Observábamos como un pequeño pelinegro de no más dieciséis años se dirigía hacia la puerta cargando una pesada maleta para encontrarse con un pelirrojo.
-¿Seguro que estaréis bien solos? –Gimoteaba el pequeño- Sabéis que el abuelo también estará fuera por un largo tiempo y debéis de arreglárosla como podáis.
-Vamos Luffy,ni que se fuera a incendiar la casa -Dije irónicamente-.
-Mientras no te acerques a la cocina…-Insinuaba un rubio-.
-¡Cállate Sabo! Soy un maestro en la cocina –Dije poniendo pose intelectual-.
-Ayer intentaste hacer un huevo frito y quedó más negro que tu cabello –Decía esté haciéndose el interesante mirando por la ventana-.
Un aura negra me inundó por completo obligándome a echarme en un rincón para llorar mis penas.
-Luffy date prisa,se nos hace tarde-Le anunció el pelirrojo a mi desastroso hermano pequeño-.
-¡Ya voy Shanks! –Dijo este rodeado de florecitas corriendo hacia el pelirrojo,pero no le deje seguir.Tomé su brazo con fuerza-.
-Oi,Luffy,escuchamé-Le susurré en el oído- Ten mucho cuidado en tu viaje con este paga fantas…Si intenta hacerte algo no dudes en llamarme –Le advertí-.
-Shishishi,no te preocupes Ace ¡estaré bien! –Dijo con una gran sonrisa y las mejillas coloradas-.
Acto seguido,salió por la puerta abrazando el brazo del mayor y dirigiéndose al coche.
-¡Estaré de vuelta en un mes,tened cuidado! –Nos advirtió Luffy antes de que yo cerrará la puerta de casa-.
-Un mes solos…¿Crees que lograremos sobrevivir? –Preguntó Sabo divertido-.
-Solo si no te acercas a la cocina –Dije irritado imitando su voz-.
-Oh vamos…¿No te habrás enfadado verdad?
-¿Yo? ¿Enfadarme? ¿Con el perfecto Sabo? –Dije irónicamente-.
-Venga,Ace…-Me llamó picándome la mejilla con el dedo- Tengo hambre ¿Te apetecé que hagamos una tarta juntos?
-¿Enserio? –Pregunté con ilusión-.
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Podía ver la ilusión en su mirada,era adorable.
Nos dirigimos a la cocina preparando los utensilios adecuados para preparar una buena tarta.
-Te enseñaré como hacer una,es muy fácil –Le dediqué una sonrisa-
-Todo es fácil para ti…Como se nota que no somos herman…-Calló por completo antes de terminar la frase- Yo…¡Lo siento no quería decir eso!
Si siguiese teniendo ocho años,lo que acaba de decir me hubiese dolido,pero en cambio ,ahora es como oír llover.En cierta parte,me hacía feliz el hecho de que no fuésemos hermanos de sangre.
-No te preocupes –Dije haciéndole una seña con la mano-Ven aquí.
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Me sentí realmente mal por haberle dicho eso,pero en el fondo de mi corazón agradecía que no fuésemos hermanos de verdad.
Le hice caso y me acerqué lentamente.
-Toma-Me ofreció una cuchara- Bate la harina y la leche para hacer la masa.
Tomé la cuchara y comencé con el proceso,al cabo de un rato pude sentir su pecho recostado en mi espalda mientras me cogía la mano cuidadosamente y me ayudaba a batir.
-Qu…¿Que haces? -Intenté parecer normal-.
-Tienes que batir únicamente en una dirección para crear el punto de la masa perfecta-Dijo soberbiamente-.
-Ah…lógico-Me sentí idiota-.
-Bah no te preocupes,cada día se aprende algo nuevo ¿Verdad? –Me sonrío dulcemente- Voy a preparar el horno a 180 grados.
Observé cómo se encaminaba hacia el horno simplemente encendiéndolo y preparándolo todo con una sonrisa divertida.
Me había quedado embobado pero reaccione al sentir un líquido frío caer sobre mi.
-Mierda –Susurre limpiándome rápidamente la masa que me había echado encima sin querer-.
Este mes va a ser largo.