Cabreado, así es como me siento. Siento como la ira recorre cada parte de mi cuerpo, de verdad que siento como fluye por cada una de mis venas. Suspiro, una y otra vez.
¿Que se cree? ¡Ja! Le odio. Si, definitivamente, le odio.
Odio su actitud, la manera en la que me mira, odio su pose arrogante, odio su voz, odio cuando baila, odio su cara, odio cuando sonríe, odio sus ojos, pero sobre todo, odio la forma en la que hace que las personas lo quieran. Lo deseen, lo necesiten. Porque otra cosa no, pero una vez que has tenido a Kim Jongin en tus brazos lo vas a desear y necesitar mas que el oxigeno. Y no exagero, lo vivo en carne propia cada día, y el lo sabe.
Claro que lo sabe, lo sabe, y lo aprovecha al máximo. Le saca todo el partido que puede a ello.
Hace lo que quiere conmigo, ¿Lo peor de todo? Es que lo se, claro que lo sé, y aun así, le dejo.
Y el, el simplemente vuelve a hacer lo que quiere, porque bueno, el es Kim Jongin, no se compromete con nadie y al fin y al cabo, sabe que me tiene de vuelta en un chasquido de dedos. Pero esto... Esto es demasiado, en mi cara, ¡En mi cara!
Sabía perfectamente que lo estaba viendo, e incluso me ha mirado y ha sonreído. Hyung, eso está mal... No deberías coquetear con nadie en mi cara.
Se abre la puerta de la habitación, y lo veo entrar, caminando como siempre, pose arrogante, sonrisa de suficiencia en su cara. Le sonrío, le sonrío y a el se le quita su estúpida sonrisa de la cara.
—Sehunnie...—Dice, mientras se sienta a mi lado.
—Hyung...
—Mira, Taeminnie...
Y aquí viene otra vez, lo mismo de siempre. Cada vez que se pega a un chico con intenciones claras de tener algo con el, viene y me lo explica, como si fuera su novio, como si no me hubiera dejado claro que no quiere más que sexo conmigo.
—Hyung—Le interrumpo—. Está bien. Te entiendo, de verdad que si...—Le digo mientras sonrío y asiento.
—¿Que?—Dice confundido.
—Que está bien, ¿Que me vas a decir? ¿Que no estabas coqueteando con el, aunque sabes que no es gay? Vamos, hyung...
—¿Estás celoso?—Dice alzando una ceja y una sonrisa burlona.
—No—Digo, rotundamente.
Y esta vez, me creo mis palabras, porque mas que celos, es rabia.
—Escucha Hyung—Sigo—, es obvio con las intenciones que te acercas a el, y a cualquiera—Digo levantándome—, a estas alturas, ambos sabemos mejor que nadie que eres demasiado gay y que además, no te conformas con solo una persona. Por otra parte hyung...—Me echo a reír, mirándolo a la cara—. ¿Debería estar celoso de algo? Que nos hayamos acostado unas cuantas veces no quiere decir que seamos algo más que amigos y compañeros de grupo, ¿No?
Me inclino hacía el, y le doy un corto beso en los labios.
Le miro, y su cara muestra algo de confusión.
—Oh Sehun, ¿De que...?—Se calla.
Miro hacía atrás y veo a Kyungsoo entrando por al puerta.
Me muerdo el labio inferior y le sonrió me dirijo a el.
—Hyung~... Lo has echo genial—Digo recargando mis brazos en sus hombros.
Me sonríe.
—¿Si?—Pregunta.
Asiento sonriendo.
—Muchas gracias, tú también Sehunnie—Dice revolviendo mi pelo.
Le sonrió.
—Voy a buscar Baekhyun y Chanyeol hyung.
El asiente. Miro una vez mas hacía Jongin y su cara sigue igual que antes.
En cuanto salgo de la habitación, suelto todo le aire que estaba reteniendo. No puedo dejar que Jongin haga mas eso conmigo. No puedo ser su marioneta.
Siento que algo no deja de golpearme insistentemente y abro los ojos, cuando llegué a casa caí rendido en la cama sin hacer caso si quiera a los gritos de Kyungsoo que me decía que comiera algo antes de dormir.
Me giro para ver que hora es y son tan solo las 3:28 de la madrugada. Cierro otra vez los ojos, pero algo no deja de palmear mis piernas. Me pongo boca abajo, y unas manos se colocan en mi culo, estrujándolo. Me muerdo la lengua para no emitir ningún tipo de ruido, y me incorporo rápidamente. Miro la cama de Junmyun y sigue abrazando su almohada. Alzo la vista y veo a Jongin.
—Sal de ahí, ya—Dice, sin más.
—Jongin piérdete, tengo sueño...—Digo tirándome en mi cama.
—¿Quieres que te levante a mi forma?
Me encojo de hombros, y abrazo mi almohada.
Siento su peso en mi cama, y como se revuelve a mi lado, y después se queda quieto.
Hasta que siento su lengua en mi cuello. Abro los ojos por la sorpresa, y no puedo evitar jadear.
—¿Que coño crees que haces?—Digo.
—Vamos.
Suspiro pesadamente, y me levanto de la cama. Salimos de la habitación y vamos a hasta el salón. Le miro, y niega con la cabeza. Pongo los ojos en blanco, y me dirijo a la salida del piso con el detrás de mi. Subimos a la terraza, como siempre.
Me siento en uno de los futones que hay repartidos por la terraza, y echo mi cabeza hacía atrás.
—Oh Sehun, ¿Que se supone que te pasa?—Dice.
—¿De que hablas, Hyung?
—Tú... Tu actitud esta tarde, ¿De que vas?
—Sigo sin saber a que te refieres...
—¿Que no significa nada? ¿De verdad?
Me muerdo al lengua y suspiro.
—¿Significa algo?—Digo alzando mis cejas.
—Sehunnie... Entiendo que te enfade que algunas veces sea demasiado cercano a...
—¡No!—Le interrumpo—. No es solo algunas veces... Es siempre, y lo haces en mi cara, y lo haces con conocimiento de que estoy ahí... Y te da igual todo lo que yo pueda sentir en cuanto a eso. ¿No?
—Sehun...
—Ah, es verdad, que nosotros no nos hemos comprometido nunca a nada. Y está bien hyung, pero algo dentro de mi, se ha desatado un poco, y no lo soporto mas.
—¿De que hablas?
—Hyung... ¿Has visto cuando un país entra en guerra consigo mismo? Quiero decir, que luchan entre los mismos ciudadanos por algo, destruyéndose así mismo...
El asiente. Me muerdo el labio inferior. Fijo mi vista en el suelo.
—Bien, pues has desatado una guerra en mi interior, haciendo que luche conmigo mismo. Mis sentimientos con lo que quiero hacer, y con lo que realmente debería hacer... ¿Entiendes?
Alzo la vista, y me mira, pero no me ve. Parece alguien perdido en una marea de personas buscando por una salida.
—Sehun...—Dice minutos después—, ¿Te has enamorado de mi?
Bufo, y me echo a reír... Por no llorar.
—¿No es obvio, hyung? Pero bueno, eso tú ya lo sabes, ¿No? Lo has sabido desde antes que yo me diera cuenta... Y lo has aprovechado... Porque me has tenido cada vez que lo has querido, porque sabías que pasara lo que pasara volvería a ti.
—Sehun, yo nunca... Mirame—Dice cogiendo mi barbilla.
Abre la boca para decir algo, pero la cierra y niega, se acerca y pega sus labios a los míos. Y no hace más, se queda tal cual, estático sin forzarme a mas.
Nos miramos a los ojos aun con los labios pegados. Se separa de mi y baja la vista.
—Eres estúpido—Dice riéndose.
Ya claro, sabía que esto pasaría si le decía directamente que le quería.
—De verdad que si...—Dice—, mira, imbécil, si me hubieras dicho esto antes, no te hubiera estado celando así de esa manera.
—¿Eh?
Se echa a reír de nuevo.
—¿Crees que es divertido pegarse a D.O hyung de esa manera? Aish este niño—Dice revolviendome el pelo.
—¡Yah! ¿De que hablas?
Sonríe.
—Te quiero... Y... Bueno, desde...—Suspira, suspira y otra vez sin decir nada—Te quiero.
Y junta sus labios con los míos de forma suave, saboreando mis labios.
Y yo... Y yo no hago nada, porque no he procesado lo que ha dicho.
Coloco mis manos en su pecho y lo separo de mi.
—¿Que quieres decir? Mira, Jongin, si es una broma...
—¿Te quieres callar ya y disfrutar de esto? Confesión, es una confesión y ahora empieza a quitarte la ropa—Dice volviéndome a besar.
Y esta vez le correspondo, porque bueno, joder, es lo que he querido desde hace mucho, e incluso si después me dice que es una broma, quiero disfrutar el momento. Quiero disfrutar sus palabras.
Coloco mis manos en su cuello y lo atraigo hacía mi, pegando mas su cuerpo al mío.
Siento su lengua pasar por mi labio inferior y enseguida abro los labios para dejar entrar su lengua, haciendo que un gemido se escape de mi boca. Muerde mi labio inferior haciéndome daño, y no me quejo, porque con Jongin siempre es así.
Se separa de mi boca dejando un hilo de silaba entre nuestros labios.
Me sonríe y me da un leve empujón en el pecho haciendo mi cuerpo caer hacía atrás.
Coloca sus manos en mi cintura, y sube poco a poco mi camiseta mientras reparte besos por toda mi cara menos mis labios.
Siento un gran escalofrió cuando siento su respiración caliente en mi oreja para acto seguido morder y chupar el lóbulo de esta. Empieza a bajar dando besos y aveces mordiscos desde mi oreja hasta mi cuello, donde se asegura de dejar marcas. Y para entonces, ya estoy jadeando de manera exagerada.
—Sehunnie, acabamos de empezar... ¿No te corras tan rápido, si?—Dice con tono de burla.
Le doy un golpe en el brazo, haciendo que recargue todo su cuerpo en mi.
Cierro los ojos con fuerza y no puedo evitarlo, pero de mi boca sale un gran gemido.
El sonríe, y se frota contra mi haciendo fricción.
—Deja de hacer eso—Suelta de golpe.
—¿El qué?—Digo, quitando su camiseta.
Me quedo anonadado—Como siempre—viendo su torso.
—Lamerte los labios. Es demasiado...
—¿Que pasa, Hyung? ¿No crees poder soportarlo?
—No. Puedo correrme con solo verte hacer eso.
—Uh... Que poco aguante tienes entonces.
Se echa a reír, y acto seguido, muerde mi pezón izquierdo haciéndome gritar.
—No me pruebes, Sehun-ah...
Y acto seguido comienza a chupar el otro.
Comienza a bajar besando mi torso y dejando un hilo de saliva y marcas por este. Se detiene en mi cadera, mordiéndola, como siempre. Me incorporo y me apoyo sobre mis codos, mirando lo que hace. Se deshace de mi pantalón rápido y vuelve a dar mordisco en mi cadera. Siento que algo húmedo pasa por miembro erecto por encima de la tela de los boxers. Echo la cabeza hacía atrás, y vuelvo a sentir la lengua. Sopla despacio, una y otra vez, pero no hace nada.
—Jongin... Creo que...—Jadeo.
—¿Si?
—Aish, esto debería hacerlo yo.
—¿Eh?—Dice confundido.
Me levanto dejando su cuerpo debajo de el mío. Reparto besos por todo su torso mientras le voy quitando los pantalones. Yo también tengo derecho a tocar, y el es lento para todo esto.
En cuanto estos desaparecen, me doy cuenta de cuan grande es la excitación de el al punto de tener los boxers húmedos.
Lamo esa zona por encima de los boxers y se los quito liberando así su ya erecto miembro.
—Sehunnie...—Dice con la voz ronca—, vamos... No seas así.
Sonrío, y comienzo a lamer la punta, escuchando a Jongin gemir.
Sinceramente, con solo escucharlo, me pongo mas y mas duro. Recorro con mi lengua desde la punta hasta el final de su miembro, agarrándolo por el tronco, y metiéndome todo lo posible en mi boca. Comienzo a succionar, y siento como Jongin se remueve debajo de mi sin dejar de gemir, me separo un poco y me acerco a sus labios, besándolo de forma desesperada, muerdo su labio y me separo de el.
—Escucha, si sigues haciendo eso, los hyungs se van a despertar... ¿Y no queremos que se enteren de esto, a que no?
El niega con la cabeza.
Asiento y le sonrío, dándole un corto beso en los labios, y volviendo a su miembro.
Vuelvo a pasar mi lengua por el miembro de Jongin y succiono lentamente, subo una de mis manos y comienzo a pellizcar sus pezones. Empieza a removerse inquieto, y comienzo a saborear algo salado, lo que me hace saber que está apunto de correrse. Me separo de el, escuchando un quejido por su parte.
Me mira, sin entender que es lo que hago. Comienzo a negar sonriendo.
—¿Crees que voy a dejar que te corras tan rápido? ¿Donde está la diversión en eso?—Digo.
—Sehun-ah... Me voy a correr en cuento te la meta... ¿Lo sabes, no?
Me empiezo a reír.
—¿Quien te ha dicho que vayas a ser tu el que haga eso hoy?
—¿Eh?
Se incorpora un poco. Me llevo tres dedos a la boca, chupándolos bien.
—Bien, hyung... Si te relajas, es mejor—Digo empujándolo para que se estire de nuevo.
—Sehun, esto no...
—Yah, creo que es justo que sientas esto alguna vez, ¿No? Te va a gustar... De verdad.
Suspira y se echa hacía atrás.
Alzo sus piernas, y las coloco en mis hombros. Llevo mis dedos a su entrada, y la rozo con uno de mis dedos, meto uno de mis dedos suavemente sintiendo como se tensa conforme avanzo.
—Hyung... Relajate.
Cierra sus ojos y se queda como congelado, a mi merced.
Suspiro. Meto otro de mis dedos y no me muevo durante un momento, pero en cuanto se relaja, los empiezo a mover en forma de tijera.
—¡Sehun-ah!—Dice aferrándose a mis hombros.
Había encontrado el punto justo donde quería llegar. Su próstata. Meto un tercer dedo, y vuelve a tensarse, a moverse incomodo, a respirar con dificultad.
Me paro unos segundos, y vuelvo a mover los dedos en forma de circulo.
—Se... Sehun... Yo... ¡Ah!—Exclama cuando vuelvo a dar contra su próstata.
Saco mis dedos y me levanto, me quito el bóxer, y lo aparto con mi pie.
Me coloco en sus piernas y lo miro a la cara. Es precioso, precioso en todos los sentidos, está sonrojado, y eso... Eso es algo que también odio de el. No deja de morderse el labio, una y otra vez.
—Hyung, te vas a hacer daño, para de hacer eso, las noonas estilistas se enfadarán contigo.
Me acaricia la mejilla, asiente y me sonríe.
Acerco mi miembro a su entrada y presiono suavemente, limitándome a dar sutiles roces.
—Sehun venga... No me hagas esperar—Dice con voz ronca.
—Hyung... ¿Sabes que odio todo de ti?
—Si... También se que es lo que mas odias de mi, y además, me gusta que lo odies.
Me acerco a el y lo beso suavemente, mientras comienzo a entrar en el. No dejo de besarle hasta estar completamente dentro de el.
En mi vida había echo esto, pero estoy seguro que es el cielo en la tierra. Con la única persona que me había acostada era Jongin, y yo siempre era el uke.
Me muerdo los labios y hago un gran esfuerzo para quedarme quieto, para no hacer nada hasta que Jongin se acostumbre, pero no puedo evitar que sonidos incomprensibles salgan de mi boca.
Miro a Jongin, y aprieta los ojos fuertemente mientras se muerde otra vez los labios.
—¿Estás bien?—Susurro.
Respira hondo y asiente.
—Solo... Solo tienes que esperar un poco... ¿Puedes hacerlo?
Sonrió y asiento. No quiero ser como el en ese sentido. El nunca espera, lo hizo la primera vez que nos acostamos, pero después y a diferencia de los preliminares siempre ha sido rudo y rápido, sin paciencia.
Coloca sus piernas al rededor de mi cintura, y comienza a mover la suya, indicándome que puedo moverme. Comienzo a moverme lentamente y Jongin pone sus manos en mi espalda, arañándome de vez en cuando, haciendo que incremente mi velocidad, escucho sus gemidos de placer, pero también de dolor, y me doy cuenta que estoy siendo demasiado rudo, pero el no se queja, es más, se aferra mas a mi. Me mantengo a ese ritmo hasta que siento un cosquilleo previo al orgasmo, con lo que bajo el ritmo para hacer mas duradero esto. Me agacho un poco y beso sus labios suavemente.
—Sehun-ah... No-o... No pares...—Dice entre gemido.
A estas alturas poco me importa lo alto que sean sus gemidos, si no se han despertado ya, no creo que lo hagan
Dirige una de sus manos a su miembro y comienza masturbarse. Le doy un manotazo.
—Tsk, hyung...—Me quejo.
Desenredo sus piernas de mi cadera, y las subo a mis hombros, y entonces, comienzo a embestir mas rápido. Escucho un gran chillido de su parte.
—Ahí Sehun, ahí...—Dice entrecortada mente.
Llevo mi mano a su miembro y comienzo a masturbarle al ritmo de mis embestidas.
Y segundos después, siento algo espeso y caliente en mi mano. Comienzo a sentir como mi miembro era apretado mas y mas, empujo un par de veces mas, y me corro dentro de el.
Colapso contra su pecho, con la respiración entrecortada.
Me tiro al lado de el, con las rodillas alzadas, y la planta de los pies contra el futon.
Se acerca a mi, y rodea mi cintura poniendo su cabeza en mi pecho. Lo abrazo apretando su cabeza.
—Yah, necesito mi cabeza para respirar. Suéltame.
—No quiero—Le digo—, todo esto me parece tan... No sé. El caso es que no quiero separarme de ti, y de golpe despertarme al lado de Junmyun hyung...
Escucho una risilla y un cosquilleo en mi pecho a causa de su aliento.
Alza la cabeza y me mira seriamente.
—Sehun, escuchame, no es un sueño, y mañana cuando tengamos que ensayar lo voy a notar bien en cierta parte de mi cuerpo—Dice, riendo—, además, no soy tan importante como para que esto te parezca un sueño, ¿Vale?
—Hyung... Si que lo eres, lo eres para mi... Y bueno, me has dicho que me quieres, yo te quiero, con lo que... ¿Qué esperas?
Se acerca y me da un corto beso en los labios.
—Te quiero—Susurra.
Sonrió.
—Repite eso.
Se echa a reír.
—Pensé que me odiabas... Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero—Dice dándome besos por toda la cara.
Le doy la vuelta, y me apoyo en su pecho, cierro los ojos siento su respiración y escuchando los latidos de su corazón. Una sonrisa se forma en mis labios. Y solo tengo algo en mente, su voz, su voz diciendo te quiero.