Capitulo 1 “No todo es bueno ni malo”
A lo lejos se escuchaban unos pasos que se hacían cada vez más fuertes, una chica de contextura delgada paso corriendo, bajo las escaleras para entrar al tren subterráneo y muy apenas logro llegar ya cuando las puertas se estaban cerrando, una vez adentro se recargo en la puerta y trato de recuperar el aliento, después miro a su alrededor y esbozo una pequeña sonrisa de felicidad, no lo podía creer, pero por fin estaba en ese lugar, por fin había logrado llegar a Japón y en unas pocas horas estaría en una convención de varios escritores famosos. En realidad la convención solo era parte de su alegría, lo que en realidad le mantenía alegre es que seguía sin creer que por fin había viajado a Japón, después de que muchas personas que le dijeron que no podría lograrlo.
Acomodo su pequeña bolsa y su mochila la coloco mejor en su hombro y se giro para ver su reflejo en la puerta del tren en el transcurso no pudo evitar ver por el espejo la imagen de una mujer seria, que preparaba unos papeles y después se disponía a leer un libro ajena a todo lo que le rodeaba.
-Es hermosa -Murmuro solo para ella misma y al percatarse de lo dicho sacudió su cabeza solo un poco dejando esos pensamientos atrás. Al llegar a la estación indicada se apresuro a salir antes de que la demás gente le empujara y volvió a andar a paso rápido, no es que fuera a llegar tarde, era más por la emoción, siempre había querido esto y por fin lo había logrado.
Al llegar inmediatamente le mandaron a la zona vip y le indicaron un lugar donde podría cambiarse de ropa. Ella simplemente se dejo guiar y en cuanto estuvo en la pequeña habitación dejo sus cosas para disponer a vestirse y arreglarse de manera adecuada, era su primera convención y el primer libro que había escrito, eso sumando a que apenas comenzaba a ser una reconocida escritora, la mayoría de sus seguidores eran jóvenes como ella.
-Uhmm… -Se perdió en sus pensamientos y termino de abotonar su blusa blanca, acomodo su cuello y se miro al espejo acomodándose las gafas, no es que las necesitara siempre pero era bueno tenerlas consigo ya que no podía ver de lejos y mucho menos en la noche. – Estoy lista – Musito tratando de darse ánimos y salió de la pequeña habitación, en seguida un asistente le guio a la sala donde seria la convención y se tranquilizo al ver a un compañero de la imprenta, no es que fuesen amigos de años pero se llevaban bien.
-Hola pequeña Riza –Saludo cordialmente aquel hombre de alta estatura, la suficiente como para poder decirle “pequeña” a la chica. - ¿Nerviosa? –Interrogo esbozando una sonrisa amable y dándole una pequeña palmada en la cabeza.
-Sí, un poco Natsu-san. –No podía evitar el alzar su cabeza como si fuese un pequeño gato perdido, estaba tan acostumbrada a esa clase de palmadas que le reconfortaban en sobre manera y más en una situación así. – Espero no echarlo a perder...-Musito mas para sí misma que para su acompañante y suspiro suavemente regalando una sonrisa agradable.
-Jajajaja. –Natsuo no pudo evitar el reír abiertamente pues había logrado escuchar las palabras de la chica y le miro por un momento, en verdad esa pequeña chica le causaba ternura y ganas de protegerle, aunque sabía muy bien que ella podía ser muy seria y algunas veces podía ser “amargada”, también sabía que ella no dejaría que le cuidaran. Pero un poco de ayuda no le venía mal en esos momentos. – Descuida, no lo echaras a perder pequeña. –Le volvió a dar una palmada en la cabeza y le empujo suavemente. –Ven, lo primero que se debe de hacer es presentarse con los escritores más reconocidos y después charlar, no es nada de otro mundo. –Le sonrió y camino seguidamente, esperando a que la “pequeña” le siguiese.
Ella solo atino a sonreír agradecida y camino para poder alcanzarle y andar a su lado, se presento con varios escritores reconocidos y con varios jefes de imprentas, se encontró con varios conocidos de su propia imprenta y sin darse cuenta se fue relajando, andando entre la multitud que fue apareciendo con el paso del tiempo.
Hubo un momento en el que Natsuo desapareció de su vista y se sintió un poco perdida, pese a que podía reconocer a mucha gente con la que se había presentado horas atrás. – Ah...– Se asusto un poco por culpa del mesero que le ofrecía amablemente una copa de champagne y solo atino a mirarle entre seria y avergonzada. Tomo una copa y camino saliendo del salón donde estaba la convención.
Avanzo por pasillos mirando a su alrededor, era un lugar en verdad elegante y la curiosidad le ganaba. Anduvo así por unos cuantos minutos y después se percato que estaba completamente perdida. Hizo una mueca infantil de disgusto y abrió la primera puerta que encontró. No sabía cómo, pero había llegado a un balcón. – ¡Woh! –Se sorprendió sonriendo y sin pensarlo dos veces salió para poder admirar las estrellas.
Dio una vuelta en su propia posición sin apartar la mirada del cielo y una vez bajo la mirada se encontró con una mujer en la orilla del balcón. –Ah? –Parpadeo dos veces y cuando se iba a acercar a preguntar si estaba bien, la mujer se lanzo – ¡No! – Asustada, Riza corrió a la orilla en un intento de salvarle la vida a aquella mujer...