- Solo esta vez
Key estaba totalmente rojo, su respiración era torpe y cálida, demasiado a decir verdad, no lograba ver con claridad y eso se debía al estado en el que se encontraba. Un estado de total excitación y Jonghyun era el responsable de todo.
Hacia solo unos minutos atrás cuando ambos estaban viendo una película en la sala, Jong como siempre era el que comenzaba con juegos, provocaba a Kibum y este cedía ante su compañero, Jong había metido su lengua en una oreja de Key, mientras este solo se dedicaba a hacerse el renuente y seguir el juego del gato y el ratón.
Y ahí se encontraba con la boca de Jong succionando la suya, con su aroma rozando su nariz, sus manos toscas recorriendo su vientre y arrebatándole la camisa por encima de los hombros y tirándola en el piso. Esas manos que lo acariciaban sin penas estaban ganando terreno y dirigiéndose a su pantalón ajustado.
Jonghyun siempre llevaba la delantera, pero esta vez sería diferente, pues Kibum no perdería ni quedaría como una virgen a punto de ser desflorada. Sus manos se convirtieron en ninjas y llegaron hasta los botones de la camisa de Jong, los desabotono con rapidez y dejo al descubierto la bronceada piel de su compañero, sus abdomen trabajado, sus bíceps perfectamente bien marcados, quería presumirles a todas esas zorras que se la pasaban detrás de Jong los que por derecho le pertenecía.
Jonghyun por su parte se deleitaba con el panorama de un Kibum por lo más sonrojado y deseoso, esa piel pálida y brillante totalmente expuesta a su contacto, a ser tocado y deseado, estaba hipnotizado por ese niño que movía las caderas mejor que muchas mujeres, ese que se volvía loco por comprar ropa, ese mismo niño que odiaba los gritos y los deportes y lo criticaba por todo, ese chico que se le entregaba con pasión y desenfreno y que algunas veces podía ser muy infantil y berrinchudo. Realmente lo deseaba infinitamente. Sus manos curiosas vagaban por el cuerpo de Key.
—Ah ~ continúa —ordenó Key, mientras una hola de completo placer lo envolvió, Jong con una de sus agarraderas había tocado su ya erecto miembro.
Jong estaba fascinado con ese Key desvergonzado que se le mostraba.
—Maldito Kibum, deja de ser tan jodidamente sexy. —Key solo sonrió y mordió sus labios, mientras pasaba sus manos justo detrás de la nuca de Jonghyun para después besarlo hambrientamente. Lo fue conduciendo hacia atrás hasta que las piernas de Jong tocaron la orilla de la cama.
Jonghyun sabía que eso solo significaba una cosa, Key llevaría las riendas, Lo hizo posicionarse sobre la cama, y a gatas se incorporo encima de Jong , lo beso rápidamente y este solo se mordió el labio, ese muchacho (si se le permitía la palabra) lo estaba volviendo loco, estaba sumiéndolo en un mundo gobernado por el pecado, la lujuria y el deseo.
Kibum acerco sus dedos índice y pulgar a la boca de Jong e hizo que los chupara, los succionara, los remojara y embarrara con sus saliva pegajosa, una vez que estuvo seguro están totalmente húmedos, fue acercándolos hacia su propia entrada. AL momento de darle paso el primer dedo, su cuerpo convulsionó por el dolor haciendo que su erección chocara con la de Jong y el placer suplantara a su sufrir. Luego dejo pasar al segundo dedo, otra vez una holeada de completo dolor se hizo presente haciendo que de sus ojos saliera una lagrima kamikaze.
Jonghyun miraba fascinado todas las expresiones de Kibum, sus ojos sensualmente cerrados, su boca entre abierta dejando escapar pequeños jadeos, Todo eso hacía que su sexo se llenara de sangre caliente y deseosa por entrar al paraíso.
—Vamos Key… ponme el condón, ya no aguanto estar como espectador
Amaba las veces que Key le ponía el condón, esa manera sexy y deferente, lo abría con sus filosos dientes. La mano de Key fue hasta donde estaba la mesa de noche, de uno de los cajoncillos tomo un sobrecito e igual que las otras veces lo abrió con los dientes, desabotono el pantalón de Jong, bajó el bóxer de licra y dejo al descubierto un esplendoroso miembro moreno, lo tomó entre una de sus manos y lo apretujó arrancando un gemido ronco de la garganta de Jong, luego se dedicó a contemplarlo, como si se tratara de una obra de arte.
—¿Te gusta? —Le preguntó mientras lo miraba, mientras que Key le regreso la mirada y le dió una lengüetada a la punta circuncinsada como única respuesta. Jong solo dejo salir un jadeo y luego sonrió ante el acto de su chico.
Algo pegajoso se situó en la punta de su pene, era el condón que empezaba a deslizarse hacia abajo, luego Key hizo acto de presencia, pues se metió el pene envuelto en platico a la boca y deslizo lo que restaba de condón. A Jong le pereció exquisita la suavidad de la lengua de Kibum alrededor de su pene, esa humedad y gentileza con la que lo trataba; hecho la cabeza hacia atrás en señal de disfrute.
Key apenas lograba cubrir la circunferencia de Jong, una vez que la punta tocó la úvula, las ganas de vomitar lo invadieron así que enseguida se deshizo de eso que llenaba su boca; en definitiva él no servía para eso. Aun y con ese problema su misión ya estaba concluida.
Kibum se incorporo con la agilidad de un felino, y fue a parar hasta las caderas estrechas de Jong, hizo que sus penes se acariciaran y ambos ahogaron un gemido. Subió un poco más y dio un corto beso a los labios de se compañero, cosas que el ultimo contesto gustoso. Luego sintió una mano delgada sobre su virilidad, Key estaba dirigiéndolo hasta su entrada, posicionó la punta en la puerta y dejo caer parte de su peso.
Los ojos de Jong rodaban sinvergüenza por todo el cuerpo de Kibum, esa figura totalmente sensual y provocativa que lo había hechizado con ese singular movimiento de caderas, con su mirada profunda igual que un abismo sin fondo ni dueño, con su dulce caminar y sus gritos a la hora del ensayo, con todas las escenas de celos de las que lo hacía protagonista y productor.
Key sabía de sobremanera que estaba provocando a Jong, solo haberse hecho dueño de la punta, aun así no le haría las cosas fáciles.
—Dime que es lo que deseas —pronunció con voz sensual muy cerca del oído.
—Entrar, quiero entrar —contesto Jong
Las lagrimas le salían en contra de su voluntad, no quería llorar, pero realmente le dolía, hizo entrar otro pedazo; le dolía mucho, Jong miraba fascinado las lagrimas de Kibum, esas lagrimas de las que era dueño, y como propietario debían pertenecerle, así que se condujo hacia ellas y con su lengua de perro las lamió. Su deseo estaba cumpliéndose, las paredes estrechas de Kibum lo envolvían, se estaba adentrando en un océano de total placer.
Key se quedo sentado un poco más de rato sobre las caderas de Jong, sentía como si una gruesa barra de hierro caliente lo atravesara; Jonghyun se mordió el labio para no dejar salir jadeos roncos, era un sensación exquisita, su aparato reproductor no aguantaría demasiado. Miro rodar otro par de lagrimas de los ojos de Kibum y al igual que había hecho con las anteriores las lamió.
Su vista se dirigió al pene erecto de Kibum, estaba cada vez más violáceo, lo tomó en una de sus manos y comenzó a bombear, a subir y bajar al compas del pecho de Key.
—Ahh… más… se siente bien —decía en medio de jadeos y gemidos ahogados.
Al momento en que miro el cuerpo de Kibum un poco menos tenso aventó las caderas hacia arriba, enterrándose un poco más en Key. Este abrió los ojos y dejo salir un sonoro gemido de su interior.
Key entendía el problema de Jong, ansiaba moverse, así que con ritmo muy lento comenzó a subir y bajar, dio gracias al condón por ser tan pegajoso y estar lleno de lubricante, una parte se había quedad de inquilina en su garganta pero la otra había permanecido intacta y agradecía eso. Con sus labios y garganta dejaba salir pequeños sonidos sensuales y delirantes.
Jong se canso de ese ritmo lento que Key le proporcionaba; se estaba volviendo totalmente loco. Hizo rodar el cuerpo esbelto de Kibum sobre la cama y entonces tomó el mando, le dio un beso en los labios y lo continuaron pequeñas embestidas suaves, que después le dieron paso a otras totalmente salvajes y descontroladas.
—AHh… maldito… —Sentía que moriría, que lo estaba partiendo por la mitad, ese perro asqueroso lo terminaría por matar. —AHHH… —Algo dentro de él tintineo, algo que lo había hecho sentir dichoso, una parte de él, eso que desprendía placer al ser tocado y arrancaba gemidos lascivos de su interior.
—¿Te gusta? —Ya se le había hecho costumbre preguntar eso.
—Maldito… seas —decía en medio se sonidos y sollozos.
—Di que te gusta —pronunció mientras hacía entrar su miembro.
—No… no me gusta —Aun continuaba ese juego del gato y el ratón, a pesar de que su vista era nublada y no dejaba de gemir.
—Dilo —dejo salir un ronco jadeo al momento en que se adentro y luego salió para repetir la acción. Le tomo el rostro y lo beso con total desespero, esos labios esponjosos e hinchados lo hacían enloquecer.
—Me gusta…mas… si… así…más — Le estaba dando gusto al puppy rabioso que tenía encima.
—Estas enfermo —le dijo al rubio. Mientras con su mano trataba de darle más placer, seguía bombeando con más rapidez que antes. Un liquido pegajoso y tibio comenzó a resbalarse de entre sus dedos, Key ya empezaba a eyacular.
Un latigazo de electricidad le recorrió la espina dorsal y salió por la uretra, lo único que hizo para avisar fue abalanzarse a los labios de Jong y besarlo, le costaba trabajo por que Jong era más pequeño pero al final lo logró.
Jong hizo lo mismo mientras movía las caderas con mucha más rapidez, para así proporcionarse más placer y llegar a su esperado orgasmo, se derramó dentro del condón y de Kibum y embarro el semen de Kibum en el vientre de este.
—Te amo Kibum —le hizo saber, ya se esperaba que Key no le creyera, pues después una escena de sexo sin censura quien le creería, ni la mujer más estúpida del mundo.
—Cállate —le dijo Key por lo más agitado. —y ya salte.
—No hasta que digas que me amas. —lo estaba haciendo enojar, aun que en vez de eso lo único que logro fue que las mejillas de Key se encendieran.
—Te amo… —le dio un beso rápido, muy rápido —no me hagas decirlo de nuevo, solo será esta vez.
—Pero me amas —contesto socarrón Jonghyun, antes de salirse del interior de Kibum.
—Si lo que digas, déjame parar, tengo que bañarme por tu culpa quede hecho una porquería ahora estoy todo sudado —se quejaba, para ocultar su sonrojo.
Con dificultad se levantó, fue al closet y tomo un toalla, y luego se dirigió al baño.
—Deja de mirarme así, pervertido asqueroso —le reprocho.
Jong estaba deleitándose con esa vista hasta que la voz de Kibum lo saco de sus pensamientos, pero que podía hacer para evitarlo, eso le pasaba a Kibum por tener tan bonito cuerpo, así que no debía culparlo.
—Tu eres el culpable, por andarte paseando sin ropa.
—Maldito perro pervertido, eres un cerdo —dijo entes de voltear y taparse con la toalla.
—Aun así me mas —Jong se paró de la cama y caminó desnudo hasta Key, tomo su rostro y lo beso, enredo su lengua con la de Kibum y luego lo soltó. —De verdad, yo si te amo.
—¿No estas jugando? —pregunto con voz casi inocente.
—No, ni siquiera lo pienses.
—mentiroso y pervertido, y aun así no se por que me tuve que fijar en ti, maldito idiota. — Jonghyun se quedo en estado de shock, jamás creyó que Kibum diría algo como eso. La puerta del baño se cerró.
—Key abre, vamos abre —dijo mientras luchaba con el picaporte.
—ya cállate y deja que me bañe. — fueron sus ultimas palabras.