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Existen mujeres imposibles y posibles. por Hebi sama

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Notas del capitulo:

Hola, se que dije que en unas horas tendria el capitulo. Pues bien, mi graduacion bloqueo mi poca inspiracion y me quede sin nada x'D

En fin, les tengo doble capitulo, espero los disfruten. (: 

"Entonces desperté...Y me echaron"

-Mh...-Se removió en la cama con pesadez y emitió un quejido de molestia a causa de la luz que se colaba por su ventana, como odiaba el sonido de las cigarras, el cantar de los pájaros, el sonido de su respiración- Tsk...-Se giro quedando boca arriba y doblo una de sus piernas dejando de lado la sábana blanca que le cubría, coloco su ante brazo en su frente para cubrir la luz y suspiro profundamente. No sabía que había pasado la noche anterior, pero sabía con exactitud que su jefe de la editora le regañaría fuertemente por causar escándalo.- Si estuviera muerta no tendría que enfrentarme a esto, a sus regaños...-Murmuro para después bufar molesta pasando su mano para despertarse más, debía recordar lo sucedido, pero no tenia los ánimos, estaba molesta por su intento fallido de morir.

Se fue incorporando y noto que no traía su ropa, sino su pijama que consistía en un blusón de seda blanca que le llegaba arriba de la rodilla. Era extraño ¿Quién le había cambiado de ropa?. -Mmm...?- Miro a su alrededor un momento, estaba en su habitación y después un suspiro le saco de ese pequeño trance. No había suspirado ella, así que bajo la mirada encontrándose con una chica menor que ella. - ¿Qué...?-Ladeo la cabeza y le recorrió con la mirada, analizando a la joven que se encontraba en un pequeño banquito con los brazos recargados en la orilla de la cama y su cabeza descansaba sobre esos mismos brazos. Era una posición un tanto incomoda, de seguro le dolería el cuello al despertar y tal vez le dolería la espalda.

-Qué rayos...-Pensó para sus adentros pues le había observado demasiado tiempo. Tenía que admitir que la chica era linda, pero no sabía que hacía en SU departamento. –Oye. –Musito con voz autoritaria y se movió de la cama para picar con su dedo gordo del pie el rostro de la joven, en un modo un tanto raro para despertarla. - ¿Qué haces aquí?, ¿Quién eres?, ¿Cómo llegaste aquí?, ¿tus padres saben que estas aquí?. –Interrogo insistente al mismo tiempo que le seguía picando con su dedo gordo en la mejilla.

La joven de contextura delgada frunció el ceño y se despertó tallando uno de sus ojos bostezando perezosamente ignorando completamente cada pregunta de la mujer que le había despertado.- Ah ya estas mejor... – Murmuro regalándole una sonrisa adormilada y volvió  bostezar cubriendo su boca un momento; después solo se estiro para desperezar su delicado cuerpo y se levanto de su lugar sobando su cuello.

-Jhm...-La mujer le observo y esbozo una sonrisa a media luna- ¿Te duele el cuello? - Sabia que a la joven le dolía el cuello, era más que obvio pero aun así se atrevió a preguntar estúpidamente.

-Si...-Respondió la menor y seguía sobando su cuello, suspiro y de repente un silencio incomodo rodeo la habitación. Ella, tenía unas cuantas preguntas para la mujer, pero no sabía cómo formular sus dudas. Solo le observo un momento y parpadeo dos veces. Ahora que le veía sentía que ya la había visto en algún lugar. – Ah...Mi nombre es Riza. – Se apresuro a presentarse e hizo un pequeño ademan, inclinándose hacia delante en ese gesto típico de Japón que hacían siempre al presentarse.

La otra chica se quedo observando y alzo una ceja. Se levanto de la cama, parecía que iba a caer pero desistió, no quería mostrarse débil, no más. – Sonia – Respondió secamente y avanzo al armario para tomar un abrigo, al parecer el clima aun era fresco y no quería enfermar. Aunque si lo hacía, podría morir. Bah, tenía que dejar de pensar en esas cosas, siempre fallaba, era como si Dios no le quisiera en el cielo. – Pff.. –Suspiro y se recargo en la pared para clavar su mirada oscura en la joven. Al menos ya sabía su nombre, pero, aun tenía más preguntas.

El silencio incomodo volvió a rodear la habitación y cuando una de ellas quiso hablar, el sonido del timbre se escucho. De cierta forma a Sonia le alivio, no se sentía agusto con un desconocido. Salió de la habitación y abrió la puerta, su cara de alivio se esfumo al encontrarse con ese hombre frente a ella.- Lo siento, no quiero atenderte hoy. –Musito y dio un portazo escuchándose solo un quejido, esperaba haberle rotó la nariz a su jefe, después de un momento, solo se escucharon pasos que iban disminuyendo poco a poco, ¿Se había ido?.

-Eso fue un poco descortés...-Musito Riza observando lo sucedido a cierta distancia y alzo una ceja en desaprobación. Lo único que recibió fue que le echaran también de la casa. Ella reclamo molesta y toco la puerta varias veces y se cruzo de brazos. Hizo un puchero infantil y pateo la puerta, vaya forma de agradecer que le salvara la vida. – ¡¡La próxima vez te dejare morir!! –Reclamo Riza y al escucharse un movimiento seco dentro del departamento salió corriendo de ahí, no quería ser golpeada. 

Notas finales:

Espero les guste, soy un desastre escribiendo ;___; ... 


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