables habían escapado. Kai y Shima, ambos adolescentes de diferentes secundarias estaban en el momento y el lugar inadecuado, los dos estaban encerrados bajo el cargo de robo…

 

Esperando a que las cosas se aclarasen pasaron una semana tras las rejas y así fue como conocieron y empezaron una amistad, pero Shima era de otra ciudad y estaba allí solo de visita, aun así intercambiaron números de celular, correos electrónicos y siguieron en contacto…

 

—¿Qué vas hacer en tus vacaciones?— le preguntó Reita a su amigo

—Me iré de viaje— contestó emocionado

—¿Adónde vas?— interrogó

—¿Recuerdas el chico que te conté conocí hace tiempo?— consultó

—Ajá, el chico con el que sólo hablas por celu y por Messenger—respondió

—Me invitó a su casa para las vacaciones— contó

—¿Puedo ir contigo?— le preguntó

—No, su mamá lo retará— dijo

 

Shima contó los días para salir de vacaciones, ya tenía el permiso de sus padres para ir y el pasaje para viajar, mientras Kai con las mismas ansias preparaba el que sería el cuarto de su amigo en la casa…

 

La semana que los separaba de su libertad condicional (vacaciones) pasó angustiantemente lenta, pero ya hacía un par de horas había tocado el timbre que los dejaba libres por un tiempo y estaban ambos amigos listos y dispuestos para encontrarse nuevamente tras casi un año de tener contacto netamente telefónico y cibernético…

 

—Cálmate, Kai, le harás un orificio al pavimento de tantas vueltas que te das— le dijo su primo

—Tengo nervios, se demora mucho— dijo

—Tú sabes que los chóferes siempre se demoran, nunca les falta el percance, sólo espera y ya llagará— trató de calmarlo un poco

—¿Y si le pasó algo?— preguntó

—¡Kai!— se escuchó un grito en la lejanía

—¡Uruha!— gritó él también dándose vuelta

 

La cosa parecía reencuentro de película Disney con esos dos chicos corriendo casi en cámara lenta para abrazarse, faltó solo que el primo se hubiese puesto a tocar una melodía en violín y el ambiente ultra cursi y cliché estaba Ok…

 

—Por Dios ¿Éstos son amigos o novios?— preguntó el primo al aire

—¡Aoi!— gritó Kai corriendo con su amigo a rastras

—¿Qué pasó?— preguntó

—Ahora si podemos irnos— dijo

—¿No vas a presentar a tu amigo?— interrogó haciéndose el ofendido

—En casa— contestó y subió las cosas al auto

 

Realmente estaba ansioso por llegar a casa con Shima, por fin lo veía y no podían dejar de abrazarse a cada rato, aún cuando su primo los miraba raro por el espejo retrovisor del auto, realmente parecían novios a ojos de Aoi…

 

Cuando llegaron a casa Aoi le ayudo con su maleta a Uruha, e ingresaron a casa los tres, fue recién hasta ese momento en que Kai presentó a su amigo frente a su madre, la madre de Aoi y su propio primo…

 

—Mami, tía, Aoi, es el Shima— anunció

—Takashima Kouyou, un gusto— dijo el chico un poco cohibido

 

La familia se veía seria, pero era la impresión, solo bastó una sonrisa por parte de Shima para que todos se acercaran a saludarlo y abrazarlo, era una familia bastante afectuosa, se sintió acogido en seguida…

 

Y así, a esas vacaciones se le sumaron las siguientes y también Kai viajó a casa de Shima durante sus años de estudios, fue así como el vínculo entre ellos se hizo bastante estrecho aún con la distancia de por medio. Pero estando ambos fuera del colegio tomaron la decisión de ir a vivir juntos a la capital para estudiar…

 

—Sigues siendo igual de preocupado que siempre— susurró alguien a su espalda

—Shima— respondió el dándose la vuelta

—Kaichu, creciste— le dijo abrazándolo

—Aun así sigues siendo más alto— se quejó

—Eso es lo de menos, así chiquitito te quiero igual— comentó

 

A ojos de cualquiera esos dos eran novios, sin embargo ellos eran solo amigos… Amigos que se gustaban, amigos que se besaban de vez en cuando, amigos que compartían la cama a veces, amigos con derecho, mejores amigos, amigos especiales, pero amigos, solamente amigos…

 

Entre los dos se encargaron de buscar una casa que les acomodara a su bolsillo y que estuviera cerca de la universidad a la que asistirían, no había sido fácil pero ahí estaban los dos juntos por fin…

 

—Tengo miedo— comentó Shima

—¿De qué?— le preguntó su amigo

—A que esto no funcione— contestó

—Con “esto” te refieres a…— dejó la frase hasta ahí

—Me refiero a que estemos juntos, lejos de nuestras familias, con una meta a cuestas— explicó

—No tengas miedo, querer es poder, Shima— le contestó

—¿Nunca me dejarás solito?— preguntó

—Jamás, Shima— respondió abrazándolo

—Te quiero— dijo

—Yo también, Shimita, te quiero mucho— contestó

 

Con el tiempo los miedos de Shima se fueron disolviendo, al ver que Kai cumplía la promesa de no dejarlo jamás solo, al ver que le iba en los estudios mejor de lo que él mismo pensó, al ver que lo suyo con Kai se consolidaba aun sin tener un nombre…

 

Cada cierto tiempo recibían las visitas de Reita y Aoi a la casa, ellos también estaban viviendo en Tokio, Reita estudiando igual que ellos y Aoi  trabajando por que era mayor por un par de años, de esa forma fue que ambos se conocieron, en una visita a la casa de Shima y Kai…

 

—Estoy afuera de tu casa entumido de frío, Shima, ¿Cuánto más te demorarás en llegar?— le preguntó

—Lo siento, Reita, pero dentro de unos minutos llega Kai con Aoi ellos te harán pasar mientras yo llego. Pórtate bien y no seas grosero— advirtió

—Tu novio me cae bien, no lo insultaré— se defendió

—No lo decía por él, lo decía por Aoi —rió— pero Kai no es mi novio— aclaró

 

Tras colgar la llamada Reita siguió tiritando de frío un par de minutos más sentado fuera de la casa, hasta que vio llegar una camioneta negra de la cual se bajó Kai y otro chico…

 

—Hola, Reita— lo saludó Kai

—Hola— respondió parándose

—Siento llegar tarde, pero me divertí con Aoi, se me había olvidado que venías— se disculpó

—No me extraña que se te olviden las cosas— comentó, mientras el chico abría la puerta

—Por cierto, el que esta al lado tuyo es mi primo Aoi— comentó

—Yuu, mucho gusto— se presentó solo

—Akira, el gusto es mío— respondió

 

Dentro de la casa las cosas eran diferentes, ahí estaba calentito, la casa era acogedora, estaba limpia y ordenada, llena de fotos, medallas y diplomas por todas partes. Ambas visitas se desenvolvían bien cuando llegaba cada quién por su cuenta, pero estando en presencia de otra persona las cosas no eran iguales y Kai se dio cuenta…

 

—¿Qué les pasó?— les preguntó

—¿Por qué?— respondieron los dos a la vez

—Otras veces cuando vienen andan como pedro por su casa, me extraña que tú —apuntó a Reita— no estés tirado mirando tele en el sofá, y que tú —apuntó esta vez a Aoi— no estés sacando las cervezas del refrigerador— explicó

—Es diferente cuando hay alguien más— volvieron a sincronizarse

—De eso me estoy dando cuenta— dijo

 

No le dio mas importancia al hecho, siguió en lo suyo y los dejó ser, así a los pocos minutos los dos desconocidos comenzaron a conversar dejándolo a él en el olvido, pero poco le importó, lo que quería era que se conozcan entre si, ellos que de por si ya se ubicaban a raíz de lo que Shima y él les contaban a ambos…

 

Dos años pasaron desde que se habían ido a vivir juntos y lo suyo ya tenia nombre, por fin, aunque no era necesario, ambos tenían presente que aún si no eran novios oficiales se amaban y se respetaban como tales, pero la decisión de hacer la propuesta fue por parte de Kai…

 

—Tengo algo que decirte— comentó

—¿Reprobaste un ramo?— preguntó

—No, ¿Por qué me preguntas eso?— interrogó

—Por la seriedad con que me dijiste “tengo algo que decirte”—lo imitó

—En realidad es serio lo que debo decir, pero ya le bajaste el perfil— dijo a punto de reírse

—Mejor dime de una vez— pidió

—Después de la cena mejor— anunció

 

Y aunque Shima pasó toda la cena tratando de sacarle información no consiguió sacarle más que un par de risotadas a Kai, el tema realmente era importante, pero Takashima tenía la habilidad de romper todo ambiente de seriedad. Estando acostados volvió a insistir antes de quedarse dormido, ya que Kai no daba señales de hablar…

 

—¿Me vas a decir ahora qué era lo tan serio?— preguntó

—Te digo mañana mejor, tengo sueño— dijo

—No me dejes con la duda, sabes que no te dejaré dormir~— canturreó subiéndose a sus caderas

—Pero sin payasadas, Takashima— advirtió

—Él solo asintió—

—Esto es más difícil de lo que pensé —susurró— Shima, ¿quieres ser mi novio?— preguntó

 

Después de una pequeña risita, Uruha lo besó y le dijo que si quería ser su novio, dejándole claro también que no era eso lo que esperaba escuchar, pero de todas maneras había sido una grata sorpresa de su parte querer ponerle un nombre a su relación…

 

—Mi amorcito, ahora si que no te dejaré dormir— anunció

—Si te decía me ibas a dejar dormir— reclamó

—Pero no dormirás, te violaré~— canturreó introduciendo las manos bajo su pijama

—Entonces no dormiré— “se resignó” riendo

 

Relaciones sexuales mantenían desde hacía mucho tiempo, no era su primera vez, aunque si la primera en calidad de novios, había que celebrar de alguna forma, aunque ambos tuvieran exámenes a primera hora en la mañana…

 

Al par de días coincidieron Reita y Aoi en su casa de nuevo, sólo que entre ellos ya no estaba la incomodidad inicial, como era de esperarse se comportaban como antes. Y la reacción que tuvieron ambos ante la noticia de “somos novios” fue algo así…

 

—Aoi, llama a CNN, esto es la noticia del siglo— molestó Reita

—Ay que pesado— se quejó Uruha

—¿Pero cómo pasó? Si ustedes nunca se han gustado— le siguió Aoi 

—Un momento ¿Quién fue el valiente?— preguntó Reita

—Kai levanto la mano sin poder dejar de reír—

—Esto es una primicia —se acercó Reita a Kai con el celular simulando ser un reportero— ¿Y qué fue lo que lo conquistó de éste hombre? ¿Su boca de pato? ¿Sus piernas sexies? ¿O qué?— le preguntó

—Indicó con los dedos que habían sido ambas cosas, aún riendo—

—Kai cállate— dijo Shima

—Reita ven aquí —Aoi indicó a su lado en el sillón— la primera pelea— dijo

—Y Reita corrió a sentarse al lado suyo— ¿Tienes las palomitas?— preguntó

—Ay no te enojes, Shima, admite que fue gracioso— se defendió Kai

—Si, un poquito— dijo haciendo un puchero

—No fue para tanto, no hagas pucheros, amor— le pidió. Por un momento se olvidaron que no estaban solos

—Beso, beso, beso~— empezaron gritar los otros dos

 

No había sido novedad para ninguno de los dos que dijeran que eran novios, siempre habían sabido que se gustaban, que se besaban, que se acostaban, por lo mismo los molestaron. Pero así como no era novedad para ellos el que Shima y Kai fueran novios, para el mejor amigo y el primo tampoco era novedad que ellos se gustaban también, era sólo cuestión de tiempo…

 

A punto de terminar sus carreras, ya con un buen tiempo de relación, estando al tanto también de la relación oficial entre Reita y Aoi, llegó una nueva persona a sus vidas. Era el último año de sus carreras y a Kai le pidieron ser tutor de un alumno de primer año, no lo conocía mucho, lo único que sabía de él era que se hacía llamar Ruki y debía juntarse con él para ponerse de acuerdo con los horarios…

 

—Disculpe— interrumpió a la pareja

—¿Qué se te ofrece?— le preguntó Shima

—Lo ignoró— ¿Tú eres Kai?— preguntó

—Sí, ¿Tú eres Ruki?— preguntó también

—Sí, mucho gusto— dijo tendiéndole la mano

—Mucho gusto, Ruki— le devolvió el saludo sonriendo

—No fue difícil reconocerte con los datos que me dieron— comentó

—¿Y qué fue lo que te dijeron?— preguntó

—Aparte de que siempre andas con éste —apunto a Shima— me dijeron que te reconocería por tu linda sonrisa— halagó

 

Era solo el comienzo y Shima ya odiaba a Ruki, pero por más que le pidió a su novio que no le ayudara Kai no iba a negarse, no porque eso le trajera problemas, sino porque Kai nunca le iba a negar ayuda a quién se lo pidiera. Lo peor de todo era que Kai llevaba al niñito a casa y a Ruki le encantaba menospreciarlo frente a su novio…

 

—Dime que no va a venir ese enano otra vez— dijo

—¿Por qué te cae tan mal?— le preguntó

—¿No te das cuenta de cómo me trata?— se quejó

—Ignóralo, amorcito— solucionó

—Él debería ubicarse, me da lo mismo como me trate en la universidad, pero que no venga a insultarme en mi casa, Kai— siguió

—Está bien, Shima, no le daré descanso, así no te molesta— resolvió

—Eso espero, cumple, amor, quiero verle salir humo de las orejas— dijo

 

Esas ganas asesinas de ahorcarlo que tuvo al verlo entrar en la casa no se las quitaba nadie, así como tampoco la sospecha de que el enanito ese tenia interés en su novio, era cosa de ver como lo miraba, como se comportaba con él, le corrían las babas por Kai y tenía el descaro de no disimular frente suyo, aún sabiendo que él era el novio…

 

—Estoy cansado— reclamó Ruki haciendo un puchero

—Shima tosió un poco y Kai lo miró—

—Ya queda poco, Ruki, termina tu guía— le respondió, de fondo se escuchó una risita poco disimulada

—Que fastidio— soltó al aire

—Amor— susurró Shima, Kai lo miró

—Le hizo una seña con el dedo para que se acercara—

—¿Qué pasó Shima?— preguntó yendo hacia él

—Dame un besito— pidió estirando sus labios

 

A sabiendas de que Ruki lo estaba mirando beso con más ganas a su novio. Como odiaba a ese pequeño infiltrado, pero disfrutaba haciéndolo perder la concentración por mirar como ellos se besaban…

 

—¿Falta mucho para que se vaya?— preguntó en un susurro

—Ya queda poco, aguanta Shima— pidió

—Pero es viernes en la noche, podríamos estar haciendo otra cosa— alegó mordiéndole el labio inferior

—Cuarenta y cinco minutos más, amor, luego haremos lo que quieras— dijo abrazándolo

—Bueno, amorcito, yo espero— respondió sacándole el dedo medio a Ruki que los estaba viendo

—No entiendo esto— anunció Ruki devolviéndole el gesto a Uruha aprovechando que Kai estaba de espaldas

—Ya voy— se soltó de Uruha y este rodó los ojos

 

Eso era guerra y Kai no se daba por enterado, aún así Uruha no se preocupaba, confiaba en que su pareja no lo dejaría, no a esas alturas de su relación. El que estaba sobrando ahí era Ruki, y debía darse por enterado tarde o temprano…

 

Shima terminó descubriendo que Ruki sólo mentía con eso de que no entendía y se enojó bastante, por culpa de eso Kai estaba perdiendo la concentración en sus estudios solo por ayudarle y responder sus dudas. Takashima habló en tono de amenaza con el pequeño, pidiéndole que deje tranquilo a su novio antes de que reprobara sus ramos, dejándole claro también que si Kai reprobaba él no las iba a sacar limpias…

 

—¿Y esa cara, amor?— le preguntó Shima

—Reprobé un ramo— comunicó y los instintos asesinos de Uruha se encendieron

—Animo, amorcito, aun te queda una oportunidad— lo alentó

—Debo estudiar, pero debo ayudar a Ruki también— dijo

—Ruki puede irse a la mierda, tu carrera está primero— comentó

—Pero Shima, no puedo dejarlo así— insistió

—Si puedes, y lo harás, sino te dejaré en abstinencia hasta que obtengas tu titulo— advirtió

—Está bien, lo dejaré— anunció

 

Tal como advirtió Shima la paliza para Ruki no hizo esperarse, al día siguiente, a la hora de almuerzo, cuando unos cuantos comían en el casino, él estaba al tanto que Ruki se iba a su pensión a comer, fue en ese momento en que lo atajó antes de que cruzara la calle para tomar locomoción…

 

—No digas que no te lo advertí, enano— dijo antes de golpearlo haciéndolo caer al suelo

 

Menos de un minuto tardo la gente en reunirse alrededor a ver como la pelea se armaba, Ruki no se quedó atrás, intentó defenderse, aun así la diferencia de fuerzas y portes le jugó en contra y todo acabó cuando el mismo Kai llegó a detener a su novio…

 

—Shima, basta, déjalo— dijo tomándolo por la cintura

—Déjame, Kai, se lo advertí, él no quiso escucharme— debatió removiéndose para que lo suelte

—Hazle caso a tu novio— dijo Ruki

—Ahora es mi novio ¿cierto?, pero cuando le andas moviendo el culo frente mío eso no te importa, enano de mierda— alegó tomándolo del cuello de la camisa aún siendo sujetado por Kai

—Amor, déjalo— insistía él

—¡Mi novio reprobó por tu culpa, maldito!— le gritó mientras lo zarandeaba

—Perdón— susurró al borde del llanto

—¡Pídele perdón a él, imbécil! ¡Por culpa de tu estúpida calentura y tu mentira tendrá que esforzarse el doble para pasar ese maldito ramo!— exigió zamarreándolo y ahí Kai perdió el hilo de todo

 

Takashima obligó a Ruki a decirle la verdad a Kai, a pedirle disculpas de rodillas, y todo en frente de la masa de gente que se había amontonado a ver la pelea, peor vergüenza que esa no pudo pasar el niño. Sino había querido entender por las “no tan buenas”, tenía que aprender por las malas, eso le pasó por hacer oídos sordos a las advertencias de Takashima. Luego de eso no le quedaron ganas de volver a acercarse a la pareja…

 

Pero las pruebas para la pareja no terminaron ahí, algo vino después poniendo en la balanza las prioridades de ambos estando sólo a un par de semanas de comenzar sus prácticas profesionales. No era nada grave lo que lo aquejaba pero él se hizo examinar para saber que era lo que tenia, dando como resultado algo que nunca se esperó, algo que tampoco sabia como decirle a su pareja…

 

—Andas raro— le reprochó

—No me he sentido bien últimamente— dijo

—Lo sé, se te nota, amor— contestó

—Fui al doctor— mencionó

—¿Y qué es lo que tienes?— preguntó

—Estoy embarazado, Kai— anunció tendiéndole el examen

 

Leyó y releyó ese examen miles de veces sin llegar a terminar el almuerzo que se enfriaba en la mesa, todo bajo la atenta mirada de Shima, quién mientras pensaba todos las frases posibles que saldrían de la boca de Kai una vez terminara de procesar la noticia, aunque de todos modos el doctor le había dado la posibilidad de abortar, siempre y cuando fuera antes de los tres meses…

 

—Kai, dime algo, lo que sea— pidió

—No sé que decir— respondió

—Créeme que yo estuve así mismo cuando me dieron la noticia, y te entendería si no quieres seguir conmigo, tengo la oportunidad de abortar éste bebé, pero no lo haré, si ya no quieres seguir después de esto me las arreglaré solito— dijo

—Te prometí jamás dejarte solito, Shima— contestó

—No debes hacerlo por compromiso, yo no quería atarte a mí con un embarazo, aunque tampoco es como si hubiera sabido que podía estarlo— contó

—Yo estoy atado a ti porqué así lo quiero, mi amor por ti es lo que me mantiene a tu lado, ¿Qué te hace pensar que te dejaría mientras esperas un hijo mío?— le preguntó

—No lo sé, Kai, he pensado en tantas cosas, me pongo fatalista a veces— respondió

 

Muy al contrario de lo que pensó, Kai se tomó bien la noticia, era obvio que reaccionaria raro, estar frente a un embarazo masculino no era cosa de todos los días, pero se trataba del amor de su vida, se trataba de su hijo y de un sueño cumplido antes de tiempo, estaba contento aunque no pudiera cambiar la cara de asombro en un buen rato. Aun así Kai después se reía sin poder evitarlo mientras abrazaba a Shima cuando caminaban por la calle…

 

Estando solo a una semana de comenzar con las practicas, ambos decidieron que Shima debía posponer eso hasta que naciera el bebé, Kai si haría la suya, lamentablemente le había tocado lejos ya que la había conseguido con un amigo de su familia quién le había ofrecido un puesto de trabajo también, y por temas de seguridad Shima debía quedarse en Tokio, pero solo no, bajo los cuidados y mimos de Reita y Aoi. Solo de ese modo Kai pudo irse mas tranquilo bajo el compromiso de volver a casa cada quince días…

 

—Me siento rarito— dijo Shima

—¿Quieres vomitar?— le preguntó Reita

—No, es como un cosquilleo ahí dentro— contestó tocando su pancita

—Tu bebé se esta moviendo, Uruha— comentó Aoi 

—¿Cómo sabes?— le preguntó

—Mi amor, ¿Estás embarazado también?— lo molestó Reita 

—¡No! —Chilló avergonzado— Lo sé porque mi mami me contó cómo fue su embarazo— respondió

—Aww, mamón— lo molestó su pareja

—Déjalo en paz, Reita, sino se embarazará a propósito— dijo Shima

 

La vida era más alegre estando con sus amigos, sin embargo entre quincenas extrañaba tanto a Kai que a veces hasta lloraba o lo llamaba en las noches para adormilarse escuchando su voz. Los días más felices del mes eran cuando llegaba él con su linda sonrisa, una rosa para Shima y un regalo para su bebé…

 

—Amor, te extrañé— le dijo abrazándolo

—Yo también, Shimita— contestó

—Hoy es el control para saber el sexo del bebé— contó

—Por fin sabremos que es, me da nervios— comentó

—No estés nervioso, Kaicito, sonríe— pidió estirándole las mejillas

 

Las caras que ponía Kai a veces eran indescifrables y le causaban gracia a Uruha, cuando eso pasaba siempre terminaba estirándole las mejillas, pero si eso no funcionaba un apretón en las nalgas era la solución. Esa tarde los dos fueron al control para saber el sexo del bebé quedando de acuerdo pedir una copia de la ecografía para dárselas a Reita y Aoi…

 

—¿Qué creen que será?— les preguntó el doctor

—Según lo que dice mi madre será niña— contestó Uruha

—Las madres no se equivocan en esas cosas, Takashima, su bebé será niña— reveló

—Genial, ahora tendremos que encontrarle un nombre— habló Kai emocionado

 

La noticia los alegró bastante y esa misma tarde le escogieron el nombre mientras paseaban por ahí pensando en lo que vendría después, habían muchos planes de por medio con Reiko en camino. Esa niña significaría un cambio en sus vidas, ellos no se imaginaban que cosas traería su nacimiento…

 

Los padrinos por mérito y obligación serian la parejita compuesta por Reita y Aoi, ellos que acompañaron a Shima en todo su embarazo consintiéndolo, cuidándolo y aguantándolo, con sus antojos, sus pataletas y sus penas cuando se acordaba de Kai, ellos que querían a la pareja como a sus hermanitos pequeños tendrían el privilegio de consentir también a esa patita que estaba por nacer…

 

—Cálmate, Shima, respira— le aconsejaba Reita

—Pero duele— se quejaba

—Me imagino, pero si respiras pasa un poco— insistió

—¡Aoi ¿Quieres apurarte?!— le gritó al conductor el histérico embarazado

—Voy lo más rápido que puedo— contestó

—¿Dónde mierda esta Kai?— preguntó de pronto

—Ya le avisamos, viene viajando— contestó Reita

—¡Ay! Eso dolió— se quejó

 

Todo el camino a la clínica estuvo lleno de gritos de dolor e histeria por parte de Shima, y Kai llegó directo allá a los pocos minutos después. Shima tenía con los nervios de punta a las enfermeras con sus gritos, y por una parte eran entendibles, pero le rogaban a Kai que lo bese constantemente para mantenerlo callado, o que mínimo le preste el brazo para que lo muerda y no grite, sino la inyección se la iban a poner en cualquier lugar menos donde debían…

 

—Bésame, Shimita— le pidió

—¿Me extrañaste?— preguntó

—Sí, amorcito, por eso bésame— insistió

 

Las enfermeras aprovecharon el momento de quietud para poder ponerle la inyección que calmaría sus contracciones, luego de eso todo era cuestión de preparar el quirófano para la cesárea y mandar a Kai a cambiarse de ropa para que entrara al parto con su novio…

 

—Me engañaste— reclamó

—¿Por qué?— preguntó

—Me pediste que te bese sólo para que me pongan la inyección— se quejó

—En parte si, pero de verdad extrañe besar tus labios de patito— dijo

 

Luego de un último beso separaron sus caminos y se reencontraron en el pabellón, Kai en ningún momento se despegó de la mano de Shima, dejó que lo mordiera y lo apretara todo con tal de que se le pasen los nervios, hasta que ambos sintieron el llanto de la pequeña Reiko, estaba en manos de una enfermera y él tuvo la oportunidad de cortar el cordón umbilical. Hasta ahí todo bien, pero en el momento en que se llevaron a su niña un mal presentimiento lo abordó y salió del pabellón con esa maldita sensación…

 

—¿Qué pasó, Kai? ¿Por qué traes esa cara?— lo interrogó Aoi

—Salió todo bien durante el parto, pero tengo un mal presentimiento— comunicó

 

Cambiando un poco la cara y tratando de autoconvencerse de que era solo sugestión lo que tenía, le contó a su primo y a su amigo como había sido todo, le brillaron los ojos cuando les contó que había cortado el cordón a su niña. Pero aun así, por más que trató de ignorar la sensación ésta no desapareció, sólo se acrecentó cuando el doctor lo mandó a llamar a su oficina…

 

—Son malas noticias— dijo, ni siquiera había sido una pregunta, tenía la certeza de que así era

—Lamentablemente, sí— reveló el doctor

—Dígame que ninguno de los dos murió— pidió

—No, nadie ha muerto, pero la pequeña Reiko corre el riesgo— contó

—¿Qué tiene?— preguntó

—Una de las arterias de su corazón no funciona correctamente, hay que operarla— comunicó

—Eso no es todo, ¿verdad?— interrogó

—Necesita un trasplante— reveló

 

No tenía ni un día de vida y ya corría el riesgo de morir, y no era una operación cualquiera la que necesitaba, era un trasplante. No era prioridad en la lista, y no tenían tiempo que perder. La vida era tan cruel a veces, más encima estaba seguro que Shima no sabia nada y tampoco le diría, lo conocía demasiado bien como destrozarlo con una noticia así…

 

—Quiero ver a Reiko— alegó

—Tienen que hacerle los exámenes, Shimita— dijo

—Bueno, entonces quédate conmigo— pidió

—Si amor, me quedaré contigo— contestó reteniendo las lágrimas

 

Estuvo con él hasta que se durmió, y se despidió de su novio con un beso en la frente. No tenía corazón para quitarle la ilusión de ser padre, él cumpliría su promesa cueste lo que cueste…

 

Mientras la otra pareja estaba en la sala de esperas aun, él llegó y les pasó una llave y dos sobres, luego de eso se despidió de ellos tomando rumbo hacia otro sector del hospital…

 

Cuando Shima despertó el doctor le dio la noticia sobre su hija, lagrimas no faltaron por parte de él y lo único que quería era estar con Kai, pero no estaba por ninguna parte…

 

—Su hija estará bien— le dijo el doctor

—Eso espero— susurró

 

A quien invadió un mal presentimiento fue a Shima, y lloró, lloró hasta que el calmante que le pusieron en el suero lo hizo dormir, sus amigos entraron a verlo y estuvieron en silencio para no despertarlo, rogando que mientras la operación de Reiko saliera bien…

 

Ya siendo de noche Shima despertó nombrando a Kai, pero al lado suyo estaban solo Reita y Aoi, pidió ver a su novio, pero ni ellos sabían que había sido de él, había desaparecido horas antes luego de contarles la noticia sobre Reiko. El doctor entró a romper el ambiente con una noticia, que al menos era buena…

 

—¿Cómo salió la operación?— le preguntó Reita

—Eso venia a informar, salió todo bien, Reiko está en recuperación— informó

—¿Quién fue el donante?— preguntó Shima

—Eso no se puede revelar, va en contra de la política de la clínica, lo siento— se disculpó

 

Un par de palabras más sobre la recuperación de la bebé y los cuidados que debería tener tras el alta y se retiró de la sala dejando a los amigos llorando de felicidad, pero con la interrogante de donde estaría Kai en esos momentos…

 

Tras el alta de Shima y Reiko llamaron a la empresa donde Kai estaba haciendo práctica para saber si había vuelto, pero la esperanza se les esfumó cuando la secretaria les dijo que luego de pedir permiso por el parto de su novio no había vuelto a presentarse…

 

—¿Las llaves de tu auto?— preguntó Shima pasándole un manojo a Aoi

—No, las tengo en mi bolsillo— respondió tomándolas

—Aoi, lo que nos pasó Kai en la clínica— lo hizo acordar Reita

—¿Qué les pasó Kai en la clínica?— consultó Shima curioso

 

Aoi busco en su chaqueta y ahí aun estaban los sobres que le había pasado su primo, ese día ni siquiera leyó los destinatarios, pero teniendo la ocasión lo hizo, y uno de los sobres era para Shima y el otro para Reiko…

 

—¿Qué es?— preguntó Aoi

—Es una carta de Kai— respondió

—¿Qué dice?— interrogó Reita

—Léela tú— se la pasó

—Querido Shima— comenzó

 

“Querido Shima:

 

Sé que te estás preguntando que fue de mi, haz de estar pensando que te abandoné, que incumplí mi promesa, pero jamás faltaría a ella, te amo demasiado como para abandonarte, es solo que ahora mi corazoncito late en otra parte. Nuestra hija necesitaba un donante, amor, yo no iba a dejar que muriera, lo que nuestra hija necesitaba para vivir a tu lado es lo que yo le di sin pensarlo dos veces.

 No te abandoné, Shima, un pedacito de mi esta dentro de Reiko, desde donde estoy ahora te sigo amando y acompañando, no te sientas solito que yo estoy contigo, como siempre y para siempre.

 

Tenía algo más que decirte en vida, pero ya es tarde, de todos modos sal de la duda tú mismo, Aoi tiene una llave, es la del cajón que nunca pudiste abrir, pídesela.

 

Te amo, Shima, volveremos a encontrarnos”

 

A penas terminó de leer Shima miró a su hija entre sus brazos, era por eso que Kai no estaba allí, al menos no visiblemente, él se había sacrificado por su hija sin pensarlo. Había lágrimas en los ojos de los tres adultos que escucharon la lectura de esa carta

 

—Pásame esa llave— pidió

—Toma— se la pasó

 

Con las lágrimas corriendo por su cara dirigió los pasos a su habitación luego de pasarle a Reiko en los brazos a Reita, y abrió el dichoso cajón con la llave, dentro había una cajita y dentro de la misma un anillo. Kai le iba a proponer matrimonio…

 

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

 

~*´” Diecisiete años después”`*~

 

Era la madrugada del cumpleaños de Reiko y Uruha había amanecido intentando hacerle un pastel de cumpleaños, lo logró con mucho esfuerzo y gasto de material, pero al menos había quedado decente y comestible…

 

—A ti te habría quedado mucho mejor, mi amor— susurró pensando en Kai

 

No había día de su vida en que no se acordara de él, jamás pudo volver a enamorarse, aún cuando se lo aconsejaron, cuando tuvo oportunidades de rehacer su vida con otra persona, su corazón tenia un solo dueño…

 

—Papito, ¿Dormiste aquí?— lo despertó Reiko

—Mierda, me quedé dormido— se quejó

—No diga palabrotas— lo retó apretándole una mejilla

—Lo siento— se disculpó

—La próxima vez te lavaré la boca con jabón, papi— advirtió

—Ok, ok, ya no diré palabrotas— se comprometió

—¡Un pastel!— chilló la niña

—Es tuyo, feliz cumpleaños, Reiko— la felicitó 

 

Su niña era tan parecida a Kai en algunas cosas, sobre todo su sonrisa y la única margarita que tenia al lado contrario de su padre, también en lo buenos cocineros y buenas personas, Reiko había ganado muchos premios honoríficos por su voluntad de oro y estaban todos colgados en la casa…

 

—No quiero ir a la escuela— dijo

—¿Por qué?— le preguntó

—Es viernes, tengo flojera— contestó

—Solo por ser tu cumpleaños, Reiko, no te acostumbres a faltar— concedió

—Gracias, y no me acostumbraré, me gusta ir al colegio, pero hoy es un día especial— comentó

 

Como habiendo adivinado que Reiko no había ido al colegio a las horas después aparecieron Reita y Aoi en la casa cada uno con un regalo para su ahijada, porque jamás lograron ponerse de acuerdo en comprar uno solo…

 

—¡Feliz cumpleaños, Reiko!— dijeron

—¡Gracias!— respondió abrasándolos

—¿Cuántos cumpliste?— le preguntó Aoi

—¿Ya se olvido?, cumplo diecisiete— contestó

—Déjalo, es la edad— molestó Reita y ella rió

 

Juntó sus regalos en la mesa y fue a avisarle a Shima que habían llegado sus tíos, a los pocos minutos bajó él con un regalo, una cajita y una carta en la mano, saludó a sus amigos, los invitó a tomar asiento y le pasó todo eso a Reiko…

 

—¿Qué es todo esto?— preguntó

—Son regalos y esa carta es de parte de tu papi Kai— respondió

 

A pesar de todos los años que habían pasado, Shima jamás le mostró una foto de su otro padre, si se lo había mencionado siempre, le contaba historias y anécdotas de ellos cuando eran jóvenes, pero esa era la ocasión de que Reiko saciara su curiosidad…

 

—Es mi papi Kai, ¿Verdad?— preguntó sosteniendo el porta retratos entre sus manos sin dejar de mirarlo

—Sí, él era tu papi— le respondió Shima

—Era lindo— comentó

—Muy lindo— añadió él

—Y tenía una sola margarita, igual que yo— dijo sonriendo y apuntando su mejilla a la vez que sostenía la foto al otro lado suyo

 

Era increíble el parecido que tenían ambos, tanto que Uruha lloró de solo recordarlo, hacia mucho no lloraba ya por su muerte, pero ver a su hija sonriendo al sostener el retrato de su padre rompió sus defensas, después de todo ese día no solo se celebraba el cumpleaños de Reiko, sino también se conmemoraba la muerte de Kai…

 

—¿Y este anillo?— preguntó Reiko tras abrir la cajita

—Ese anillo me lo dejo Kai, pero yo quiero dártelo, eso tiene un significado especial para mí— contó

—Está lindo, gracias— respondió y se lo puso

—¿Te queda bien?— consultó

—Sí —susurró viendo la carta debajo de todo eso— tengo una duda— dijo de pronto

—¿Qué duda?— le preguntó su papá

—Dijiste que esta carta era de parte de mi papi Kai, ¿Cierto? —Shima solo asintió— ¿Cómo es eso posible si él está muerto?— preguntó

—A lo mejor si la lees tendrás la respuesta— le contestó

 

“Querida Reiko:

 

Ha de ser raro leer la carta de un muerto ¿No? De seguro esta carta ya está vieja y un poco arrugada, pero está en tus manos, eso es lo que importa.

Me presentaré contigo, yo… No sé si decir soy o era tu padre, mi nombre a estas alturas es lo de menos, de seguro ya sabes que me decían Kai, ¿verdad?, en estos momentos tengo nervios, estoy a punto de entrar a pabellón. Me tomé la libertad de escribirte esto porque después no podría.

Hace poco naciste, te vi nacer, corté el cordón, y me alegré por ello, sin embargo al par de horas de tu nacimiento el doctor me ha llamado a su oficina, tenía algo que decirme: “su hija esta en riesgo de morir”, “una de las arterias de su corazón no funciona bien”, “necesita un trasplante”. Tres frases que me hicieron tomar la decisión por la cual no estoy contigo ahora mismo.

Antes de cualquier cosa te diré que amo a tu padre, con él compartí la mayoría de mi vida, me hizo prometer que estaría con él siempre de alguna forma cumpliré.

A ti también te amo Reiko, aunque cuando me enteré de que estabas dentro de Shima me sorprendí un poco, pero tú eres un pequeño gran milagro de amor, por eso te amo tanto.

 Segundo, haz de saber ahora que al hacer un trasplante se corre el riesgo de un rechazo en el organismo, por esa misma razón quien te diera esa arteria no podía ser cualquiera, y no había tiempo que perder esperando mientras yo estaba ahí disponible, no iba a dejar que el tiempo consuma nuestras esperanzas, tú tenias que vivir, y lo estás haciendo, estás leyendo esto ahora y sé que la decisión que tomé al donarte una parte de mi fue la correcta.

 

Vive Reiko, vive todos los días como si fueran el ultimo, lucha por tus sueños, jamás te rindas y por sobre todo problema, sonríe, sonríe siempre, porque una sonrisa abre miles de puertas, pero sobre todo una sonrisa sincera sana el alma.

 

Como último favor te pido que cuides a tu padre, no lo dejes solito nunca y dale un abrazo y besito de mi parte.

 

Te amo mucho, hija, ¡feliz cumpleaños!”

 

Que difícil era saber que alguien había tenido que sacrificarse para que ella viviera. A medida que iba leyendo la carta borró de su alma todas esas veces que alegó no tener ambos padres como los demás niños, cuánto se arrepentía en esos momentos de todas las palabras que haya dicho en el pasado. Un poco tarde, pero se sintió orgullosa del padre que había tenido, aquel hombre que pensó en ella antes que en cualquier otra cosa, aquel hombre que muy por el contrario a lo que ella pensaba estaba mas cerca de lo que nunca imaginó…

 

—Mi papito murió por mi culpa— dijo sollozando

—No, Reiko, no fue tu culpa— la abrazó Shima

—Pero si no me hubiese dado esa arteria él estaría vivo, aquí con ustedes— añadió

—Pero quizá tú no estarías aquí— dijo Reita

—No te culpes por la muerte de Kai, él quiso que tú estuvieras aquí en su lugar— habló Aoi 

—Yo habría hecho lo mismo si hubiese sabido, Reiko, me enteré de tu problema después de que Kai desapareció sin saber que estaba entrando al pabellón para hacer el transplante— contó Shima

 

Costó hacer entender a Reiko que no había sido su culpa la muerte de su padre, pero entendió tras una larga conversación llena de revelaciones y llantos por parte de su padre y sus tíos…

 

Entrada la tarde fueron los cuatro al cementerio a pedido de ella misma, allí se tendió a llorar sobre la tumba de Kai dándole las gracias infinitas veces por haberle regalado un pedacito suyo, contagiando a los otros tres que lloraron como nunca antes frente a la tumba del que haya sido su amigo, primo y novio…

 

Al tener el conocimiento de donde provenía su segunda oportunidad en la vida, Reiko se propuso valorar el doble cada día de su existencia de ahí en adelante y sonreiría en honor y a pedido de su padre…

 

Ese día fue bastante largo, lleno de emociones y cansador por lo mismo. Reita y Aoi se fueron bien tarde a su casa dejando a Shima y a Reiko en la tranquilidad de su hogar, ya más tranquilos y seguros de que habían aclarado todo lo que debían aclarar…

 

—Tengo sueñito— se quejó Reiko refregándose los ojos

—Ve a dormir, amorcito, es tarde— le dijo

—Pero antes debo hacer algo que mi papi me pidió en su carta— anunció

—¿Y qué es?— preguntó

 

Reiko no le respondió, solo lo calló con un besito y le dio un abrazo muy fuerte, luego le dijo buenas noches y se fue a su habitación. El se dedicó a apagar todo y se fue también rumbo a su cama…

 

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

 

~*´” Años después”`*~

 

Promesa era promesa, Reiko aun cuando se había casado y formado su propia familia se llevó a Shima con ella, aun bajo las protestas de su marido, aun bajo las críticas de su suegra, tenía un pacto con su papi Kai, no iba a dejarlo solito nunca…

 

Shima sabía los problemas que su presencia en esa casa causaba, pero estaba viejo y cansado, no tenia ni tiempo ni energías para luchar, se la pasaba todo el día encerrado para no ocasionar más problemas de lo que ya a su niña…

 

Esa noche se dio vueltas y vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño, su cama se le hacia mas grande y vacía que otras veces, en momentos como esos, cuando estaba solo con su soledad era que extrañaba mas que nunca a Kai, extrañaba su aroma, su cuerpo, el sonido de su respiración al lado suyo, pero estaba resignado, podía extrañar y llorar todo lo que quisiera, estaba consciente que a esas alturas ya nada de eso le devolvería a su novio…

 

Una mano fría se posó sobre su mejilla, aun con los ojos cerrados reconocería esa mano, podían haber pasado años, podía ser que solo fueran delirios suyos, pero la mano que estaba sobre su mejilla era la de Kai…

 

—Shima, ven conmigo— dijo tendiéndole la mano

—Estoy cansado, llévame— pidió

 

Kai sabia que Shima estaba cansado, cansado de ser un estorbo, cansado de extrañar, cansado de todo, ya había hecho todo lo que había querido hacer de su vida, él lo sabía porque siempre estuvo a su lado, cuidándolo, acompañándolo, aun cuando Shima no lo veía…

 

Así como se lo pidió, Kai lo tomó en brazos y se lo llevó con él, a un lugar donde estaba todo en calma, a un lugar donde podría descansar por fin, a un lugar donde podrían estar los dos juntos otra vez…                                                                                

 

Quizá el día siguiente para Reiko fue de los mas agridulces de su vida, se había enterado que seria madre nuevamente, pero cuando fue a contarle la noticia a su padre él ya no estaba respirando, pero aun con esa mezcla de sentimientos en su interior hizo lo que su papi Kai le haya dicho alguna vez. Sonrió, sonrió con lágrimas corriendo por su rostro sabiendo que su padre ya no abriría los ojos nunca mas, pero tenia la certeza de que estaba bien donde estaba, sabia que por fin sus padres se habían vuelto a reunir tras tantos años separados…

 

A pesar de que ya ninguno de sus padres estaba visiblemente a su lado se sentía acompañada por ellos, y nadie entendía porque sonreía siendo que estaba en pleno funeral de su padre, nadie nunca iba a entender que las promesas tienen un valor mas grande que el que muchos les dan, nadie la entendía, excepto aquellas personas que la observaban desde allá arriba…

 

—Ahora nos toca cuidarla— comentó

—A ella y a sus hijos— añadió

—Por fin estamos juntos— habló

—¿Siempre juntos?— preguntó

—Ahora si, Shima, siempre juntos— contestó y entrelazó sus dedos— Prometí que no te dejaría— le dijo

—Lo sé, en todo momento estuviste conmigo— respondió

 

Todo en la vida cumple su ciclo, ellos dos habían cumplido el suyo ya era hora de que descansaran juntos de todas la penas y culpas del pasado, tenían toda una eternidad para estar juntos, tenían toda una eternidad para amarse, tenían toda una eternidad para velar por su hija de ahí en adelante.

Notas finales:

Eso fue ;w;

 

No crean que no sufrí con esto, yo amo a Kai, me dolió matarlo TT__TT

 

Y disfrute maltratando a Ruki *w*, soy malita, lo sé xD

 

¿Alguien quiere ayudarme?, se lo agradecería, necesito ideas ¡Please!, les pago~ $u$ Ok no, estoy cesante xD, pero si alguien tiene una ideita por ahí en su mentecita me la deja en un review ;w; ¡Por favor!, La escribiré y se la dedicaré, (siempre y cuando Kaicito sea parte de la pareja principal y no tenga nada que ver con Miyavi) tengo tiempo demás para escribir, pero se me agotan las ideas

 

Como siempre ¡Muchas gracias por leer!, y sus opiniones, críticas, sugerencias, ayudas, maltratos psicológicos o lo que se les ocurra xD, bienvenidos sean :D 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).